Páginas

miércoles, 20 de junio de 2012


La guerra de la Independencia en Badajoz: fuentes francesas


Edición y traducción: Fernando Valdés Fernández.
Edita: Departamento de Publicaciones de la Diputación de Badajoz. 2012.

Fernando Valdés, además de un reputado arqueólogo, es un estudioso entusiasmado de la Guerra de la Independencia, como demostró con su libro “La Guerra de la Independencia en Badajoz”, editado por la Diputación Provincial en 2003, habiendo preparado también la edición española completa de las memorias peninsulares del mariscal Soult, para la editorial Polifemo, de Madrid, en 2010.
Surge ahora este nuevo volumen por la excavación de una fosa común con soldados al servicio de Francia, muertos en el asalto inglés a Badajoz de 7 de abril de 1812, al querer documentar la publicación de los hallazgos.
El libro, de 224 páginas, consta de una Introducción del autor, dos partes traducidas de los relatos de sendos coroneles de ingenieros -francés (Lamare) e inglés (Jones)-, presentes y protagonistas de los acontecimientos, apéndice biográfico de los principales protagonistas de las contiendas e índice topográfico y onomástico.
En la introducción, Fernando Valdés desgrana el sentido de los relatos militares que a continuación publica, resumiendo las intencionalidades de cada uno de ellos, que en el fondo son justificativos de la actuación de sus respectivos ejércitos, si bien el inglés no ahorra veladas críticas a sus superiores, y en concreto al general Wellington.
La “Relación de la segunda defensa, en 1812, de la Plaza de Badajoz, en España, por las tropas francesas del ejército del Mediodía contra el ejército anglo-portugués”, es el primero de los dos documentos traducidos. Está escrito por el coronel de ingenieros Jean-Baptiste Lamare, director de fortificaciones, y -como se señala en la introducción- es la primera de las dos obras que escribió sobre el mismo tema. Solo trata del asedio sufrido por la guarnición francesa de Badajoz, entre marzo y abril de 1812: aunque lo llame “el segundo”, en realidad fue el tercero, estando separados los dos primeros por la batalla de La Albuera.
Es un breve relato de poco más de 30 páginas, muy bien escrito, apasionado, vibrante, como una especie de novela bélica donde pone de relieve el valor de los defensores de la plaza y su irremediable caída ante la superioridad inglesa, acompañado de un magnífico plano de los ataques.  Después, al no ser suficientemente aceptada su justificación, hace un relato más pormenorizado de todos los acontecimientos en la ocupación de nuestra zona rayana en un trabajo de más de 200 páginas, que Enrique Segura tradujo y publicó en esta Revista de Estudios Extremeños entre 1933 y 1934 (en cuatro números consecutivos): “Relación de los sitios y defensas de Olivenza, Badajoz y Campo Mayor entre 1811y 1812, por las tropas francesas del Mediodía en España”.
El trabajo de M. John T. Jones, entonces teniente coronel de los Ingenieros Reales, de 140 páginas, está extraído de su “Diario de los asedios en España durante 1811 y 1812”, seguidos de dos discursos sobre la organización de los ejércitos ingleses, y sobre el modo de perfeccionarla, y 27 notas técnicas en su mayoría sobre elementos bélicos de ataque y defensa. Trabajo muy elaborado, detallista, que también justifica la derrota sufrida en abril de 1812, por la falta de efectivos militares de defensa, tanto humanos como técnicos, así como pone en tela de juicio los anteriores asedios (no solo a Badajoz, sino también a Ciudad Rodrigo). Se acompaña de cuatro planos explicativos extraordinarios: uno de Badajoz y su entorno, de 1811; otro más de detalle de la ciudad y sus elementos fortificados exteriores, de 1812; otro más de los ataques en la zona del Fuerte de la Picuriña, Revellín de San Roque y baluartes de San Pedro, Trinidad, Santa María y Trinidad (1812), y el final de detalles del Fuerte de la Picuriña, y  brechas en bastiones de San Vicente y Santa María y brecha en Ciudad Rodrigo, en perfiles.
El conjunto resulta un libro aleccionador. Resulta interesante leer la opinión de los vencidos, que relatan con mesura, claridad e incluso amenidad sus fatigas y derrota, sorprendiendo la calidad literaria de lo narrado por unos hombres “de armas” de gran consideración entre amigos y enemigos.
MOISÉS CAYETANO ROSADO
Revista Estudios Extremeños. Número II. 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario