jueves, 30 de agosto de 2012


FORTIFICACIONES ABALUARTADAS DE LA RAYA, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
Baluartes, revellin y fosos de Ameida.
Las fortificaciones abaluartadas -amurallamientos construidos en la Edad Moderna como elementos de defensa contra las nuestras armas ofensivas, ante las que los castillos medievales ofrecían un blanco perfecto- han sido y son objeto hoy en día de atención patrimonial, como elementos de alto valor artístico y monumental.
Sus profundos fosos, los gruesos muros ocultos por contraescarpas y glacis; los revellines y fuertes exteriores; las vistosas garitas esquinadas; las aparatosas puertas de doble entrada; los baluartes pentagonales flanqueando a las cortinas de las murallas, etc. son hoy espacios de admiración por su belleza y perfección.
La UNESCO tiene clasificados como Patrimonio de la Humanidad esencialmente los siguientes:
En Colombia: Puerto, fortaleza y conjunto monumental de Cartagena (1984).
En Cuba: Ciudad Vieja de La Habana y su sistema de fortificaciones (1982) y Castillo de San Pedro de la Roca en Santiago de Cuba (1997).
En Puerto Rico: Fortaleza y sitio histórico nacional de San Juan de Puerto Rico (1983)
En Finlandia: Fortaleza de Siomenlinna (1991)
En Francia: Fortificaciones de Vauban (2008)
En México: Ciudad histórica fortificada de Campeche (1999)
En Panamá: Fortificaciones de la costa caribeña de Panamá: Portobello y San Lorenzo (1980)
Puerta, murallas y Forte da Graça, de Elvas.
En Portugal: Guarnición fronteriza y fortificaciones de la ciudad de Elvas (2012)
De estas 9 fortificaciones clasificadas, 6 están en América (antiguas colonias españolas); creadas fundamentalmente contra los ataques piratas. 3 están en Europa; levantadas como defensas en los conflictos internos europeos. A ellas habría que unir “Ibiza, biodiversidad y cultura” (1999), conjunto que contiene las murallas renacentistas abaluartadas de la Ciudad Vieja.
Solamente una corresponde a una “red de fortificaciones”: la francesa (la panameña comprende únicamente dos fortificaciones). En cualquier caso, ambas son “nacionales”: de una sola nación.
La Red de Fortificaciones Abaluartadas de la Raya Hispano-Portuguesa -de ser clasificada- sí sería una red internacional, que proporciona la “lectura” de conflictos y defensas entre naciones, durante toda la Edad Moderna, en guerras sucesivas en los siglos XVII, XVIII y XIX.
Es, por tanto, conveniente trabajar en la “Extensión” de la calificación de Elvas a toda la Raya: por la autenticidad de gran número de fortificaciones conservadas, por la integridad de buena parte de esos conjuntos en sus elementos defensivos, y por la relevancia histórica y ejemplaridad de una etapa significativa de la vida, conflictos y alianzas en el Viejo Continente en la Edad Moderna, además de sus aportaciones técnicas y artísticas al conjunto de fortificaciones abaluartadas construidas a finales de esta Edad Moderna.
Fosos de Valença do Minho.
Baluarte con cañones en Ciudad Rodrigo.
Valença do Minho (Portugal) en el norte; Almeida (Portugal), y Aldea del Obispo y Ciudad Rodrigo (España) en el centro; Marvão y Estremoz (Portugal) con Olivenza y Badajoz (España) en el centro-sur, así como Castro Marim (Portugal) en el sur, por su complejidad monumental, su consistente patrimonio abaluartado, lo avanzado de la recuperación de los elementos patrimoniales que detentan, la amplia documentación histórica y artística que les sostiene, etc. deben liderar este trabajo, que ha de extenderse luego a las demás fortificaciones rayanas, para unir su nombre al de Elvas en la consideración de “Guarniciones fronterizas y Fortificaciones Patrimonio de la Humanidad”.
Puerta Pilar. Badajoz.
No olvidemos, además, que la mayoría “envuelven” a fortificaciones medievales, con lo que la “lectura histórica” se extiende a más de un milenio y redunda en la exposición y desenvolvimiento de las técnicas constructivas y defensivas en su evolución espacio-temporal, acogiendo a diversas civilizaciones: moros, cristianos, ingeniería holandesa, italiana, autóctona…, en este rico territorio rayano.
Forte de Castro Marim

https://www.facebook.com/ (varios grupos y muro propio)



lunes, 27 de agosto de 2012


CONMEMORACIONES DEL SITIO DE ALMEIDA

Por MOISÉS CAYETANO ROSADO
Es extraordinario el esfuerzo -fructífero- que hace el concelho de Almeida por conmemorar anualmente el “Sitio de Almeida”, ocurrido ahora hace doscientos dos años y que llevó al enfrentamiento de las tropas invasoras de Napoleón contra las portuguesas y sus aliados británicos y españoles.
Esta vez, entre el 24 y 26 de agosto, se ha desarrollado -como viene siendo tradicional- un Seminario Internacional (centrado en esta ocasión básicamente en los “Edificios militares notables dentro de las fortificaciones abaluartadas”), una recreación histórica de los acontecimientos del Sitio, un mercado a la usanza del siglo XVIII y diversas actividades y proyecciones audiovisuales de animación nocturna.

