domingo, 19 de septiembre de 2021

 HISTÓRIAS DE PORTUGAL EM MARROCOS 

Autor: Frederico Mendes Paula.

Edita: Argumentum. Con patrocinio de la Câmara Municipal de Lagos y apoyo de la Comissão Portuguesa de História Militar e do Instituto Camões. Lisboa, 2019. 174 páginas.

 


Conocía al arquitecto Frederico Mendes Paula por su extraordinario blog “Histórias de Portugal em Marrocos”, así como su prolífica presencia en redes sociales, tratando con profundidad temas de patrimonio fortificado, especialmente del legado portugués en Marruecos. Pero el pasado mes de agosto pudimos vernos personalmente en el “XV Seminário Internacional de Arquitectura Militar de Almeida”, donde compartimos buenos ratos de estudio y relajación.

Su erudición se complementa con la sencillez de trato y la buena disposición continua a la generosa colaboración.

De sus extensos trabajos, y redondeando una extensa bibliografía, nos hizo entrega de una obra notable que los contiene en buena parte: su libro Histórias de Portugal em Marrocos, publicado en 2019, ampliamente ilustrado, muy generoso en mapas explicativos, de amena y provechosa lectura.

Lleva un Prefacio elogioso de la embajadora de Portugal en Marruecos, Maria Rita Ferro, al que sigue una Introducción del autor, en que resalta los estudios que le han servido de apoyo, destacando la obra del historiador David Lopes, de principios del siglo XX, al tiempo que destaca la epopeya portuguesa en Marruecos.

Luego vienen los 10 capítulos en que se divide el volumen, que se cierra con un Glosario de términos usados y una extensa Bibliografía.

El Capítulo 1, “As praças de Marrocos”, nos va conduciendo por las plazas del llamado “Marrocos verde”, el territorio de la vid, olivo, frutales, ganadería mayor, y el “Marrocos amarelo”, de cereales y ganado menor, explicando cómo las construcciones portuguesas se levantan siempre en la costa atlántica, no llegando nunca al interior.

El Capítulo 2, “Tempos de mudança”, nos habla de la expansión de la burguesía marítima, la expulsión de territorio portugués de musulmanes y judíos, así como las intervenciones constructivas en “praças de guerra”, siendo las primeras -en el siglo XVI- Ceuta, Alcáçer Ceguer, Arzila y Tánger. Destaca la importancia de los hermanos Arruda en el sur, de lo que es corolario la Cidadela de Mazagão, planeada de raíz.

En el Capítulo 3 se extiende sobre “O campo exterior das praças-fortes”, abordando tres de ellas: Arzila, Tánger y Mazagão, estudiando sus campos exteriores consolidados y los más lejanos (de “atalaias cortas e longas”), con sus sistemas de vigilancia y defensa, así como las confrontaciones que se ocasionaron en los siglos XVII y XVIII.

“A guerra guerreada” es el título del Capítulo 5, donde se narran innumerables episodios de guerra en torno de las plazas fuertes (“guerra guerreada”).

El Capítulo 6, “Mouros de paces”, describe las correrías y acuerdos de paz, así como uniones sentimentales personales de los protagonistas de episodios fundamentales.

El Capítulo 7, “Cativos em Marrocos”, de dureza en el contenido, cifra los cautivos europeos entre 1530 y 1750 entre un millón y millón y medio, así como los africanos en 12 millones, siendo la actividad de corsarios la principal fuente de cautivos, para rescate, trabajo forzado o harenes en caso de las mujeres, o chicos jóvenes, sometidos a las más crueles torturas, ejemplificando casos extremos, lo que también padecerían los cautivos musulmanes en Europa.

“Alcácer Quibir” ocupa el Capítulo 8, describiendo la preparación y desarrollo de la batalla en que encontró la muerte el rey D. Sebastián junto a 8.000 portugueses, siendo hechos prisioneros 16.000, en tanto del lado marroquí murieron solamente 3.000 militares.

Sobre “Renegados” trata el Capítulo 9, aquellos que “mudaban de bando”, siendo la mayoría cautivos, aportando numerosos ejemplos y resaltando su contribución al acercamiento de las dos civilizaciones.

