martes, 14 de noviembre de 2023

 DÍA 1 DE DICIEMBRE EN LA CASA DE EXTREMADURA DE LLEIDA

Ya tengo ultimado el Power Point para la presentación en Lleida sobre el “Proceso de la emigración extremeña del siglo XX. Causas y consecuencias”.

Vuelvo a reafirmarme en lo decisivo del proceso migratorio de 1955-1975 en la configuración poblacional de la Extremadura actual, en su destino demográfico del próximo futuro, con tanta sangría migratoria, que se llevó en 20 años a casi la mitad de nuestros paisanos (los que estaban en edad de producir y reproducirse), envejeciéndose decisivamente la población aquí residente.

Y vuelvo a comprobar las dificultades de partida y asentamiento, lo mucho que hubo de emigración "clandestina" a Europa, y los impedimentos incluso legales para el acomodo en los principales lugares de recepción de la emigración peninsular: Madrid, Cataluña, Bilbao (mostraré disposiciones oficiales al respecto).

También el impacto económico y laboral para los lugares de recepción (tan positivos) y de remisión ("aliviadores" de la presión por demanda laboral y necesidades básicas...).
En fin, espero poder reflexionarlo con los paisanos y otros residentes en Lleida, y los que se desplacen hasta la Casa de Extremadura de Lleida desde otros puntos de Cataluña, Aragón... ese 1 de diciembre próximo.

miércoles, 1 de noviembre de 2023

 EL DÍA DE LOS DIFUNTOS

Moisés Cayetano Rosado


Era para mí una jornada de mucho ajetreo. El “Día de los Difuntos” había que ir al cementerio por la mañana para revisar que todo estaba en orden: limpias las lápidas, blanca la cal de los nichos, en armonía las flores de plástico colocadas en jarrones de vidrio en las repisas.

Después, por la tarde, todo era un ir y venir de un lado al otro, donde teníamos allegados, para poner las velas y cuidar que no se apagaran, o volver a encender las que lo hacían, cosa continua, porque el dos de noviembre siempre era tiempo de vientos, aire arremolinado, incontrolable.

Aún siendo niño, también después adolescente, mi familia me encargaba estas labores, que cumplía con el orgullo de asumir una responsabilidad trascendental.

No había que descuidarse sobre todo con el discurrir de la comitiva del cura párroco, enlutado de los pies a la cabeza: cruces, campanillas, velones sobre largos mástiles que le rodeaban, sostenidos por unos aplicados monaguillos de mi edad, igualmente de negro y enaguas con puntillas.

El cura se paraba ante los nichos de aquellos que demandaban sus servicios: breves responsos que podían ser rezados o cantados, siempre en latín. Rezados eran más baratos; cantados, ascendía la cuenta, y el que tenía muchos parientes por los que allanar su camino hacia el cielo se encontraba ante el dilema de qué encargar.

Es posible que los cantados fueran una garantía más sólida que los rezados, además de que eran más lucidos, pero no siempre la economía maltrecha de las familias daba para muchos dispendios; algunos, incluso, no podían encargar ninguna salmodia redentora. Tampoco en los lujosos panteones que ocupaban el centro del espacio sagrado había demanda de oraciones: ya hacía tiempo que “los grandes señores”, como les llamábamos, habían dejado de aparecer por nuestro pueblo y sus muertos quedaron tan solos como los que lloró Bécquer en una de sus Rimas.

El encargo de mi casa era muy claro: para los parientes fallecidos a temprana o a mediana edad, un pequeño esfuerzo monetario que los acercara más rápidamente al cielo, pues bastante desgracia tuvieron con que se le acortara el tiempo de la vida terrenal; para los que expiraron en la ancianidad, con el monótono rezo era suficiente, o tal vez fuese más formal, más adecuado a su pausado, agotado caminar en esta vida. Los monaguillos llevaban una bolsa marrón que se iba llenando de monedas fraccionarias a medida que avanzaban por el campo santo.

