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viernes, 26 de agosto de 2022

BADAJOZ, AGOSTO DE 1936
Releo el librito editado por la Federación Socialista de Badajoz en 1997 Badajoz, agosto de 1936. Poco más de 100 páginas que merecen siempre una relectura reposada.

El que era Secretario General del PSOE, Francisco Fuentes, hace la introducción, explicando el contenido del volumen, motivado por haber encontrado en Madrid un folleto editado en diciembre de 1937 por la Federación provincial del PSOE de Badajoz titulado "El fascismo sobre Extremadura". Un relato realizado"sobre la marcha de los acontecimientos", publicado a principios de 1938, narrando las masacres que tuvieron lugar en la ciudad. La toma de Badajoz, la represión en esos días de mediados de agosto de 1936, los asesinatos, pillajes..., la colaboración de las autoridades portuguesas con la devolución de refugiados, la tristemente famosa actuación en la Plaza de Toros y en el Cementerio municipal, constituyen los distintos relatos, breves y sobrecogedores.

El historiador Justo Vila hace una breve explicación previa de los acontecimientos, matizando lo narrado y confirmando historiográficamente lo esencial de lo expuesto.

Y Luis Pla Ortiz de Urbina, hijo y sobrino de represaliados y asesinados por su adscripción republicana pone las notas finales, también precisando lo narrado y sobre todo haciendo dos emotivas reseñas: una "pública", subrayando los hechos principales acaecidos, y otra "particular", narrando los padecimientos que a su familia le tocó vivir, tan trágica y cruelmente.

 Me ha sobrecogido de nuevo todo el relato, pero especialmente la narración de Luis Pla, al que conocí y traté frecuentemente en los últimos años de su dilatada y siempre firmemente testimonial vida. Y lo que ahora me sobrecoge más es recordar a este entrañable personaje, que ha cargado con el peso de un recuerdo traumatizante toda su vida, pero que lo ha expuesto siempre con una serenidad extraordinaria, sin alterarse externamente nunca. Con su sonrisa incluso en las situaciones y discusiones más enconadas. Luis Pla fue un ejemplo siempre de persona admirable. Muchas veces discutí con él temas urbanísticos y de Protección Patrimonial de Inmuebles históricos (entre los que se encontraba su famoso "Garaje Pla", que en el Ayuntamiento teníamos clasificado con una fuerte protección que impedía su transformación y la más mínima modificación externa). Jamás se alteró, nunca mostró el mínimo gesto de contrariedad cuando le rebatía sus argumentos, ni en público ni en privado. Siempre cortés, atento, dialogante. Ahora, al releer este texto, no puedo por menos que recordar su ejemplo de ciudadanía inalterable... ¡con toda la carga histórica trágica que llevaba consigo!

MOISÉS CAYETANO ROSADO

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