jueves, 30 de junio de 2016

DE CASTELO BRANCO A PUEBLA DE SANABRIA Y REGRESO (I)
DE CASTELO BRANCO A JERUSALÉM DE ROMEU, PASANDO POR MARIALVA
Castelo Branco. Detalle desde el castillo.
Castelo Branco. Esculturas reales del Jardim Episcopal.
Moisés Cayetano Rosado
Hacía varios años que no pasaba por Castelo Branco y siempre he tenido ganas de volver. Subir a las ruinas de su castillo bajomedieval (templario o de D. Dinis, que defensores de una u otra autoría existen). Ver desde su privilegiada altura el Convento de Nossa Senhora da Graça, del siglo XVI, reconstruido en el XVIII y desde hace más de 180 años sede de la Santa Casa da Misericórdia. Contemplar a su lado el Paço Episcopal, del siglo XVII, que fuera saqueado por las tropas francesas de Junot en 1807. Deslizar la mirada a la derecha, hacia el magnífico Jardim do Paço Episcopal, precioso jardín barroco, con un derroche de fuentes, escalinatas, parterres, setos, azulejería, esculturas, extraordinario: qué curiosas las pequeñas esculturas de los reyes de la dinastía Austria (Felipe I, II y III), así como de su antecesor el Infante D. Henrique, castigado también por propiciar la llegada de los “vecinos invasores”; pequeñas representaciones en granito frente a la grandeza de los demás reyes portugueses.
Jardim episcopal de Castelo Branco.
Desde este privilegiado lugar vemos también la Igreja de S. Miguel (la Sé Catedral), de origen románico, pero reconstruida en los siglos XVII y XVIII con alarde barroco-rococó. Igualmente, queda a nuestros pies el caserío de la ciudad y los alrededores, unos alrededores que nos invitan a seguir el viaje por esta Beira interior que nos reserva tesoros inabarcables. Así, la tentación de desviarnos a las aldeas históricas del este: Medelim, Monsanto, Idanha-a-Velha, Penha Garcia…; bordear la Serra da Estrela, parándonos antes en Castelo Novo y a los pies de la cadena montañosa en Covilha, subiendo por Vale Formoso y Belmonte hasta Guarda (¡no digamos internarnos por Manteiga y su valle glaciar, o bordearla por el noroeste, de pueblecitos deliciosos...
Pero esta vez dejamos atrás estos tesoros, que se multiplican al este y al oeste, para acercarnos hasta un pueblo que aún desconocía, a pesar de haberlo repasado tantas veces en historias, leyendas, estudios, fotos: Marialva, poco antes del Parque Arqueológico do Vale do Côa.
Marialva. Ciudad medieval preservada.
Marialva es una ciudadela medieval fascinante. No perturbada en su esencia por las reconstrucciones que en los años 40 del pasado siglo alteraron la autenticidad e integridad de tantas otras de Portugal, por aquel afán historicista, medievalista ideal de Salazar y sus asesores en patrimonio histórico-monumental. La ciudadela de los siglos XII y XIII, es una estampa ruinosa pero dignísima de lo que sería en los siglos XII y XIII una próspera, rica ciudad reciamente fortificada, sabiamente adaptada a las curvas de nivel del terreno, con plaza central en la que reina el Pelourinho y el silencio de los siglos, Torre del Homenaje con anillo fortificado alrededor y cuatro puertas de entrada, una en cada punto cardinal. La escasa población que la “guarda” está en las faldas del montículo donde se alza esta joya medieval, así como más abajo, acercándose a la carreta que nos lleva a Trás-os-Montes.
Torre del Homenaje de la fortaleza de Marialva.
En alguno de sus pequeños bares-restaurantes podemos saborear los productos de la tierra, queijos, enchidos, ensopados, el bacalhau a que tan aficionados somos “los del interior” y su delicioso “licor de vino” -blanco o tinto-, de leve dulzor y 20º, que nos ofrecen con garantía artesanal los productores.
Y en Trás-os-Montes, antes de llegar a nuestro destino programado (Bragança), nos vamos a acercar también a otra de estas aldeas profundas del interior de Portugal que hasta ahora no había pisado nunca: Jerusalém de Romeu, perdida entre montículos y como olvidada en el silencio de los pocos ancianos que la habitan.
Jerusalém de Romeu. Medievalismo renovado.
El caserío de granito, con los accesos de las casas en alto, llegándose a las puertas desde amplios escalones, se alterna con casas renovadas, producto sin duda de los ahorros de emigrantes que mantienen raíces con su lugar de origen y curan su nostalgia levantando segundas residencias que llenan de vida en las vacaciones estivales. Un mundo de flores, especialmente rosas, constituyen su principal señal de despertar a la vida renovada. De Jerusalém -una de las primeras “aldeias melhoradas” del tiempo de Salazar-, habría que destacar su afamado restaurante “Maria Rita”, que mantiene con celo la tradicional cocina transmontana, y el Museu das Curiosidades, con mobiliario, aparejos agrarios, automóviles antiguos, bicicletas… pacientemente coleccionados por su propietario.

