viernes, 31 de enero de 2014

CONTINUAMOS CON LAS JORNADAS SOBRE VALORIZACIÓN DEL PATRIMONIO ABALUARTADO DE LA RAYA LUSO-ESPAÑOLA
  
OBJETIVOS GENERALES DE LAS JORNADAS:
- Resaltar el valor de nuestro Patrimonio Abaluartado de la Raya Luso-Española y sus posibilidades de alcanzar la clasificación de “Patrimonio de la Humanidad” en serie.
- Presentar los méritos artísticos e históricos de diferentes fortificaciones abaluartadas de la Raya.
- Profundizar en lo que debe ser una rehabilitación responsable y consecuente de nuestro patrimonio abaluartado.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS DE LA CONTINUACIÓN DE ESTAS JORNADAS:
- Dar continuidad al conocimiento, estudio y divulgación del Patrimonio Abaluartado de la Raya Luso-Española, tras la celebración de las I Jornadas en Badajoz (2012) y las II Jornadas en Castelo de Vide (2013).

- Presentados en las I Jornadas ponencias relativas a la valoración conjunta de la Red Abaluartada de la Raya y actuaciones de futuro, los edificios militares de Elvas, las intervenciones en: Revellín de San Roque, Hornabeque de la cabeza del Puente de Palmas y el Fuerte de San Cristóbal de Badajoz, así como la Plaza de Guerra de Campo Maior (puede descargarse todo en PDF desde: http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/p/paginaprueba.html -Documento 42-; en las II Jornadas respecto a las fortificaciones de Castelo de Vide, la plaza amurallada de Marvão, las “malas prácticas” en un baluarte de la plaza de Olivenza y el Maltrato en general del Patrimonio Histórico-Artístico (puede descargarse todo en PDF desde: http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/p/paginaprueba.html -Documento 47-; ahora estamos trabajando en el programa de las III Jornadas.
- Publicar, como en las anteriores Jornadas, los materiales producidos en la Revista O PELOURINHO (Boletín de Relaciones Transfronterizas) de la Diputación Provincial de Badajoz.

CONVOCANTES DE LAS JORNADAS:
- Revista O PELOURINHO (Boletín de Relaciones Transfronterizas) de la Diputación de Badajoz. Los objetivos de esta Revista son: estudiar y divulgar cuestiones relativas a las relaciones transfronterizas en toda su extensión, primando los aspectos históricos, geográficos, sociales, patrimoniales, artísticos, literarios y económicos; promover encuentros, jornadas, seminarios, conferencias, etc. sobre los aspectos anteriores.

- Grupo de Facebook “Fortificaciones Abaluartadas de la Raya a Patrimonio Mundial”, cuyos objetivos principales se centran en promover a todas las ciudades de la Raya Hispano-Portuguesa que cuentan con fortificaciones abaluartadas y artilladas a Patrimonio de la Humanidad, acogiendo entradas de sus miembros (casi 800 en la actualidad), procedentes de las más diversas localidades de la Raia/Raya, otras localidades de Portugal y España, así como otros lugares del mundo, materializadas en opiniones, fotos, vídeos, documentos, enlaces, archivos, notificaciones de eventos, críticas y valoraciones de actuaciones en los monumentos, etc.
- Otras entidades que desean colaborar, y que lo hacen efectivo según el lugar de convocatoria, como es el caso de las I Jornadas por parte de la Diputación de Badajoz, la Asociación de Amigos de Badajoz y la Asociación Cívica Ciudad de Badajoz; en las II Jornadas, la Fundação Nossa Senhora da Esperança de Castelo de Vide, la Associação Amigos de Castelo de Vide, los Municipios de Castelo de Vide y Marvão, así como el Hotel Sol e Serra de Castelo de Vide.

III JORNADAS.

Las III Jornadas han de ser otro éxito, que incluso supere a las anteriores. Sin mucha tardanza, daremos a conocer adelanto de programas, fechas, lugares, entidades que se suman, nuevas fórmulas y modelos. En tanto, rogamos difusión de las anteriores (los enlaces en PDF más atrás indicados son la fórmula más universal y económica, y -además de poder ser impresos- volcarse a otros blogs, páginas web, etc. para desde ellos establecer enlaces también y lograr mayor divulgación).

jueves, 30 de enero de 2014

miércoles, 29 de enero de 2014

¿SOBRAN EMPLEADOS PÚBLICOS?
Moisés Cayetano Rosado
En un debate sobre la organización territorial del Estado, organizado por la Fundación Presidente Rodríguez Ibarra y Caja Extremadura, Felipe González ha sentenciado que en España sobran el 20% de los empleados públicos, proponiendo que no se repongan las bajas, para así llegar a una situación ideal.
Ideal, supongo, para él y para otros de los intervinientes juntos a él, como María Dolores de Cospedal, Miguel Herrero Rodríguez de Miñón y Miquel Roca, que como ultraliberales desean un “Estado mínimo”, sustituyendo la mayor parte de sus funciones por la iniciativa privada. Porque, vamos a ver:
- ¿Sobran empleados públicos enseñantes en colegios de infantil y primaria e institutos de secundaria? Sí, si se desmantela el sistema y se potencia la enseñanza privada y concertada.
- ¿Sobra personal sanitario en los hospitales y centros de salud de la red pública? Sí, si se fomenta la consulta y los centros sanitarios privados (también concertados o no concertados).
- ¿Sobran trabajadores en la administración de Justicia? Sí, si se siguen demorando al infinito las resoluciones pendientes y se fallan cuando el contexto ha cambiado por completo. ¡O también se privatiza, que a muchos ya les gustaría!
- ¿Sobran jardines de infancia, centros de mayores, servicios sociales, bibliotecas públicas y centros culturales de titularidad estatal, autonómica o local? Sí, en caso de que se dejen a la libre iniciativa.
- ¿Sobran transportes públicos urbanos, ferroviarios, etc.? Desde luego, en tanto se hagan concesiones a empresas, a las que siempre se les garantiza en los pliegos de condiciones el “equilibrio financiero”, o sea, la ganancia.
- ¿Sobran, acaso, empleados públicos de limpieza viaria, bomberos, guardas, policías? No cabe duda, si se eliminan los servicios oficiales y se “concesionan” siguiendo el modelo del caso anterior.
- ¿Sobran “empleados de ventanilla” en ayuntamientos, servicios autonómicos y estatales? Por supuesto, si se transfieren los servicios a la empresa privada para que los gestionen.
Como “ha sobrado” la banca pública, la distribución pública de gas, hidrocarburos, el correo, las telecomunicaciones… que ya parecen cosa de la prehistoria.
Lo que no ha dicho Felipe González que sobren son consejeros de cobro abultado, escandaloso, en eléctricas, gas natural, bancos, cajas y otras prebendas en las él, y muchos de los que piensan como él están metidos.

Que lo diga un representante de una fuerza política liberal se entiende. Que lo declare alguien que aún se ampara bajo las siglas de un partido “socialista” y “obrero”, que tiene entre sus bases apostar por lo público, gestionarlo eficazmente para dignificarlo, hacerlo útil y rentable, evitando la especulación empresarial y la explotación de la “masa laboral”, no tiene -ni ética ni estéticamente- justificación.

lunes, 27 de enero de 2014

Alonso de Monroy, maestre de Alcántara y señor de la guerra


El joven investigador Carlos Jesús Rodríguez Casillas (1982), ha realizado una interesante labor de estudio en base a la crónica de Alonso de Maldonado “Vida e historia del maestre de Alcántara don Alonso de Monroy”, bajo la dirección del profesor Francisco García Fitz (que la prologa), editada en su Colección Historia por el Departamento de Publicaciones de la Diputación de Badajoz.
El autor recurre a diversas crónicas y memoriales del siglo XVI y posteriores, fuentes literarias, didácticas, documentación publicada y documentación original de la Real Academia de la Historia, Archivo General de Simancas y Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, además de abundante bibliografía, para desentrañar la vida y obra de este apasionante maestre de Alcántara, que disputó título y posesiones con otros rivales antes y después de su propio nombramiento por los Reyes Católicos. El maestre mantuvo hasta el final de su vida un grupo de mercenarios a su servicio, lo que lo hicieron un auténtico “guerrero de fortuna”, al estilo de los condotieros italianos de la época, o como nuestro “rayano” Geraldo Sem Pavor del siglo XII, que también guerreó por la frontera luso-extremeña a favor de su rey (Afonso Henriques) o en su contra.
D. Alonso de Monroy (1436-1511) -como nos detalla Carlos Jesús Rodríguez Casillas-, clavero de Alcántara, guerreó contra su antecesor, D. Gomes de Solís y -aunque nombrado maestre tras la muerte de éste en 1473- tuvo que seguir combatiendo contra sus rivales en el reconocimiento del maestrazgo, especialmente Juan de Stúñiga, al que nombran los Reyes Católicos en 1476, a cambio de la reconciliación de la familia Stúñiga con los monarcas castellanos.
Esto último hizo que D. Alonso de Monroy tomara partido en la guerra de los Reyes Católicos contra Juana la Beltraneja y su marido Alfonso V de Portugal por estos últimos, y aunque tras ser vencidos logra el perdón en 1479, las desavenencias con los reyes castellanos continuarán hasta su muerte, materializadas en sus razias, saqueos, pillajes desde su fortaleza de Azagala.
La presente investigación, tras el prólogo y una introducción general, se estructura en cuatro apartados, además de otro breve de conclusiones, más fuentes y bibliografía.
Ya en la introducción quedan definidos los “señores de guerra”, indicando que “más allá de sus cambiantes lealtades políticas, convirtieron la participación en los conflictos armados, la violencia, la destrucción, el pillaje y la extorsión en un auténtico modo de vida”, siendo Alonso de Monroy “un paradigma de este modelo social”.
El siguiente apartado trata de la crónica de D. Alonso de Monroy y su autor, en la que da cuenta del cronista y obra, destacando su carácter propagandista y justificatoria de las andanzas del maestre.
A continuación: Vida e historia de D. Alonso de Monroy, en que detalla el linaje del mismo, así como las etapas de su vida, que divide en “infancia y juventud (1436-1457)”, “Plena madurez: la lucha por el maestrazgo de Alcántara (1457-1480)”, “El declive (1480-1511)”, terminando con su descendencia y un balance final. Narra, así, la apasionante vida guerrera de este hombre cambiante y ambicioso, gran estratega, rodeado de fieles mercenarios, cuyos desmanes ampara, asegurándose una incondicional  mesnada, garantía de su control territorial, fuerza política y social.
Los otros dos capítulos se detendrán precisamente en la representación de la guerra, siguiendo la crónica que da pie al estudio. En el primero de ellos, explica la composición y organización de las tropas (base de operaciones, componentes, organización y actuación en campaña). En el segundo, desentraña las operaciones militares y el impacto de la guerra en las estructuras socio-económicas, así como el papel de sus soldados en tiempos de paz (no menos duros para la población que los sufre).
En las conclusiones, vuelve a recalcar el papel de “hombre de la guerra” de D. Alonso de Monroy; su apuesta por los Reyes Católicos primero (tras antes haberlo hecho por Enrique IV) y luego por Alfonso V de Portugal; su capacidad estratégica y táctica “dentro de un universo militar lleno de herencias y transformaciones”, más la conformación de “sus huestes, muchos de ellos malhechores… que tenían como fin el saqueo del territorio”.
En definitiva, estamos ante una monografía de indudable interés, extrapolable en cuanto a las actitudes del personaje estudiado y su “pequeña unidad militar” a tantos “señores de la guerra” que la Edad Media propició en nuestra región y la Raya hispano-lusa.

