LA EUROCIUDAD DEL SUROESTE IBÉRICO:
DOCUMENTACIÓN Y DIVULGACIÓN
MOISÉS CAYETANO ROSADO
Doctor en Geografía e Historia
Que Badajoz, Campo Maior y Elvas formen
una Eurocidad supone una importante baza a la hora de captar fondos europeos,
con los que financiar proyectos institucionales, de los que se ha visto
beneficiado notablemente nuestro patrimonio histórico-artístico monumental. A
ello se unen, y han de seguir uniéndose, otros proyectos en los más variados
ámbitos, como el laboral, empresarial, educativo, cultural, deportivo,
turístico, administrativo, etc.
La experiencia desarrollada por la
Eurociudad San Sebastián-Bayona, con 26 años de recorrido, sirve de ejemplo
para las que han ido naciendo después, como son las de Tui-Valença do Minho,
Salvaterra-Monção y de Chaves-Verín en la Raya/Raia norte luso-español, o la de
Ayamonte-Vila Real de Santo António- Castro Marim, en el sur
(Andalucía-Algarve). Y ha de servir de ejemplo para nosotros y para otras que
deberán conformarse, como es el caso de Almeida-Ciudad Rodrigo, que está dando
los pasos necesarios para su creación, junto a Fuentes de Oñoro.
Por lo anterior, podemos observar que la
conformación de eurociudades en nuestras fronteras (con Portugal y Francia)
cobra especial importancia en la raya luso-española, y lo es fundamentalmente
por la “transparencia” del espacio fronterizo: no existen especiales barreras
naturales, sino más bien al contrario, continuidad espacial natural, con
notable cercanía territorial, hasta el punto que la mayoría están visualmente
conectadas, cual es el caso de Tui-Valença do Minho, Salvaterra-Monção,
Ayamonte-Vila Real-Castro Marim y Badajoz-Campo Maior-Elvas. Pero también por
el propio patrimonio monumental compartido y “explicado” a causa de nuestra
cercanía vecinal, especialmente el patrimonio militar, o sea, las fortalezas,
tanto medievales (castillos) como de la Edad Moderna (fortificaciones
abaluartadas), que les da especial, peculiar y relevante identidad e importancia.
Estos conjuntos, eurociudades, de
nuestra raya ibérica deberán ser completados con otros más, que en nuestro
espacio regional tienen muy clara interacción histórica, patrimonial y vecinal
con la región alentejana, como ocurre con Valencia de Alcántara-Marvão-Castelo
de Vide, Alburquerque-La Codosera-Arronches o Villanueva del Fresno-Mourão.
Conjuntos en general de una potencia
patrimonial artístico-monumental difícilmente igualable en otros espacios
geográficos. Se han ido enriqueciendo a lo largo de la historia precisamente
por los enfrentamientos que desde la conformación de los reinos peninsulares en
la Edad Media han disputado los terrenos fronterizos (en especial los primeros
avances en la configuración de Portugal como reino, de 1145 a 1185, bajo Afonso
Henriques, así como las Guerras Fernandinas contra Castilla entre 1369 y 1382),
y que en la Edad Moderna se remontaron en continuas conflagraciones,
especialmente la Guerra de Restauração de Portugal (1640-1668), la Guerra de
Sucesión a la Corona de España (1701-1714) y las Invasiones Napoleónicas
(1807-1812). Al haber sido prioritario espacio de penetración en las ofensivas
bélicas, las fortalezas levantadas en la frontera extremeño-alentejana -y en
especial en las “llaves de los respectivos reinos”, Elvas-Badajoz-, resultan
las más portentosas, completas en sus estructuras defensivas y densas del
conjunto ibérico rayano.
Y ocurre que en todos estos conjunto de
eurociudades, la más densamente poblada -dentro de la alarmante baja densidad y
el envejecimiento poblacional- es precisamente la que nos atañe ahora: la del
“triángulo geográfico” Badajoz-Campo Maior-Elvas, cuya situación en el eje
Madrid-Lisboa le dio el protagonismo histórico de mayor relevancia y en la
actualidad las perspectivas de desarrollo futuro en infraestructuras,
comunicaciones y asentamientos logísticos de mejores condiciones objetivas.
Algo que hay que aprovechar para el desenvolvimiento socio-económico de nuestra
área, tan deprimida en lo demográfico, económico y laboral, y urgentemente
necesitada de reactivación.
Y todo ello hay que estudiarlo en
profundidad, documentarlo, divulgarlo, para un mayor conocimiento y para una
mejor preparación de planes y proyectos, para una mejor oferta al que nos
visita, para una exitosa consecución de fondos europeos.
De ahí que el trabajo dentro de la
aspiración a que la “Raya abaluartada” sea Patrimonio de la Humanidad (en la
que están implicadas precisamente las eurociudades atrás enumeradas) resulte en
estos momentos crucial; desde hace tres años, se encuentra en la Lista
Indicativa presentada por Portugal a la UNESCO, y aprobada como tal,
liderándolo Valença do Minho, Almeida, Marvão y Elvas.
De ahí que publicaciones como la extensa,
enciclopédica (geográfica, histórica, antropológica socio-económica,
empresarial…), “Convergencia Ibérica, ¿Quo vadis Iberia?”, que coordina el
profesor de la Universidad de Extremadura Luis Fernando de la Macorra, a punto
de salir de la Imprenta de la Diputación de Badajoz, sean imprescindibles.
De ahí que la interconexión y acción
conjunta de las distintas eurociudades nos sea vital a la hora de plantear
proyectos de alcance transfronterizo global, bajo el signo de problemáticas,
necesidades y posibilidades similares.
Y de ahí que ya sea hora de que nuestra
Eurociudad del Suroeste Ibérico se plantee la conveniencia de editar una
Revista de Estudios Transfronterizos que aborde estas cuestiones de forma
rigurosa y al mismo tiempo accesible para todos, con lo que dar pie a un
liderazgo en cuanto a la documentación y divulgación de estas potencialidades
que conforman la Raya/Raia, para ponerlas en su justo y considerable valor. Y
para aspirar fundamentadamente a un cambio de futuro en un espacio para el que
se pronostica aún más despoblación, aún más dificultades socio-laborales.
Hay que abordar el futuro conjuntado
fuerzas desde el razonamiento, los proyectos sólidos y las reivindicaciones basadas
en nuestras posibilidades reales, tanto tiempo sometidas a la indolencia y al
sopor, superando fronteras, en lo que la Eurociudad es “un arma cargada de
futuro”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario