sábado, 26 de noviembre de 2016

DE PABLO GUERRERO A UNA NOITE DE FADOS
Moisés Cayetano Rosado

En aquellos primeros años setenta en que daban los últimos coletazos diversos regímenes dictatoriales de un lado y otro del Atlántico, en que se celebraban algunas victorias nacionales de la democracia o se luchaba peligrosamente por conseguirla, se impuso con fuerza la canción-protesta, la canción comprometida, militante; los cantos de intervenção de nuestros vecinos portugueses, tan ligados a los cantautores españoles.
Y es que, como decía Mercedes Sosa con su voz poderosa y envolvente: Que ha de ser de la vida si el que canta/ no levanta su voz en las tribunas/ por el que sufre, por el que no hay/ ninguna razón que lo condene a andar sin manta (https://www.youtube.com/watch?v=xm9sIAW39o0).
Y allí estaba la esperanza, tan emblemática en los versos cantados por Pablo Guerrero: Tiene que llover, tiene que llover/ a cántaros (https://www.youtube.com/watch?v=J1mwXNDgGLc).
El año 1975, tras la derrota de la dictadura en Portugal y la acentuación del proceso revolucionario, y con la enfermedad terminal y muerte de Franco en España, se “vive la fiesta” de estos jóvenes cantantes llenos de vitalidad,  llenando, junto a poetas que renuevan la “poesía social”, facultades universitarias, salones de actos, plazas de pueblos y de barrios. Luego, aquello pasó y, junto a la caída de las utopías, fueron sus protagonistas relegados al olvido.
Por eso, emociona que ahora haya algunas instituciones que “desempolven” los viejos momentos y nos traigan a la actualidad lo que fue hace casi medio siglo una explosión de ilusiones, que permanecen en el subconsciente todavía. Este es el caso de la Fundación Caja Badajoz, que en la lluviosa tarde-noche del 25 de noviembre nos acercó en la Residencia Universitaria Caja Badajoz los versos y la voz de Pablo Guerrero, el cantautor de Esparragosa de la Serena, uno de los más admirados de aquella generación realmente inolvidable.
Pablo Guerrero, poeta, cantante, volvió a recitar sus hermosos poemas, ante un entregado y amplio público (jóvenes y mayores), con esa dicción profunda y serena, con ese decir suave y armonioso que siempre le ha acompañado, incluso en los momentos de peligro y de tensión. Ahora, allí, compartiendo también viejas y nuevas melodías, con una voz en que se van notando los efectos del tiempo que nos pasa por encima, pero con la vieja ilusión que nunca le abandonó en sus actuaciones.
Ni qué decir que fue obligado que cantara “A cántaros”, como si cuarenta y cuatro años no fueran nada. Nada para él, para nosotros, ni para la canción, que parece eso, que sigue teniendo que llover “a cántaros”.
Y no bien terminó el espectáculo compartido con este hombre grande de nuestra tierra, como se encargaron de resaltar sus presentadores (Emilio Vázquez, Presidente de la Fundación Caja Badajoz y Caridad Jiménez, poeta), cuando nos encaminamos a Campo Maior para una cita igualmente musical. Música y poesía en los fados de un manojo de artistas de todas las edades (desde una chica de 12 años hasta varios que rondan los setenta), conducidos por uno de los cantores más hondos y melodiosos de ese “otro lado de la Raia/Raya”, António João Gonçalves.
¡Qué curioso! Al tiempo que la canción protesta y los cantos de intervenção hacían su gloriosa explosión con la caída de las dictaduras peninsulares, el fado era marginado, tildado de “colaboracionista” en algunos ambientes muy comprometidos con la lucha antifascista. Y, sin embargo, ahora, en esta noche lluviosa que casualmente era de 25 de noviembre (fecha en que Portugal -1975- sufrió un proceso de “reconducción” democrática, cortando la fase revolucionaria del verão quente), el fado se encumbraba en una fiesta de amplísima acogida popular, organizada por el Partido Comunista de Campo Maior (en salón cedido por CURPI: Comissão Unitária de Reformados, Pensionistas e Idoso) para recabar fondos con que rehabilitar su Centro de Trabajo local.

Compartiendo fados y  ceia, españoles y portugueses
Acompañados de paõ e vino, de linguiça, farinheira, caldo verde… (ceia en portugués; tentempié en español), transcurrió una velada inolvidable, que se daba la mano con el acto anterior, a esa mínima distancia de quince kilómetros que separa Badajoz de Campo Maior, y a esa menor separación de un canto enraizado en las entrañas populares en uno y otro caso, pues al grito de libertad de los cantautores se une el nostálgico del pueblo que da cuenta de las amarras de la nostalgia, de la desasistencia y de la soledad.

martes, 22 de noviembre de 2016

DESBROCE DE CARRETERAS Y SEGURIDAD
Que las cunetas de las carreteras estén limpias es un factor de seguridad para la conducción al facilitar la visibilidad. Pero el desbroce de las mismas a mano entraña diversos peligros.
Unos para los operarios que realizan la labor, al hacer su trabajo al borde de la vía por la que se puede circular legalmente a 100 km./hora, con el riesgo de ser atropellados, especialmente en adelantamiento o en cruce de vehículos.
Otros, para los usuarios de éstos últimos, porque es frecuente que en el desbroce salten pequeñas piedras que salen disparadas como proyectiles que pueden impactar en el parabrisas: imagínense el golpe de esas piedras lanzadas a gran velocidad, unido a la velocidad del propio vehículo; el susto para el conductor y, posiblemente, la rotura del cristal, que puede llevar a descontrol de la conducción y accidente, saliéndose de la vía, o impactando con otro automóvil.
En caso de siniestro, ¿cómo se sustancian legalmente las consecuencias?
Ayer, circulando de Badajoz a Cáceres, en una extensa recta a 15 km. de Badajoz pensaba en ello cuando veía a dos operarios realizando su trabajo cada uno a un lado de la vía; cien metros más adelante estaban otros dos realizando la misma tarea... ¡y una piedra chocó en mi parabrisas, afortunadamente sin romperlo, pero con un chasquido del carajo! ¡Menos mal que iba avisado y eso "amortiguó” el susto!
¿No hay una solución mejor para ejecutar esa tarea necesaria de limpieza, con mayor seguridad para trabajadores y usuarios de la vía? ¿Alguien tiene estudiado esto con detenimiento para mejorar el sistema?

Moisés Cayetano Rosado

jueves, 17 de noviembre de 2016

DE NUEVO, FADOS EN CAMPO MAIOR

Celebrábamos el pasado 11 de noviembre la fiesta de S. Martinho con “vino novo e fados” en la adega de Elia y António João Gonçalves, de Campo Maior (http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/2016/11/san-martinho-encasa-de-elia-y-antonio.html).
Ahora, de nuevo, tendremos la oportunidad de disfrutar de otra noche entrañable ¡también en Campo Maior!, que es como una especie de “Cidade do Fado” (aparte de “Cidade das Festas do Povo”): el 25 de noviembre a las 21’30 horas de Portugal, 22’30 de España.
Fado y “ceia” (“tentempié nocturno”, en español) en la sede de CURPI (Comissão Unitária de Reformados, Pensionistas e Idosos), que está en la Avenida da Liberdade, en una esquina del Jardim Público de Campo Maior.
Buena oportunidad para disfrutar de una velada de fados auténticos, con un plantel de lujo de fadistas y acompañamiento, y tomar ese refrigerio tentador de “caldo verde, linguiça, pão e vino”.
Nuestro buen amigo y fadista profundo, António J. Gonçalves se encarga de apuntar las reservas. Su teléfono: (00 351) 965 402525.
Va adjunto cartel anunciador y plano de ubicación de CURPI.
¡Espero ver a muchos amigos portugueses y españoles por allí!


Moisés Cayetano Rosado

martes, 15 de noviembre de 2016

VOLTAR AO MUSEU MILITAR DE ELVAS
Vista general de Elvas. Delante, baluarte do Caserão con caballero, y Cuartel-Museu
Moisés Cayetano Rosado