MOISÉS CAYETANO ROSADO

viernes, 24 de enero de 2014

CASA DO ALENTEJO: SORPRENDENTE TESORO EN EL CORAZÓN DE LISBOA
Moisés Cayetano Rosado
Quien se acerque a las Portas de Santo Antão -por la zona más concurrida de la ciudad, en la Baixa lisboeta, al lado de la Praça dos Restauradores-, se encontrará con la sede de la Casa do Alentejo, un sorprendente tesoro de la Raia/Raya en el corazón de Lisboa.
Situada en el antiguo Palácio dos Viscondes de Alverca -construído a finales del siglo XVII, aunque renovado a comienzos del siglo XX-, al detenernos ante su fachada no recibimos otra impresión que la de una casona de buen porte, pero que en modo alguno presagia lo que dentro veremos.
Subiendo unas breves escaleras de entrada, se nos abre un mundo de “fantasías orientales”: gran patio neoislámico, columnado, de corredor cubierto, con grandes arcos de ojiva abierta, angrelados, de alfiz con profusa ornamentación geométrica, rica azulejería, mobiliario en madera y cuero, grandes macetones “arborescentes” y fuente central, con gran luminosidad natural, resaltando los vivos y variados colores del conjunto.
La monumental escalera del fondo nos conduce al piso superior, donde se difumina el estilo oriental, dando paso a dos grandiosos salones (comedor y de representaciones), modelos Luis XV y Luis XVI, de una dimensión y elegancia extraordinarias. Amplios ventanales, con molduras rococó que llegan hasta el techo, magnífico mobiliario de madera y telas coloridas, pinturas murales y en los techos, entre grandes molduras de las que cuelgan lámparas ornamentales de cristal. Es de admirar, en especial, el gran fresco en el techo del salón-comedor, obra del celebrado pintor Benvindo Ceia (1870-1941).
Aparte de estas dos joyas palaciegas, son de destacar la extensa dependencia destinada en la actualidad a comedor abierto al público, la sala de lecturas y la de Olivença. Las tres están ricamente ornamentadas con azulejería de temática festiva campesina (el primero), de caza y “touradas” (el segundo) y alegorías basadas en la obra “Os Lusíadas” (la tercera); constituyen uno de los ejemplos más notables de la azulejería del siglo XX en Portugal, admirablemente policromada, con unos efectos de profundidad y movimiento insuperables. Su autor es el notable pintor Jorge Colaço (1868-1942), que al igual que el artista antes citado trabajaría allí entre 1918 y 1919, cuando se realizó la remodelación del inmueble, bajo la dirección del renombrado arquitecto António Rodrigues da Silva Junior (1868-1936).
Se completa lo anterior con la profusa decoración del hall de entrada al piso superior, pasillos y otras dependencias, con reminiscencias decorativas neo-renacentistas, neo-barrocas, neo-rococó… y más azulejería en frisos y paredes, de motivos geométricos, vegetales y florales, de la máxima calidad.
Toda esta riqueza, de tendencia romántica e historicista, fue consecuencia de la instalación en el lugar del “Magestic Club”, luego “Monumental Club”, a partir de 1917: casino de lujo que se mantuvo hasta 1928.
El edificio fue alquilado en 1932 al Grémio Alentejano (después Casa do Alentejo), que siguió manteniendo los juegos de azar, lo que le proporcionó importantes ganancias y le permitió la adquisición del costoso inmueble en 1981.
Hoy en día, sin esos ingresos del mundo del juego, y con uso fundamentalmente cultural (conferencias, recitales, presentaciones de libros…), artístico (exposiciones pictóricas, escultóricas, de artesanía; variados actos musicales), impulso de las potencialidades monumentales, turísticas, culturales del Alentejo, además de restaurante de promoción regional… difícilmente puede mantener tan costoso patrimonio, que exige permanentes cuidados de restauración.

Esta “embajada” de Alentejo, de la Raia/Raya en Lisboa, este tesoro en complicado estado de recuperación, bien merece una atención institucional para su sostenimiento, por su intrínseco valor y por lo que representa para las tierras del interior como “escaparate” en un lugar tan privilegiado de Lisboa.

