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lunes, 19 de octubre de 2020

 MANUEL PACHECO. CENTENARIO DE UN POETA EXTREMEÑO UNIVERSAL

Moisés Cayetano Rosado


Cuando la Fundación Caja Badajoz me encargó la realización de un libro para conmemorar el centenario del nacimiento de Manuel Pacheco, lo tuve absolutamente claro: tendría que ser un libro colectivo, en el que colaboraran estudiosos y escritores amigos del poeta, conocedores de su vida y obra, e incluso que lo hubieran tratado en alguna etapa de su vida y hubieran sentido el fuerte latido de su poder creativo.

Así, enseguida fueron convocados:

El profesor Antonio Viudas Camarasa, biógrafo y antólogo de Pacheco, al que ha dedicado muchos años de su vida, y lo sigue haciendo.

La poeta Rosa Lencero, conocedora como pocos de la obra y vida de Pacheco. Rosa, sobrina del poeta -y amigo del anterior- Luis Álvarez Lencero.

Luis Limpo, el archivero-bibliotecario de Olivenza, que precisamente custodia el archivo fundamental de Manuel Pacheco.

No podía faltar en forma alguna el periodista y poeta Gregorio González Perlado. Como redactor en el periódico HOY de Extremadura, en la redacción de Badajoz impulsó como pocos el conocimiento del poeta oliventino.

También era imprescindible otra de las primeras investigadoras de la poesía de Pacheco, que escribió una tesina de licenciatura, presentada en la Sorbonne en 1982 y publicada por la Diputación de Badajoz en 1985: Raquel Manzano González.

Otro “imprescindible” más habría de ser Pedro de las Heras, muy joven a finales de los años sesenta y primeros setenta del pasado siglo, admirador infatigable de Pacheco.

Antonio Viudas me sugirió la incorporación de Manuel Pulido Mendoza, antiguo alumno suyo en la Universidad de Extremadura, y actualmente Director de la Escuela de Posgrado de la Universidad Francisco Marroquín, de Ciudad de Guatemala.

El mismo Manuel Pulido iba a sugerir otro nombre que enriquece sobradamente este trabajo colectivo: José Antonio Llera, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, igualmente antiguo alumno de Antonio Viudas Camarasa.

La “cadena de sugerencias” iba a continuar. Luis Limpo me sugiere a Francisco Joaquín Pérez González, que se aventuró a editar en 2006 el texto mecanografiado conservado en la Biblioteca de Olivenza, de memorias juveniles de Pacheco, “La muerte y la doncella”.

Y va a ser Francisco Joaquín el que me ponga en contacto con otro colaborador más: el bibliófilo Arturo Sancho, que también está presente en este volumen, con una breve pero sustanciosa aportación.

Pero la “lista de sugerencias” no cesó. Emilio Jiménez, director de la Fundación Caja Badajoz que edita este volumen, sugiere a la poetisa Caridad Jiménez Parragalejo.

Pedro de las Heras “avisa” a Carlos Tristancho, que ha sido repetidamente citado por él y por Antonio Viudas, con lo que se hace necesaria su aportación.

Otro amigo de los “sabáticos”, joven poeta, sugerirá Pedro de las Heras: su “compañero de letras” Sigfrido Álvarez, se incorpora a este homenaje..

Pedro de las Heras también “avisa” al novelista Juan José Poblador -amigo de Pacheco desde los años cincuenta.

Queda por decir que va, para rematar la parte evocativa, nostálgica, “discipular”, de mi recuerdo.

Con estos mimbres está hecho el libro que a todos se nos ofrece y que se presenta el 20 de octubre de 2020 a las 20'00 horas en la residencia Universitaria de la Fundación Caja Badajoz (editora de la obra). Libro de estudio de su poesía, de su vida; aportaciones de fotos del poeta, dibujos, poemas a mano y mecanografiados de Pacheco, textos inéditos… Que a todos nos sea de provecho y sirva de homenaje de uno de los poetas más completos, rigurosos, prolíficos y valiosos que ha dado el siglo XX.

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