De estas pequeñas aldeas (las visitadas y las insinuadas), y también del mismo Castelo Branco, nos llevamos a Bragança ese silencio de los siglos… que tampoco veremos alterado en el norte transmontano, ni en su vecina -más al norte- zona de Sanabria, a donde nos pensamos dirigir.

miércoles, 29 de junio de 2016

Palmas y Ajuda, dos puentes rivales en el Guadiana fronterizo

Autor: Luis Alfonso Limpo Píriz.
Edita: Departamento de Publicaciones de la Diputación de Badajoz, 2016. 319 páginas.

En la ponencia presentada por Luis Alfonso Limpo Píriz en el “I Congresso Internacional do Caia e Guadiana”, celebrado en Elvas los días 22, 23  y 24 de noviembre de 2001, se encuentra el germen (amplio, de 40 páginas) de lo que sería su monumental obra “Ajuda, último puente-fortaleza de Europa”, publicado por Indugrafic, con múltiple patrocinio, en 2012. (Ver reseña: http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/2013/02/ajuda-el-ultimo-puente-fortaleza-de.html).
Pero incluso allí se hallaba el “autoencargo” del libro que ahora este incansable Archivero-Bibliotecario de Olivenza, Cronista Oficial de la ciudad, correspondiente de las Reales Academias de Extremadura y San Fernando de Bellas Artes, acaba de sacar a la luz, en la Colección Historia del Servicio de Publicaciones de la Diputación de Badajoz: “Palmas y Ajuda, dos puentes rivales en el Guadiana fronterizo”.
Aquella ponencia de hace quince años concluía: “Nuestro análisis geográfico-histórico nos deja a las puertas de la siguiente conclusión: los puentes de Palmas y Ajuda -aunque nadie hasta ahora lo haya advertido- son secretamente hermanos gemelos.  Ambos cumplían el objetivo de asegurar la operatividad de las propias tropas en la margen opuesta y al margen de las temibles avenidas del río” (págs. 130-131).
El análisis lo retoma en su estudio monográfico sobre el Puente de Ajuda, donde hay un Epílogo con el título de “Palmas, el hermano secreto de Ajuda”, de veinticuatro páginas (de la 267 a la 290). Entre otras afirmaciones, indica que “Ajuda fue un puente muy superior al de Palmas por su cimentación sobre rocas, su diseño con potentes tajamares y espolones, sus bóvedas de sillería de granito y la extraordinaria rigidez de sus argamasas”, pero… “Palmas demostró ser superior a Ajuda al adaptarse mejor a la artillería”. Por encima de ello, señala la superioridad del primero pues Ajuda “además de contar con una motivación exclusivamente estratégica y militar, además de ser un puente más político que vernáculo, un puente forzado y en cierto modo a contrapelo de la Geografía, no se le permitieron echar raíces”, en tanto que el de Palmas “fue un puente verdadero, natural, necesario, que por eso mismo se levantó de sus propias ruinas cuantas veces hizo falta”.
En esta nueva entrega, Luis Alfonso Limpo Píriz retoma sus argumentos con un discurso extraordinariamente estructurado, ordenado, didáctico. La publicación está dividida en tres partes, a la que se une un Prólogo justamente laudatorio del Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Santiago Hernández Fernández; breve Introducción del propio autor, y amplios Apéndice Documental, Fuentes y Bibliografía, y detalladísima Cronología de los puentes, el contexto territorial y otras referencias generales, terminando con un Índice de las 58 figuras que contiene.
La Iª Parte (20 páginas) es una “Crítica” sobre las diversas hipótesis publicadas de fechas de levantamiento de los puentes, con razones a favor y en contra.
Ya  en la IIª Parte (125 páginas), se centra en la “Cronología e Interpretación”, haciendo un detallado recorrido histórico sobre los puentes en el Guadiana y las motivaciones para el levantamiento de ambos, centrándose en las Guerras de la Edad Moderna, en que tienen su protagonismo esencial de defensa urbana el de Palmas y territorial el de Ajuda, perviviendo el primero y siendo destruido de manera irreversible el segundo “en el transcurso de las operaciones que siguieron a la batalla campal” (pág. 165) de La Gudiña, en 1709.
La IIIª Parte (60 páginas) la dedica al estudio comparativo de los dos puentes, analizando la superioridad constructiva de Ajuda; la superioridad funcional de Palmas; la adaptación de uno y otro a la pirobalística (tan superior en el de Badajoz); sus relaciones con la ciudad: “Palmas fue superior a Ajuda por el solo hecho de formar parte de un núcleo urbano” (pág. 191); la vía: integrado Palmas en el eje este-oeste que se potenciará en un futuro al que “se anticipa en más de dos siglos” (pág. 203), y el comercio, al que se sumarán ambos “de forma sobrevenida” (pág. 213). Concluye aseverando que Palmas “fue un puente para la guerra” pero “también un puente para la paz, con hondas raíces en su propio entorno urbano y en el conjunto del territorio” (pág. 222), en tanto que Ajuda “honró su tipología de puente-fortaleza frente a la furia de las aguas, pero no ante la furia del cañón” (pág. 223), además de encontrarse desprotegido ante el fuego cruzado de dos colinas, no formar parte de un núcleo urbano, ocupar una posición excéntrica y servir exclusivamente a un propósito estratégico (págs. 223-224).
Finaliza reivindicando ambos puentes, el de Palmas con la rehabilitación de elementos defensivos en la margen derecha y las ruinas de Ajuda “como lugar de memoria para las generaciones futuras” (pág. 233), al tiempo que lanza el reto reivindicativo de “evitar la ruina definitiva del Puente de Cantillana sobre el Gévora, olvidado hermano menor de su histórico y monumental Puente de Palmas (pág. 233). Reto tal vez para engrosar en un futuro la bibliografía de este investigador impecable.
MOISÉS CAYETANO ROSADO

