MANIPULACIÓN DE LA REALIDAD Y DE LA HISTORIA
Leo en la novela En la ciudad de oro y plata, de Kenizé Mourad (Espasa Lisboa. Madrid, 2010), la argumentación que el rajá Jai Lal expone a Wajid Alí Shah, rey de Awadh, el reino más rico del norte de la India, sometido por los ingleses a mediados del siglo XIX:
Cuando un poderoso decide invadiros, os acusa de todos los crímenes: ya seáis un cruel dictador o un inepto. La opinión, pues en estos países llamados "civilizados" prefieren sentirse respaldados por la opinión pública, es manipulada por una prensa que describe con todo detalle los supuestos vicios del hombre con el que hay que acabar (página 60).
Y más adelante, al contestarle el rey que para tomar el poder han de violar el tratado firmado con ellos, y a los ojos del mundo aparacerán como agresores, lo que les hará vacilar, el rajá le dice:
No os hagáis ilusiones, Majestad, el mundo olvida rápidamente, un acontecimiento tapa al siguiente y aquel que tiene el poder impone su versión de la historia, que, en pocos años, se convierte en la verdad incontestable (página 61).
No se puede exponer en menos palabras lo que es la manipulación de la realidad, la conformación de la opinión pública a favor de los intereses de los grandes grupos de poder, y al mismo tiempo calificar con rotundidad lo que tantas veces es el análisis de los hechos históricos: heroicidades de los vencedores y mezquindades de los vencidos; o grandezas de unos (vencedores o vencidos) porque así le interesa a los que detentan el mando mediático en el momento de analizarse y divulgarse masivamente, con condena de otros (vencedores o vencidos), por la misma razón.
¿Podemos aplicar las citas a conflictos candentes en el mundo actual? No vendrá mal que reflexionemos sobre los hechos que ahora mismo suceden, los intereses en juego y los grupos poderosos que mueven los hilos por detrás.
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