A veces nos llovía con saña, y entonces todo se nos desbarataba. Se apagaban las velas, bajaba lodo desde los tejadillos de los nichos superiores ensuciando las paredes blanqueadas, se formaba un revoltillo de flores por el suelo. Sacerdote y monaguillos corrían con gran barullo de sotanas, refugiándose en la sala de autopsias, dando al traste con las jaculatorias. Yo me quedaba allí pasmado, sin saber qué hacer, echando de menos mi impermeable, que nunca me llevaba, y al reaccionar bajaba la cuesta del cementerio empapado de pies a cabeza por la lluvia, derrotado por no haber podido cumplir enteramente mi misión.

Si todo salía bien, gozaba del tazón repleto de leche caliente con  galletas, reconfortado en la cocina de mi casa, oyendo aún las campanas de la iglesia, con su triste letanía, tañidas por un grupo de gozosos muchachos, que en lo alto del campanario se atiborraban de higos secos, nueces y castañas, donadas por los vecinos para que se les hiciera más llevadera la tarea. Si las inclemencias del tiempo frustraban la secuencia completa de nuestros deberes para con los fallecidos, el gozo del fogón se nos hacía un poco amargo y desolado.

En cualquier caso, después, en el cine del pueblo veríamos una película moralizante y triste, capaz de arrancarnos las lágrimas que en el cementerio, con tanto trajín, nos olvidamos de sacar ante los nichos y las tumbas de nuestros familiares.

lunes, 16 de octubre de 2023

PROCESO MIGRATORIO EXTREMEÑO DEL SIGLO XX. CAUSAS Y CONSECUENCIAS.


Ya hacía tiempo que no preparaba una intervención sobre nuestro proceso migratorio, tan “volcánico” de 1955 a 1975.

La última de cierta importancia fue en la XIX Jornada de Historia de Fuente de Cantos, el 10 de noviembre de 2018. Ahora, invitado por el Centro Extremeño de Lleida, lo haré a principios de diciembre. ¡Añoro las intervenciones en las Casas Regionales de Extremadura, donde hemos pasado tan buenos y fructíferos momentos!

Estos años los he ocupado principalmente en el estudio de las Fortificaciones Abaluartadas de la Raya/Raia Luso-Española, en la investigación sobre el proceso de la Revolução dos Cravos de Portugal y en el estudio de dos de nuestros grandes poetas, por su centenario: Manuel Pacheco y Luis Álvarez Lencero, además de la revisión y recopilación “envolvente” publicada (como mucho de lo anterior) por la Fundación CB “Cincuenta años no es nada y veinte menos” (https://fundacioncb.es/wp-content/uploads/2022/12/libro-moises-50-anos-no-es-nada_baja.pdf).

Ahora, reviso datos, documentos, testimonios, etc. y renuevo lo mucho trabajado desde 1972, en que comencé a estudiar este fenómeno humano tan decisivo para nuestro presente y futuro

¡Pensar que nuestro territorio de 8’3% del nacional tenía en 1950 el 4’8% de los habitantes y al final la “diáspora”, en 1980, quedaba en 2’8%! ¡Y que ahora, en 2023 hemos bajado al 2’1%!

¡Y pensar que en 1960 poseíamos uno de los índices de ancianidad más bajos de España (0’26 del indicador +64/-15 años), mientras el global del país era 0’30, y sin embargo ahora, en 2023, España tiene el 1’51 y nosotros lo superamos, llegando al 1’74!, lo que nos coloca en las tasas de envejecimiento mayores del país!


La emigración se llevó a casi la mitad de nuestra población en veinte años
: los más jóvenes, los que estaban en la mejor edad de producir y reproducirse. Madrid, Cataluña, País Vasco…, Francia, Alemania, Suiza, se llevaron nuestro capital humano, y la decadencia demográfica es irremediable.

