miércoles, 30 de abril de 2014

DE MARRAQUECH AL DESIERTO FRONTERIZO CON ARGELIA


Moisés Cayetano Rosado

Hace poco más de un año relataba un viaje que desde la costa marroquí (Essaouira) me llevaba al Valle de Ourika, en las estribaciones occidentales del Alto Atlas (http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/2013/01/de-la-costa-la-montana-desde-marrakech.html).
Ahora toca adentrarse hacia el este, desde ese punto de partida ineludible que es Marraquech, hasta el desierto del Sahara, en la frontera con ArgeliaLa enorme mezquita de la Koutoubia, vecina de la Plaza Jemma El Fna, siempre es como el icono de “punto de partida”. Uno se encomienda a ella en la noche, como a los buenos espíritus del destino, para iniciar la partida. Hermosa y desafiante, recoge los cientos de sonidos que llegan de esta emblemática plaza medieval de Marraquech, detenida en el tiempo. Aunque cada día la presencia creciente de turistas pone la nota que desentona y fuerza usos en sus naturales habitantes, que ganan unos pocos de dirhams a base de venta de refrescos, comidas variadas, encantamiento de serpientes, buenaventuras, toques de percusión, adivinanzas, narraciones, maquillajes, venta falsa de agua, contorsiones, etc.
A la mañana vendrá el periplo de casi 800 kilómetros para llegar hasta el desierto. Primero cruzar el Alto Atlas por carreteras sinuosas que suben y bajan las montañas como si fueran serpenteantes atracciones de feria, colgadas de peñascales increíbles. La roca calcárea -formada por sedimentos marinos a lo largo de millones de años-, sufrió el empuje Terciario que dejó al descubierto extraordinarios plegamientos donde abundan fósiles, ofrecidos por todos los rincones del camino. Las aguas torrenciales que discurrieron entre ellas han ido modelando grandes cantos rodados, que persisten desnudos en los fosos y también formando otras montañas de conglomerados, bien compactados entre arcillas duras y consistentes.
Y de arcilla y paja van a ser los poblados (ksur) que encontremos en el camino: pueblos amurallados, con centenas de viviendas, protegidos por esbeltas torres de vigilancias, de pequeños ventanales y profusos esgrafiados geométricos, sin faltar nunca la mezquita, airosa y con un aire parecido en su torre al de la Koutoubia.
El Valle del Dadés, ya dejando atrás los picos nevados del Alto Atlas, se nos presentará en todo su esplendor de formas, relieves caprichosos, contorsiones, abismos, picachos elevados, profundas oquedades y escasos hilos de agua, que aprovechan huertas y palmerales.
Hay que hacer noche en el camino, en uno de los hoteles de en medio de estas montañas, reconfortándose con sus hariras (sopa marroquí), cuscús (harina de cereales en grano, con verdura y carne) y tajines (plato de barro donde se cuecen verduras y carne), sin olvidar los dátiles, las aceitunas, los dulces de almendras y miel, sin que falte el té con hierbabuena.
La meta es el desierto, al que accedemos desde la población oriental de Merzouga, en 4x4 que sustituirán al microbús. Y allí, tras atravesar una larga explanada desértica de piedra y tierra desoladas, llegamos a esa otra desolación sublime de la arena dorada que algo más allá nos llevaría hasta Argelia: es el momento de utilizar los dromedarios para avanzar tranquilos.
Hay que volver un poco más al sur, pasando por Zagora, para seguir viendo la alternancia de esos “dos desiertos” que son el de pedruscos, escasos palmerales y restos de corrientes de ríos casi inexistentes, y el otro de arenales formando elevaciones, oquedades, ondulaciones doradas, caprichosamente movidas por el viento.
Después vendrá el Valle del Drâa, similar al de Dadés (más al norte). Impresionante en su relieve, en su erosión pétrea, en sus cortadas paredes verticales, que no envidian a veces al mítico Cañón del Colorado. ¡Cuánta agua debió pasar un día por sus canchales, hoy resecos, cuarteados, pulidos!
De allí, llegamos a Ouarzarzate, la “puerta del desierto”, la capital de todo este mundo mágico del este del Gran Atlas, donde hay que visitar la kasba (fortificación) de Taourirt, una de las más monumentales de este “mundo de las mil kasbas” que es la majestuosa zona de valles y desierto del este marroquí. Visita guiada con soltura por guía que se expresa bien en español y conoce los misterios de la vida en las kasbas y los ksur de este apartado territorio: allí la lucha por la vida se sostiene con unos pocos oasis de palmeras y huertos bien cuidados, así como con un sufrido pastoreo de algunas ovejas y unas pocas más de cabras, a lo que ayuda un turismo que todavía parece respetuoso con el medio.
Son dignos de visitar los zocos, los mercados de los pueblos que hay que cruzar en el camino: tan laberínticos, variados, mezclados, profundos en la conservación de sus costumbres. Minimalistas en sus fruterías, verdulerías, especias, tiendas de tejidos, de cuero, luminarias…; expresionistas en sus carnicerías, bastante más allá de las películas del neorrealismo italiano.
Es curioso cómo cambia el paisaje una vez que cruzamos de vuelta el Alto Atlas. Cómo verdea hacia el oeste, se llena de árboles, de prados y de flores. Y cómo la carretera se nos hace llevadera, sin los desfiladeros, las revueltas, las estrecheces, los riesgos y sustos de la montaña. Y así, volvemos a recalar en Marraquech. ¡Buen momento para tomar un té en algún riad (casa típica para el alojamiento turístico) del centro de la ciudad, otra vez al lado de la Plaza Jemma El Fna y el milagro oral de su vida diaria, que mereció la calificación de Patrimonio de la Humanidad!

Siempre quedan fuerzas para deambular sin prisas por su zoco interminable, penetrar en la magia del tiempo detenido y de los sueños desbordados (http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/2013/01/llamada-laoracion-en-la-plaza-de-djemaa.html).

domingo, 27 de abril de 2014

Presentada la Revista O PELOURNINHO núm. 17 en Elvas

Curso de ESTUDOS AVANÇADOS EM RECUPERAÇÃO DO PATRIMÓNIO HISTÓRICO E REGENERAÇÃO URBANA E ECONÓMICA
         En la mañana del sábado 26 de abril, se presentó en la sede de la Escuela Superior Agraria de Elvas el número 17 de la Revista O PELOURINHO, editada a comienzos de año.

          La sesión se enmarcaba dentro del curso de ESTUDOS AVANÇADOS EM RECUPERAÇÃO DO PATRIMÓNIO HISTÓRICO E REGENERAÇÃO URBANA E ECONÓMICA, organizado por la Universidad de Évora, el Instituto Politécnico de Portalegre y la Universidad de Extremadura.

          Intervino en el acto, presentando la publicación en general y este número en particular, el director de la misma, Moisés Cayetano Rosado. A continuación, los autores del trabajo contenido en la misma bajo el título de "Atentado contra el Patrimonio de la Raya Ibérica. Vaciado del Baluarte de San Juan de Dios de Olivenza", se extendieron sobre ello, denunciando una práctica aberrante de falta de respeto y destrucción del patrimonio histórico-artístico heredado, desgraciadamente irreversible, como tantas veces aún sigue ocurriendo en nuestra Raya/Raia.
          Juan Manuel Vázquez Ferrera y Luis Alfonso Limpo Píriz, presentaron la secuencia del vaciado del baluarte, realizado bajo la excusa de construir una Hospedería de la Junta de Extremadura, que ha dado como resultado la caída de gran parte del Caballero del Baluarte, de varias Contraminas del mismo y otros elementos histórico-artísticos. La decisión posterior de no construir dicha Hospedería ha llevado, junto a las protestas y denuncias habidas al efecto, a la decisión de un nuevo "rellenado" con... ¡las tierras del revellín cercano al baluarte!, con lo que el atentado inicial se ha multiplicado con nuevas destrucciones.