jueves, 23 de enero de 2014

Los gobiernos -que con ayuda de la voracidad de la banca y de los especuladores inmobiliarios nos han metido en esta crisis brutal- dicen: “es necesaria la renovación generacional en materia laboral, crear empleo para una juventud cada vez mejor formada”. Pero, en tanto, toman medidas legislativas para alargar la edad de jubilación de los que tienen empleo, así como la jornada de trabajo, al tiempo que acortan los días de disfrute vacacional y dificultan los permisos remunerados por motivos de salud y atención familiar. Es decir, se procura estrujar a los que tienen empleo en detrimento de la incorporación al mercado de los que no lo tienen.
Por si fueran poco estas medidas de recortes en las posibilidades de trabajo, las propias administraciones públicas cercenan drásticamente su oferta, que en el caso español es de “una por cada diez jubilaciones”. Con ello, la pérdida de eficacia del sistema público, de atención en todos los aspectos de lo que llamábamos “Estado del Bienestar” (educación, sanidad, servicios sociales, infraestructura, cultura, ocio…), da paso al “sálvese quien pueda” en forma de privatizaciones e “invitación” a que cada uno busque privadamente la atención de sus necesidades, pagándola por su cuenta.
Y esta privatización, claro, conduce al modelo laboral por todos conocidos: acuerdos en precario, contratos-basura, intermitentes, reducidos, sin fijeza o garantía, que propician una “renovación generacional” no para dar oportunidades a esa juventud tan bien formada y capaz que se ha ido generando con unos recursos públicos que ahora se destruyen, sino para poder “usar” esta mano de obra nueva sin los gravámenes de la anterior (con sus derechos adquiridos y los pluses de antigüedad, escalafón, etc.).
Y así, llegamos a lo que es el ideal de esos responsables intencionados de la crisis (los especuladores de la banca, los negocios, y sus comparsas políticos): trabajadores con jornadas de trabajo más dilatadas, así como tiempo de servicio en su vida laboral a las empresas, con menos tiempo de permisos remunerados, con mayor inmovilización sindical por el miedo al despido, con una “masa de desempleados” dispuestos a coger el relevo como sea con tal de llevarse alguna colocación de subsistencia “a la boca”, de donde se pretende que no salgan protestas sino aquiescencia para con los nuevos métodos de explotación.
O sea, que el mundo sigue dando vueltas en el mismo sentido, y las crisis provocadas están para lo que están: control, involución y paralización de masas a consecuencia de la inseguridad y el miedo. Y ello por mucho que el “movimiento de traslación” de las luchas sociales en los dos últimos siglos parecía que nos llevaba a una órbita distinta, donde no habría depredadores y colaboradores necesarios de esa depredación.

domingo, 19 de enero de 2014

XIII JORNADA DE HISTORIA DE FUENTE DE CANTOS: PLEITOS Y LIBERTADES

Coordinadores: Felipe Lorenzana de la Puente y Rogelio Segovia Sopo.
Edita: Diputación de Badajoz, 2013. 354 páginas.

Organizada por la Asociación Cultural Lucerna y la Sociedad Extremeña de Historia, tuvo lugar el 17 de noviembre de 2012 la XIII Jornada de Historia de Fuente de Cantos, cuyas ponencias y comunicaciones edita la Diputación de Badajoz, bajo coordinación de Felipe Lorenzana de la Puente y Rogelio Segovia Sopo.
El conjunto, de 354 páginas, va precedido de la Conferencia inaugural, a cargo de José Antonio Agúndez García, Director General de Promoción Cultural de la Consejería de Educación y Cultura, donde da cuenta de diversas actividades en torno al Bicentenario de la Constitución de Cádiz, y se cierra con una nota sobre el homenaje a D. Josef Casquete de Prado, diputado en las Cortes de Cádiz, natural de Fuente de Cantos.
Se incluyen en el volumen las dos ponencias presentadas y seis comunicaciones, en buena parte de estudiosos extremeños asiduos a este tipo de importantes Jornadas, de las que  ésta de Fuente de Cantos, como las de Llerena son punteras y ejemplares.
La primera ponencia es del catedrático de la Universidad de Sevilla Manuel Moreno Alonso, que bajo el título de “Extremadura en las Cortes de Cádiz” da un breve repaso por la obra de los principales diputados extremeños en las mismas, destacando nombres tan significativos como los liberales Diego Muñoz Torrero, José María Calatrava, Antonio Oliveros, Manuel Luján o Fernández Golfín, así como el absolutista José Casquete del Prado. En sus líneas de “orientación bibliográfica” no reseña el magnífico trabajo de Miguel Ángel Naranjo sobre “Los diputados de Extremadura en las Cortes de Cádiz”, publicado en la Revista “O Pelourinho” en 2011, algo que sí tiene en cuenta la segunda y última ponencia.
Esta ponencia referida va firmada por los Cronistas Oficiales de Llerena (Luís Garraín Villa) y de Fuente de Cantos (Felipe Lorenzana de la Puente), y constituye una monografía rigurosa que bien podía constituir un libro aparte por su extensión (casi 100 páginas) y su minuciosidad.
Bajo el título de “Un fuentecanteño en las Cortes de Cádiz: don Josef Casquete de Prado, el obispo prior”, examinan la vida y obra del que fuera prior perpetuo y obispo de la provincia de San Marcos de León, así como uno de los presidentes de las Cortes extraordinarias de Cádiz, resaltando cómo su pensamiento conservador no le impidió sancionar la Constitución de 1812, avalando las reformas aprobadas. Igualmente, detallan su labor -una vez concluidas las sesiones gaditanas- en la mejora de la formación del clero y el incremento de las labores pastorales en las parroquias, para contrarrestar las ideas secularizadoras aportadas por los franceses y los liberales. “Es entonces -concluyen- cuando se decanta por el tradicionalismo y repudia el liberalismo”.
La primera de las seis comunicaciones corre a cargo de Manuel López Fernández, miembro del Instituto de Estudios Campogibraltareños, y Andrés Oyola Fabián, Cronista Oficial de Segura de León. Versa sobre “La vicaría de Tudía en tiempos del obispo-prior José Casquete de Prado (1756-1838)” -vicaría de la que fue titular unos años antes de acceder al priorato de San Marcos-, destacando críticamente el nepotismo en esos momentos de la historia santiaguista, el conservadurismo a ultranza de los grupos que detentan el poder eclesiástico y la persistencia de la promoción social de la familia por vía de la carrera eclesiástica.
La segunda comunicación es de Pablo Alberto Mestre Navas, del departamento de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad de Sevilla, presentada bajo el título de “Publicación y ceremonia de la Constitución de Cádiz. Un análisis desde las ciencias y técnicas historiográficas”, en que trata sobre el ambiente experimentado en esos días, analiza la simbología y estructura externa y composición de los dos manuscritos presentados de la Constitución y algunos impresos.
La tercera es del profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Extremadura, Juan Carlos Monterde García, centrada en los “Pleitos territoriales en las cinco villas hermanas del Maestrazgo de Santiago”: Fuente de Cantos, Medina de las Torres, Monesterio, Calzadilla de los Barros y Montemolín, que poseían en común importante patrimonio de tierras, cuya administración ocasionaron diversos pleitos por la defensa de sus intereses territoriales.
El investigador Fermín Mayorga, presente en tantos congresos, encuentros y jornadas locales y comarcales de Extremadura, abundó en uno de los temas de su especialidad: los herejes. En este caso, “Herejes en tierras de Tentudía en la Edad Moderna”, rescatando nombres y apellidos de aquellos que sufrieron el escarnio del Santo Oficio, siendo condenados a ser quemados vivos, a galeras y torturados por desavenencias con la doctrina de la Iglesia Católica. Un trabajo, como todos los suyos, bien documentado y de considerable extensión: 53 páginas en las que el autor se implica con pasión, denunciando los abusos inmisericordes practicados en nombre “del Crucificado”.
El penúltimo trabajo es de Joaquín Castillo Durán, del Centro de Estudios del Estado de Feria, y en él reivindica la figura tantas veces maltratada de Manuel Godoy, cuya importancia, inteligencia y capacidad política resalta bajo el título de “Manuel Godoy y la crisis de 1804”.
Finaliza otro asiduo de este tipo de Jornadas, el historiador Antonio Manuel Barragán-Lancharro, con otra extensa comunicación (59 páginas, si bien 40 son de apéndices documentales), que titula “La fundación de la Caja Rural de Ahorros y préstamos de Fuente de Cantos en 1905”, donde ensalza a esta pionera institución badajocense, factor de desarrollo económico de Fuente de Cantos, que combatió la extendida usura, abarató los créditos a la maltrecha economía agropecuaria, introdujo los seguros agrarios y fue modelo para las que en otras localidades se crearían posteriormente.
Un volumen, en fin, provechoso, que enriquece la ya extensa bibliografía que el Bicentenario de la Constitución de 1812 ha dado en estos años a nivel general, y muy especialmente en cuanto al protagonismo de Extremadura y los extremeños del momento en particular.