¡Bueno!, reflexionaremos sobre ello y sobre posibilidades de futuro, como ya hiciera hace años, invitado por la Federación de Asociaciones Extremeñas en Cataluña con motivo de la celebración del Día de Extremadura.


sábado, 7 de octubre de 2023

 DE LOS HOMBRES SIN TIERRA A LA TIERRA SIN HOMBRES

Se cumplen, en 2025, cincuenta años de las masivas ocupaciones de tierra en los Campos del Sur, en Portugal, en el período revolucionario que siguió a la “Revolução dos Cravos”, del 25 de abril de 1974, en que llegaron a colectivizarse casi 1.200.000 hectáreas de latifundios, aumentando en unos 50.000 trabajadores los empleados en las tierras ocupadas (de 21.781 a 71.776, en 1975-76), de los distritos de Beja, Évora, Portalegre, Santarém y Setúbal.

Y estamos a un año del noventa aniversario del 25 de marzo de 1936, cuando alrededor de 80.000 campesinos convocados por la Federación Nacional de Tra­bajadores de la Tierra (FNTT) de UGT ocuparon simultáneamente unas 3.000 fincas en Extremadura, ante la lentitud oficial por los procesos de expropiación.

Las regiones agrarias de ambos países padecían un secular “hambre de tierras”, que se enraiza en el modelo de reparto en la “Reconquista” medieval, a cargo de las más poderosas Órdenes Militares-Religiosas y grandes señoríos nobiliarios. Las desamortizaciones de los bienes comunales y religiosos del siglo XIX no supusieron sino una nueva concentración de bienes en manos de la burguesía ascendiente, que empobrece aún más a los campesinos del Sur agrícola peninsular.

Los míseros salarios, el paro estacional, las penalidades del pueblo desposeído llevaría a momentos de tensión, siempre duramente reprimidos por las “fuerzas del orden”, así como a buscar una salida en la emigración, que a finales del siglo XIX y principios del XX tendría como destino Centro y Sudamérica, y en los años de “desarrollismo (1960-1973)” las prósperas naciones de Centroeuropa y zonas industrializadas de los países mediterráneos.

Así, “los hombres sin tierras” hubieron de marchar masivamente (siendo extremos los casos de Alentejo y Extremadura, con más del 45% de población perdida entre 1951 y 1975) a los nuevos lugares de promisión, quedando “la tierra sin hombres”, fundamentalmente en edad activa, laboral y de remplazo poblacional.

Van, los apartados que aquí siguen, como reflexión sobre los duros tiempos que en principio -por las conmemoraciones que más atrás se señalan- fueron de ilusión y esperanza y luego quedarían en frustración y represión. Y van, también, como homenaje a los que sostuvieron la llama de una lucha que pretendía cumplir con lo que las respectivas “revoluciones” pretendían: un mundo de “pan, justicia y libertad”.

Decir, por último, que dada la “independencia” entre sí de los capítulos de este libro, algunos argumentos, datos, párrafos, citas… pueden encontrarse en uno y otro indistintamente. Tómese como una reafirmación en las tesis fundamentales de la obra, empeñada en crear conciencia sobre una problemática que tanto nos ha condicionado y condiciona en nuestras vidas.

viernes, 6 de octubre de 2023

 PRESENCIA DE LA TARDE

La tarde está presente en el día, porque el tiempo no existe si sabemos conjugar en el hoy nuestros recuerdos. MCR

Publiqué un primer poema el 21 de marzo de 1968, con motivo del “Día de la Primavera”, cuando tenía 16 años; el periódico HOY de Extremadura sacaba cada año un suplemento por esas fechas, en el que iría colaborando unos años más. Mi primer libro (“He tenido sujeta la palabra entre los dientes”) llegaría en 1972, publicado por la Editorial “La Mano en el Cajón”, de Barcelona. Cuatro años después surgía “Noticias infundadas”, editado por la Institución Pedro de Valencia, de Badajoz. A continuación, en 1977 y 1978 aparecerían sucesivamente “Poemas en Amor Mayor” y “Gritos de Existencia”, como autoediciones.

Una “Primera Antología Poética (1968-1980)” surgió en 1980, nuevamente en “La Mano en el Cajón”, para luego mantener un silencio en cuanto a libros de poesía de veinte años (en tanto, publicaría fundamentalmente investigaciones socio-históricas, educativas, volúmenes de ensayo, narraciones, novelas, y algunos poemas sueltos en revistas y antologías variadas).

En el año 2000, di a la imprenta “Siempre Abril”, que acogió la Diputación de Badajoz. Un año después, “Guía de La Habana”, editado por la Asociación Extremeño-Alentejana de Solidaridad con Cuba. “Amaneceres y otros poemas de la Raya” vería la luz en 2006, nuevamente bajo el amparo de la Diputación de Badajoz.

Una amplia selección de todo lo anterior, más algún material inédito, se recogerían en el volumen “Segunda Vuelta”, publicado por la Editora Regional de Extremadura, en 2009.

No fue hasta 2023 -tras nuevo y más amplio recalar en la prosa narrativa, la investigación, el ensayo, libros de viaje, etc.- que volvería a entregar un libro de poemas, esta vez revisando, ampliando y traduciéndose al portugués (para sacarlo en edición bilingüe) el publicado en el año 2000; lo editó en Lisboa “Ediciones Colibri” con el título de “Siempre Abril Sempre”.

No es mucho, en cuanto a material poético, lo que he ido escribiendo tras aquellas publicaciones fundamentalmente terminadas en 2006: poemas sueltos, entregados algunos para antologías variadas, diversas revistas o cuadernillos de recitales…, prosas poéticas con distintos destinos… Ahora, surgen aquí para ser compartidos con los que deseen acercarse a este remanso personal en medio de “las batallas” libradas con el resto de mis entregas bibliográficas, ya extensas, porque la edad que avanza ha dado “para todo”.

Verso y prosa poética revisados unos y otras, ordenados no más que alfabéticamente por sus títulos en el primer caso y más o menos por “cronología vivencial” en el segundo, sin otra pretensión que entregar algunos sentimientos desnudos, intimistas, ahondando en el pozo de uno mismo.

viernes, 11 de agosto de 2023

 CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE LUIS ÁLVAREZ LENCERO

Moisés Cayetano Rosado


Conmemoramos ahora el nacimiento hace cien años -el 9 de agosto- de Luis Álvarez Lencero, poeta volcánico, artista contundente con la tinta, el martillo, el cincel y la brillante soldadura; personalidad arrolladora, apasionada y laberíntica.

Pocos artistas vivían y viven su vida tan pegada a la creación, a la chispa que les inspira y les hace revolverse contra todo, vivir a contrapelo. Saltar de un lado a otro, con la vitalidad del hombre fuerte que fue, con el tormento de dar forma a lo que bulle en su interior y le recome hasta que es capaz de sacarlo a la luz y compartirlo.

Luis Álvarez Lencero forma parte de ese “trío” que hemos dado en llamar “el triángulo poético”. Los tres creadores que en la segunda mitad del siglo XX iluminaron una Extremadura que se debatía entre el atraso económico, las múltiples necesidades de una sociedad anclada en el pasado y proyectada a una emigración sangrante que nos vaciaba de juventud y de futuro. Jesús Delgado Valhondo, Manuel Pacheco y él, eran un faro de innovaciones y contacto con un mundo creativo, en el que sus nombres eran respetados y queridos dentro y fuera de nuestras fronteras regionales y también nacionales.

Se nos fue muy joven todavía, con 59 años bastante trabajados y dañados por su propia actividad, en que la labor del taller de soldadura fue minando sus pulmones. Por ello, apenas pudo disfrutar del muy digno espacio de trabajo que el Ayuntamiento de Mérida le ofreció, ya casi al final de su vida, y donde esperaba seguir con su empeño escultórico, con su lucha manual y mental para convertir el hierro y el latón en expresiones de belleza y de denuncia ante un mundo de injusticias, de represiones y de guerras.