          El acto se cerró con un debate interesante entre historiadores y arquitectos presentes en la sesión, con opiniones encontradas, pero el consenso general de que el patrimonio precisa de un respeto en la actuación que muchas veces se ve "viciado" por las presiones políticas de los representantes públicos, atentos en muchas ocasiones a intereses ajenos al bien patrimonial sobre el que se actúa.

          Recordemos que este número de O PELOURINHO (como diversos números anteriores) puede ser consultado y descargado por completo en este enlace: http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/p/paginaprueba.html, Documento núm. 47. 


viernes, 25 de abril de 2014

VISITA A BADAJOZ

Cuando exhibimos valores patrimoniales, turísticos, etc. de Extremadura, queda relegada Badajoz. Se justifica el atractivo por su gran oferta comercial, sus importantes servicios sanitarios y su Universidad. Sin embargo, esta ciudad al borde de la Raya, que casi se precipita al otro lado de la frontera en su imparable expansión, guarda tesoros que la hacen especial no sólo en nuestro entorno, sino en toda la Península.
Facultad de Biblioteconomía, paseo de ronda en la Alcazaba
 y Torre de Espantaperros
Badajoz tiene una extraordinaria Alcazaba (con un interesante Museo Arqueológico en el restaurado palacio de los Duques de La Roca, del s. XVI), vistosa, aceptablemente completa en sus elementos esenciales, recién rehabilitada, a orillas del Guadiana, que es un legado fundamentalmente almohade, de 80.000 metros cuadrados, incomparable. Sus puertas en recodo, especialmente la del Capitel, y sus torres albarranas -destacando la de La Atalaya, octogonal, coronada por templete con añadidos mudéjares-, no tienen rival en el arte militar islámico, por su monumentalidad y perfección.
Inmediatamente al sur, la Plaza Alta -con sabor renacentista, corredores porticados y bóvedas de aristas, su prolongado rectángulo que comunica a través del Arco del Peso con la Plaza de San José y sus casas mudéjares-, nos lleva a una trama urbana  llena de rincones, plazoletas, callejuelas en cuesta, que siguen conservando una herencia medieval lleno de vitalismo.
Más abajo, y antes de llegar al cinturón de amurallamiento abaluartado del s. XVII (uno de los mejores de Europa, a pesar de pasados destrozos para facilitar la expansión urbana, y que hasta bien entrado el s. XX fue el límite del poblamiento), abundantes casonas, iglesias, conventos, antiguos cuarteles, nos hablaban del largo pasado señorial, religioso y militar de la villa: siempre en lucha con Portugal, reforzándose ante las continuas hostilidades, elevando testimonios de piedra, parapeto y arte ante el antiguo enemigo. ¡Lástima que gran parte de ese patrimonio lo haya devorado la explosión desarrollista!
En medio, la Catedral, como una fortaleza, faro y protección, recia por fuera, pequeña, hermosa y bien tratada en su interior tardogótico, renacentista y barroco: su altar mayor es un gigantesco tabernáculo del siglo XVIII; su coro atesora una magnífica sillería plateresca; entre ambos, espléndidas rejerías barrocas. El claustro presenta paredes de azulejería policromada, de arabescos, y bóvedas marcadamente portuguesas en la ornamentación.
Hay que pararse en el Museo Catedralicio, con sus tablas de Luis de Morales, las piezas de alabastro, marfiles, orfebrería de los s. XVI al XIX. Y de allí al Provincial de Bellas Artes, uno de los mejores en su categoría del país. Entre uno y otro, callejeando por la estrechez del Casco Antiguo, tascas y bares presentan una oferta interminable: ¿encontró alguien más deliciosos churros, migas o cachuelas; tapas de jamón, prueba de cerdo o cochinillo frito; mejor cocido extremeño, cochifrito o caldereta?
Badajoz exige una larga parada y fonda para descubrir su atractivo de siglos. Y para recorrer la modernidad de nuevos barrios en continua expansión, así como parques y jardines que fueron siempre orgullo de toda la ciudad: Castelar, Infantiles, San Roque (necesitado, éste sí, de recuperar la antigua magia “japonesa” que supo darle el artista local Antonio Juez).
Luego, hemos de adentrarnos en ese santuario que es el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC), levantado sobre el antiguo Fuerte de Pardaleras, después Prisión Provincial, hoy receptor de obras de los mejores artistas de España, Portugal e Iberoamérica. Museo rodeado de excelentes jardines con buen número de palmeras, que tanto abunda por toda la ciudad.
Y, coronando este conjunto, el río Guadiana, que está siendo recuperado. Buen espacio para deportes náuticos, paseos, cita en las orillas, entre sus cuatro puentes. Y desde él se nos ofrece la Puerta de Palmas, almenada; los dos cerros de vigía (el de La Muela -con la Alcazaba- y el de San Cristóbal, con el impresionante Fuerte del siglo XVII, la primera fortificación abaluartada de la ciudad).
Hay que ir, venir, descubrir esta ciudad-tesoro, firmemente rayana y tantas veces “cenicienta”, abierta como dos alas de mariposa desde el eje que forma el río Guadiana, con sus antenas  orientadas (Ifeba, Lusiberia, multicentros comerciales…) hacia Portugal.
Moisés Cayetano Rosado