MOISÉS CAYETANO ROSADO

viernes, 17 de enero de 2014



NÚMERO 17 DE O PELOURINHO

Ya ha salido de la imprenta el Número 17 de la Revista O PELOURINHO, con las ponencias de las II Jornadas sobre Valorización del Patrimonio Abaluartado de la Raya/Raia, celebradas en Castelo de Vide, en la primavera de 2013. Por cierto, recuerdo que en el Documento número 47 del siguiente enlace la tenéis en PDF:http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/p/paginaprueba.html

jueves, 16 de enero de 2014

ESPLENDOR ARTÍSTICO EN LA AZULEJERÍA DE LAS ESTAÇÕES FERROVIÁRIAS
Llegamos a veces a estaciones ferroviarias que son todo un mundo de desolación; desapacibles, impersonales, laberínticas. Y vamos en otras ocasiones a destinos que ofrecen ante nuestros ojos un mundo de belleza, brillo y color, al tiempo que nos dan cumplida información de lo que nos espera en el lugar que representan.
Es éste último el caso de tantas estaciones y apeaderos de Portugal, que en la Raya/Raia tienen una rica representación, incluso en aquellas que ya dejaron de prestar su servicio de transporte, pero siguen haciendo esta labor divulgativa y artística con su estimable azulejería.
En las paredes de los inmuebles e incluso también en sus interiores, despliegan ese mundo mágico, insuperable, que ha sabido enriquecer iglesias, palacios, jardines, mobiliario urbano… por toda su geografía, y que en las estaciones pasa muchas veces inadvertido para el turista de urgencias, pero que bien merece un recorrido de excursión reposada y compartida.
Es lo que la pasada semana organizó, con gran acierto, el grupo extremeño ARQUEONATUREX (con exitoso “muro” en facebook) y la “Associação Projecto Raia Alentejana”, que mantienen con tesón Luis Lobato de Faria y Eunice Gomes, especialistas entusiastas de nuestros tesoros rayanos.
Factible ruta para todos: Elvas-Vila Viçosa-Estremoz-Évora. Dos estaciones en uso: la primera y la última. Las otras, dos testigos mudos de un antiguo esplendor ligado al transporte del magnífico mármol de la zona, que ya han pasado a ser Museo del Mármol la primera y edificio artístico urbano la segunda.
Los azulejos de la Estação de Elvas son -como es común- de figuración tradicionalista, plasmando monumentos de la población y la región, elaborados por el pintor y ceramista Leopoldo Battistini (1865-1936), con orla sinuosa neobarroca en blanco y dorado e interior en las más variadas gamas de azul. Consigue en ellos una profundidad increíble, que en la representación del Acueducto de Amoreira, la colina y Forte da Graça, así como las murallas y fosos urbanos, cobra una dimensión monumental.
El caso de Vila Viçosa es otro magnífico ejemplo de azulejería de principios del siglo XX, cuya elaboración parece ser que fue puntualmente revisada por el rey D. Carlos I (1863-1908). A diferencia de la anterior, la orla neobarroca de los paneles -más profusa en motivos vegetales- no utiliza otro color que el mismo azul del interior, con gran alarde de sombreados. Las escenas de labores agroganaderas, los extraordinarios monumentos de la ciudad,  recorren como gigantesco friso las paredes exteriores; destacando también la constancia histórica de la Guerra de Restauração contra el dominio español (1640-1668), impulsada por el Duque de Bragança, que desde Vila Viçosa partiría hacia Lisboa para ocupar el trono.
Estremoz -esta otra estación ya “sin tren”- vuelve a la policromía, con más aparatosidad en los adornos exteriores alrededor de los motivos centrales, destacando grandes búcaros con flores y frutos. También desenvuelven escenas campestres y representan monumentos urbanos, con primorosos matices dentro de un azul siempre brillante. Su autor es el célebre acuarelista y ceramista Alves de Sá (1878-1972), que los realizó en 1940; tanto en esta estación de Estremoz como en la de Vilar Formoso -igualmente de su autoría, en la frontera entre Ciudad Rodrigo y Almeida-, estamos ante uno de los conjuntos de azulejería del siglo XX de mayor calidad de Portugal. ¡Lástima que en este caso hayan tenido que proteger los paneles con mamparas de metacrilato a causa del vandalismo y el robo que ya han padecido, lo que resta valor al entorpecer la visión de la viveza de los colores y la apreciación del conjunto, interrumpida por traviesas de aluminio.
Por último, en Évora, podemos disfrutar  de otro de los conjuntos de azulejería en estación ferroviaria más importantes de todo el país, realizado por Jorge Colaço (1868-1942), célebre “azulejerista”, al que se deben obras de gran valor como buena parte de la Casa do Alentejo en Lisboa (Palacio de Alverca), el Hotel de Buçaco, la estación de S. Bento de Porto y las de Castelo de Vide y Marvão, así como otros distribuidas por todo el mundo, como el Castillo de Windsor en Inglaterra o el antiguo Palacio de las Naciones Unidas de Ginebra. El encanto de sus composiciones -también de motivos profesionales campesinos, monumentos urbanos y hechos históricos- son de un preciosismo apabullante. Encuadradas en marco cerámico verde y floreado polícromo en ángulos y separaciones, el azul y el blanco se combinan en juego mágico de matices, consiguiendo una sensación de volumen y movimiento imposible de superar.