Seminario Internacional.

El Seminario, celebrado durante los días 24 y 25, en el interior de las Portas de Santo António, contó con las siguientes aportaciones:
Apertura y saludo del Presidente da Câmara Municipal, António Baptista Ribeiro, que presentó los actos generales y este Seminario, resaltando la importancia de la fortificación de Almeida y de las fortificaciones de la Raya en general, sin dejar de lamentar que la clasificación de Elvas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO haya sido desmarcándose esta ciudad del compromiso de presentación conjunta de la Raya a Patrimonio Mundial, que estaba en marcha.
Conferencia inaugural del arquitecto João Campos, consultor de la Câmara Municipal de Almeida  y director del Seminario, sobre  Quartéis e outros edifícos notáveis em Almeida: revisión del rico patrimonio militar y el asociado al mismo que conserva en su interior la fortaleza, su rehabilitación y uso ejemplar, del que él mismo es responsable técnico, como arquitecto e investigador.
Ponencia de Rui Ramos Loza, técnico superior da Comissão de Coordinação  e Desenvolvimento Regional-Norte, sobre Almeida-A prova de fogo na pesquisa da cidade ideal: recorrido histórico y artístico-monumental sobre la población y su relevancia en las confrontaciones de las guerras peninsulares.
No pudo asistir el arquitecto palestino Eman Assi, del que se facilitó el resumen de su trabajo Crusaders castles in the Middle East, expresión evidente del diálogo cultural entre Oriente y Occidente en la Edad Media, y que será publicado en su momento completa junto a las demás en la revista de estudio CEAMA, de Almeida.
A continuación me tocó el turno de intervención, presentando un estudio sobre Cuarteles militares en las fortificaciones abaluartadas de la provincia de Badajoz; conservación y uso en las ciudades de Olivenza y Badajoz, en el que mostré la conservación, rehabilitación y uso dinámico de los de la primera ciudad y la destrucción sistematizada del patrimonio militar de la segunda.
Intervendría después David Mallia, miembro fundador del ICOMOS de Malta, que habló de The coastal fortifications of the Maltese Islands, construidas como cadena de defensa contra los ataques corsarios en los siglos XVII y XVIII, iniciadas por orden de Carlos I de España, contando luego con presencia de importantes ingenieros militares franceses.
El arquitecto Jorge da Costa, miembro del ICOMOS de Portugal, habló a continuación de O forte de Santiago da Barra e as Fortificações da linha de costa no Norte de Portugal, subrayando la importancia de la raya del Miño en la defensa, a través de pequeñas y abundantes estructuras militares abaluartadas.
El doctor en historia y vereador da Câmara Municipal de Moura, Santiago Macias, presentó la ponencia Moura-Fortificações modernas: pasado e futuro, haciendo un recorrido por el patrimonio arquitectónico militar de Moura, a través de las fuentes escritas e iconográficas, las excavaciones arqueológicas y la rehabilitación de los Cuarteles de Moura, de comienzos del siglo XVIII.
Por último, en esta densa sesión de la mañana, intervino el teniente coronel José Ribeiro, subdirector del Museu Militar de Elvas, con su estudio Sistemas de captação, distribuição e armazenagem de agua na fortificação de Elvas, en que exhaustivamente presentó la forma de abastecimiento y reservas hídricas para la población y militares destacados en la plaza durante los sitios y acciones de guerra.
Ya en la tarde se realizó una visita técnica por las Fortificações antes dos baluartes: Vilar Maior, Alfaiates, Sabugal y Sortella, que contó con la guía y precisas explicaciones del profesor-doctor de Historia Adriano Vasco Rodrigues.
El día 25 abrió las intervenciones Rui Ribolhos Filipe, Técnico Superior da Câmara Municipal da Lourinhã, desarrollando el tema Forte de Paimogo: em defesa da costa marítima da Lourinhã, recorriendo su creación y funciones desde la Guerra de Restauração hasta nuestros días, así como el entorno arqueológico en que se enclava.
En segundo lugar, el general Adelino Matos Coelho nos ilustró sobre O Quartel de Cavalaria de Évora, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, extendiéndose sobre las sucesivas transformaciones desde “um castelo adaptado ao longo de quase cinco séculos” hasta este firme edificio que mantiene las características volumétricas de la traza inicial, salvaguardándose así un patrimonio extraordinario.
Nuevamente interviene José Ribeiro con una nueva aportación: Criação, evolução e atuais utilizações dos diferentes quartéis em Elvas, recordando lo gravoso del alojamiento de militares en las casas particulares, hecho obligatorio, que abrumaba a la población de Elvas. Fue presentando los distintos cuarteles, desde los de S. João da Corujeira (1646), pasando por los del Castelo y sucesivos, hasta llegar a los Cuarteles do Cazarão (1767), transformados ahora en Museu Militar.
El economista libanés Georges Zouain, con larga experiencia en la UNESCO y en el ICOMOS, ofreció la ponencia Fortified cities: questioning historic urban landscapes and cultural heritage economics, extendiéndose sobre las ciudades fortificadas y su aislamiento del mundo exterior, que las convierten en entidades autodefinidas, volcadas a veces enteramente al turismo, con exclusividad comercial por parte de sus propietarios, lo que hace preciso una acción específica para su mantenimiento.
A continuación, la presidenta del ICOMOS de Chipre, Athina Papadopoulou, nos ilustró sobre The venetian fortifications of Nicosia/A monument in transition-An opportunity for protection, management and regeneration, presentándonos una ciudad viva dentro del perímetro amurallado del siglo XVI (con sus baluartes en forma de corazones, en una estrella de once puntas, formando un polígono regular perfecto), deteniéndose en sus tres puertas como puentes entre el pasado, el presente y el futuro, en donde se centran las intervenciones de restauración y reutilización actuales.
El decano de la Facultad de Arquitectura de la Yildiz Technical University in Istanbul, Iszik Aydemir, habló de Istanbul city walls and the ottoman castle of seven towers, recalcando la importancia de unas murallas encargadas de defender a la capital romana de Oriente durante más de mil años, diferenciando las murallas de tierra de la época de Teodosio II, las murallas del Mar de Mármara y las del Cuerno de Oro, con un total de 21 kilómetros y 407 torres, centrándose luego en el Castillo de las Siete Torres, actualmente bajo control de la Dirección General de Monumentos y Museos.
Por último, el arquitecto español Fernando Cobos-Guerra, miembro del ICCOFORT del ICOMOS, cerró el Seminario con su trabajo Henriques de Villegas, primer gran tratadista portugués de la fortificación en el siglo XVII, extendiéndose sobre los mejores ingenieros militares que trabajaron en la Raya en el siglo XVII, y en particular profundizando en Henriques de Villegas, autor del primer tratado sobre fortificación moderna, decisivo en las fortificaciones y tratados posteriores.