jueves, 24 de abril de 2014

REFLEXIONAR SOBRE LA REVOLUÇÃO DOS CRAVOS
           Mañana se cumplen 40 años del Golpe de los Capitães que cambió el rumbo de Portugal, desde una dictadura envuelta en sangrantes guerras coloniales y tremenda represión interior contra el movimiento obrero, el estudiantil, partidos políticos, organizaciones sindicales, etc., a una situación en que se reivindicaban las "tres D": descolonización, democratización y desenvolvimiento.

          ¿Cómo se gestó el Golpe? ¿Quiénes participaron realmente? ¿Quiénes colaboraron de inmediato?  ¿Qué obstáculos se encontraron?¿Cómo transcurrió? ¿Qué pasó en los meses sucesivos? ¿Cómo se descolonizó? ¿Cómo se democratizó? ¿Cómo se desenvolvió el país? ¿Qué queda de todo ello?

          A esas interrogantes he ido pretendiendo responder a lo largo de al menos los últimos 25 años. Consultando documentos, tesis, investigaciones, ensayos, testimonios, memorias... Entrevistando a protagonistas: militares, políticos, sindicalistas, activistas de todo tipo, estudiosos... Asistiendo a Seminarios, Encuentros, Congresos... Reflexionando mucho, escribiendo sobre ello bastante...

          Aquí en el blog, en todos sus apartados (Página principal, Artículos cortos, Archivos adjuntos), hay mucho de lo que he ido exponiendo en estos años. Aún queda más que seguiré sacando. Y que en el conferencia de esta tarde en Cáceres revelaré. Y seguiré revelando en tribunas escritas y presenciales.
          

martes, 22 de abril de 2014

REFLEXIONAR SOBRE LA EMIGRACIÓN
           La emigración de los años del desarrollismo europeo ha sido uno de los fenómenos socio-económicos más importantes acontecidos en la Edad Contemporánea. Entre los años 1960 y 1975, una vez recuperada Centroeuropa de las secuelas de la Segunda Guerra Mundial, precisará mano de obra que acudirá desde la Cuenca mediterránea empobrecida, favoreciendo el explosivo desarrollo de los países receptores. Solo la crisis mundial de 1973, recrudecida en 1979, cortará el proceso.

          En España o Portugal, las zonas industrializadas experimentarán el mismo desenvolvimiento gracias a la llegada de emigrantes venidos de las zonas más deprimidas.

          Extremadura perderá en esos años el 40% de su población, a causa de la emigración masiva. Porcentajes similares sufrirá la población del Alentejo portugués, nuestros "primos hermanos" en el subdesarrollo. No les quedan lejos Andalucía en España o la Zona Centro portugués. (Ver en el enlace http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/p/paginaprueba.html los Documentos 3: "Emigración exterior de la Península ibérica" y 6: "Extremadura-Alentejo, del subdesarrollo heredado a los retos del futuro").

          Para los que emigran es una importante oportunidad de salir de una situación de falta de horizontes, muchas veces de miseria, con importantes posibilidades de una vida mejor para ellos y sus hijos, a pesar del desarraigo, la desadaptación, la explotación, las malas condiciones de los primeros asentamientos, etc. Pero para las zonas de emisión de emigrantes será una sangría que envejece la pirámide de edades y empobrece irremisiblemente el futuro. Ninguna de las zonas de masiva salida de emigrantes se ha recuperado demográficamente, y muy por el contrario han quedado despobladas, desatendidas en su desarrollo productivo, infraestructura y servicios.

          De todo ello tratan las "6ª Jornadas de Memoria de Futuro" organizadas en Alburquerque para esta semana. Una actividad ejemplar de recuperación de nuestra memoria y reflexión de nuestro futuro que otras localidades afectadas y puntos de recepción de emigrantes deberían imitar.

domingo, 20 de abril de 2014

Revista Alentejo
 Já nas bancas!

Propriedade  Casa do Alentejo
Editor e diretor executivo  António Murteira

Tema central: a Revolução de Abril

Textos

Capitães de Abril
Moisés Cayetano Rosado
Reforma Agrária na Revolução de Abril
António Murteira
José Soeiro
Poder Local na Revolução de Abril
Francisco do Ó Pacheco
Revolução de Abril e renascimento cultural
Eduardo Luciano
Regina Janeiro

Uma capa lindíssima do artista plástico Armando Alves
com fragmento de um poema de Francisco Miguel:

SÓ QUANDO A TERRA FOR NOSSA, MEU AMOR, TEREMOS PÁTRIA.

Alguns locais de venda
Lisboa
Casa do Alentejo
Livraria Colibri | Universidade Nova de Lisboa
Avenida de Berna, 26-C
Lojacom | Metro dos Restauradores
Laranjeiro
Alma Alentejana  Praça Luís Sá, 8
Porto
Unicepe, Praça Carlos Alberto, 128-A
Évora
Livraria Nazareth, Praça do Giraldo
Tabacaria Génesis, Rua João de Deus, 150
Beja
Livraria Lupynand, Livraria Estudantina
Arronches
Cooperativa Trabalho e Progresso

domingo, 13 de abril de 2014

ABRIL PARA SOÑAR
En el documento número 51 de este enlace: http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/p/paginaprueba.html puede encontrarse la versión escrita de mis últimos trabajos poéticos, recopilados por "Art. Spacio Latino", correspondientes al recital poético dado el 8 de abril de 2014 en el Café Latino de Badajoz.
Dos años de poesía, que comprenden creaciones posteriores a mi Antología Poética "Segunda Vuelta", editada por la Editora Regional de Extremadura en 2009.

jueves, 10 de abril de 2014

¿CONFIAR EN LOS DIRECTORES DE LAS SUCURSALES BANCARIAS?

Moisés Cayetano Rosado

Tu director de la sucursal bancaria, donde tenías los ahorros o pedías los préstamos, era como una especie laica de confesor. Y confiabas ciegamente en él, porque su palabra rozaba lo divino. Si te decía que la inversión a plazo fijo en que colocabas tu dinero era segura como una cuenta corriente a la vista, allá que lo ingresabas, con una confianza religiosa, ciega.
Luego ocurrió que fuimos convirtiéndonos en un país modernizado, con múltiples productos de inversión y enormes posibilidades de hacer negocios con las cuatro perras que tenías. No obstante, muchos pensábamos que aún así, con bonanza galopante incluida, hay que tener cuidado. Entonces, era momento de ir a confesarse con el director, que todo lo sabía.
El director aconsejaba, orientaba, te mostraba el contrato larguísimo, ilegible, y solo había que preguntar: “¿Pero es seguro?”. “Como si fuera un plazo fijo de libreta”, contestaba. Y confiabas el dinero en sus manos, como a un ángel del Señor.
De eso se valieron los grandes “tiburones”. De la incondicional seguridad que el director de sucursal nos ofrecía. Y fueron presionados; fueron aleccionados para que  hiciesen malabares con la palabra y con los pliegos del contrato.
Llegó el momento de ofrecerte productos de alto riesgo, disfrazados de inocentes corderos dispuestos a mover la cola a tu placer. Y por ello, de nuevo ciegamente confiabas, sin leer los laberínticos contratos, que siempre parecen redactados por los Hermanos Marx.
Con la ruptura de la burbuja inmobiliaria, con el tsunami de la crisis, se descubrió el pastel montado a base de espuma y aire contaminado de especulación, y entonces los sueños se fueron por la borda. Se esfumaron ahorros y buenas intenciones, y apareció la cara verdadera de la salvaje y cruel especulación.