El Epílogo constituye el Capítulo 10, extendiéndose sobre el entendimiento entre Marruecos y Portugal, en principio obstaculizado por la presencia de portugueses en Mazagão -que Portugal decide abandonar en 1769-, firmándose el Tratado de Paz en 1774, tras el que Portugal mantiene su presencia consular, realizándose acuerdos de colaboración comercial, de navegación, protección mutua, etc.

Libro agradable de leer, muy bien escrito, sencillo y al mismo tiempo riguroso, divulgativo y a la vez profundo en la exposición. Hecho con amor a la historia y con amor a Portugal y Marruecos por parte de un investigador de mucha experiencia, muchas lecturas, muchas horas, largo tiempo de dedicación, que da este fruto tan notable y esclarecedor.

miércoles, 15 de septiembre de 2021

 ALMEIDA. ESTRELA SINGULAR DAS FORTIFICAÇÕS DA RAIA

Moisés Cayetano Rosado 

Autor: João Campos.

Edita: Câmara Municipal de Almeida, 2021. 416 páginas.

La Câmara Municipal de Almeida no deja de sorprendernos en su incesante y meritoria labor por situar el Patrimonio de su Concelho en el lugar que le corresponde por su calidad, variedad e importancia histórica, monumental, paisajística y artística. Y en lo que se refiere a la fortificación abaluartada, a esa magnífica “estrella de seis puntas” tan singular, bien preservada en autenticidad e integridad, reafirma su relevancia, con la que lidera -junto a Valença do Minho y Marvão- la Candidatura a Patrimonio de la Humanidad, que desde el año 2016 está en la Lista Indicativa de Portugal.

En este sentido, la labor de su Consultor, el doctor arquitecto João Campos, es encomiable. No solo por los quince “Seminários Internacionales de Arquitectura Militar” que ha conseguido organizar y publicar en la Revista del CEAMA (Centro de Estudos de Arquitectura Militar de Almeida) que dirige, trayendo a los mejores especialistas de los más diversos lugares del mundo, sino por su labor de investigación y divulgación, aparte de su trabajo como arquitecto-restaurador.

Ahora, João Campos nos sorprende una vez más con un trabajo profundo, admirable, que recoge muchas de sus investigaciones anteriores, dándoles nueva forma y unidad. Se trata del volumen de 416 páginas en gran formato “Almeida. Estrela singular das Fortificações Abaluartadas da Raia”, ilustrada a todo color, exhaustivamente documentada recurriendo a fuentes originales y autoridades del mayor prestigio.

Dividida en diez capítulos, está precedida por una Presentación del Presidente da Câmara Municipal de Almeida, António José Monteiro Machado, entusiasta defensor del Patrimonio de su tierra, y un Prefacio del Profesor Emérito de la Universidad de Madiera, Rui Carita, asiduo a los Seminarios Internacionales de Almeida.

Los cuatro primeros capítulos, que ocupan un cuarto de la obra, están dedicados a desentrañar el proceso histórico de conformación de Portugal, los “desencuentros y encuentros” con Castilla y luego España (guerras, tratados, configuración de límites…), así como la secuenciación en la representación cartográfica de Portugal y la frontera, destacando en especial el “Livro das Fortalezas” de Duarte de Armas de principios del siglo XVI, así como los mapas elaborados en los siglos XVI y XVII, empezando por el muy trascendental de Álvares Seco.

A partir de ahí, el autor se centra en el Patrimonio Abaluartado de la Raya, para resaltar su importancia como sistema propio, intencionalmente concebido en conjunto, para defensa del territorio, defendiendo las líneas de penetración en la frontera, y no solo en una barrera simple de confrontación sino con vanguardia y retaguardia de fortificaciones.

Justifica en el Capítulo 5 la necesaria inscripción de este conjunto como Patrimonio Mundial por su valor excepcional y las altas pruebas de integridad y autenticidad. En el Capítulo 6 se extiende sobre ingenieros, tratados y escuelas de fortificación presentes en el conjunto, para pasar en los Capítulos 7 y 8 a analizar exhaustivamente las principales fortificaciones de la Raia/Raya, tras justificar la formación histórica de la misma, con gran aporte documental, como viene ocurriendo en toda la obra.

