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domingo, 16 de septiembre de 2012


CUARTELES MILITARES EN LAS FORTIFICACIONES ABALUARTADAS DE LA RAYA
Quartel das Esquadras. Almeida.
Por MOISÉS CAYETANO ROSADO
Las fortificaciones abaluartadas son todo un alarde de ingeniería militar. Sus cortinas, baluartes, caballeros, tenazas, fosos, caminos cubiertos, revellines, lunetas, medias lunas, hornabeques, coronas, glacis, fuertes, fortines… son maquinarias de guerra portentosas y al mismo tiempo obras de arte extraordinarias.
Pero una fortificación abaluartada suele ser mucho más, pues lo anterior viene a constituir el revestimiento, la sólida y meritoria carcasa, que contiene toda una serie de elementos, aunque desgraciadamente muchas de ellas los han ido perdiendo, sustrayéndonos así de una lectura histórica y artística de gran valor. Me refiero a edificaciones interiores como: cuarteles, cuerpos de guardia, hospitales, polvorines, grandes casernas, edificios de gobernación, de intendencia, almacenes de artillería y acopios de caballería, depósitos y conducciones de agua, etc. que hacen un conjunto armonioso y explicativo del desenvolvimiento histórico de la plaza, cuando se conservan.
El problema es que muchos de estos elementos constructivos han desaparecido, devorados por las transformaciones urbanísticas que no han sabido readaptarlos y reutilizarlos, preservando construcciones en muchos casos de gran valor.
Quería, ahora, detenerme brevemente en una de las anteriores modalidades, los cuarteles, que conformaron una parte esencial a partir de comienzos del siglo XVIII y llegan a bien entrado el siglo XX, que es cuando se sistematiza su destrucción.
LOS CUARTELES.
Hasta finales del siglo XVII el alojamiento de la tropa lo efectuaban las poblaciones en conflicto básicamente en casas particulares, asignando obligatoriamente cupo de soldados, suboficiales, oficiales y jefes a las familias de la población, con el consiguiente problema de ubicación, acomodo, convivencia y derramas económicas, que amargaban la vida de los afectados, perturbando muchas veces con gravedad el discurrir cotidiano. De ahí la reivindicación ciudadana de alojamientos colectivos para los militares, incluso corriendo con los gastos de construcción de las edificaciones.
El marqués de Vauban (1633-1707) sería en esto, como en tantos aspectos innovadores de las construcciones abaluartadas, uno de los primeros tratadistas, diseñando el modelo de cuartel rectangular que tanto se prodigaría en la Raya hispano-portuguesa. El ingeniero francés nacido en Cataluña Bernad Forest de Bélidor (1698-1761) abogaría por cuarteles de planta cuadrada, con patio central, más higiénicos, despejados, aireados, que los anteriores.
En España sería el flamenco Jorge Próspero de Verboom (1667-1744) el que -siguiendo el tipo de cuartel de Vauban-, al servicio de Felipe V, implantara el modelo más frecuente, de amplias líneas rectas, todo un alarde geométrico, de horizontalidad extraordinaria, sólida construcción arquitrabada, generalmente de dos pisos, con bóvedas de cañón y/o de aristas, pasillos centrales y dependencias a ambos lados. A lo largo del siglo XVIII, y más en el XIX, con la desamortización de bienes eclesiásticos,  se habilitan múltiples conventos para cuarteles, combinándose las dos “escuelas”, al tiempo que se multiplicaron de forma extraordinaria, dado lo nutrido de las guarniciones estables en la frontera.
¿Qué se conserva hoy de ellos? No gran cosa en algunas de las poblaciones que los tuvieron, con lo que hemos perdido un patrimonio histórico, artístico-monumental magnífico, elemento esencial de una época convulsa, si bien lo que se preservó en otras nos da idea de su excepcionalidad, respetándose además en muchos casos la autenticidad. Así, por ejemplo, tenemos:
CUARTELES EN LA RAYA.
Cuartel de La Bomba. Badajoz.
Lugar donde estaba el Cuartel de La Bomba. Badajoz.
En Badajoz -una de las plazas fundamentales de la Raya en toda la Edad Moderna y el siglo XIX- no podemos disfrutar ni de uno solo de los diez cuarteles que llegó a tener, siendo especialmente significativa la pérdida del Cuartel de la Bomba, en la gola del Baluarte de San Juan, que fue destruido con dicho baluarte en 1965, en contra de la propia legalidad vigente y de los informes de la Dirección Provincial y General de Bellas Artes, que intervinieron con decisión para evitar más destrucciones: el urbanismo depredador de la época hubiera acabado con toda la fortificación. Es el “contraejemplo” de lo que debe hacerse. ¡Y puede que se efectúe en el Fuerte de San Cristóbal, que se proyecta “rehabilitar” destruyendo sus construcciones militares interiores! Parece como si las malas prácticas del desarrollismo de los años sesenta no desaparecieran.
Cuarteles conservados en Olivenza.
Cuartel de Caballería de Olivenza.
En su vecina Olivenza, en cambio, quedan cuatro de los cinco que tuvo, muy dignamente reconvertidos, pues el impresionante Cuartel de Caballería -de más de 100 metros de longitud por 15 de anchura, con escalera monumental, central doble, exterior- se utiliza en su planta baja como Centro de Salud y en la alta como Universidad Popular. Su Cuartel de San Carlos se destina a Centro de Tercera Edad; el Cuartel de Infantería del Pozo a Biblioteca Municipal, albergue juvenil y oficina de turismo, y el Cuartel del Asiento a dependencias del Museo Etnográfico.
Quartel de Infantería de Elvas.
Quartel de Infantería de Elvas: actual Museu Militar.
En la también cercana Elvas -recién declarada Patrimonio de la Humanidad por sus fortificaciones-, el conjunto de edificaciones interiores es fabuloso, con muy buena conservación general. Podemos destacar el Quartel de Infantería (también tuvo usos de otras armas militares), un gran complejo militar de alas longitudinales, con patio central que hoy se destina a Museu Militar, en continua ampliación, dados los enormes locales y explanadas que contiene, tanto edificados como libres, acaparando casi un tercio del recinto abaluartado de la ciudad.
Quartel das Esquadras de Almeida en las actualidad.
Más arriba, también en Portugal, es digno de resaltar el caso de Almeida, cuyo Quartel das Esquadras, al lado de las Portas de S. Francisco, es uno de los mejores ejemplos que se conservan de cuartel rectangular, con casi ciento cincuenta metros de longitud, de dos pisos, monumentales escaleras laterales y modelo constructivo similar al de Caballería de Olivenza. Pendiente de uso definitivo, se utiliza ocasionalmente en celebraciones y en actividades artesanales. Vecinos al mismo son el Corpo da Guardia Principal (actual Câmara Municipal) y la Casa dos Governadores (hoy, Palacio de Justicia).
Antigua Casa dos Gobernadores, de Almeida.
Antiguo Corpor da Guardia Principal. Almeida.



Ojalá en adelante no se vuelvan a cometer los atropellos patrimoniales que en la fortificación abaluartada de Badajoz se han hecho y se siga el ejemplo para con sus edificaciones militares interiores de Olivenza, Elvas y Almeida, que en general actúan con respeto en su conservación y reutilización, para nuestro disfrute y el de las generaciones del futuro.

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