Mercado del siglo XVIII.
En tanto discurría el Seminario, y hasta el domingo día 26, se organizó un concurrido Mercado del siglo XVIII que se extendía desde la parte interna de la Puerta de San Francisco hasta más allá del Baluarte de S. Pedro, por delante del Quartel das Esquadras, magnífico edificio militar de casi 150 metros de largo.
Los puestos artesanales ofrecían multitud de productos tanto de comida y bebida para consumo directo como para llevar, así como otras mercancías artesanales muy ligadas secularmente con la tradición de las Beiras. Música en vivo y animación callejera, con saltimbanquis, vendedores de ilusiones y charlatanes “asaltando” la Plaza, completaban las actividades de transacción comercial del mercado.

Animación nocturna.
Tanto el viernes como el sábado, tuvieron lugar diversas proyecciones nocturnas de imágenes y escenas de la Guerra de la Independencia en las Portas interiores de S. Francisco, en el Terreiro do Poço do Rancho (frente al Quartel das Esquadras) y en la Igreja Matriz.

Un alarde de iluminación, que especialmente en las Portas de S. Francisco -con su monumentalidad de portentoso arco triunfal- nos daba un espectáculo sobrecogedor, iluminando esta fachada de entrada de la fortificación como si fuera un abanico de imágenes y colores gigantesco.
Mediante altavoces, se iban narrando las distintas secuencias, algo que también ocurriría en los desfiles militares y asaltos del sábado (a cargo estos del Coronel Henriques y del Coronel Ribeiro de Faria, respectivamente)

Recreación histórica.
En cuanto a la recreación de los acontecimientos históricos del Sitio de Almeida, ya comenzada en la noche del viernes, tendría su apogeo a lo largo del sábado y la mañana del domingo.
Entre la gran cantidad de puestas en escena, hay que destacar el asalto a la fortaleza, con la entrada de las tropas francesas y ataque desde la retaguardia a las tropas aliadas, de la noche del sábado, día 25, en los fosos interiores de las Portas de S. António. Y por la mañana del domingo, el largo combate desarrollado desde el Baluarte de S. Pedro, detrás del Quartel das Escuadras, hasta la zona del castillo medieval, pasadas las Portas de S. António, con participación de grupos perfectamente coordinados y ambientados de época, formados por portugueses, franceses y británicos, que representaban el papel de sus antecesores, tanto militares (de infantería, artillería y caballería) como civiles y religiosos (estos dos últimos en el caso portugués).
Un acontecimiento múltiple, variado, rico y de alta calidad, producto del esfuerzo de una población entregada, de unos colaboradores ilusionados y desinteresados y de unas autoridades locales que saben valorar y promocionar lo propio con dignidad y altura de miras. Todo un ejemplo, en fin, a imitar y alentar.

www.facebook.com/groups/209753179118352/ (Fortificaciones abaluartadas de la Raya a Patrimonio Mundial).