Paso la mañana en el Museu Militar de Elvas, antiguo Cuartel del Regimiento de Infantería nº 8, trasformado en uno de los mayores museos del país, y que abarca casi un cuarto del cinturón de murallas de la ciudad, ya en sí una de las más grandes fortificaciones del mundo.
Vista general de Elvas. Delante, baluarte do Caserão
con caballero, y Cuartel-Museu
Los 150.000 metros cuadrados de su área son hoy  un tesoro cultural de extraordinaria riqueza, tanto por su “continente”: el Claustros del convento de São Domingos; los Quartéis do Caserão; la Fonte de S. José; lienzos de la muralla fernandina; cortinas, baluartes, caballero, casamatas, revellines, fosos, etc.  de la fortificación abaluartada… como por su “contenido”: Salas de Historia del Servicio de Salud del Ejército, de Arreos Militares de Infantería, Caballería, Artillería e Intendencia, Centro de Interpretación del Patrimonio de Elvas, Armamento pesado expuesto al aire libre, Vehículos del Ejército en exterior e interiores…
Ahora, acompañado de su entusiasta director y buen amigo, el teniente coronel Joaquim Bucho, visito lo que el día de su inauguración (31 de octubre, conmemorándose el séptimo aniversario de la formación del Museu) no pude hacer por encontrarme fuera de la Península: su Exposición permanente de Vehículos Militares, en amplísimas dependencias cubiertas, donde admirar auténticas y exclusivas “joyas” tanto de prácticas de conducción militar y de mecánica, maquinarias de desplazamiento, auxilio e intendencia, como piezas de combate, que tuvieron especial significación en las Guerras Coloniales (http://www.perspetiva.com/actual/elvas-viaturas-miliares-exposicao-no-museu, http://radioelvas.com/2016/10/31/museu-militar-elvas-inaugura-novo-espaco-dia-aniversario-c-fotos/).
Vista parcial del Cuartel-Museu y de la ciudad
Desde sus terrazas, una vez más, admiramos la belleza del Casco Antiguo de Elvas; su castillo, los cuatro cinturones de murallas (dos islámicas, la fernandina y la abaluartada), el caserío blanco de tejados rojos, las múltiples torres de sus iglesias, los fuertes de Santa Luzia y da Graça, la campiña de los alrededores, Badajoz…
Los naranjos y limoneros están cargados de fruta. Los olivos tienen a punto las aceitunas. A veces da la sensación de que nos encontramos en una huerta mediterránea.
Pasan alumnos de la Escola Superior Agrária a caballo: tienen aquí su campo de entrenamiento, los establos de los animales, el picadero.
También un amplio grupo de chavales son “moradores” del Museu: ahí están sus instalaciones educativas.
Y un grupo de apoyo social a personas necesitadas tiene cedidas instalaciones para su labor.
Baluarte do Caserão, instalaciones del Museu y piezas artilleras al aire libre
Es el Museu Militar de Elvas un “polo de atracción” cultural, educativo, social, monumental, histórico. Y es un proyecto en marcha, como ya se lo oí en su día al anterior director, coronel Aragão Varandas; al subdirector y siguiente director interino, teniente coronel José Ribeiro, y al actual director, teniente coronel Joaquim Bucho, todos ellos empeñados en realzar el valor de un tesoro imprescindible de este conjunto Patrimonio de la Humanidad que es Elvas.

He vuelto a pasar una agradable mañana en el Museu Militar. Y espero volver una y otra vez, como ya lo hice tantas veces con mis alumnos, con mis nietos, con amigos de un lado y otro de la Raia/Raya. Voltem, voltem sempre a esta jóia de braços abertos para todos!

domingo, 13 de noviembre de 2016

SAN MARTINHO EN CASA DE ELIA Y ANTÓNIO GONÇALVES
He perdido la cuenta de los años que llevamos celebrando San Martinho en la Adega de Elia y António Gonçalves.
Cada 11 de noviembre, puntual a la cita, decenas de amigos (portugueses, españoles y de alguna que otra nacionalidad más), nos reunimos en torno al vino nuevo que produce anualmente nuestro amigo António, corriendo el blanco, el tinto y el bagaço por nuestras gargantas como una bendición del entrañable dios Baco.
Y en medio de las variadas viandas que unos y otros aportamos, entre las que destacan la buena cocina y la repostería sin rival de los alentejanos, surge el canto profundo de fados ancestrales, acompañados de guitarra, viola, acordeón, que llenan el ambiente de música y poesía de alta calidad.
A veces nos atrevemos a introducir algún poema, alguna canción extremeña, española en general, un ligero discurso, algún chascarrillo que distiende el ambiente, que con el fado se va haciendo solemne, nostálgico, subiendo a desgarrado. Pero se vuelve al lujo sin par de la canción portuguesa que tiene en nuestros amigos de Campo Maior y alrededores virtuosos sin cuento, que se van sucediendo en las intervenciones.
Alguna vez he hecho referencia a estos sucesos:
Nuestro buen amigo António Gonçalves y el extenso puñado de artistas que le rodean son asiduos de festivales y encuentros por nuestra geografía rayana, y siempre están dispuestos a compartir su emocionante, timbrada voz en reuniones de amigos, en acontecimientos sociales, culturales, cuando se lo solicitamos.
Es un honor volver siempre a la Adega, compartir el milagro renovado cada año del vino que renace, emocionarnos con la calidez y calidad de la voz de los fadistas, con el rasgar de sus guitarras, la dulzura del acordeón, en tanto damos cuenta del arroz com lebre, costelas de porco, chouriço, lingüiça, queijo, azeitonas… bolo de bolacha, pudim de ovos, pastéis de nata…
Queda siempre la amistad renovada, y las ganas de volver a un encuentro como éste, con San Martinho o sin él, con los amigos siempre, con la entrañable concurrencia llena de arte y bondadosa sencillez.

MOISÉS CAYETANO ROSADO

miércoles, 9 de noviembre de 2016

SHARIA: Boletín de la Asociación Amigos de Badajoz

Coordinador: Manuel Cienfuegos Ruiz-Morote.
Edita: Asociación Amigos de Badajoz. Nº 75, 2016. 32 páginas.