Como siempre, los pequeños ahorradores que habían confiado en sus directores de sucursales bancarias, quedaron a merced del vendaval. Engañados, arruinados; víctimas todos de una confianza en el sistema que enseñó su “patita”, como el lobo feroz, embadurnada con harina. Emponzoñada con la cruel patraña del engaño a gente corriente por parte de los vividores de siempre, que con su cuello blanco se van al final de rositas, sin pagar todo el mal que nos infligen.

miércoles, 9 de abril de 2014

TALAVÁN: PATRIMONIO RELIGIOSO CON MALA FORTUNA
Ermita del Santo Cristo
MOISÉS CAYETANO ROSADO
Si en la Serra d’Ossa y en la de Montánchez hemos podido hacer interesantes rutas compatibilizando patrimonio natural con humanizado, otra vez más apartándonos ligeramente de la “línea de Raia/Raya” volvemos a gozar de nuestros montes, ahora yendo entre Cáceres y Plasencia, por el Valle del Tajo, en ese preanuncio del Parque Nacional de Monfragüe que son los alrededores de Talaván.
¿Y por qué en esta zona menos conocida de los tesoros que conforman nuestro patrimonio? Por eso, por abrir nuevas opciones y porque el empeño, siempre loable, del Grupo de facebook ARQUEONATUREX -tan eficazmente administrado por Amparo Carrasco- insistió recientemente en invitar a cuantos lo desearan a compartir una ruta senderista moderadamente montuosa, con el descubrimiento de un patrimonio artístico especial. Concretamente, ese pequeño tesoro que es la antigua Ermita del Santo Cristo, vecina de la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, que también merece una reflexión.
Castro celta
El paseo, de 5 o 6 kilómetros desde el pueblo hasta el encuentro del arroyo Maya con el Tajo, es un agradable recorrido por un paisaje netamente mediterráneo, de fondo pizarroso, compacto de jaras y alcornoques, que en el cabezo interpuesto entre ambos ríos nos ofrece los restos de un castro celta del período del Hierro II, del que se conservan restos de murallas, torres y estancias, y poseyó tres recintos de amurallamientos concéntricos.
Iglesia parroquial y caserío
Vueltos al pueblo, si al salir no habíamos reparado en ello, ahora veremos destacar de entre el caserío la torre de su Iglesia parroquial. Monumento sencillo pero de buena factura, levantado entre los siglos XV y XVI, en estilo tardogótico y renacentista, del que enseguida nos llamará poderosamente la atención su torre, alzada en la cara norte. Problemas de conservación de su último tramo llevaron a que en los años sesenta del pasado siglo se hiciera una intervención de urgencia, colocando una cubierta inclinada, habiendo desaparecido prácticamente todo el cuerpo superior.
En 2009 se procedió a su rehabilitación y, para no reconstruir con mimetismo (algo que se rechaza en las técnicas y normativas de intervención en monumentos), se levantó una estructura cúbica en hormigón visto con aberturas rectangulares en vertical y remates de machones blancos, de una altura doble de la del tramo de torre conservado. Y así, para evitar una reconstrucción “imitadora”, se ha implantado un auténtico bodrio que a nadie deja indiferente por lo disparatado: el impacto visual es terrible, al tiempo que carece de la mínima “inspiración de la gracia artística” que cualquier actuación en un patrimonio histórico debería tener. Un cubo, en definitiva, que está pidiendo a gritos su desmonte.
Pero lo más lamentable corresponde a la Ermita del Santo Cristo, pequeño monumento del siglo XVII, que durante el XIX y buena parte del XX sirvió como cementerio municipal, pasando posteriormente al total abandono, en que ahora se encuentra.
Es especialmente inexplicable su estado de dejadez y ruina, porque estamos ante un patrimonio singular en cuanto a su interior decorativo se refiere, del que apenas si queda la capilla mayor, pues lo demás está prácticamente destruido, a no ser los arcos que definen los tramos de su única nave.
Esta capilla es de planta ochavada y cúpula semiesférica sostenida sobre pechinas irregulares, totalmente esgrafiada. La ornamentación de la cúpula es floral y geométrica desde la clave superior hasta el círculo de base en donde se presenta lo más singular de la decoración: un friso de ángeles réprobos, o condenados, o “malos”, que podemos llamar. Sobre fondo blanco, se delimitan las alas con trazos lineales curvos; en sus cara se muestran ojos de terror y en la boca enormes dientes puntiagudos, dejando entrever un fondo rojo, como rojo es el contorno y punteado del capirote triangular que cubre sus cabezas, de cordón con borla del mismo color, lo que les da un aire grotesco y desamparado.
La imagen de estas figuras “angélicas” -todo cabeza y alas- es sobrecogedora, pareciendo representar las penas de la condena eterna. Un versículo en latín recorre el círculo inferior. Corresponde al profeta Isaías, que traducido viene a decir: FUE OFRECIDO PORQUE ÉL LO QUISO. Y ÉL CARGÓ CON NUESTROS PECADOS. ISAÍAS 53. Queda rematado con la fecha que nos indica el momento de su realización: 15 DE MARZO DE 1628.
Pero tan sobrecogedor, sin duda, es que todo lleva abandonado más de medio siglo, a merced del que quiera entrar a “pintarrajear”, a vandalizar semejante obra singular que pertenece a la corriente artística de los esgrafiados bejaranos y trujillanos (como ha estudiado, entre otros, Roberto Domínguez Blanca) y de los que no hay ejemplos parecidos en otro lugar.