jueves, 23 de agosto de 2012


INCULCAR EL MACHISMO
Recuerdo aquellos textos infumables de mi infancia donde los niños aprendíamos a leer, y donde estaba claro el papel que el futuro nos reservaba a los chicos y chicas de la escuela. El rudo trabajo campesino a los muchachos y “las cosas de la casa” para ellas: fregar, barrer, coser, planchar, lavar, cocinar… y ser dócil y amable con los mayores y los hombres de la casa que le irían tocando a lo largo de la vida: padres, hermanos, maridos y, si se tercia, hijos a los que ya mayores se les ha de obedecer.
¡Aquella canción del folklore extremeño!: “Eres más chica que un huevo/ y ya te quieres casar/ ¡Anda ve y dile a tu madre/ que te enseñe a remendar!/”.  Sí, la “profesión” secular de las mujeres en los países profundos del subdesarrollo: casarse. Pero antes, claro, saber bien los oficios propios “de su sexo”.
En años más tardíos, como son los setenta del siglo XX, un grupo de payasos de mucho éxito televisivo, mediático, de masas, formado por Gaby, Fofó, Miliki y Fofito (familiares ellos), triunfaba con la siguiente letra con la que pretendían enseñar a los pequeños los días de la semana:
Lunes antes de almorzar,
una niña fue a jugar
pero no pudo jugar 
porque tenía que planchar.
Así planchaba así, así,
así planchaba así, así,
así planchaba así, así,
así planchaba que yo la vi.
Martes antes de almorzar,
una niña fue a jugar
pero no pudo jugar 
porque tenía que coser.
Así cosía así, así,
así cosía así, así,
así cosía así, así,
así cosía que yo la vi.
Miércoles antes de almorzar,
una niña fue a jugar
pero no pudo jugar 
porque tenía que barrer.
Así barría así, así,
así barría así, así,
así barría así, así,
así barría que yo la vi.
Jueves antes de almorzar,
una niña fue a jugar
pero no pudo jugar 
porque tenía que cocinar.
Así cocinaba así, así,
así cocinaba así, así,
así cocinaba así, así,
así cocinaba que yo la vi.
Viernes antes de almorzar,
una niña fue a jugar
pero no pudo jugar 
porque tenía que lavar.
Así lavaba así, así,
así lavaba así, así,
así lavaba así, así,
así lavaba que yo la vi.
Sábado antes de almorzar,
una niña fue a jugar
pero no pudo jugar 
porque tenía que tender.
Así tendía así, así,
así tendía así, así,
así tendía así, así,
así tendía que yo la vi
Domingo antes de almorzar,
una niña fue a jugar
pero no pudo jugar 
porque tenía que rezar.
Así rezaba así, así,
así rezaba así, así,
así rezaba así, así,
así rezaba que yo la vi.
Merece la pena la larga transcripción, que a algunos le puede parecer increíble. Incluso Miliki, cuando alboreaba el siglo XXI, presentó una “réplica” en la que todo quedaba casi igual, pero sustituyendo “una niña” por “un marido”. Ridícula rectificación a la que se le veía el plumero del oportunismo, ante el despertar imparable del feminismo crítico.
El daño estaba hecho. Por ellos y por todos. Por esos textos horribles de nuestra “deseducación obligatoria” de la postguerra mundial y las dictaduras ibéricas; por la infame publicidad de la televisión de aquella misma época y posterior (¿y acaso no sigue siendo igual todavía?); por las canciones de los payasos y de los no payasos…
Hace pocos años, un nieto mío se inscribió en “gimnasia rítmica”. Algo que en el colegio público donde va parece que era visto como… de chicas. Y recuerdo una pequeña de su edad -sus años se podían contar con las dos manos y sobraban dedos- le dijo un día “con retintín” a la salida de clase: “¡Ay, el niño de la gimnasia rítmica!”. ¿Imaginan el lavado cerebral de la pequeña y de tantas pequeñas que piensan así y que implícitamente asumen el papel encorsetado que he ido mostrando más atrás? ¡Ah!, cuando cambió a “gimnasia atlética”, la misma chica abría los ojos con admiración.
¿Seguiremos asumiendo lo de “anda ve y dile a tu madre/ que te enseñe a remendar” por mucho tiempo más? Por lo que veo en el modelo publicitario (el más “sabio” en cuestiones sociológicas), creo que tenemos machismo para rato.

