EL POTENCIAL TURÍSTICO DE LA RED FORTIFICADA EN LA
RAYA HISPANO-LUSA
Presentación de O PELOURINHO, que analiza el Patrimonio Fortificado. |
Moisés Cayetano Rosado
Las confrontaciones históricas entre España y
Portugal, desde su
conformación como naciones independientes, especialmente con la formación del
Reino de Portugal a mediados del siglo XII y los avances del Reino de León en
la misma época, han ido dando lugar a un
patrimonio fortificado de extraordinario contenido monumental.
La Baja Edad Media significó un avance
cristiano considerable, que obligó a un refuerzo de las líneas de incursión
norte-sur, al tiempo que un asentamiento
fortificado en la frontera entre los reinos de Portugal y Castilla-León, que en
el caso de la primera adquiera especial relevancia. De ahí la herencia
monumental defensiva, que aún se mantiene en pie, aunque a duras penas en
muchos lugares, dado el abandono de siglos, la escasa consideración para con
los castillos y el hecho de que muchos hayan servido como “cantera” para otras
construcciones posteriores.
No
obstante, los esfuerzos rehabilitadores
de los últimos años han dado frutos de indudable interés, pese a algunas
imposturas, salvando un patrimonio fortificado medieval que -dadas sus características
de enclaves en lugares elevados- sorprende por su vistosa presencia en el
paisaje.
Luego vendrían las guerras de la Edad Moderna entre
España y Portugal, con una incidencia notable en toda la frontera, que lleva a fortificarla, con actuaciones de nueva
planta y/o de refuerzo de las existentes, con complejas construcciones
artilladas y abaluartadas, de gran extensión y aparatosidad.
El proceso constructivo -y destructivo también,
desgraciadamente- se prolongará hasta bien entrado el siglo XIX, en que se abandona el modelo, iniciándose una
etapa de arrasamiento que se prolonga por más de un siglo, pero que
afortunadamente se reconsidera a finales del siglo XX, para pasar a una etapa
de concienciación sobre su importancia, valores históricos, monumentales,
artísticos y potenciales turísticos del mismo.
Y en ello
estamos, o demos estar ahora. En resaltar
sus valores intrínsecos y ofertar su contemplación y disfrute, como recurso de
atracción hacia unas tierras rayanas que atesoran también otros valores más
-paisajísticos, artísticos, gastronómicos, etc.- a los que unir esta
singularidad patrimonial con la que my pocos lugares del mundo pueden competir.
El
esfuerzo hecho desde Extremadura para resaltar estas cuestiones tiene un hito
destacable en las Jornadas sobre
Valorización de las Fortificaciones de la Raya, de la que ahora, la Revista
“O Pelourinho”, de la Diputación de Badajoz, presenta la IV edición, celebrada
en Chaves (Portugal) el 25 de abril de este año. A siete meses de aquel
acontecimiento, se publican las actas de las Jornadas (las cuartas celebradas,
tras hacerlo sucesivamente en Badajoz, Castelo de Vide y Castro Marim),
culminando una serie que tiene como objetivo subrayar la importancia de este
singular patrimonio e impulsar la consecución para el mismo del título de Patrimonio de la Humanidad, que ya
ostenta singularmente Elvas, y que merece toda la raya fortificada, artillada y
abaluartada.
La
presentación de la publicación el día 25
de noviembre, a las 20’00 horas en el Salón de Plenos de la Diputación de
Badajoz se completa con una charla-coloquio de Carlos Sánchez Rubio sobre Dos florentinos en la Raya: Cosme de
Médicis y Lorenzo Possi. Carlos, documentalista a quien se debe el hallazgo
de mapas y planos inéditos sobre las fortificaciones de frontera, localizados
en archivos y bibliotecas de diversos países europeos, resaltará a buen seguro
la admiración que para su defensa supusieron las fortificaciones a ojos de
Cosme de Médicis, como ahora nosotros admiramos la grandiosidad y belleza de
este extraordinario patrimonio histórico artístico heredado.
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