GERALDO o GIRALDO, el “CID portugués”
Moisés Cayetano Rosado
Cuando escribo sobre las hazañas de Geraldo o Giraldo Sem Pavor, siempre me
asalta la duda de cuál de las dos grafías poner.
El guerrero “gallego-lusitano” al servicio del
primer rey de Portugal, D. Afonso Henríques, conquistó entre 1165 y 1170 lugares tan significativos en la Raia/Raya
como: Trujillo, Santa Cruz de la Sierra, Cáceres, Montánchez, Badajoz y Lobón
por la parte española, y Juromenha, Evoramonte, Évora, Monsaraz, Moura y Serpa
por la portuguesa. Y se convirtió en una especie de “Cid portugués”, por
los servicios a su rey, su capacidad personal de conquista y por las
desavenencias que tuvo con su señor -con destierro incluido-, así como el
servicio que le presta para ganarse su favor.
Su destino final vino a ser triste y envuelto
en la leyenda, como su propia vida, de la que en otros escritos he hablado (http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/2013/09/geraldo-sem-pavor-un-personaje-de.html). Fue a morir en el interior de Marruecos, entre la ciudad de El-Yadida y
Marrakech, degollado por orden del califa a cuyo servicio guerreaba, al
parecer para luchar contra los almohades dominadores del sur de la Península
ibérica. Según fuentes arábigas (cronista árabe Al-Baidak), se le interceptaron
cartas secretas a D. Afonso Henriques, planificando la invasión de los
territorios marroquíes donde estaba.
El reputado investigador David Lopes (que ha
traducido las fuentes árabes fundamentales), el profesor Torquato de Sousa
Soares o José Hermano Saraiva, los historiadores de la Universidad de Évora
Hermínia Vilar, Ana Cardoso de Matos y João Pereira o la arqueóloga Vanessa
Galiza Filipe, Hermenegildo Fernandes de la Universidad de Évora y el mismo
Dicionário de História de Portugal dirigido por Joel Serrão, le llaman GERALDO.
Los historiadores extremeños Julián Clemente
Ramos, José Luis de la Montaña Conchiña y Ángel Bernal Estévez -en
“Extremadura, la historia”- también le denominan GERALDO.
El
cronista árabe Al-Baidak le llama GERANDO,
nombre que el arabista Lévi-Provençal localiza como micro-topónimo en la región
marroquí donde fue degollado.
El historiador Tomás de Barros le denomina GERALDO GERALDES.
El historiador árabe Ibn Caldense le llama GIRANDO.
En cambio el cronista árabe contemporáneo de
sus correrías Ibn Sâhib al-Salà le llama GIRALDO.
La Choronica Gothorum -de finales del siglo
XII-, el libro de linajes de D. Pedro, hijo del rey D. Dinis -siglo XIV-, las
crónicas del siglo XVI (André de Rezende, Frei António Brandão), Os Lusíadas de
Luís de Camões y buen número de
investigadores portugueses (como Ângelo Ribeiro, Alexandre Herculano, Oliveira Martins,
Tulio Espanca o José Piris Gonçalves) también le denominan GIRALDO. O
españoles, como Eva Lapiedra, de la Universidad de Alicante. Y algunos
GIRALDO GIRALDES (Manuel de Carvalho
Moniz, de la Associação dos Arqueólogos Portugueses). Y que Praça do Giraldo se denomina la magnífica Plaza Mayor de su más
importante conquista: Évora.
Quedémonos,
por tanto, con cualquiera, que todas definen a un personaje apasionante, “caballero de fortuna”, surgido un siglo después
del Cid Campeador castellano (1048-1099), y un siglo antes que Roger de Flor (1266-1305)
-que estuvo al servicio de la Corona de Aragón-; como los condottieros
italianos (guerreros de “oficio” al servicio de las ciudades-estado), entre los
que destacarían con el andar del tiempo Gattamelata (1370-1443) y Colleoni
(1398-1475).
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