sábado, 18 de agosto de 2012


PROHIBIDO CONTEMPLAR EL PATRIMONIO ARTÍSTICO-MONUMENTAL
Gárgola en la fachada del Hostal de los Reyes Católicos. Santiago de Compostela.
Parece burlarse del que no puede entrar en el interior, por no ser "cliente alojado". 
La vigente Ley del Patrimonio Histórico Español de 25 de junio de 1985, señala en su Preámbulo: “Todas las medidas de protección y fomento que la Ley establece sólo cobran sentido si, al final, conducen a que un número cada vez mayor de ciudadanos pueda contemplar y disfrutar las obras que son herencia de la capacidad colectiva de un pueblo”.
Pero, como tantas veces ocurre, parece que las leyes están “para no cumplirlas”. Y esto lo digo a raíz de mi visita al lujoso parador de Santiago de Compostela, “Hostal de los Reyes Católicos”, uno de los monumentos más portentosos y valiosos del patrimonio histórico peninsular.
Patio barroco del Hostal
Tras ver su impresionante fachada plateresca, accedemos al hermoso hall donde diversos carteles, colgados de las puertas y cristaleras que lo circundan, indican que no está permitido el acceso más que a los “clientes alojados”, o sea, a los que se pueden permitir el lujo de pagar la considerable suma económica que supone pernoctar allí. Solo de esa manera se podrá pasear por sus cuatro patios porticados, donde el gótico de dos de ellos y el barroco de los otros dos nos ofrecen arcadas, bóvedas y elementos ornamentales de alto valor histórico-artístico; igual ocurre con su singular Capilla Real -iglesia del antiguo Hospital que fue este monumento-, inmensa, esplendorosa, de un gótico refinado en sus columnas, nervaduras, esculturas…
Esculturas y rejería de la Capilla Real
No digo que uno se cuele en las habitaciones con sus “clientes alojados” (la mayoría de los que he visto, japoneses, alemanes, franceses…), sino que  se pueda pasar a “contemplar y disfrutar de esta herencia de la capacidad colectiva de nuestro pueblo”, como dicta la Ley de Patrimonio Histórico. Algo que en otros monumentos convertidos en hoteles, en paradores como es este caso (pongamos el cercano a él de Cambados, o el extremeño de Jarandilla de la Vera), o pousadas portuguesas (la de Alcácer do Sal, o Estremoz, o Vila Viçosa), se permite hacer en sus espacios comunes, sin que ello “perturbe” la paz de los “usuarios de pago”.
Tapiz de salón interior del Hostal
Hemos de recordar, además, que la rehabilitación y adecuación de esos monumentos se ha hecho con dinero público, con presupuestos oficiales, y muchas veces ayudas europeas. Por una cosa -la legalidad- y la otra -el dinero de todos allí invertido- no se nos puede hurtar el derecho al mínimo placer de la “contemplación beatífica”, sin más exceso por parte de los “plebeyos”.
En otro caso, no estaría demás lo que en otros sectores se realiza como protesta ciudadana: la “desobediencia civil” a esa cartelería prohibitoria, que en sí es un atropello a los derechos de la ciudadanía. A lo mejor hay que organizar excursiones colectivas a los monumentos oficiales y hacer un pacífico paseo por sus instalaciones, donde el arte y la historia no saben distinguir de “clientes alojados”, residentes deseosos de disfrutar de lo suyo y simples turistas de paso con un inmenso amor a la cultura.
MOISÉS CAYETANO ROSADO

viernes, 17 de agosto de 2012


Seminario Internacional “Edificios militares notáveis dentro das fortificações abaluartadas”. Almeida, 24/26 de agosto de 2012.

CUARTELES MILITARES EN LAS FORTIFICACIONES ABALUARTADAS DE LA PROVINCIA DE BADAJOZ. CONSERVACIÓN Y USO EN LAS CIUDADES DE BADAJOZ Y OLIVENZA.
Cuartel de Caballería de Olivenza en la gola del Baluarte del Príncipe.
Estado actual.

Resumen de la ponencia a presentar el 24 de agosto de 2012..

En la provincia de Badajoz, solamente a la capital -Badajoz- se dotó de fortificación abaluartada, aunque Alburquerque y Alconchel dispusieron de refuerzos contra la ofensiva artillera en sus castillos; proyectos y leves trazas poseyeron Villanueva del Fresno, Jerez de los Caballeros y Fregenal de la Sierra. Anexionada Olivenza en 1801, la provincia pasó a contar con dos fortificaciones “a la moderna”.
Ya en el siglo XX, las destrucciones llevadas a cabo sobre este patrimonio no solo afectaron a las murallas sino a los edificios militares del interior de ellas. Especialmente en Badajoz, desaparecieron todos sus cuarteles militares, que llegaron a diez, entre los de nueva planta y los reaprovechados de otras construcciones, especialmente conventos. Apenas queda algún resto de paredes y contrafuertes de dos (de Palmas -luego Parque de Artillería- y de San Agustín), “salvados in extremis” cuando se han levantado en los solares otras construcciones: hoteles, colegio, centros comerciales, edificios de oficinas y viviendas, etc., colmatando incluso sus alrededores. El más emblemático -Cuartel de la Bomba, construido en la gola del Baluarte de San Juan- fue eliminado por completo junto al baluarte en 1965; el más antiguo -de Santo Domingo (1679)-, reconstruido como Parque de Intendencia (1877),  es derribado a finales de los años sesenta, levantándose viviendas y un Cuartel de la Guardia Civil.
Desaparecido Cuartel de la Bomba (Badajoz), en la gola del también
desaparecido Baluarte de San Juan.
En Olivenza únicamente ha desaparecido el Cuartel (o Cuarteles) del Calvario, a un lado interior de la Puerta del mismo nombre -convirtiéndose en zona ajardinada-. El Cuartel de Caballería -el más antiguo: comenzado en 1699, en la gola del Baluarte del Príncipe-, es actualmente sede del Centro de Salud (planta baja) y Universidad Popular (planta alta), siendo uno de los edificios más singulares y vistosos de la población; el Cuartel de San Carlos (anexo al anterior como almacén de paja y pienso) es ahora -muy remodelado el interior- Hogar de Mayores. La Panadería del Rey (luego Cuartel del Asiento) se ha destinado a ampliación del Museo Etnográfico; el Cuartel  de Infantería del Pozo ha sido reacondicionado recientemente para uso como Biblioteca Pública, Oficina de Turismo y Albergue Municipal: ambos de la segunda mitad del siglo XVIII.