Se detiene en los casos de los dos enclaves que ya son Patrimonio de la Humanidad: Évora y Elvas, que forman parte integral del conjunto, para después extenderse sobre las más significativas. Destaca a continuación la importancia de Vila Viçosa, para pasar después a un repaso “territorial”, de norte a sur fronterizo.

Estamos a mitad del valioso volumen cuando va desgranando la importancia de la “Fortificação de Emergência” sucesivamente en la Raya del Miño, del Côa, del Tajo y del Guadiana, ofreciendo entre las páginas 260 y 275 un valioso “Mapa” e “Inventário das fortificações abaluartadas da Raia”, imprescindible para hacerse una idea de la magnitud de las mismas. Confrontadas con las españolas (Mapa de la página 261) se observa la estrategia de colocación “en paralelo”, como “botón y ojal” de las principales, sobresaliendo en densidad y perfección constructiva las portuguesas.

En el Capítulo 8 se detiene en las plazas fundamentales de la Raia, y así analiza con detenimiento las de Valença do Minho, Marvão (las dos que junto a Almeida encabezan la Candidatura a Patrimonio Mundial), Fortificação Ínsua/Lovelhe, Chaves, Castelo de Vide, Campo Maior, Estremoz, Moura y Castro Marim.

El Capítulo 9 lo reserva João Campos para estudiar específicamente a Almeida, haciendo un repaso fundamental por sus revellines, “Portas Duplas de Santo António e São Francisco”, camino cubierto, glacis, cuarteles, polvorines, garitas… ¡Toda una magnífica muestra de construcción abaluartada, bien preservada, admirablemente íntegra y auténtica, dotada no solamente de elementos defensivos externos portentosos sino de equipamientos interiores completos, y en gran parte con uso actual adecuado!

Ya en el último capítulo, el 10, remarca la importancia de todo el patrimonio estudiado, como fortificaciones en serie, poniéndolas en comparación con otras similares clasificadas en otros lugares del mundo y concluyendo en el “carácter único das Fortalezas Abaluartadas da Raia, com expressão material e imaterial de elevado significado e valor cultural para a História da Humanidade”.

Un glosario, bibliografía, agradecimientos y referencias curriculares del autor cierran esta importante contribución a la puesta en valor de las Fortificaciones Abaluartadas de la Raia/Raya luso-española en general yla de Almeida (destacada en el conjunto) en particular.

jueves, 9 de septiembre de 2021

 COIMBRA-PORTO: UNA OFERTA TENTADORA 

Moisés Cayetano Rosado 


Antes de entrar en Coimbra, al lado mismo, hemos de hacer una parada en las Ruinas arqueológicas de Conimbriga, la populosa ciudad romana localizada en la vía militar que enlazaba Lisboa con Braga. Desde el siglo I a.C. al IV d.C. vivió su época de esplendor, del que dan cuenta sus asombrosos restos visitables y un Museu verdaderamente extraordinario.

El lujo, el notable desarrollo urbano, están presentes en los restos expuestos, entre los que destacan numerosos mosaicos y vestigios de casas, zonas comerciales, foro y extraordinaria muralla de finales del siglo IV, cuando la inseguridad obliga a fortalecerse, haciéndose de manera casi ciclópea.

La zona de pinos en la entrada es un buen lugar para hacer “un alto en el camino” y tranquilamente reponerse, bien comiendo en el restaurante del campo arqueológico o en el mismo pinar.

Después nos espera la siempre acogedora, plácida Coimbra, que desde la orilla izquierda del río Mondego ofrece una imagen triangular sorprendente, coronada por las edificaciones de su antigua, prestigiosa y monumental Universidad.


Aconsejo hospedarse en esa orilla izquierda del río, pues enseguida llegamos desde ahí al centro de la población, por el Ponte de Santa Clara. Al mismo tiempo, nos ofrece buena oferta de hoteles y restaurantes, enfrente mismo de Santa Clara-A-Velha, convento gótico admirable, que fue abandonado al hundirse en el terreno pantanoso y quedar casi inundando por las aguas del río. La visita a sus instalaciones es muy recomendable, como lo es también al Parque “Portugal dos Pequeninos” (especialmente si se llevan niños), donde podemos admirar réplicas en tamaño reducido de los principales monumentos de Portugal. Un poco más, hacia el interior de esta zona de expansión, está la “Quinta das Lágrimas”, uno de los parques románticos más interesantes de Portugal, que encierra las más sensibles leyendas de los amores de don Pedro I y doña Inés de Castro.


