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lunes, 25 de abril de 2016

ESO ERA TODO
Eso era todo: desolación y miedo. Pálida estampa de patriarcas soñando con grandezas desde decrépitas tribunas de ceniza. Mordazas sostenidas con fuego y con cadenas. Bendecido imperio de papel ardiendo como infierno para una inmensa mayoría. Ruina y miseria, hambruna. Horizonte cerrado, antorcha alimentada por las propias manos forzadas a sacarla en procesión.
Eso era todo: la boca que amenaza, que hiere y que destruye; las bocas que reclaman su lugar. Una zarpa crispada y vigilante; unos brazos buscando el siempre aplazado amanecer.
Y cuando un día se llenaron las calles de risas y claveles, de canciones y sueños disparados como salvas de honor a un tiempo con futuro, se comprendió que aquello no era más que fachada de terror, podrida escena evaporada.

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