lunes, 27 de junio de 2016

OBJETIVO: PATRIMONIO MUNDIAL
Moisés Cayetano Rosado
Que a propios y visitantes le podamos presentar  el “escaparate” de un patrimonio monumental digno de ser visitado, recorrido, disfrutado, es importante para el realce  y reclamo de la ciudad. Y si en un futuro eso se “corona” con la clasificación de Patrimonio de la Humanidad, habremos culminado un sueño al que muchos llevamos tiempo dando vueltas.
Tengamos, para ello, en cuenta lo siguiente:
Elvas fue incluida en la Lista de Patrimonio de la Humanidad en 2012 por su “Guarnición fronteriza y fortificaciones”, siguiendo el criterio IV de la UNESCO: “Ofrecer un ejemplo eminente de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico, tecnológico o paisaje, que ilustre una etapa significativa de la historia humana”.
Ahora, en mayo de 2016, las “Fortalezas abaluartadas de la Raya”, han sido incluidas en la Lista Indicativa, paso previo para la declaración de Patrimonio de la Humanidad”, por iniciativa de las poblaciones portuguesas de Valença do Minho, Almeida, Marvão y Elvas.
Badajoz, por tanto, adquiere una magnífica oportunidad de lograr incluirse en la preciada clasificación de Patrimonio Mundial, por doble vía:
Una: como “Extensión” de la clasificación de Elvas, con la que comparte no solo el estatuto de Eurociudad (junto a Campo Maior, que también debe considerarse en esta clasificación), sino la justificación histórica de las fortificaciones de ambas (¡de las tres!), ya que no se entienden las defensas de una sin la presencia física de la otra, como lugares de enfrentamientos en las guerras de la Edad Moderna.
Dos: como componente esencial de las Fortalezas abaluartadas de la Raya luso-española, puesto que las fortificaciones modernas de Badajoz formaron parte crucial de las líneas de incursión y defensa de la Guerra de Restauración portuguesa (1640-1668), de la Guerra de Sucesión española (1701-1714) y de las Guerras de Invasiones napoleónicas (1808-1814), por cuya causa nuestra plaza fue fortificada (conservándose buena parte de las cortinas y baluartes) y dotada de defensas exteriores (de los que conservamos parte del fuerte de la Picuriña, el revellín-fortín de San Roque y especialmente el Fuerte de San Cristóbal).
En el primer caso seguiríamos el ejemplo de lugares clasificados en nuestra Raya como es el Sitio de arte rupestre prehistórico de Siega Verde, en Salamanca, clasificado en 2010 como Extensión del contiguo Sitio de arte rupestre del Valle de Foz Coa, que ostentaba la titulación desde 1998, y del que es una continuación natural.
En el segundo caso, ya la propuesta de los municipios que impulsan la candidatura se declara “transfronteriza, en serie y por etapas”, es decir que ha de incluir localidades de uno y otro lado de la frontera (porque la existencia de unas fortificaciones se explican y tienen “lectura histórica” a causa de la dotación del rival). Además de que la singularidad y excepcionalidad está en el conjunto, tan sistematizado en toda la línea de separación rayana desde el norte gallego-minho portugués, hasta Andalucía-Algarve, extraordinariamente denso en el espacio extremeño-alentejano. Y en cuanto a “por etapas”, porque cada localidad puede adherirse a la propuesta a medida de que tenga su patrimonio suficientemente recuperado y completada la documentación pertinente.