La Asociación Amigos de Badajoz es una de las entidades ciudadanas más dinámicas de Extremadura, con una capacidad de convocatoria admirable tanto en sus visitas guiadas y actos públicos como en la receptividad hacia sus publicaciones. Entre estas últimas destaca el Boletín “Sharia”, del que ahora se edita sel número 75, bajo el cuidado de su inquieto coordinador, Manuel Cienfuegos Ruiz-Morote.
A pesar del modesto nombre de “Boletín” y su reducido número de páginas, una tras otra, las sucesivas entregas de Sharia (que, como se indica en portada, significa en árabe lugar de encuentro a las puertas de la ciudad) constituyen un derroche de compromiso fundamentado, erudición, divulgación científica y cultural, así como “plaza de debate” sobre los asuntos más cruciales que atañen a la ciudadanía en general y a la badajocense en particular.
En la actual, redondeando esa cifra de 75, que difícilmente alcanza una asociación cultural y ciudadana en sus publicaciones, vuelve a llamar la atención sobre las actuaciones oficiales para con el legado patrimonial, artístico y monumental de la ciudad, centrándose en esta ocasión en el destino que quiere darse al Hospital Provincial, objeto de debate desde hace algunos años y de controvertido proyecto actual.
A continuación, el Cronista Oficial de Badajoz, Alberto González Rodríguez, reivindica la figura de Alfonso IX de León, al que llama “segundo fundador de Badajoz”, para el que pide un “Marco Real” a levantar, como homenaje por su conquista en 1230, en la Plaza de San José o en la Plaza Alta.
La historiadora Jessica Carmona Gutiérrez hace un amplio resumen de su libro “Extremeños condenados a galeras: delito y represión en tiempos de Felipe II”, editado por la Diputación Provincial, repasando las penosas condenas y el recurso a las mismas por la necesidad de remeros que tenía la monarquía.
Manuel Cienfuegos da cuenta de la edición no venal que ha hecho la propia Asociación del libro “Historia de Badajoz”, del que casualmente han accedido a un ejemplar en manos privadas, posiblemente único existente de la edición de 1844, cuyo autor fue Valentín Falcato.
Otro Cronista Oficial de Badajoz, y director de la Revista de Estudios Extremeños, Fernando Cortés Cortés, al que tanto debemos en cuanto al conocimiento de la Guerra de Restauração portuguesa (1640-1668) en Extremadura, nos entrega un sustancioso trabajo bajo el título de “Una vez más… y ahora en 1705… La ciudad de Badajoz, frontera y guerra”, en que rescata valiosos documentos de la Gaceta de Madrid sobre el siguiente gran conflicto de frontera: la Guerra de Sucesión a la Corona española.
A continuación, me cabe hacer la reseña de la obra de investigación escrita por Julián García Blanco y Javier Tejeiro Fuentes sobre “El Convento de la Santísima Trinidad y el Baluarte de la Santísima Trinidad de Badajoz”, extraordinario estudio del entorno de la Trinidad a lo largo de toda la Edad Moderna y el siglo XIX.
José María González Lanzarote nos presenta “Una propuesta sobre la localización de la Batalla de Zalaca”, razonando su ubicación entre las laderas del Cerro de Santa Engracia y el río Gévora, en zona próxima a la desembocadura en el Guadiana.
El siguiente trabajo de este Boletín-revista corre a cargo de Julián García Blanco, que una vez más da una rigurosa lección de historia y trasparencia didáctica, haciendo un recorrido histórico del barrio de “El Campillo” -a los pies de la Torre de Espantaperros- desde su conformación inicial en el año 875 hasta la actualidad, denunciando las actuaciones que en los últimos tiempos han deformado su lectura histórica, así como los abandonos institucionales del mismo.
Otro estudio urbanístico e histórico corre a cargo de Pilar García de Pruneda Trevijano, esta vez sobre “La carretera de Portugal”, una de las zonas de expansión más importantes de los últimos años y del próximo futuro.
Pedro Montero Montero escribe unos “Apuntes para la historia de la Banda Municipal de Badajoz, ante los 150 años de su creación (1867-2017)”, rememorando sus actuaciones, directores y “relatores” con la amenidad con que se caracterizan sus estudios.
Un penúltimo trabajo corre a cargo de José María García Morán, como abogado de la Asociación de Amigos de Badajoz en el “Procedimiento Judicial de Biblioteconomía”, haciendo un resumen de los requerimientos, denuncias y luchas de la Asociación ante las más altas instancias judiciales contra la implantación en la Alcazaba de un edificio que contravenía la legislación vigente y en especial las normas urbanísticas municipales, que culminó en la condena a suprimir las dos plantas superiores del edificio.
Finalmente, Lucía Castellano Barrios -directora del Centro de Estudios Extremeños- hace un riguroso recorrido sobre la Revista “Alminar”, publicación que desde enero de 1979 a diciembre de 1983 sacó a la luz 50 números de alta significación cultural para Extremadura, por los trabajos generados y los autores de prestigio que en ella colaboraron. Al tiempo, hace un repaso reflexivo sobre la labor de la entidad impulsora: la Institución Cultural “Pedro de Valencia”, de la Diputación de Badajoz, y rememora otras instituciones de aquellos primeros tiempos de despertar democrático y político. Más de 30.000 ejemplares se distribuían gratuitamente de cada número -con 32 páginas- conjuntamente con el periódico HOY.
Sharia ha ido saliendo siempre a la luz con el esfuerzo y entusiasmo de la Asociación que la sustenta y sus colaboradores, y con escasas ayudas oficiales que se han recortado a medida que la crisis o la postura crítica e independiente de la Asociación han resultado molestas. Es por ello precisamente -por su independencia, rigor, seriedad y apertura de ideas- por lo que debería ser “mimada” por las instituciones que se precien de servir los intereses de la comunidad.
MOISÉS CAYETANO ROSADO
P.D.: Además de su distribución gratuita en papel, está disponible electrónicamente en este enlace: http://www.slideshare.net/amigosdebadajoz/sharia75-2016