Buena ruta, por tanto, para hacer. Buen patrimonio artístico para contemplar, admirar y… lamentar. Y también para exigir que se cuide y ponga dignamente a disposición de todos, como apreciable tesoro de nuestras tierras fronterizas, tan ricas en ello y tantas veces ignorados.

lunes, 7 de abril de 2014

A LUTA CONTINUA

Comienzas así:
buscándole las vueltas,
la doblez, a todo.
Abriendo las ventanas.
Venciendo a los molinos.

Y acabas de esta forma:
estando ya de vuelta,
incrédulo,
sin aire renovado.

A verdade é também
que a luta continua.                                       MOISÉS CAYETANO ROSADO

viernes, 4 de abril de 2014

ALAS DE MARIPOSA
El sueño de mi niño es torbellino
de sábana y juguetes.
 Se te escapan.
Los ves así de frágiles: alas de mariposa.
Y  fuerzas con tus dedos que se queden.
Presionas la suave
pelusa mientras sientes
la fuerza creciente, el aleteo.
No quieres renunciar, te gustaría
vigilar cada paso, interponerte
en las esquinas peligrosas donde aguarda
la zarpa del futuro.

Ves el polvo brillante
que te dejó el recuerdo entre las manos.
Las alas,
más o menos zaheridas en la lucha,
van llevándose aquello que fue tuyo
hacia un destino incierto
que escapa a tu control.