Badajoz tiene una “oportunidad de oro” por ambos caminos, y no puede dejarlas pasar. Hemos de afanarnos en la adecuación de nuestro patrimonio fortificado en general (Alcazaba, vestigios de Cerca Nueva y Abaluartados, ya que todo se complementa) y tratar de ser pioneros en la parte española, pues la importancia histórica y la densidad de nuestras fortificaciones constituyen el elemento más importante del lado español de la frontera, seguido de Ciudad Rodrigo, que también lleva años esforzándose en adecuar su patrimonio para lograr la preciada calificación.

viernes, 24 de junio de 2016

O PELOURINHO CON LA RAIA/RAYA COMO TELÓN DE FONDO
(ENLACES PARA SUS OCHO ÚLTIMOS NÚMEROS)

El Boletín de Relaciones Transfronterizas O PELOURINHO nació en 1994 (de “la mano” del Ayuntamiento de Badajoz y la Diputación Provincial) como revista con vocación de estudiar, divulgar y potenciar la cultura, la historia, el patrimonio de la Raia/Raya hispano-portuguesa, la riqueza de su variedad y su fraternal relación actual, tras la convulsa historia de enfrentamientos que vivimos.
Ahora, con 20 números editados, podemos hablar de dos etapas claramente diferenciadas. Una primera de diez números, más divulgativa, ofrecida en tamaño A4 y siempre inferior a 50 páginas; una segunda de otros diez números, más reflexiva, ofrecida en tamaño libro (de 17x23 centímetros), que comenzó con 80 páginas y  supera en las últimas ediciones las 300.
Dentro de esta segunda etapa (ya enteramente bajo los auspicios de la Diputación Provincial de Badajoz), los ocho últimos números han sido prácticamente monográficos, en una apuesta por nuestro patrimonio fortificado rayano, con clara intención de lograr su declaración como Patrimonio de la Humanidad. Ello en base a ser un ejemplo sobresaliente de conjunto arquitectónico que ilustra unas etapas significativas de la historia de la humanidad (lo que se adecúa plenamente al Criterio IV para incluir dichos bienes en la Lista del Patrimonio Mundial), específicamente de la Edad Moderna (fortificaciones abaluartadas), con base en la Edad Media (castillos y cercas medievales).
Estos ocho números -agotados los seis primeros en su edición en papel-, pueden ser consultados, descargados, enlazados, imprimidos, intercambiados, divulgados, etc. libremente, desde el siguiente enlace: http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/p/paginaprueba.html.
En concreto, cada uno de ellos está en los siguientes Documentos de dicho enlace:
Número 13 de la Revista, editada en 2008: Documento 36 del enlace. Va referido esencialmente a las Jornadas Técnicas sobre Fortificaciones Abaluartadas celebradas en Badajoz en 2007 y a las Jornadas sobre Patrimonio Abaluartado realizadas en Mérida en el mismo año.
Número 14, editado en 2010: Documento 40 del enlace. Sobre las Fortificaciones de la Raia/Raya en general y de Badajoz en particular.
Número 15, editado en 2011: Documento 31 del enlace. Sobre Badajoz y la Raia Alentejana durante las Guerras Peninsulares napoleónicas, tras las Jornadas sobre el Bicentenario de la Guerra de la Independencia, celebradas en Badajoz.
Número 16, editado en 2012: Documento 42 del enlace. Con las ponencias de las I Jornadas de Fortificaciones Abaluartadas, celebradas en Badajoz.
Número 17, editado en 2013: Documento 47 del enlace. Con las ponencias de las II Jornadas de Fortificaciones Abaluartadas, celebradas en Castelo de Vide.
Número 18, editado en 2014: Documento 56 del enlace. Con las ponencias de las III Jornadas de Fortificaciones, celebradas en Castro Marim.
Número 19, editado en 2015. Documento 64 del enlace. Con las ponencias de las IV Jornadas de Fortificaciones, celebradas en Chaves.
Número 20, editado en 2016. Documento 73 del enlace. Con las ponencias de las V Jornadas de Fortificaciones, celebradas en Vila Viçosa.