sábado, 5 de noviembre de 2016

EL REAL HOSPICIO DE LA PIEDAD Y EL HOSPITAL DE SAN SEBASTIÁN DE BADAJOZ
Julián García Blanco (historiador) y Javier Tejeiro Fuentes (arquitecto) nos tienen acostumbrados -por junto y por separado- a entregarnos investigaciones llenas de rigor científico y calidad literaria. En su libro anterior, “El Convento de la Santísima Trinidad y el Baluarte de la Trinidad de Badajoz”, lo demostraron con creces, y ahora vuelven de nuevo “a la carga” con otro esfuerzo conjunto, uniendo al empuje de las cualidades anteriores la de su propio riesgo económico, como en la anterior ocasión: el de la autoedición.
Más que justificada estaría la edición institucional de estos trabajos que prestigiarían a cualquier editorial que los asumiera, pero tal vez su deseo de independencia sin condiciones y la postura crítica contra todo lo que supongan atentados de las propias instituciones que deben velar por la autenticidad e integridad de los monumentos, hacen que sea muy complicada la “edición oficial”.
Esta nueva entrega, “El Real Hospicio de la Piedad y el Hospital de San Sebastián de Badajoz”, viene además urgida por la oportunidad del momento: cuando se quiere  actuar sobre un patrimonio histórico esencial de la ciudad sin contar con el aval científico de sus avatares históricos, su esencia monumental y el destino racional que debería tener en el futuro.
En sus 115 páginas, el libro viene dividido en seis capítulos.
Una Introducción sobre el sentido de la publicación.
Una extensa reflexión sobre la manzana donde se ubican y las destrucciones que ha sufrido en las últimas décadas, rompiéndose una lectura histórica esencial del Casco Histórico de la ciudad.
Un pormenorizado estudio de El Convento de las Descalzas-Hospital de San Sebastián, con abundante despliegue de planos generales y de detalle, así como fotos históricas y de su derribo.
Otro estudio histórico sobre El Hospital Real, su cuidado de los expósitos (y su atención “institucionalizada” desde 1635), así como su evolución como hospicio, cárcel y centro correccional, para “desembocar” en el siguiente capítulo:
El traslado del Hospital al edificio del Hospicio, con extensísimo aparataje de documentación, planimetría, estudios de detalle, anteproyectos de transformación, etc.
Culmina con una amplia bibliografía de consulta, tras encarecer el respeto a la estructura tipológica y morfológica del inmueble existente, recordando que el actual grado de protección que posee “obliga al respeto de la composición de fachadas, al de la estructura del edificio original, al mantenimiento de los accesos y vestíbulo, de los zaguanes, patio y escaleras, prohibiendo modificaciones que alteren las partes esenciales de sus elementos arquitectónicos tales como muros, forjados y elementos constructivos de la época” (págs. 109-110).
Algo que, una vez más en el tratamiento con los edificios catalogados de la ciudad, corre el peligro de ser ignorado en aras de propuestas de ensueños donde la “rentabilidad económica a corto plazo” parece ser a la postre la única razón de las actuaciones.
Libro, por tanto, de reflexión para todos, y -debería ser- “de cabecera” para los que tienen que tomar decisiones que luego son irreversibles.