Magnífica excursión, por tanto, para un día, que puede completarse con el “refuerzo culinario” de la zona. En esta ocasión, lo redondeamos en la Adega do alentejano, tradicional bodega donde la sopa de tomate, la açorda á aletajana, los pezinhos de coentrada, los lombinhos de porco preto na brasa, la carne de porco con ameijoas… se complementan con el vino tinto y denso de la tierra,así como los postres caseros que invitan a proseguir con fuerzas renovadas la ruta das estações de caminhos de ferro de nuestra Raya/Raia.

miércoles, 15 de enero de 2014

AZULEJERÍA EN LISBOA
Patio neomudéjar de la Casa do Alentejo en Lisboa. Comedor y expositor de libros.
Moisés Cayetano Rosado
Lisboa no tiene rival a la hora de extasiarnos en las magníficas muestras de azulejería, que constituyen una modalidad artística en que nadie supera a Portugal.
Plazas, jardines, palacios, caserones, iglesias, conventos, rincones y fachadas, son receptores de un despliegue excepcional de arte, creatividad, sensibilidad y buen gusto, que en las muestras de los siglos XVII y XX tienen para mí los máximos exponentes.
Confieso, en este sentido mi debilidad por el neoislámico Palacio de Alverca, donde tiene su sede la Casa do Alentejo (en la Rua Portas de Santo Antão, de la Baixa Lisboeta), cuya azulejería costumbristas del pasado siglo cubre las inmensas paredes del comedor, de los salones, salas, salitas, rincones y pasillos.
Sin embargo, hay dos hitos esenciales que, imperdonablemente, no he visto en directo todavía, y me urge visitar:
El Museu do Azulejo, en el antiguo Monasterio manuelino de la Madre de Deus, situado en la Rua Madre de Deus). Y, el Palacio de Fronteira -ese conjunto de villa y jardines del siglo XVII ampliados en el XVIII con traza renacentista italiana-, en el Largo de Santo Domingos do Benfica. ¡Insuperable su azulejería del siglo XVII, época de mayor explendor!
Lástima que éste último no abra los domingos. Ahora -en temporada baja- los demás días realiza visitas guidas (las únicas admitidas) a las 12’00 y 13’00 horas españolas. El Museu do Azulejo, en cambio, cierra los lunes, pero los demás días abre libremente de 11’00 a 19’00 horas españolas, siendo los domingos gratuito de 11’00 a 15’00 horas de España.
Así, la mejor opción estimo que es visitarlos un sábado, comenzando por el Palacio de Fronteira, pasando después al Museu do Azulejo. Así, a la hora de comer se recala en la Casa do Alentejo, con lo que -repuestas fuerzas- por la tarde se puede contemplar libremente su abundante azulejería.