MOISÉS CAYETANO ROSADO

jueves, 3 de abril de 2014

DE TUY A VALENÇA DO MINHO: MONUMENTAL ENTRADA A PORTUGAL
Vista de Tuy desde la fortificación de Valença do Minho
Moisés Cayetano Rosado
¡Qué peligroso recorrido a lo largo de la historia el que nos lleva desde Galicia a Portugal, atravesando el Miño! Extraordinario corredor que, especialmente en la Edad Moderna, sería como punta de flecha que atraviesa el solar lusitano por el norte, como la línea Ciudad Rodrigo-Almeida lo sería más abajo, o Badajoz-Elvas un poco más al sur.
No es de extrañar, entonces, que en ese gran cabezo en que se alza Valença do Minho se encuentre una de las tres fortificaciones más portentosas de la Raia/Raya. Las otras dos son las que corresponden a las poblaciones portuguesas más atrás mencionadas.
Valença presenta una doble fortaleza, unidas por la Porta do Meio. Hacia Tuy, se alarga la fortificación con siete baluartes y unos glacis de enorme inclinación; hacia el interior portugués, presenta una Obra Coroada de tres baluartes y dos medios baluartes, con puerta de acceso que nos coloca enseguida en una amplia zona de aparcamientos, para poder después recorrer cómodamente a pie el interior de la localidad.
Y ese interior nos recuerda lo que fue hace pocos años Elvas: ciudad de múltiples comercios detallistas, primorosamente ambientados para satisfacer todos los gustos de los turistas que complementan la visita monumental con compras de recuerdos. Sus calles estrechas y empedradas, iglesias, casas señoriales, plazas, etc. nos presentan una población acogedora, tranquila y rica en patrimonio urbano monumental.
Interior de la fortificación de Valença do Minho
Con todo, lo más impresionante es la fortificación abaluartada, los recios baluartes, amplios revellines, puertas monumentales, profundos fosos y glacis despejados. Desde ella, la vista del entorno es espectacular, especialmente hacia el norte, por donde discurre el Miño y se encuentra la vecina Tuy, con la que hoy día forma una hermanada eurociudad.
La fortaleza consiguió resistir las incursiones del comienzo de la Guerra de Restauração (1643), si bien cayó en manos españolas en 1654, aunque enseguida sería recuperada, reforzándose la construcción, que se culmina en 1713.
Durante las Guerras Napoleónicas sería tomada por las tropas del comandante general francés Jean de Dieu Soult (1809), y de nuevo cobrará protagonismo durante las Guerras Liberales de Portugal (1828-1834). Todo ello redundará en la actuación de refuerzo y recomposición de las murallas, que actualmente, tras una reciente rehabilitación, le han otorgado una grandeza extraordinaria.
Desde allí, la vista de Tuy resulta admirable. A la otra orilla del Miño, la ciudad española tiene el aire medieval que el ser un lugar clave de la ruta jacobea le fue dando. Se conservan especialmente numerosas edificaciones de los siglos XV y XVI, blasonadas y con arcos conopiales, pero la “joya de la corona” es su Catedral de Santa María.
Fachada de la catedral de Tuy
Su construcción tuvo inicio en 1120 y se finalizó sesenta años después. Esto hace que la composición sea puramente románica, si bien tuvo reformas posteriores, como es el caso de la fachada principal, ya de principios del siglo XIII, como ocurre con el claustro, magnífico ejemplo de gótico cisterciense. El complejo escultórico de su entrada, de un gótico inicial, con cierta rigidez compositiva, está considerada el primer conjunto escultórico gótico de la Península ibérica.
Sus coronamientos almenados y la estructura compacta, de escasa aberturas, nos sitúan ante una catedral-fortaleza, edificio religioso y al mismo tiempo defensivo, como corresponde a su situación geoestratégica.

Alrededor de su plaza -amplia, despejada-, se extiende un callejero laberíntico, digno de visitar pausadamente, lleno de ofertas culinarias en los múltiples restaurantes y bares de la zona, donde tomar un “pulpo a feira” inigualable. Ello, regándolo con vino de ribeiro o albariño, es buen preámbulo para enfrentarnos a la monumental entrada a Portugal que nos supone Valença, atravesando el sinuoso Miño/Minho.