LA DIGNIDAD DE UN PUEBLO, DE UN PARTIDO, DE UNOS DIRIGENTES
Lo he declarado públicamente y lo
reitero. En este caso traumatizante de la huelga de hambre de un funcionario
público del Ayuntamiento de Alburquerque, policía municipal, me siento
personalmente implicado. Porque en su día -al principio de su primer mandato-
confraternicé con el alcalde de la localidad, Ángel Vadillo, acompañándolo por
el pueblo, por el propio Ayuntamiento; porque estuve con él en fiestas locales y,
siendo concejal en el Ayuntamiento de Badajoz, le presté algún asesoramiento
para iniciar su Festival Medieval; porque asistí después a sus mítines de
renovación del cargo, y porque incluso participé como orador en alguno de
ellos.
Ahora, siendo él asesor de la alcaldesa,
y ésta además Diputada Provincial, ante la desatención de este caso sangrante
que se prolonga en medio de sus silencios, quiero manifestar lo siguiente:
- Es preciso que se involucre en el
asunto el Sr. Fernández Vara. No como Presidente de la Junta (ya ha dicho él
que no tiene competencias como tal para ello), sino como Secretario Regional del
PSOE, bajo cuyas siglas se gobierna en Alburquerque. Porque es deber de un
Secretario General velar por el buen nombre de su partido, y porque tiene la
obligación de que los cargos dependientes del mismo actúen con la coherencia de
justicia y solidaridad que se pregona.
- Es también necesario que se implique
el Presidente de la Diputación de Badajoz. Porque la Alcaldesa es Diputada
Provincial, y Delegada de Bienestar Social por su nombramiento. Ha de pedirle
explicaciones sobre la situación, por el buen nombre de la Diputación, de la
que ambos son representantes, y ella lo es por ser edil precisamente.
- Urge igualmente que el Secretario
Provincial del PSOE tenga intervención en los hechos, porque es su competencia
que los representantes locales del partido actúen con limpieza y pulcritud
social y democrática.
- No puede la alcaldesa hacer oídos
sordos a una reivindicación tan absolutamente lógica: que al funcionario, a los
funcionarios, a los trabajadores y trabajadoras municipales, se les pague su
salario y no que se le deban dos, tres, cuatro, más meses del mismo.
Así que los tres primeros deben urgirle
a la última a que dé explicaciones. Y ésta deberá darlas públicamente. Es más,
pienso que debe ir ante el funcionario en huelga y rogarle que cese en su
actitud, bajo la promesa de que con toda la urgencia posible va a solucionar el
problema que le afecta, que les afecta.
Cada minuto que pasa de esta huelga de
hambre es un borrón en el currículum de cada uno de ellos, y lo que es peor: un
borrón oscuro en la carta de presentación de un Partido que se llama Socialista
y Obrero, en una España que pregona la justicia y la honestidad.
Moisés Cayetano Rosado
Se nota que esta causa le ha tocado la fibra sensible a un hombre de izquierdas de verdad, que defiende la justicia social, la solidaridad, los derechos de los trabajadores, y denuncia a quien los traiciona o pisotea, sea del color político que sea.
ResponderEliminarCualquiera con un poco de sensibilidad tiene que sentirse afectado
EliminarLo comparto totalmente.
ResponderEliminarEs incomprensible esa situación.