¡Aún quedaría tiempo para deambular a lo largo de esa columna vertebral lisboeta que es la Baixa-Avenida da Liberdade y esas dos hermosas y variadas “alas de mariposa” que son ambos lados del eje, con su Chiado y Bairro Alto a un lado, y Alfama y Mouraria al otro! O contemplar al fondo el estuario do Tejo, bajando la monumental, magnífica Praça do Comercio.

martes, 14 de enero de 2014

COSECHA LÍRICA DESDE LA ERRANCIA EXTREMEÑA DESOLADA
Hace una docena de años, en el Hogar Extremeño de Barcelona conocí a un poeta de Jaraicejo (Cáceres), que llevaba muy a gala ambas identidades: la de ser poeta y la de haber nacido en tan hermoso pueblo de la Alta Extremadura. Allí me ofreció su primer libro, que iba por la tercera edición: Despierta, Extremadura, de tu sueño, que vio la luz en primera edición en 1984.
Tras esa primera incursión editorial vendrían dos más: Desde mi ausencia extrema y dura, de 1991, y Ramos de Rimas, de 1999. Las tres obras han contado con amplia aceptación y sus ediciones están agotadas en el momento en que surge un nuevo libro: Cosecha Lírica, amplio poemario editado en 2013.
Wenceslao Mohedas Ramos es un poeta infatigable. Tanto por lo mucho que produce como por lo mucho también que lo divulga. No solo en el formato impreso de libros, revistas, boletines…, sino también en audiovisuales muy logrados y entregas sistemáticas en las redes sociales, especialmente facebook, por medio de su propio “muro” y diversos grupos a los que pertenece.
Yo lo sigo desde aquel primer contacto en Barcelona, donde reside y donde “milita” como hombre comprometido con las letras y con la tierra de origen. Admiro su facilidad para versificar, especialmente en sonetos impecables, sonetillos y otras composiciones, siempre de rima cuidada y acertada. Su exigencia en este sentido es extrema, puliendo el verso como un escultor neoclásico; no quiere dejar nada a la ventura, sabe que detrás tiene a muchos autores que han cultivado el verso medido con maestría y no desea quedarse atrás en la presentación de sus composiciones.
Los temas tratados son variados, pero dentro de un latir humanista, comprometido con el hombre y la sociedad, crítico ante las desviaciones malsanas individuales y colectivas incluso con dureza; suave, tierno y melancólico hasta el desgarramiento cuando vuelve los ojos hacia la intimidad -personal, familiar y de la tierra que le vio nacer-, que siempre tiene presente en su trabajo.
¡Cuánto le duele la sangrante emigración!: Con nefasto desgarro, me separo/ de mi tierra materna, tan querida,/ tal la piel de la carne desprendida/ y arrancada de cuajo y sin reparo (pg. 57).
¡Cómo se trasluce el amor a Extremadura!: Vacaciones agosteñas:/ tras sus urbanas rutinas,/ retornan tal golondrinas/ nuestras gentes extremeñas/ fieles a tierras de encinas (pg. 132)
¡Qué añoranza de los suyos, lejanos, ausentes…!: Repiques de campana…, están de fiesta/ y yo, frente a tu nicho, estoy de luto,/ pagando en pena el filial tributo/ que me impuso tu muerte tan funesta (pg. 31).
Wenceslao es un poeta vitalista y al mismo tiempo elegíaco. Machadiano en muchas de sus concepciones y composiciones, como reconoce en el excelente prólogo del libro Juan Manuel Bermudo Ávila, catedrático de Filosofía Política de la Universidad de Barcelona. Declaradamente se manifiesta en “A nadie nada debo”, que comienza así: A nadie nada debo/ porque os doy más que me dan;/ con mi sudor pago el pan,/ el grato vino que bebo/ y el total de mi albarán (pg. 154).
Pero sabe también presentarnos vidas y situaciones con fina ironía: Yo conocí una beata/ tan amante del boato/ que no tuvo nunca trato/ con hombres por mojigata (pg. 87), para dejar tras ello una denuncia a las renuncias estériles y absurdas. Como también, por el contrario, censura con rigor las acciones rompedoras sin sentido: Tiene actitud transgresora/ por su maldad absoluta/ y sólo del mal disfruta/ siempre en pandilla, a deshora… (pg. 70), referido a una “Banda de vándalos”.
El poeta, que muestra tanta ternura cuando trata de su tierra, de la gente sencilla que en ella habita, de los emigrantes que se vieron obligados a dejarla, es crítico con todo lo que le desagrada, por su vaciedad, egoísmo, alienación, oportunismo… ¡y no digamos abuso y corrupción! Uno de sus poemas más rotundos en cuanto a esto último lleva por título “Los corruptos” y en él escribe: Empresarios, políticos, banqueros…,/ de sus cumbres se bajan a los fondos/ como buitres hambrientos, carroñeros (pg. 64).
No tiene Wenceslao Mohedas Ramos ningún reparo en desnudar sus sentimientos, en expresar sus denuncias, haciéndolo de manera trasparente, como lo hace con su amor al terruño, su añoranza, sus recuerdos de infancia, de familia. Y todo ello, con la fuerza y calidad de un poeta con garra, que vive la poesía con pasión y nos la ofrece a raudales cada día. Esta Cosecha Lírica es una afortunada muestra de lo que desenvuelve en su extensa producción.
MOISÉS CAYETANO ROSADO

