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jueves, 29 de marzo de 2018


GARCÍA DE RESENDE DE ÉVORA, IMPRESIONANTE “TEATRO A LA ITALIANA”
 
Moisés Cayetano Rosado
Junto a los de San Carlos y el Coliseo de Lisboa, el Teatro García de Resende de Évora es uno de los más representativos en Portugal de los “teatros a la italiana”: de escenario separado por el arco del proscenio de la sala, de espacio en forma de herradura, que cuenta con el patio de butacas -platea-  y anfiteatro de varios niveles independientes, con palcos; telas, telares, telón de fondo, camerinos, bambalinas, puente de amarre para manipular tiros y barras, con estructura de poleas, así como pequeñas salas “de recibir”, tras los palcos-camarotes de las clases adineradas.
Además, a este espectacular edificio, que lleva el nombre del poeta, periodista, músico, diseñador y arquitecto evorense que vivió entre 1470 y 1536, podemos considerarlo uno de los más espectaculares y mejor conservados en cuanto a integridad y autenticidad de Europa, equiparable al Scala de Milán. Únicamente ha sido transformada su fachada, originalmente de mármol rosa, adulterada en 1969 por granito, con cambio en ventanales y adornos.
El teatro fue inaugurado en 1892, tras iniciarse su construcción en 1881, bajo el patrocinio de su propietario, José María Ramalho Dinis Perdigão, a cuya muerte prosiguió el mecenazgo el doctor Francisco Eduardo Barahona Fragoso, casado con la viuda del anterior. La dirección de las obras estuvo a cargo del ingeniero Adriano de A.S. Monteiro.
La sala principal es una auténtica joya barroca. La enorme herradura que forma el espacio de los espectadores se distribuye en una platea de ligera inclinación hacia el escenario. Por encima, cuatro órdenes de frisas y camarotes: los dos primeros para la clase adinerada; la tercera, para la clase media (como la platea), y el “gallinero” para los más humildes. Entraban los dos primeros por la puerta principal y los últimos por dos puertas laterales.
El detallismo extraordinario del espacio resulta deslumbrante. Su magnífico escenario es, por detrás, todo un mundo de mecanismos ingeniosos (camerinos, tramoya complejísima, bambalinas, cuerdas, poleas, telones, telas… que dan la sensación de que nos encontremos en un gran navío trasatlántico de la Edad Moderna, de complejísimos mecanismos de precisión relojera, en que se incluye un espacio bajo la platea de aspecto tosco, de suelo térreo como por terminar, para favorecer la más correcta audición.
La  techumbre presenta un extraordinario fresco barroco de admirable belleza. La platea es un “festival” de butacas de madera noble con tapizado rojo (como el resto de asientos) y mantas dispuestas encima para abrigo de los espectadores, pues la temperatura de la sala se mantiene a un nivel bajo para su mejor conservación. Los anfiteatros presentan estancias separadas por pilares bien labrados, todo arquitravado, estucado y pintado con adornos geométricos y medallones figurativos.
Con todo, ¡cuánto maravilla pasear por el tras-escenario, con sus abundantes camerinos a tres niveles, con pasillo enrejado orientado hacia el escenario (lo que permite que a veces se utilice en las representaciones como si fuera una “corrala”!). Admirar el complejísimo “maderamen” para manejar los sucesivos decorados; una tramoya que nos hace soñar y “navegar” con sus grandes maderos importados de Brasil y sus conjuntos interminables de cuerdas, cordeles, ¡todo tipo de engranajes!
Y alrededor de esta enorme herradura: salitas, salas, salones de reuniones, de actuaciones para pequeñas representaciones, recepciones, actos paralelos, almacenaje (atesoran una magnífica colección de “Bonecos de Santo Aleixo, títeres tradicionales de Alentejo), etc.
Hoy, este teatro perteneciente a la Ruta Europea de Teatros Históricos, bajo la responsabilidad de la Câmara Muncipal, está regido por el Centro Dramático de Évora, que mantiene una dinámica programación de actividades teatrales y de todo tipo de actos culturales, así como visitas guiadas al alcance de quienes lo soliciten, contactando con dicho Centro. Un ejemplo para todos, y una evidencia de lo bien hecho que más de un municipio debería imitar… si aún mantiene un patrimonio cultural como éste sin arrollar, en medio de los afanes especulativos que en tantos municipios han acabado con su herencia histórica, artística y monumental.

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