Si pasamos al Casco Antiguo, enseguida que atravesemos el Arco de Almedina (entrada de la fortificación medieval), nos encontraremos con la Sé Velha, una inigualable catedral románica, que junto a las de Lisboa, Évora y Porto constituye la esencia del arte arquitectónico y escultórico de la Baja Edad Media. Asombran desde fuera sus capiteles, jambas, arcos de medio punto, contrafuertes… Y en el interior, su bóveda de cañón central y de aristas laterales, su transepto, ábsides y absidiolos, donde ya contemplamos la transición al gótico.


Pero hemos de acudir (o a las dieciocho horas -o a las veintidós- portuguesa al cercano Café Santa Cruz (instalado en una antigua capilla de la Iglesia del mismo nombre, también visitable, junto a su portentoso claustro), para escuchar fado de Coimbra, en tanto degustamos sus deliciosos café y pasteles, o tomamos una cena reparadora, sin que el precio sea abusivo.

Y desde luego, no podemos abandonar Coimbra (o retornar tras visitar Porto, de regreso a nuestro sur) para conocer las instalaciones fundamentales de su Universidad: la inigualable Biblioteca Joanina, la Capilla de S. Miguel, el Palacio Real y el Laboratorio Químico (asombroso espacio interactivo que a nadie deja indiferente).

En poco más de cien kilómetros de autopista, estamos en Porto, donde al principio asusta su intensa circulación vial y la masificación turística, pero que bien programada la visita puede ser más que reconfortante.


Aconsejo hospedarse en la ronda exterior del Casco Antiguo, por razones de accesibilidad y aparcamiento. Una buena opción es por encima de los Paços do Concelho, al norte. Desde ahí, a pie, todo está relativamente cerca: el mismo Ayuntamiento (Câmara Municipal, en los Paços do Concelho), de un barroco grandioso, monumental, y la amplia Avenida dos Aliados, de hermosos edificios palaciegos, que nos llevan  a la Estação de S. Bento. Nada comparable a la azulejería de su interior, debida a la mano de uno de los artistas más sobresalientes de principios del siglo XX: Jorge Colaço. Las escenas históricas, de batallas, recepciones reales… no tiene rival.

De ahí, hemos de desplazarnos un poco hacia el oeste inmediato para unas visitas inolvidables: la Iglesia y alta Torre dos Clérigos (icono fundamental de Porto, que supera los 75 metros y tiene en su interior más de 240 peldaños), donde el barroco adquiere dimensiones épicas. Después habremos de acercarnos al contiguo Centro Portugués de Fotografía (antigua Cárcel y Tribunal de Relação de Porto, de la que se conservan celdas e impactantes rejerías, y que estuvo activa como tal hasta la Revolução dos Cravos), siendo el más completo del país en su género.

Es de admirar, en las proximidades, la azulejería exterior, que cubre todo un lateral de la fachada de la Iglesia do Carmo, algo que podemos comtemplar en otros templos de la ciudad, como Iglesia dos Congregados (al lado de la Estação de S. Bento) o la hermosísima Capela das Almas (con azulejería en todo el frontal y lateral) al este de los Paços do Concelho, o en la Iglesia de Sto. Ildefonso, un poco más abajo.


Pero, si fuera posible, si la afluencia de público no fuese gigantesca como suele ocurrir, podríamos ver en esta zona de la Iglesia dos Clérigos, la archifamosa y neogótica Livraria Lello (a la que hay que entrar previo pago, que descuentan de la compra de libros, si se efectúa), reconocida como una de las más bellas del mundo en guías de viaje y periódicos internacionales de prestigio.

Comer, cenar, deambular libremente… ha de hacerse por la orilla del Duero, en torno al Cais da Ribeira, donde se puede coger barco turístico para navegar por el río, admirar los puentes metálicos de Porto, especialmente el “doble” de Don Luis I, hecho por el ingeniero Teóphile Seyrig, discípulo de Gustave Eiffel. El tablero inferior conduce a vehículos y peatones de Porto a Gaia (también monumental y de atractiva oferta hotelera y de restauración) desde las orillas del río; el superior, nos lleva a la parte alta de ambas poblaciones.

