SEGUIR CON MARRUECOS
Moisés Cayetano Rosado
Por sexta vez
visito a Marruecos. La primera, hace más de treinta
años; las otras, más seguida, e incluso las dos últimas en el año actual.
Algunas ciudades, varias veces. Merece
volver, recordar, experimentar nuevas sensaciones en distintas épocas del año,
en distintos momentos de la vida. Colores, olores, comidas autóctonas, cánticos,
rumores; paisanajes, paisajes, monumentos; medinas, zocos; contraste de
preservación de costumbres y de modernidad, le dan un especial atractivo.
Algunas
impresiones las he ido escribiendo en este blog, e incluso incluyendo junto a
las fotos vídeos puntuales. Ahí va una muestra:
Ahora,
en un viaje por Chauen, Fez, Meknes y Alzira, descubro algo nuevo, lo más “viejo”: la ciudad romana de Volúbilis.
Voy bien acompañado: mis nietos Moisés y Marco inician su conocimiento de
Marruecos con este periplo.
Entrando a Volúbilis |
Como
he hablado de las anteriores ciudades actuales y sus entornos (atrás van los enlaces), me ahorro repetir.
Pero quiero dedicar unas líneas a la increíble Volúbilis, la principal ciudad del interior de la Mauritania Tingitana
de los romanos, residencia de los gobernadores de la provincia, declarada
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Desde el año 40 -bajo el emperador
Calígula- hasta el 285 -bajo Diocleciano- vivió su gran época de esplendor, volviendo posteriormente a tener un
protagonismo de primera magnitud bajo la
dinastía idrisí, desde que su fundador, Idrís I (bisnieto de Mahoma), allí
se asienta, huyendo de los abasidas en el 789.
Lamentablemente, el terremoto de
Lisboa de 1755 arrasó con gran parte del legado artístico monumental que tuvo, pero en las 20 hectáreas excavadas (la mitad de su extensión)
disfrutamos de resto de considerable belleza y valor.
Arco de Triunfo de Caracalla |
Extraordinarios foro, basílica,
templo de Júpiter
Capitolino, Arco de Triunfo de
Caracalla (levantado en su honor, al conceder a sus habitantes la ciudadanía
romana), barrio de casas plebeyas y
barrio nobiliario, termas,
acueducto, prensas de aceite, tiendas, amplio viario, arcos de entrada, y
una maravilla de mosaicos que
decoraban los pisos de las familias más adineradas y que en buena parte se conservan
en toda su belleza de traza y colorido.
“Baco en una cuadriga tirada por panteras en la Casa del Efebo”, “Baño de Diana en la Casa de Venus", “Trabajos
de Hércules", "Ninfas bañándose", "Abducción de Hylas por
las Ninfas", son algunos de estos mosaicos que no nos cansaremos de
admirar, y que seguramente constituyen el mayor atractivo de Volúbilis para
cualquiera que allí se acerque.
Unos
20.000 habitantes llegó a albergar este recinto, que en su día estuvo
totalmente fortificado y conserva
parte de sus defensas en la actualidad. En él se percibe la sabiduría y
racionalidad urbanística, infraestructural, industrial y de servicios de todo
tipo, del Imperio romano.
Mulay Idris |
En un
alto, a cinco kilómetros, divisamos la
hermosa ciudad de Mulay Idris, maravillosa población que “sube” por la falda de
un elevado cerro, y lo culmina. Alberga en su interior el santuario del
fundador de la dinastía idrisí, siendo por ello lugar de peregrinación. Desde
Volúbilis, las vistas son encantadoras, con su derrame de casas blancas con
techo rojo, y al medio el verde de la mezquita, de airoso alminar. Un día,
habrá que “perderse” por allí… Se puede ir andando sin mucha dificultad, o en
taxis, que se anuncian en Volúbilis, a 3 euros para seis personas.
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