El ciclo proyectamos terminarlo en la primavera de 2017 con otras Jornadas, las VI de Fortificaciones, a realizar en Almeida, cuyo Centro de Estudios de Arquitectura Militar tiene proyectado precisamente para los días 25 al 27 de agosto de este año su “X Seminário Internacional de Arquitectura Militar”, y con el que nuestra colaboración es fluida y continua.

sábado, 18 de junio de 2016

O PELOURINHO Nº 20 A PUNTO DE SALIR DE LA IMPRENTA
El número 20 de la Revista Transfronteriza O PELOURINHO está ya en máquinas, en la Imprenta de la Diputación Provincial de Badajoz, tras una laboriosa labor de composición y maquetación de sus 340 páginas, plagadas de gráficos, mapas, planos y documentos.  Calculamos que a mediados del mes de julio habrán salido todos los ejemplares de la encuadernadora listos para enviar.
Dadas las fechas veraniegas, no serán puestos en correos hasta mediados del mes de septiembre, pero antes serán distribuidos en el Seminário Internacional de Arquitectura Militar de Almeida (días 25 al 27 de agosto), y a principios de septiembre se presentará en la Semana Cultural de Vila Viçosa. En la Diputación de Badajoz, la presentación pública se llevará a cabo a mediados de octubre.
Fue en Vila Viçosa precisamente donde se celebraron el 21 de mayo pasado las “V Jornadas de Valorización de las Fortificaciones de la Raya/Raia”, que dan contenido a este número de O PELORUINHO. Y será en Almeida donde se desarrollarán las “VI Jornadas”, en la primavera de 2017.
Próximamente, facilitaremos el número completo en versión electrónica, para que todo el que lo desee pueda leer, descargar, reproducir, reenviar, etc. su contenido. En tanto, recuerdo que el que quiera puede hacer lo mismo con sus resúmenes, que están en el Documento 69 de este enlace: http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/p/paginaprueba.html
Si en las recién celebradas Jornadas se abordaba fundamentalmente la “segunda línea” de fortificaciones de la Raia/Raya, las próximas Jornadas (que pretendemos sean las últimas del ciclo cuyo objetivo es impulsar las Fortificaciones Abaluartadas y Artilladas para su clasificación como Patrimonio de la Humanidad) harán una valoración de este extraordinario Patrimonio singular, único en el mundo por su extensión, densidad y significado, así como por el estado de integridad y autenticidad de las plazas fortificadas fundamentales.

No hay que olvidar que precisamente en este pasado mes de mayo, por iniciativa conjunta de Valença do Minho, Almeida, Marvão y Elvas, ha sido incluido en la Lista Indicativa a Patrimonio Mundial de la UNESCO el conjunto de Fortificaciones de la Raia/Raya, que podrán alcanzar el preciado galardón en serie y por etapas, según vayan preparando la documentación y acondicionando su legado patrimonial las distintas localidades.

martes, 7 de junio de 2016

ACTUACIÓN SOBRE EL PATRIMONIO MONUMENTAL: NUNCA NOS PONDREMOS DE ACUERDO, PERO LA NORMATIVA EXISTE
Moisés Cayetano Rosado
Doctor en Geografía e Historia

Está claro. En cuestión de actuación sobre el patrimonio artístico, histórico, monumental, estamos “condenados… a no ponernos de acuerdo”. Y ante los proyectos de rehabilitación, restauración, revitalización (términos en sí también sometidos a discusión), siempre saltará la polémica y los ejemplos de operaciones de un signo u otro en un lugar y otro lugar del orbe: que si respeto “conservacionista” y puro a ultranza, que si “convivencia” de historicismo y vanguardia… Que si a lo largo de la historia se han ido superponiendo las manifestaciones artístico-monumentales, solapándose o completándose; que si en la actualidad en las ciudades más señeras se introducen soluciones rompedoras o en otras se impide a rajatabla…
Sin embargo, desde la Carta de Atenas de 1931 se han ido multiplicando los acuerdos, convenios, normativas, declaraciones, etc. internacionales que tratan de perfilar el marco de actuaciones. Así, las leyes y normas sobre conservación y tratamiento del patrimonio histórico, artístico, monumental y cultural más importantes (todas accesibles en internet) serían:
Convenios internacionales: Carta de Atenas de 1931. Convenio de La Haya de 1954. Carta de Venecia de 1964. Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de 1972 y 1992. Preservación de los Conjuntos Históricos de 1976. Conservación de los Bienes Muebles de 1978. Carta de Toledo de 1986. Documento de Nara de 1994. Carta de Cracovia de 2000. Principios de La Valeta de 2011, entre otros documentos.
Normativa en Europa: Defensa y conservación de los bienes culturales inmuebles (1963, 1969 y 1980). Infracciones (Delfos 1985). Arqueología Industrial (1979). Convenio para la Salvaguardia del Patrimonio Arquitectónico de Europa, de 1985, entre otros.
En cuanto a nuestro país: Ley de Protección del Tesoro Artístico Nacional, de 1933. Constitución de 1978. Ley del Patrimonio Histórico Español, de 1985, parecida a la de los países de nuestro entorno, a tono con las normas más atrás enunciadas.
Y en cuanto a Extremadura: Ley 2/2008, de 16 de junio, de Patrimonio de la Comunidad Autónoma de Extremadura, muy en la línea de lo que han legislado las demás comunidades autónomas, de acuerdo a la norma-marco estatal.
Sería conveniente, por tanto, estudiarse debidamente lo acordado y no “inventar” criterios personales. Y, a manera de toque esencial de atención, tener en cuenta esta observación clave de la Carta de Atenas, de 1933: “En los casos en los que la restauración aparezca indispensable después de degradaciones o destrucciones, recomienda respetar la obra histórica y artística del pasado, sin menospreciar el estilo de ninguna época”.
Igualmente, este inicio del artículo 4 del Convenio para la Salvaguardia del Patrimonio Arquitectónico de Europa, de 1985: “Cada parte se compromete: 1) a aplicar, en virtud de la protección jurídica de los bienes considerados, procedimientos de control y de autorización apropiados; 2) a evitar que los bienes protegidos sean desfigurados, degradados o demolidos”.
Y este artículo 7 de la Ley de Patrimonio Histórico Español, de 1985: Los Ayuntamientos cooperarán con los Organismos competentes para la ejecución de esta Ley en la conservación y custodia del Patrimonio Histórico Español comprendido en su término municipal, adoptando las medidas oportunas para evitar su deterioro, pérdida o destrucción. Notificarán a la Administración competente cualquier amenaza, daño o perturbación de su función social que tales bienes sufran, así como las dificultades y necesidades que tengan para el cuidado de estos bienes. Ejercerán asimismo las demás funciones que tengan expresamente atribuidas en virtud de esta Ley”. ¿Hay algo más claro, contundente e… ignorado?
Viene ello a cuento de toda la polémica que rodea las acometidas desafortunadas que con respecto al patrimonio histórico monumental se han tenido tradicionalmente en Badajoz, que llevaron a terribles destrucciones en su muralla abaluartada en los años 30 y 60 del siglo XX, y que aún arrastramos. A desafortunadas “rehabilitaciones” como la del Fuerte de San Cristóbal, cuyo interior ha sido arrasado y “transmutado” en cementada “estación de autobuses”, con superficies planas de ornamento vegetal y que aún hoy día está sin resolver. A implantaciones que ahora hay que “desimplantar” como la del Cubo de Biblioteconomía. Y en especial a la operación inmobiliaria que se planifica para el Hospital de San Sebastián, de la Diputación de Badajoz, ahora envuelta en la polémica.
Es condenable el abandono, como dicen las normas más atrás enunciadas. Pero también lo es la actuación agresiva y destructora de la integridad y autenticidad de los inmuebles históricos y monumentales. Integridad y autenticidad que remarca siempre en sus requerimientos la UNESCO para incluir en su lista inmuebles, monumentos, sitios, conjuntos, etc.