Era un apasionado de la poesía y el ejemplo de sencillez y dignidad de Miguel Hernández, y le homenajeó en su obra escrita y en sus esculturas, principalmente en un memorable toro brioso, dispuesto a la arrancada contra la adversidad.

Su libro de poemas “Juan Pueblo” es un auténtico emblema de la defensa del más débil, de la denuncia contundente por cualquier atropello contra el hombre. Le “valió” un amenazador expediente por parte de los censores del último franquismo, cuando se publicó en 1972: se salvó de consecuencias ¡a saber cuánto de graves! porque no se había distribuido y estaban todos los ejemplares depositados en la propia Delegación de Información y Turismo de Badajoz. Algunas copias no declaradas correrían de mano en mano como un catecismo laico, venerado, y después el Ayuntamiento de Mérida lo reeditaría en 1982, poco antes de morir el poeta.

Como homenaje a tan soberbio artista, la Fundación CB publica este año un libro coral, con la participación de dieciséis estudiosos, críticos y amigos, de 490 páginas, analizando y glosando su figura y su obra. Está a disposición de todos, libremente, en formato PDF dentro de su colección de publicaciones https://fundacioncb.es/wp-content/uploads/2023/05/libro-luis-alvarez-lencero-personajes-singulares_baja.pdf. Iniciativa similar a la que se tomó hace tres años con el centenario del nacimiento de Manuel Pacheco, y se proyecta hacer con Jesús Delgado Valhondo, aunque éste sobrepase en quince años el centenario.

Que estos homenajes y recuerdos nos sirvan para resaltar las figuras señeras de nuestra cultura contemporánea y la humanidad de unos artistas entrañable y fieramente humanos.

lunes, 24 de julio de 2023

BELLA CIAO, EMBLEMA DE LIBERTAD


Moisés Cayetano Rosado

Hay, en el corazón de la ciudad lombarda de Bérgamo, un monumento a los partisanos que representa a uno de ellos, muerto, colgado de los pies boca abajo: al lado, sobrecogida, una mujer -símbolo de las madres o las esposas sufrientes- expresa serenamente su inabarcable dolor. Y no muy lejos de allí, en el lago Como, bellísimo y cercano a la frontera suiza, encontraría el final de su huida un  Mussolini perseguido por los partisanos, que al final le darían el mismo pago que él les diera a tantos guerrilleros antifascistas, opuestos a su régimen y a la invasión de los nazis alemanes.

Benito Mussolini tenía 42 años cuando en 1925 obtiene plenos poderes en Italia, ejerciendo una dictadura absoluta, férrea, sanguinaria y neoimperialista, invadiendo Etiopía diez años después y formando un Eje Roma-Berlín en 1936 que intervendría decisivamente en la Guerra Civil española, ayudando a los sublevados contra la República legítima. En 1940 entra en conflicto, junto a la Alemania de Hitler, con las potencias democráticas europeas, arrastrando a su pueblo al horror, la miseria, la destrucción y el enfrentamiento exterior y civil.

Fruto de ello es la “lucha partisana”, la lucha guerrillera que reunía a todos los antifascistas, abanderados fundamentalmente por los comunistas..

Y como tantas veces ocurre con el pueblo alzado en armas contra el opresor -interior o exterior-, surge la canción de resistencia, los cantos de intervenção, como dicen nuestros vecinos portugueses, la canción protesta española. Surge el aliento que da impulso a la lucha desigual, a los peligros con que han de enfrentarse los que batallan por las libertades.

Esta mañana me he levantado/ ¡Oh!, bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao./ Esta mañana me he levantado/ y he descubierto al opresor, traducimos al español la primera estrofa de ese emblema del pueblo, sublevado contra la tiranía, que es la canción Bella Ciao, universalmente aceptada como símbolo de la resistencia popular.

