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miércoles, 14 de agosto de 2013

ESE CAMIÓN QUE VENÍA PARA LLEVARME
En el 77 aniversario de las terribles matanzas de Badajoz.
Las terribles matanzas en estos pueblos nuestros,
donde sigue viva su memoria todavía.

Ya varios años antes de morir, mi abuela materna vivía con el temor de “ese camión que venía para llevarme”. Mi madre sigue recordándomelo una semana sí y otra vez a la siguiente, todavía.
Ese camión que le aterrorizó en su iniciada madurez, cuando paró para coger a su marido, un hombre inquieto, concejal republicano, tan vilmente asesinado como otros compañeros que ninguna otra cosa hicieron en el pueblo sino ayudar a sus paisanos, sin mancharse las manos de sangre, ni dinero.
Y esos casi treinta años que separaban el camión real del otro imaginario, los vivió en el silencio temeroso del vencido, arrastrando además la culpa impuesta por el cinismo cruel, represivo y sostenido, empeñado en cargarse de razón, bendecido por la siniestra cruz de una creencia que -en su inocencia- mi abuela siguió pensando bondadosa.
Murió tan buena como había vivido, tan humilde, tan llena de sonrisas para mí, jugando conmigo como si fuese igualmente una cría… Pero, de vez en cuando, torturada por ese camión que amenazaba con llevarme… hasta aquel cementerio donde fusilaron a mi abuelo.

Moisés Cayetano Rosado

1 comentario:

  1. Fazes bem em lembrar! É preciso que a gente não esqueça.

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