MOISÉS CAYETANO ROSADO
Doctor en Geografía e Historia

miércoles, 15 de agosto de 2012


LA MATANZA DE BADAJOZ
Recital en el acto conmemorativo, el 15 de agosto de 2012
Por MOISÉS CAYETANO ROSADO

Cada año, el día 15 de agosto, se conmemora en el Cementerio Viejo de Badajoz la terrible masacre que tuvo lugar en esa fecha de 1936. Tomada la ciudad por las tropas rebeldes levantadas contra la II República española el día anterior, tras una cruenta batalla, los legionarios y “regulares” marroquíes al mando del teniente coronel africanista Juan Yagüe, tomaron a sangre y fuego cada rincón de la misma.
En las calles, en las casas particulares, y luego concentrándolos en la Plaza de Toros, así como en las tapias y puerta del Cementerio, varios miles de ciudadanos partidarios y simpatizantes de la República fueron torturados, acuchillados y fusilados al estilo de lo acostumbrado en las guerras con Marruecos: de manera sádica y “sin cuartel”, sin miramientos de clase alguna, por parte de una soldadesca embrutecida.
Nadie como el periodista portugués de 24 años, Mário Neves, describió los sucesos, publicados en el Diario de Lisboa de esos días, y que marcaron su vida para siempre. No pudo comprender tanta maldad, las crueldades cometidas en las represalias, y la tranquilidad con que Yagüe justificaba los asesinatos, “porque no iba a dejar en su avance hacia la capital de España un montón de `rojos´ detrás”; rojos, republicanos, que habían respetado la vida -salvo excepciones incontroladas y condenadas por la autoridad civil- de los detractores del régimen político legítimo del Frente Popular.
"Me voy. Quiero salir de Badajoz, cueste lo que cueste, tan pronto como sea posible y con la firme promesa de mi propia conciencia de no regresar.", expresó en su despacho telefónico el día 16 de agosto, tras ver a los cadáveres amontonados en el cementerio, rociados con gasolina y quemados.
Y eso es lo que cada año, por el 15 de agosto, se recuerda en la concentración organizada en la explanada abierta en este cementerio como homenaje a las víctimas, organizada por el PSOE y la UGT, con la participación también de ciudadanos no afiliados o de otras organizaciones republicanas y de izquierda.
El “Canto de los pájaros”, de Paul Casals, interpretado al violonchelo por una joven artista, con versos alusivo a los sucesos de otro joven poeta, así como la intervención del senador socialista Francisco Fuentes centraron los actos de recuerdo, a lo que seguirían una visita a las tumbas de los alcaldes de la República fusilados, Sinforiano Madroñero y Eladio López-Alegría, así como otros destacados dirigentes. Un acto sencillo, de homenaje y reivindicación de la Memoria Histórica, tantas veces satanizada o unilateralmente dirigida.

Memoria de la masacre cometida no solo para derribar a un modelo político sino, como escribía Ariel Dorfman en “Rumbo al Sur, deseando el Norte”, referido al golpe de Pinochet en Chile, para que “millones de personas se arrepintieran del acto mismo de rebelarse, el hecho de que se hubieran atrevido a soñar una humanidad alternativa”. En un caso y otro, y siempre… “la contrarrevolución estaba pensada como una lección, una admonición”, que dice también Ariel Dorfman. Y es que el laicismo, la Reforma Agraria, la subordinación de la propiedad a la justicia social, la igualdad de sexos, el derecho universal a la sanidad, la educación y la cultura, fueron sueños a los que había que dar una contundente reprimenda, para que nunca más se repitieran. Y a Badajoz le tocó ser ejemplo y aviso contundente para todos.
En este acto se trata de eso: recordarlo con dolor y con respeto, homenajeando a soñadores y víctimas de una “matanza” que algunos todavía se atreven a negar e incluso, solapadamente, a justificar.

domingo, 12 de agosto de 2012


DISTRACCIONES Y CORRUPTELAS
Cartel colocado en uno de los claustros de Hostal de los Reyes Católicos.
Santiago de Compostela.
Por MOISÉS CAYETANO ROSADO
Santiago de Compostela es una ciudad hermosa. Apacible, pese al bullicio de los peregrinos y la solemnidad de sus monumentos. Y dentro de ella, aparte de su incomparable Catedral, el Hostal de los Reyes Católicos -en la misma Plaza del Obradoiro-, es de una belleza extraordinaria, que rivalizaría con el edificio religioso, a no ser por sus estilos diferentes y sus usos distintos.
Este antiguo hospital de la Edad Moderna ha sido transformado en Parador de cinco estrellas. Lujoso, inaccesible para un bolsillo que no esté bien equipado. Por ello, hay que contentarse con ver su portentosa fachada gótico-plateresca y algo del hall de entrada, donde pone muy claro que a partir de allí el acceso es únicamente para clientes alojados.
Fachada del Hostal.
Pero si uno se hace el despistado, o el guiri, puede que tenga suerte y logre penetrar en su interior. El edificio, de planta cuadrada, dividida por construcción interior en cruz griega, presenta cuatro patios porticados, dos de ellos góticos y dos barrocos, con fuente al medio, que asombran por su belleza, armonía y perfección, como ocurre con la capilla real, gótico-renacentista, de elevadísima techumbre, inmensos arcos rebajados y fantásticas esculturas adosadas a los pilares compuestos.
Yo me hice “el sueco” y pude verlo a placer, cruzándome con los… “clientes alojados”: japoneses, alemanes y algunos franceses. Nadie hablaba por allí en español o en gallego, así que cerré la boca y abrí la cámara de fotos.
Pero, en fin, de lo que quería hablar ahora es de… “distracciones y corruptelas”. De esa inscripción que aparece en uno de los patios de este antiguo Hospital del siglo XV, que no tiene desperdicio… y que parece ser escrito de ahora mismo. Reza así: “Estas puertas pertenecen a la antigua caja de caudales del Hospital Real. Antiguamente se ubicaba en esta misma posición, aunque una planta más abajo, en el sótano. Son de triple cerradura, hecho que obligaba a la presencia de tres administrativos para la retirada o depósito de bienes. Estas precauciones, sin embargo, no impidieron que en múltiples ocasiones se distrajeran importantes cantidades de fondos, sumiendo a la institución en largos periodos de dificultad. El primer administrador, Diego de Muros, hizo posible con su entusiasmo la pronta construcción del Hospital, pero luego contrató como mayordomos a sus parientes, que dejaron sin justificar cuantiosas sumas. A ello se añadía la reiterada creación de puestos de trabajo por recomendación, lo que disparaba los gastos de personal”.
Uno de los cuatro claustros del Hostal.
¿Se ha visto algo más actual… o intemporal? No valen cerraduras contra la codicia; no sirven buenos objetivos frente a la parentela, y de nada vale una buena programación, si luego hay que ir poniendo en puestos “de confianza” a los muchos asesores allegados: la bolsa común se llena de agujeros, las manos son muchas a retirar bicocas y los paniaguados surgen a multitudes para hacerse con los restos del botín.
¡Cuántas lecciones nos dan los monumentos nacionales si nos dejan campar por ellos a los “indios de la nación”! A lo mejor por eso se reserva el uso a los “clientes alojados”, venidos de otros lares y que no se “molestan” en hacer comparaciones que molestan.
Periódico HOY. Extremadura.

sábado, 11 de agosto de 2012


LA BOLSA O LA VIDA

Por Moisés Cayetano Rosado
Desde siempre me han fascinado los “movimientos” de la Bolsa. Ese subir y bajar de los valores que llevó a unos a la ruina y el suicidio en la “Crisis de 1929”, en tanto otros se enriquecían hasta lo inimaginable. La Bolsa nunca deja de crear nuevos ricos y otros tantos empobrecidos, entre los inversores.
Se dice “jugar a la Bolsa”, como los niños dicen “jugar a las canicas”. Así, como el que no quiere la cosa, como el que se toma un refresco y disfruta con el sabor de sus azúcares, o se tiene que aguantar con lo aguado de una toma mal servida.
Ahora, en esta crisis bestial, indecente, depredadora y ruin de los años que nos toca vivir en el comienzo del siglo XXI, la Bolsa sube y baja cada día, tal cual si fuese un funambulista dispuesto a cualquier estratagema.
Un banco que ha quebrado, engañado, abusado hasta los límites de lo indecible, levanta de pronto la cabeza y se dispara en la Bolsa hasta triple y más de su valor en un par de días, o baja luego a la mitad en unas horas. Los especuladores bailan alrededor de sus ordenadores y teléfonos, y cambian miles de millones de dólares, de euros como uno de nosotros lo hace de canal con el mando a distancia del televisor.
Todo es puro “aire”, negocios en el aire que se estrellan o suben a las estrellas, llenando de billetes al que sabe nadar en medio de los terribles tiburones, siendo aún más tiburón que todos los demás. Y hunde al que no ha sabido estar en el lugar oportuno en el momento que se hacía oportuno.
¿Qué se crea y destruye? Todo y nada. Negocio de bienes de cambio y no de uso, que diría Karl Marx, al que hemos ido olvidando o anatemizando en los tiempos de la abundancia y de la holganza.
En tanto, millones, cientos de millones de personas que luchan y trabajan cada día (si les dejan), sufren las consecuencias de las debacles que unos “jugadores” siembran con sus cartas trucadas:  urbanizaciones ilegítimas en las costas de los países más turísticos, las ciudades más deseadas, las zonas vírgenes de alto valor ecológico profanadas -¡oh, la burbuja inmobiliaria!-; la explotación en el empleo tercermundista y no tan en la lejanía; los robos “de cuello blanco”, la corrupción, las crecientes corruptelas, la brutal especulación. Y, por si fuera poco, el consumismo más discriminador, fútil, depredador, frívolo, derrochador, innecesario…, cegando ojos, conciencias y valores.
Ante el grito bandolero de “la bolsa o la vida”, los manejadores de los hilos sociales han elegido “la Bolsa”. ¿Nos dejarán a los ciudadanos decentes elegir conscientemente “la Vida”?