jueves, 9 de enero de 2014

JUROMENHA, LA ESPLENDOROSA CENICIENTA

Por Moisés Cayetano Rosado

Juromenha es una cenicienta, esplendorosa todavía, a pesar de los derribos del tiempo y la desidia, desde donde las vistas al Guadiana no tienen rival; esa “cola” del Embalse de Alqueva forma una lámina de agua propicia para los deportes náuticos, para la contemplación de puestas de sol realmente increíbles.
Sus escasas dos calles conservan la tipología constructiva alentejana con esmero: pequeñas casitas en hilera; paredes blancas, con bordes de añil en puertas, ventanas y balcones; chimeneas troncocónicas gigantescas.
Su Fuerte no desdice de las grandes construcciones de la Edad Moderna: lo justifica su importancia histórica, que ya lo fue en la Edad Media y continuaría a comienzos del siglo XIX.
Llevo 20 años visitando esta fortificación, a tan solo 14 kilómetros de Elvas, hacia el sur. Admirando su amplio legado, superpuesto por el tiempo como hojas de un libro. Esos pilares, columnas y sillares romanos en paños de murallas; las cruces patadas visigodas; las murallas levantadas por los musulmanes que la conquistaron, la perdieron ante D. Afonso Henriques, la vuelven a conquistar dos veces, hasta quedar definitivamente en poder cristiano a partir de 1242.
D. Dinis (1279-1325) implanta importantes refuerzos: 17 torres cuadrangulares, torre del homenaje de 44 metros de altura, murallas revestidas en cantería de granito… Con la Guerra de Restauração (1640-1668), se cerca con una magnífica fortificación abaluartada, diseñada por Nicolau de Langres, que posteriormente se pasa al bando castellano, al que facilita planos secretos que permiten su toma.
En 1659, el estallido del polvorín arruina en gran parte sus instalaciones, lo que  un siglo después (con el terremoto de Lisboa, de 1755) llevará a repetir las destrucciones. Pero su importancia como “llave” de Portugal hará que se opere su recomposición; precisamente en 1808 sería uno de los lugares de inicio en la rebelión contra Napoleón.
Pero en los veinte años en que llevo admirándola, nuevas conquistas, nuevos estallidos, nuevos terremotos, nuevas invasiones y traiciones, la van hiriendo de muerte: el abandono, la desidia, la falta de cuidado para con esta perla del arte fundamentalmente islámico, medieval cristiano, abaluartado…, testigo de más de dos mil años de historia defensiva.
Veo cada vez un nuevo atentado: paños de murallas que se derrumban, interiores que se nos caen al suelo, elementos que se pierden (o que se van en manos amigas de lo ajeno).
Desolación ahora, donde antes admiré grandeza. Decadencia. Ruina. Soledad destructiva. Pérdida irreversible.

Se intentó una reconstrucción y puesta en uso, que entre lo discutible del proyecto y las crisis se ha quedado paralizada. ¿Cuál es el futuro para semejante tesoro que se nos está yendo, cayendo de las manos? Urge una actuación inmediata sobre ella, una de las señas de identidad histórico y artísticas más señaladas que tenemos en la Raya.

miércoles, 8 de enero de 2014

EL CAMINO DE LOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES
(Setenta y cinco años después)
 
Moisés Cayetano Rosado
Cuando la guerra estaba perdida, los republicanos españoles tuvieron que huir ante el avance inmisericorde de las tropas sublevadas contra la II República. Desde el Levante marcharían al norte de África, en penosas condiciones, pero después el grueso de los exiliados lo hicieron por los Pirineos, especialmente desde Barcelona y la parte septentrional de Cataluña.
A primeros de abril de 1939, de los 450.000 refugiados, 430.000 estaba en Francia, la mayoría en “campos de acogida”, que suena mejor que “campos de concentración”, por el recuerdo de lo que éstos fueron en Cuba durante la guerra contra la metrópolis (España) o lo que después serían en Alemania, bajo el terror nazi.
He visto hace unos días el lugar donde apiñaron a más de cien mil de aquellos desgraciados: la playa de Argelès-sur-Mer, que desde la cercana Colliure (donde se refugió y murió nuestro gran poeta Antonio Machado) aparece hoy bucólica, tranquila. Allí, sobre la arena -sin resguardo la mayoría o con endebles barracones en algún momento, pasando un hambre atroz, sed, frío, azote de la arena en los frecuentes vendavales-, eran controlados por soldados principalmente senegaleses y argelinos que los trataban como a los peores y más peligrosos criminales
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Antes habían atravesado -con la dureza del invierno- los terribles desfiladeros de los Pirineos Orientales, luchando con la nieve, la ventisca, el terror de los últimos bombardeos y un bloqueo incomprensible de las autoridades galas, que les retuvieron en frontera, sin ningún auxilio o consideración. Tras ello, la separación de las familias: los hombres por un lado, las mujeres y niños por otro (para al final también separarlos).
Desde la belleza de estos montes, su horizonte ondulado y la paz que en ellos se respira, no es posible comprender tanto dolor. Dolor que se prolongaría durante muchos años… Porque luego, con la invasión hitleriana, las condiciones extremas se profundizaron. Y muchos fueron entregados a los que habían vencido en nuestra guerra fratricida; otros, enrolados en la nueva contienda, conocieron más calamidades, campos de exterminio, horrible camino hacia la muerte; unos más tuvieron la suerte de embarcar para América, donde México sería el destino principal de la acogida… que no fue tan solidaria como a veces nos la imaginamos.

La adaptación en México contó siempre con la generalizada animadversión de los propios españoles emigrantes de anteriores hornadas, cómodamente instalados y prevenidos contra los republicanos españoles a los que se acusaba de “horribles comunistas y sanguinarios comecuras”. Tampoco muchas de las autoridades locales tuvieron la consideración que se debía, y abundó la extorsión que la propia ley facilitaba, pues cualquier extranjero alterador del orden podía ser expulsado del país: ¡cuánto abuso amenazando cumplir con lo legislado a base de mentiras!

Sí, terrible fue el exilio, el desarraigo, con su hambre, su dolor, con sus separaciones, enfermedades y carencias, incomprensiones, tratos vejatorios y torturas. Ahora lo veo, setenta y más años después de que ocurriera, desde los bellos acantilados de Colliure, desde los verdes pasos de Le Perthus en los agrestes Pirineos, y ante tanto sosiego, tan apacible tranquilidad, parece hasta mentira que allí se produjera ese horroroso episodio de nuestra historia colectiva.