Moisés Cayetano Rosado
PRESENTACIÓN DE ELVAS DAS INVASÕES FRANCESAS ÀS GUERRAS LIBERAIS, DE TERESA FONSECA

Asistimos en la tarde del 4 de noviembre a la presentación en la Biblioteca Pública de Elvas del libro de Teresa Fonseca Elvas das Invasões Francesas às Guerras Liberais. Una contribución más para el esclarecimiento y la comprensión de nuestro pasado de esta investigadora rigurosa y sensible, que nos ha dado obras de extraordinaria valía como A Memória das Mulheres. Montemor-o-Novo em tempo de ditadura o Custódio Gingão, um percurso de cidadanía, aparte de numerosos artículos en que los conflictos de frontera han estado frecuentemente presentes (http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/2012/03/tribuna-extremena.htmlhttp://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/2015/03/asi-en-latierra-de-las-dictaduras.html; html;http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/2016/01/custodio-gingao-umpercurso-de-cidadania.html).
Una vez más, como en otras ocasiones, nos ilustra sobre el protagonismo de Elvas en tiempos de conflictos. Momento habrá de hacer una reseña adecuada del libro, pero aprovecho este momento para dejar constancia de lo que es un análisis pormenorizado de esa época convulsa, que va desde la retirada de los franceses en 1808 hasta la proclamación de la victoria liberal en 1834.
Decir, primero, que el libro está editado con ese cuidado delicado, atractivo, meticuloso, a que nos tiene acostumbrados Edições Colibri y el editor Fernando Mão de Ferro, una referencia ineludible en los estudios locales y regionales, especialmente de Alentejo. Y decir, a continuación, que la Câmara Municipal de Elvas ha sido una vez más impulsora de una publicación que, con el patrocinio de la Direção Regional de Cultura de Alentejo, nos muestra el duro transcurrir de una ciudad de frontera, llave del Reino, golpeada como pocas por los reveses de los desencuentros.
Viendo hoy este magnífico Patrimonio de la Humanidad que, desde 2012 ostenta este preciado galardón de la UNESCO, no puede uno más que redoblar la admiración por los habitantes de Elvas, sus vecinos de hoy y del pasado, que en medio de las dificultades, los enormes padeceres, los sufrimientos, privaciones, atropellos, humillaciones sin cuento, supieron sobrevivir con dignidad, al tiempo que defendían la independencia y la unión nacional con una entrega digna de resaltar como ejemplo para todos los pueblos y naciones.
Un pueblo, el elvense, invadido por amigos y enemigos, saqueado por rivales y defensores, que tras las invasiones francesas dejaba atrás una historia repleta de esfuerzos y lucha por la vida y la sobrevivencia. Que fue conformando su futuro, transmitiéndonos un legado militar, civil y religioso fuera de lo común, donde “reinan” sus cercas medievales, la fortificación abaluartada, el grandioso acueducto, sus múltiples iglesias, palacios, cuarteles, hospitales, etc.
Teresa Fonseca nos ha recreado diversos avatares históricos de Elvas en distintas épocas de la Edad Moderna y el siglo XIX. Ahora “redondea” su aportación con el estudio de esos veintiséis años apasionantes (1808-1834), “num dos períodos mais agitados, mas também dos mais ricos em acontecimentos, da sua longa história”, como dice la autora en sus reflexiones finales (pág. 135), con una frontera especialmente agitada: “Refugiados políticos, desertores, contrabandistas, criminosos, bandidos e espiões, cruzaran-na intensamente em ambos os sentidos” (pág. 136).
Hemos de agradecer esta nueva aportación tan esencial para conocer y profundizar en nuestra admiración a un pueblo lleno de coraje y de vitalidad, que -como  la propia Teresa Fonseca concluye- “ao longo da sua histórica sofreu, lutou, rejubilou e morreu em defesa de todo um reino”.
Me enorgullece que la autora haya querido ilustrar la portada de esta “joya” con una foto mía de la población y alrededores, obtenida hace unos años desde globo aerostático, en actividad promovida por la Câmara Municipal, celebrando la clasificación de Patrimonio de la Humanidad.