Aguas adentro podemos acercarnos hasta el Ponte do Infante Dom Henrique, espacio despejado, en cuyos bajos me ha llamado siempre la atención una escultura extraordinaria, homenaje a las mujeres que cargaban sobre su cabeza fardos de hasta 50 kilos con ramajes para encender el fuego; monumento a la vida difícil, esforzada, sufrida, de la gente sencilla del puerto.


Entre ambos puentes están unos interesantes restos de muralla fernandina, del siglo XIV, cuyas empinadas escaleras adosadas nos llevan a la plaza de la Sé (catedral). Su visita a nadie dejará indiferente, por la combinación de artes sucesivos: románico, gótico y sobre todo barroco, con una presencia de azulejería en las paredes del claustro muy notables. En medio de la plaza, un monumental Pelourinho manuelino preside el amplio espacio, desde donde tenemos unas vistas extraordinarias de la ciudad y de Gaia, enfrente.

Una breve parada, al regresar, a la cercana playa de Espinho no estaría de más. Su oferta de mariscos es una tentación que no todos resisten…

Evidentemente, en todo este recorrido hay mucho más para ver, pero la muestra es suficiente para completar un “puente festivo” de arte, cultura, gastronomía y naturaleza de privilegio.

miércoles, 8 de septiembre de 2021

 CULTURA SEM FRONTEIRAS

Autores: Varios (Coordinación de Graça Foles Amiguinho)

Edita: Imagem e Publicações. 2021. 248 páginas.


En 2019, la escritora de origen alentejano, afincada en Porto, inició un proyecto ambicioso: mostrar la voz de poetas de un lado y otro de la Raya/Raia luso-española, empezando por la “Eurocidade Badajoz, Elvas, Campo Maior”, con una antología de literatura y arte, que fue publicada en ese mismo año.

Tras esta obra vendría en 2020 otra antología (siempre bajo el subtítulo de “Colectânea Literatura e Artes”) con el nombre de “Raia Luso Espanhola”, que abría el campo de publicaciones a autoras y autores procedentes de otros lugares de la Raya, e incluso alejados de la misma, como fue el caso de Asturias, Beiras, Algarve, Lisboa, Andalucía, e incluso alguna procedencia de Brasil.

Ahora, en 2021, con el acertado nombre de “Cultura Sem Fronteiras”, la acogida se universaliza, aunque la procedencia alentejana y gallega es abrumadora, sin faltar la extremeña, como en las otras ocasiones.

Se trata de autores de todas las edades y tendencias estéticas, en prosa y verso, así como diseños, dibujos, fotografías…, unidos por un pensamiento muy apegado a las inquietudes íntimas, a los profundos sentimientos universales del amor, la contemplación del mundo natural y humano que nos rodea y la experiencia vivida en el recorrido vital de cada uno.

Hay cuarenta y ocho artistas representados, algunos con una obra consolidada, publicaciones y premios avalando su presencia; otros, se acercan al papel impreso por primera vez, o con apenas presencia en publicaciones colectivas que no dejaron la huella merecida. Ahora, con este proyecto consolidado, la posibilidad de un seguimiento de sus obras se hace más real, especialmente si tenemos en cuenta que la “animadora” del mismo (la ilusionadora Graça Foles Amiguinho) mantiene un firme empeño en darle continuidad.

Y es bueno que, junto a las publicaciones de cobertura mediática y editorial de amplia repercusión, vayamos conociendo el sentir y el crear de autoras y de autores que en su mayoría no trascienden con suficiente amplitud como para hacernos una idea de su alcance y del más genuino afán creativo.  Son aquellos que en ningún momento han pensado en pertenecer a una élite artística, pero sí a proporcionarnos el conocimiento de lo que un número considerable de escritores llevan adelante con ilusión, sensibilidad y acierto.