Cuando en los años setenta poetas y cantautores recorríamos los pueblos de España con nuestros versos y canciones, siempre alguien tarareaba esta canción tradicional italiana, cuyos orígenes no pueden rastrearse con claridad, pero que se enraízan en esa lucha contundente del pueblo que veía como el terrible Duce los precipitaba hacia el abismo de una ciega dictadura, ligada a otra más horrible todavía, rabiosamente imperialista, xenófoba, racista, irracional, violenta y sádica: el nazismo de Hitler.

¡Oh!, guerrillero, quiero ir contigo/ ¡Oh!, bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao./ ¡Oh!, guerrillero, quiero ir contigo,/ porque me siento aquí morir, continuaba la emotiva poesía partisana, en nuestra traducción.

¡Cuántas veces la hemos gritado, se la hemos lanzado como dardos a nuestra dictadura en España! ¡Y cuántas veces lo hemos hecho igualmente en otros países, desde nuestra hermana Portugal en su también oscura dictadura de cuarenta años, u otros tan lejanos en el espacio y cercanos en el corazón como los demócratas chilenos, masacrados por el sanguinario Pinochet, o los argentinos martirizados por Videla, cuando aquí comenzábamos a respirar libremente.

Bella Ciao es uno de los mayores símbolos contra la opresión que tiene la humanidad como patrimonio intangible del siglo XX. Sigue siendo en Italia tarjeta de presentación y recordatorio en cada protesta contra el recorte de libertades, contra las agresiones a las masas populares, a favor del progreso y la fraternidad, como lo es Grândola, Vila Morena, en Portugal o lo fue Libertad sin ira, en la España de la Transición.

E incluso es mensaje de paz, aunque la tercera estrofa que nosotros cantamos pueda parecer una contradicción: Y si yo caigo en la guerrilla./ ¡Oh!, bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao./ Y si yo caigo en la guerrilla,/ coge en tus manos mi fusil (E se oi muoio de partigiano,/tu mi devi seppellir, según la versión original italiana). Y es que estamos ante un “sacrificio de amor” y un batallar contra la violencia y la agresión, que trata de erradicar.

Cava una fosa en la montaña/ ¡Oh!, bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao./ Cava una fosa en la montaña/ bajo la sombra de una flor, entonábamos en castellano, con un mensaje romántico, bucólico, un tanto ingenuo, como corresponde a los soñadores de la liberación de toda la humanidad. De ahí los siguientes versos:

Así la gente, cuando la vea/ ¡Oh!, bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao./ Así la gente cuando la vea/ se dirá ¡qué bella flor! Sí, una flor en la montaña, en esa intrincada corona alpina que delimita el norte de Italia, por donde Hitler -desautorizado Mussolini por su “Gran Consejo Fascista- el 24 de julio de 1943 ante su pretensión de continuar la guerra y detenido por orden del rey Víctor Manuel III-penetra para invadir el país, libera a su aliado y le forma un efímero “gobierno títere”, enfrentado al resto de Italia.

Será la tumba (flor) de un guerrillero/ ¡Oh!, bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao./ Será la tumba de un guerrillero/ muerto por la libertad, Termina, en grito, la canción, cuyo homenaje a esas muertes, tan tremendas, masivas, que costó la conquista preciada, la derrota del monstruo, de los monstruos que desangraron Italia, Alemania, España, Portugal, Chile, Argentina, Francia, Nicaragua, Guatemala… ¡tantos sitios donde se cantó, se sigue cantando para que su recuerdo aleje los fantasmas del pasado, que en algunos lugares siguen siendo presente lacerante para todos!

¡Oh!, bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao, siempre que nos levantemos descubriendo cualquier rastro de tirano, de invasor, démoslo todo para evitar su dominio, en aras de la fraternidad, la solidaridad, la libertad.