Moisés Cayetano Rosado

jueves, 3 de noviembre de 2016

LA PARADÓGICA ATENCIÓN A LOS REFUGIADOS

Moisés Cayetano Rosado
Doctor en Geografía e Historia

Sabemos mucho en España y en nuestra vecina Portugal de refugiados, de expulsiones, de huidas por el peligro para nuestra integridad. Los Reyes Católicos firman el decreto de expulsión de los judíos en 1492, tras que la Inquisición llevara tiempo actuando drásticamente contra ellos. D. Manuel de Portugal lo haría en 1496, en medio de cruentas represiones. Van a ser los territorios del norte de África y del Este del Mediterráneo quienes acojan en su diáspora a esta importante y emprendedora población.
Entre 1609 y 1613 será Felipe III quien eche de la Monarquía Hispánica a los moriscos. Nuevamente el norte de África y también el oeste europeo acogerán a la población desterrada, que supuso una enorme pérdida demográfica y productiva para España, sumada a la grave decisión anterior, tan lesiva para el desenvolvimiento y la prosperidad peninsular.
Las penalidades de judíos y moriscos en la Edad Moderna son bien conocidas por la amplia documentación divulgada en múltiples estudios publicados, que nos hacen ver lo ruin y ruinoso de unas decisiones tan injustas y traumáticas, tan crueles, tan desesperantes para las víctimas, que en su nuevo destino hubieron de abrirse camino  entre la desconfianza, la hostilidad, el menosprecio.
Pero esta violencia, las expulsiones y dificultades de refugio, no son exclusiva del choque por diferencia étnica o de creencias religiosas y de mentalidades. La doctora Emília Salvado Borges nos muestra en su documentadísima obra “A Guerra de Restauração no Baixo Alentejo (1640-1668)”, publicado por la lisboeta Edições Colibrí en diciembre de 2015, cómo en Moura se refugiaron  habitantes de aldeas cercanas de su propio término municipal (Póvoa y Amareleja) con las pocas cabezas de ganado ovino y caprino que les quedaban después de ser sistemáticamente robados por los vecinos enemigos españoles; participaban en las guardias y alarmas, pagando los mismos impuestos que los de allí, pero no les era permitido llevar sus rebaños a los pastos comunales, siendo multados por el poder municipal. También nos presenta casos de maltratos en la comarca de Beja a ganados y pastores alentejanos huidos de la primera línea de frontera, tildándolos de egoísmo y falta de solidaridad.
Dando un salto en el tiempo, vemos cómo los exiliados de la Guerra Civil española, a partir de 1939, atraviesan los Pirineos o el Estrecho de Gibraltar, encontrándose con las terribles alambradas de los campos de refugiados en playas sin abrigo y arenas de desierto. Campos de concentración y desesperación, de los que algunos republicanos optan por retornar a España, incluso sabiendo que les esperaba la implacable represión de los vencedores, “prefiriendo la cárcel e incluso la muerte”, como señala el catedrático de Historia Juan B. Vilar en “La España del exilio” (Editorial Síntesis, 2006 y 2012).
Después, los republicanos que logran llegar a México -gracias fundamentalmente al empeño personal del Presidente Lázaro Cárdenas-, sufrirán el rechazo no solo de buena parte de la población nativa, desconfiada de los “nuevos invasores”, sino -como escribe el poeta León Felipe en su desgarrador poemario “El español del éxodo y del llanto”- de “los viejos gachupines de América,/ los españoles del éxodo de ayer/…/ y ahora… nuevos ricos”.
¿Cómo extrañarse, entonces, de esta nueva, repetida, trágica avalancha de refugiados que vienen de las guerras de África, de las masacres de Oriente Medio, del juego de poderes mundiales que se libra en Siria, y ante la que se blinda Europa en las fronteras calientes del Mediterráneo?
Sin embargo, no todo es desesperanzador. No todo insolidaridad, egoísmo sin medida. Ahora publica Edições Colibrí en Portugal el libro de Dulce Simões “A Guerra de Espanha na Raia Luso-Espanhola” (al que antecedió su versión española, editado en 2013 por la Diputación de Badajoz, así como otro específico sobre Barrancos, población crucial en los sucesos, igualmente en español y en portugués). En él expone la fraternal acogida especialmente del Baixo Alentejo para con los huidos desde los pueblos limítrofes del norte de la provincia de Huelva y el sur de la de Badajoz: recibieron refugio, alimentación, abrigo… de la gente sencilla, trabajadora, así como del propio teniente de la Guardia Fiscal, António Augusto de Seixas, al mando en la zona, que improvisó campos de refugiados bajo su responsabilidad, y ello a pesar de la connivencia de la Dictadura portuguesa de Salazar con el ejército sublevado contra la República española.

Dos caras de la misma moneda: la actitud y acción humana frente a la adversidad del que se hunde en el espanto. Desoladora en los casos relatados en distintos momentos de la historia. “A luta desesperada das comunidades pela sobrevivencia, mas também o egoísmo e a falta de solidaridade”, que denuncia la citada Emília Salvado Borges. Pero esperanzada en esta “raya de luz” mostrada por Dulce Simões en “Frontera y Guerra Civil española”, que “unió a las poblaciones de Barrancos, Encinasola y Oliva de la Frontera a lo largo del tiempo independientemente de la política de los estados ibéricos” (pg. 364, en la edición de 2013). ¡Obligada lectura para todos y en especial para los que tienen en sus manos la responsabilidad directa de los actuales refugiados que mueren en el mar y entre las alambradas que se les ponen en nuestros territorios!

miércoles, 2 de noviembre de 2016

INMIGRACIÓN EN ESPAÑA Y PORTUGAL EN EL CAMBIO DE SIGLO (y II).
MASIVO MOVIMIENTO DEMOGRÁFICO.