En Alentejo y en Extremadura, las entidades locales han apostado tradicionalmente en buena parte por lo que llamaríamos “poetas populares”, destacando en ello las publicaciones de diferentes concelhos alentejanos y de las diputaciones de Cáceres y Badajoz. No estaría mal que esta iniciativa que reseñamos la asumieran también dichas entidades oficiales, pues siempre el esfuerzo personal (en este caso de Graça Flores Amiguinho, dotada -eso sí- de una envidiable capacidad organizativa y de gestión) o de pequeños grupos podría decaer, dado lo complejo de la tarea; nos quedaríamos sin esta contribución que nos acerca a la obra de autores que no siempre tendrán la oportunidad personal de ofrecernos la riqueza de sus creaciones.

MOISÉS CAYETANO ROSADO

martes, 7 de septiembre de 2021

 MEU ALENTEJO. RAÍZES.

Autora: Graça Foles Amiguinho.

Edita: Imagem e Publicações y autora. 2021, 222 páginas.

 


Conocí a Graça Foles Amiguinho -poeta y artista al completo, nacida en Santa Eulalia, freguesía de Elvas- en 2019. Fue con motivo de su invitación a participar en una antología de Literatura y Artes: “Eurocidade Badajoz, Elvas, Campo Maior”, a la que como impulsora, coordinadora, organizadora y gestora me invitó. A aquel libro colectivo seguiría al siguiente año otro más: “Raia Luso-Espanhola”, con mayor presencia de autores rayanos e incluso de otros puntos de la geografía ibérica. Nuestra colaboración seguiría en este 2021 con la nueva entrega “Cultura Sem Fronteiras”, similar a la anterior, con afán de universalizar la creación literaria y artística, la participación de autoras y autores en un empeño creativo común.

Pero Graça Foles Amiguinho, además de una incansable animadora de empresas culturales colectivas es una creadora de excepción. Una dinámica escritora que de continuo nos ofrece sus reflexiones públicas en medios de amplia difusión gracias a la entrega online de las mismas.

Y en sus vertientes literarias: prosa y verso, nos sorprende ahora con una nueva creación (ya le antecedieron otras más) que es especialmente significativa: “Meu Alentejo. Raízes”. Y lo es porque en ella evoca precisamente eso, sus raíces. La vida en la aldea de nacimiento desde el año en que se produjo: 1946, hasta la fecha de su casamiento, en 1969, con algunas anotaciones históricas generales de su entorno, así como genealógicas cercanas.

En el denso libro que nos ocupa va alternando las descripciones de hechos, momentos, situaciones, actuaciones, discurrir de la vida cotidiana, etc. con sentidos poemas alusivos a lo descrito, de honda impresión sentimental.

La vida campesina, dura, esforzada, sacrificada, está presente en la mayoría de las evocaciones, que no por ello se abisman en la desesperanza, sino que se impregnan de amor, ternura, solidaridad, intima familiaridad que hace llevaderos e incluso agradables los momentos más sacrificados.

El conjunto nos depara la oportunidad de adentrarnos en el discurrir diario de la población aldeana, que es similar no solamente en todo el Alentejo sino en todo el Portugal rural, y también de los pueblos de España (para los que tiene sentidas alusiones en cuanto a los refugiados republicanos de la Guerra Civil).

El transcurrir cotidiano de los campesinos, de las faenas campestres y de las tareas domésticas, está presente en retratos muy acertados de aperos, menajes, objetos ingeniosos artesanales, ajuares confeccionados con paciencia y virtuosa creación. Las fiestas, ferias, conmemoraciones de la aldea; las inquietudes de progreso personal, estudios, promociones, viajes… y el encuentro del “amor de su vida” que terminaría en feliz casamiento el 3 de agosto de 1969.

Graça ha prometido seguir indagando en su pasado, y es posible que en nuevas entrega siga avanzando en el tiempo desde 1969 hasta la actualidad. Y lo hará, claro, con esa sensibilidad, delicadeza, añoranza y suavidad con que están escritas estas memorias en que ejemplifica cómo las dificultades pueden ser sorteadas con coraje, tesón, alegría de vivir.

El libro está muy bien ilustrado con fotografías de la propia autora y trabajos artísticos “a preto e branco” por su hijo, Rui Amiguinho Barros, que recrea instrumentos, aperos y objetos mencionados en el relato, así como rincones, monumentos del entorno en composiciones de gran elegancia y acierto.

Un libro, por tanto, para leer, releer, meditar y evocar. Una sensible joya artística que a nadie puede dejar indiferente.

