martes, 17 de mayo de 2022

 ANTOLOGÍA POÉTICA DE RUFINO FÉLIX MORILLÓN PUBLICADA POR LA FUNDACIÓN CB 

Moisés Cayetano Rosado


Lo he dicho muchas veces, y aun a riesgo de que algunas personas no me lo perdonen: Rufino Félix Morillón es la voz poética más pura, más original, elegante, cálida y de calidad que ha dado la poesía extremeña del siglo XX y lo que va del XXI. Uno de los poetas más importantes del panorama literario en lengua castellana.

Este hombre vitalista, que hace tiempo dejó atrás los noventa años de edad, ha producido los versos más sublimes con los que uno se pueda encontrar, y que ahora, gracias a la labor editorial encomiable de la Fundación Caja Badajoz ve la luz en una antología notable, de cuya elaboración se ha hecho cargo el profesor Francisco López-Arza Moreno, uno de los mejores conocedores de su obra.

A mí me cabe el honor de presentar la obra editada, de 123 páginas, que contiene 174 poemas, de sus diecisiete libros editados (más un epílogo), sacados a la luz entre 1989 y 2019.

Rufino Félix Morillón, que tiene entre otros galardones los premios de poesía Ciudad de Salamanca y Ciudad de Badajoz, ha visto publicadas sus obras completas en estimable edición del Ayuntamiento de Mérida, que por otra parte le nombró Hijo Predilecto. Ahora, precisamente, andamos trabajando (bajo la dirección del incansable Francisco Rangel Rodríguez) para conseguir que se le otorgue la Medalla de Extremadura, que bien se la merece por su contribución a la Poesía Universal, desde su rincón emeritense donde vive y que engrandece con su obra creativa.

El día 24 de mayo presentamos esta memorable publicación de la Fundación CB en su sede de Mérida, a las 19’00 horas (Centro Cultural Santo Domingo, en la Plaza del mismo nombre), y el día 31 de mayo a la misma hora en una de sus sedes de Badajoz (Edificio VS22, C/Virgen de la Soledad, 22).

En tanto vayan estos versos cargados de emoción (que nos recuerdan levemente a la "Oda a la Inmortalidad", de William Wordsworth, inspiradora del trasfondo de la película "Esplendor en la hierba", de Elia Kazan) como “aperitivo” de lo que nos encontraremos en su obra:

MOMENTOS DE CENIZA 

                                      Estas manos ya ausentes

                                   del calor de otras manos,

                                   fatigadas de adioses

                                   con pañuelos de lágrimas,

                                    frías y sarmentosas

                                   por el rigor del tiempo,

                                   son las que en otros días

                                   saludaron la luz de los hechizos

                                   como irisados pájaros

                                    uncidos al deslumbre.

                                   Aunque ya no posean

                                   el ardoroso pulso de la sangre

                                   que las hacía llamear,

                                   y hayan perdido el gozo

                                    táctil y enardecido del deseo,

                                   siguen siendo las manos

                                   a las que debo ardientes

                                   momentos sin ceniza.

                                   Son estas manos mías,

                                    que ahora llevo a los ojos

                                   para secarme el llanto.

Sí, los poemas de Rufino están impregnados de nostalgia, de evocación del tiempo que pasa y no retorna, de recuerdos sublimes y de “despedidas”. Pero ¡cuánta armonía, cuánta belleza en su expresión!


No hay comentarios:

Publicar un comentario