MOISÉS CAYETANO ROSADO
Doctor en Geografía e Historia

LA INMIGRACIÓN EN PORTUGAL.
La llegada de inmigrantes extranjeros a Portugal se inicia imperceptiblemente en 1981, en que la población foránea es de alrededor de 50.000 personas, duplicándose en 1989. No dejará de subir en la siguiente década, llegando a 200.000 diez años después, e inaugurando el nuevo siglo con aportes poblacionales continuados, que se aceleran a partir de 2005 en que se alcanzan más de 250.000 extranjeros. La subida en los siguientes cuatro años va a ser significativa: 450.000 residentes venidos de fuera en 2009, el 4’3% del total poblacional.
Pero a partir de ese año se inicia el declive, pues ya los efectos de la crisis de la “burbuja inmobiliaria y bancaria” comienzo a causar sus efectos: se produce un parón en las entradas y cierto flujo de retorno por parte de los inmigrantes afectados por la falta de trabajo, si bien los movimientos de salida no serán muy significativos, pues tampoco la situación de sus países de origen dan para un retorno esperanzador.
En cualquier caso, este nuevo ciclo migratorio (inédito por pasar a ser Portugal zona de recepción, cuando tradicionalmente lo fue siempre de emigración) se cierra, como se cerró el de salidas en los años del desarrollismo europeo. Éste supuso quince años de sangría para Portugal, y el reciente casi otros quince de recepción de “savia nueva” para su envejecida pirámide poblacional, ya que los emigrantes siempre son abrumadoramente personas en edad útil laboral.
La procedencia de los inmigrantes en Portugal, antes de iniciarse el “grueso” del proceso, había sido la tradicional: sus antiguas colonias africanas (Cabo Verde, Angola y Guinea) y Brasil, que entre las cuatro suponían el 60% del total. Al final del mismo, se mantiene su importancia, aunque desciende al 40%, irrumpiendo con fuerza la presencia de ucranianos (11% del total) y rumanos (9%), que se sitúan en importancia numérica tras los brasileños (si bien éstos suponen casi el 30% de todos los inmigrantes, cuando diez años antes no llegaban al 10%).


LA INMIGRACIÓN EN ESPAÑA.
También al comienzo de la década de los años ochenta se inicia lentamente la afluencia de emigrantes extranjeros a España, que en 1991 alcanza la cifra de 360.000. Pero será a partir del inicio del siglo XXI cuando se masifiquen las llegadas, que en el año 2001 ya suponen 1.370.000 residentes extranjeros.
Ningún país europeo alcanzará la masificación migratoria que experimenta España en los diez primeros años del siglo XX, alcanzándose casi los seis millones de residentes extranjeros, para una población de cuarenta y seis millones de habitantes. Esto supone un 13% del total poblacional, tres veces más porcentualmente que los recibidos por Portugal y casi el triple de los emigrantes españoles de la etapa del desarrollismo (1961-1975). Algo inédito para España en toda su historia, y que supera la emigración recibida por el resto de los países europeos.
A partir de 2010 la emigración se ralentiza, a causa de la citada crisis de 2008, y ya no volverá a remontar. Al contrario, en los cinco años siguientes se perderán un millón de extranjeros, la mayoría por retorno a sus países de origen, si bien no hay que descartar los que se nacionalizan como ciudadanos españoles, al cumplir los requisitos legales. En cualquier caso, la etapa inmigratoria se cerró, como en el caso general de nuestros vecinos, y en particular de Portugal.
La procedencia de los inmigrantes en España es esencialmente de cuatro países, que en el momento álgido de su presencia (2011), cuando se alcanza los 5.730.667 extranjeros, es: rumanos, 15’6%; marroquíes, 13’7%; de Reino Unido, 6’95%, y de Ecuador, 5’4%. Todos ellos emigración esencialmente laboral, menos en el caso de Reino Unido, que se trata mayoritariamente de residentes de tercera edad.
Es de destacar que tanto en el caso español como en el portugués todas las nacionalidades presentes en su territorio bajan su presencia entre los años de afluencia masiva (2000-20010) y la actualidad… menos la comunidad china, que aumenta espectacularmente en estos cinco últimos años, triplicándose en el caso portugués y duplicándose en el español. Y a diferencia del resto de los emigrantes que se emplean mayoritariamente en el peonaje agrícola, de servicios y construcción civil, los chinos lo harán como autónomos en la restauración y el comercio.


¿Y EL FUTURO?
En los momentos actuales, cuando aún estamos inmersos en la terrible crisis económica desatada alrededor de 2008, es impredecible el futuro. Por lo pronto, el retorno de los que eligieron nuestros dos países en los años de bonanza, no es fácil, dado que la situación en sus lugares de procedencia sigue siendo pésima; en cuanto a la población de origen español y portugués, especialmente la juventud, vuelve a cifrar sus esperanzas en la Europa Central y Norteamérica: no se trata ahora de peonaje sin cualificar, como en los años sesenta del siglo pasado, sino de jóvenes preparados, bien formados en gran parte de los casos, con dominio de idiomas, que en la Península ibérica no encuentran salida laboral y prueban suerte, como generaciones anteriores, en la Europa más de desarrollada, en Canadá y EE.UU.

Los movimientos migratorios actuales están ralentizados, pero no cesan, asistiéndose de nuevo a una pérdida de capital humano como era tradicional, exceptuado ese paréntesis de finales del siglo XX y principios del siglo XXI, donde por una vez en la historia contemporánea nos convertimos en la “tierra prometida”.