MOISÉS CAYETANO ROSADO

lunes, 6 de septiembre de 2021

 RECONHECIMENTO DA LUTA PELA LIBERDADE

No dia 19 de agosto, o Presidente da República de Portugal concedeu a alta distinção da Ordem da Liberdade a 26 militares que se destacaram na Revolução dos Cravos (infelizmente pouco resaltado pelos méios de comunicação em geral), continuando uma média que começou há meses e que se estenderá até 2024, quando se passaram 50 anos desde a Revolução.

O Coronel Manuel Duran Clemente, distinguido com esta condecoração, exprimiu a sua satisfação, ao declarar: "Quem merece uma condecoração ou sofredor Povo e aqueles que resistem à opressora ditadura salazarista". Na mesma linha, exprime-se outro dos galardoados (de cuja amizade me honro, à semelhança da anterior), o Coronel João Andrade da Silva. Ambos e muitos outros sempre foram consistentes com o que dizem, porque esse foi o seu pensamento em relação ao povo a quem sempre serviram.

O Presidente da Associação 25 de Abril, também Coronel Vasco Lourenço, afirmou que até às comemorações do 50º aniversário, cinco mil militares que participaram na Revolução de Abril vão receber algum tipo de distinção. E isso é justiça, porque junto com os militares mais destacados, participaram outros, do serviço militar obrigatório ou outras circunstâncias que igualmente o merecem, pois também arriscaram a vida para devolver a liberdade à Pátria, ao mesmo tempo que lutavam pelo fim de um colonialismo aberrante e eles aspirava a um desenvolvimento do País que gerasse prosperidade.

Mas volto à frase de Duran Clemente. Os sofredores e os resistentes à ditadura merecem ser condecorados! Recordemos que naquele glorioso dia 25 de Abril de 1974, os comunicados do Movimento das Forças Armadas dirigidas à população ordenavam com insistência que “todos os habitantes da cidade de Lisboa voltassem para as suas casas”. E as ruas se encheram de civis que colaboraram ativamente no avanço das tropas pela cidade! Gritaram contra a ditadura e aplaudiram os militares das varandas, portas, calçadas ..., em cima de árvores, grades, tanques, veículos militares ... Até o Brigadeiro Junqueira dos Reis -que tentou massacrar Salgueiro Maia e suas tropas nas proximidades do Terreiro do Paço, ao tentar circundá-lo no Largo do Carmo (onde Marcelo Caetano foi sitiado)-, disse aos seus superiores que não podia avançar porque a multidão o impedia e que nem o atacaram porque acreditaram que eles também eram militares em revolta. Essa é a chave para uma vitória rápida, como reconheceram os próprios responsáveis ​​pelo Golpe!

O povo lisboeta, o povo simples e sofredor de Portugal (que derramou seu sangue naquele dia nas mãos da PIDE), merece reconhecimento pela sua coragem, pela sua dedicação, pela sua luta pela Liberdade!

E o que dizer de tantos oponentes na clandestinidade interna e externa por décadas? Dessas mulheres e homens que arriscaram a vida e a integridade numa actividade política, sindical e social, que tantos levou à perseguição implacável, à tortura nas mãos da PIDE, às horríveis prisões de Peniche, Caxias, Aljube, Tarrafal ... e a morte. Dos partidos políticos que todos os dias jogaram de tudo para tudo (não posso deixar de realçar o papel especial do PCP). Dos organizadores de encontros clandestinos em universidades, centros de trabalho e estudos ..., dos míticos Congressos Republicanos e da Oposição Democrática de Aveiro, etc., etc. Ele não merece uma distinção dada sua luta pela liberdade?

Tantos, tantas! Um povo inteiro em armas físicas e armas de palavras, escritos, declarações, golpes, manifestações, resistência ativa e passiva, que devem causar a admiração do mundo. Todo um Portugal sofredor e resistente deve ter o “Reconhecimento da Luta pela Liberdade”, exemplo para o Mundo.