viernes, 10 de agosto de 2012


CIEN AÑOS DE JORGE AMADO

Por MOISÉS CAYETANO ROSADO
El día 10 de agosto se cumplen cien años del nacimiento de Jorge Amado, que moriría poco antes de cumplir los 89, el 6 de agosto de 2001. Seguramente, después de Paulo Coelho, es el escritor brasileño más conocido en el mundo, el más leído y admirado. Las traducciones de sus obras se multiplican en buen número de países, siendo España uno de los que tienen mayor cantidad de sus novelas volcadas al castellano.
Accedí a él precisamente en mi propio idioma, a través de una obra llena de ironía, de gracia; revulsiva y divertida: Los viejos marineros o El capitán de Ultramar, que me llevó de inmediato a otra no menos desenfadada y rompedora de moldes pequeñoburgueses: Gabriela, clavo y canela.
Aquella narrativa tan vitalista, fluida, amena y a la vez incisiva me estimuló a buscar su profundo sentido leyendo en  “versión original”, pues todos sabemos cuánto puede perder una obra creativa en la reinterpretación que siempre es una traducción. Así, busqué no hace muchos años los títulos de Jorge Amado en diversas librerías, pero con poco éxito; recurrí a “librerías de viejo” y mercadillos de fines de semana, logrando obras impagables del autor, si bien Planeta de Agostini lanzó su “Biblioteca de Jorge Amado” hace unos cinco años (curiosamente impresos los 30 volúmenes de la colección en  Barcelona, aunque en portugués), con una impresión y encuadernación impecables, lo que contribuyó a un mayor acercamiento si cabe al gran público y a una peregrinación periódica a Portugal de los “incondicionales”, para lograr lo mejor de su obra (¡menos mal que vivo en la frontera!).
Si aquellas dos novelas en castellano me cautivaron, su lectura en portugués “brasileiro” me descubrió matices imposibles de traducir. Diminutivos de una gracia infinita, ensamblados en unos diálogos de enorme agilidad, con descripción de situaciones que hay que leerlas en su idioma para sacarles todo su “jugo” de frescura, su malicia sana y divertida.
Pero las nuevas adquisiciones me llevaron a ver otras dos facetas extraordinarias de Jorge Amado, que multiplican su valor: la candidez de sus obras para niños y la fuerza acusatoria de sus novelas comprometidas con los más castigados y débiles de la sociedad bahiana y por extensión los explotados de todo el mundo entero.
¡Qué candor esa historia de amor de O gato Malhado e a andorinha Sinhá! ¡Qué gracia la de A bola e o goleiro, también con el amor de fondo!
Sin embargo, las otras narraciones, las del compromiso social, las de denuncia, las novelas desgarradoras que constituyen la parte sustancial de su obra, me dejaron sin aliento, por su valentía, su firme denuncia y la belleza formal de su estructura. Así, desde la primera, O país do carnaval (publicada cuando tenía 19 años), seguida de Cacau (de dos años después) y Suor (año siguiente), me enfrenté con un firme defensor de los débiles y desamparados, que se reafirmaría en obras contundentes, como Capitães da areia, Terras do Sem-Fim, Teresa Batista cansada de guerra o Tocaia grande, que retratan personajes y situaciones lacerantes, duras y desalentadoras. La valentía de su denuncia, narrada con la calidad de su prosa magistral, le llevaría a no pocos problemas con el gobierno brasileño, que desembocaron en su exilio.
Menos mal que en medio de tanto desaliento nos “entregaba” también otro de sus romances más divertidos, tal vez el más desenfadado y pícaro de todos: Dona Flor e Seus Dois Maridos, que me hicieron reencontrarme con el estilo de aquellas obras que leí en castellano y me impulsaron a buscarlas y ampliar con otras lecturas en su “portugués de Bahía”; impagable en sus recursos jocosos, candorosos y comprometidos, tres de sus características esenciales como narrador.
Cada título en sí es acertado como resumen del contenido. Retratos de personajes, dibujos de situaciones, encuadres de tiempos y de espacios magistrales que entre risas, dulzuras y firmes denuncias, son todo un universo literario que ahora, al celebrar el centenario de su nacimiento y recordar los once de su desaparición, se nos hacen presentes con toda su grandeza, estimulando a una nueva relectura. ¡O al descubrimiento de este gran autor para los que no hayan tenido la fortuna de leerlo todavía!