ELLOS, LOS VENCEDORES
Paco Ibáñez cantando a Luis Cernuda |
¿Por qué, abrumadoramente, pasado el tiempo del
olvido, los que hablan de no abrir viejas heridas, son los vencedores y
sus descendientes?
¿Por qué dicen no abrir viejas heridas cuando se trata de
heridas nunca cicatrizadas, abiertas como las venas de América Latina que diría
Eduardo Galeano, e infectadas largamente?
¿Por qué en todas partes del lado de la bota
vencedora se quieren borrar las pisadas de la historia, cuando es el conocimiento
de la historia el que nos da talla de humanización?
¿Por qué se escatima desde la mano que dirige, desde
la herencia inconfesable tantas veces, el bálsamo mínimo del redescubrimiento y
la reparación?
¿Por qué no leen
aquellos versos conmovedores de Luis Cernuda?:
Ellos, los vencedores
caínes sempiternos,
de todo me arrancaron.
me dejan el destierro.
caínes sempiternos,
de todo me arrancaron.
me dejan el destierro.
Una mano divina
tu tierra alzó en mi cuerpo
y allí la voz dispuso
que hablase tu silencio.
¿Tan remordidos están? ¿Tan mala conciencia tienen?
Moisés Cayetano Rosado
Muchas gracias. Olvidar es el problema.
ResponderEliminar