DESDE TURQUÍA

        Llevo varios días en Turquía. Recorriendo los lugares  señeros del Mar Egeo: Izmir, Kusaday, Pérgamo, Didima, Mileto, Priene, Éfeso, Afrodisias, Pamukkale... Ahora estoy en Estambul, una de las ciudades más sorprendentes y bonitas del mundo, a donde tenía ganas de volver, tras haberla visitado hace unos veinte años (además de Ankara y la Capadocia).

        Junto a tanta belleza y tanto patrimonio artístico, arqueológico y monumental -clasificado con toda justicia por la UNESCO-, me sorprende la creciente riada de turistas, entre los que siempre encontramos grupos nutridos de españoles, pero ahora una presencia alta de visitantes procedentes del turismo interior nacional y, especialmente, de los países árabes.

        Ya mostraré fotos del legado patrimonial y de esos visitantes, sin que falten los contrastes entre la vestimentas de algunas mujeres procedentes de las zonas musulmanas y sus aparatos digitales de última tecnología: parece que otodoxia y modernidad en esta cuestión no están reñidas...

        En cuanto al turismo masivo, hay que cuidar mucho la independencia y la programación personal, para no ser "borregos detrás de una banderita", que es lo que a veces parecemos entre los miles de "consumidores" que desfilamos en medio de recuerdos de la historia y la grandeza del legado natural y del humano. Aquí y en cualquier parte, desde luego.