Moisés Cayetano Rosado (*)

(*) Doutor em História. Autor do livro: “Salgueiro Maia. De las Guerras en África a la Revolución de los Claveles” (Fundación Caja Badajoz, 2021). “Salgueiro Maia. Das Guerras em África à Revolução dos Cravos” (Edições Colibri, 2021)


 

RECONOCIMIENTO DE LA LUCHA POR LA LIBERTAD

El pasado día 19 de agosto, el Presidente de la República de Portugal concedía la alta distinción de la Ordem da Liberdade a 26 militares que se distinguieron en la Revolução dos Cravos (lamentablemente poco resaltado por los medios de comunicación en general), dando continuidad a una media que inició meses atrás y proseguirá hasta 2024, cuando se cumplan 50 años de la Revolução.

El Coronel Manuel Duran Clemente, distinguido con esta condecoración, expresaba su satisfacción, al tiempo que declaraba: Quem merece condecoração é o Povo sofredor e os resistentes à ditadura opressora salazarista”. En la misma línea se expresa otro de los condecorados (con cuya amistad me honro, como con el anterior), Coronel João Andrade da Silva. ¡Ambos y tantos más han sido siempre consecuentes con lo que dicen, pues ese ha sido su pensamiento con respecto al pueblo al que siempre han servido.

El Presidente de la Associação 25 de Abril, el también Coronel Vasco Lourenço, ha remarcado que hasta la conmemoración del 50 aniversario, cinco mil militares que participaron en la Revolução de Abril recibirán algún tipo de distinción. Y esto es de justicia, pues junto a los militares más destacados participaron otros, de servicio militar obligatorio u otras circunstancias que lo merecen igualmente, ya que se jugaron también la vida para devolver a la Patria la libertad, al tiempo que luchaban por acabar con un colonialismo aberrante y aspiraban a un desenvolvimiento del País que creara prosperidad.

Pero vuelvo a la frase de Duran Clemente. ¡Merece ser condecorado el pueblo sufridor y los resistentes a la dictadura! Acordémonos que ese glorioso día del 25 de Abril de 1974, los comunicados del  Movimento das Forças Armadas dirigidos a la población conminaban insistentemente a que “todos os habitantes da cidade de Lisboa recolherem a suas casas”. ¡Y las calles se llenaron de civiles que colaboraron activamente en el avance de las tropas por la ciudad! Gritaban contra la dictadura y vitoreaban a los militares desde balcones, puertas, acerados…, subidos a los árboles, las rejas, los tanques, los vehículos militares… Incluso el Brigadeiro Junqueira dos Reis -que trató de masacrar a Salgueiro Maia y sus tropas cerca del Terreiro do Paço, al intentar cercarlo en el Largo do Carmo (donde estaba asediado Marcelo Caetano)-, comunicó a sus superiores que no podía avanzar porque la multitud se lo impedía, y que incluso no le atacaban porque creían que eran también militares sublevados. ¡Esa es una clave de la rápida victoria, como han reconocido los propios responsables del Golpe!

¡El pueblo de Lisboa, el pueblo sencillo, sufridor, de Portugal (que derramó su sangre ese día a manos de la PIDE), merece un reconocimiento por su valor, por su entrega, por su lucha en pro de la Libertad!

¿Y qué decir de tantos opositores en la clandestinidad interna y externa durante décadas? De esas mujeres y hombres que se jugaban la vida y su integridad en una actividad política, sindical, social, que les llevó a tantos a la persecución sin tregua, a la tortura a manos de la PIDE, a las horribles cárceles de Peniche, Caxias, Aljube, Tarrafal… y a la muerte. De aquellos partidos políticos que se jugaban el todo por el todo cada día (he de destacar el papel especial del PCP). De los organizadores de reuniones clandestinas en universidades, centros de trabajo y estudio…, de los míticos Congressos Republicanos y de Oposição Democrática de Aveiro, etc., etc. ¿No se merece una distinción dada su lucha por la Libertad?

¡Tantos, tantas! Todo un pueblo en armas físicas y armas de palabras, escritos, comunicados, huelgas, manifestaciones, resistencias activas y pasivas, que deben causar la admiración del mundo. Todo un Portugal sufridor y resistente ha de tener el “Reconocimiento de la Lucha por la Libertad”, ejemplo para el Mundo.

Moisés Cayetano Rosado .

 

https://eltrapezio.eu/es/espanol/reconocimiento-de-la-lucha-por-la-libertad_23650.html