Quede, por tanto, “para el verano” la tarea de estudiar antes la normativa existente, los acuerdos internacionales y europeos de casi un siglo de discusiones, las leyes que nos hemos impuesto. No deberíamos inventar criterios sino aplicarnos en el estudio de los existentes, respetarlos y actuar en consecuencia y con diligencia para evitar los males del abandono (la norma en este sentido, ya vimos, es clara). Y si no gustan, pues presionar cada uno en la medida de sus posibilidades para cambiarlos, pero no saltarlos “a la torera”, porque tengamos en la chistera una más ingeniosa solución.

viernes, 3 de junio de 2016

DA BOA AUSTERIDADE
Moisés Cayetano Rosado











Mi buen amigo, compañero en las “luchas autárquicas” siendo él vereador de la Câmara Muncipal de Seixal y yo concejal del Ayuntamiento de Badajoz, me ha vuelto a emocionar con la calidad y calidez de su prosa sencilla, limpia, serena y cautivante. Ya lo hizo con su anterior entrega: “Andatoque” (ver http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/2015/05/la-historiade-la-gente-sencilla-hace-ya.html y https://aviagemdosargonautas.net/2015/05/06/livro-livros-andatoque-la-historia-de-la-gente-sencilla-por-moises-cayetano-rosado/). Y ahora vuelve con su narración “Da Boa Austeridade”.
El libro, de 86 páginas, está certeramente prologado por Edison Dias, con ajustadas y magníficas palabras de Francisco Leonel Rodrigues Lobo en la contracapa. Va ilustrado en blanco y negro con fotografías de los protagonistas y precedido de “Nota do Autor” con dedicatoria a sus familiares, amigos y compañeros, por los que muestra un cariño generoso.
El hilo conductor de la narración es una “historia coral”, de la gente de su entorno, de su “Beo do Alpendre” en Seixal, llevado a través de Luís Felipe, un vecino carismático al tiempo que sencillo, amante de la música, músico él mismo, trabajador de una empresa multimunicipal de recogida y selección de residuos domésticos. Casualmente en el desenvolvimiento de su trabajo va a conocer y convivir con otros personajes sensibles y llenos de experiencia, que le enriquecerán a él, a su mujer Maria Luisa y a su pequeña Maria, que es la esperanza de futuro con que se cierra el libro.
Desfilan por sus páginas lo que Adelino da Silva Tavares denomina en frase final “gente boa esta!”, como el vecino  Nhéu o el Tío Cândido Tavares, ambos magníficos hombres y destacados deportistas, reconocidos y homenajeados por la Câmara Municipal de Seixal, que les impuso su “Medalla al Mérito Deportivo” y les dedicó sendas calles. El Mestre Jesuíno, “sabio” del Beco do Alpendre. El anciano arquitecto Paulo do Barros, primero anónimo donante de interesantes libros y después mecenas para los estudios de baile de Maria. El ingeniero y compañero de trabajo de Luís Felipe, Pedro Póvoa, con una tremenda historia de horrores vivida en su Angola natal martirizada en las Guerras Coloniales, y con su vida rehecha en Seixal…

, me he vuelto a emocionar con la prosa de Adelino da Silva Tavares, tan buen escritor, tan buen contador de vivencias, tan concienciado con la gente sencilla, honesta, “gente boa!”, que hace la historia del día a día de nuestras tierras, de nuestra convivencia. Gente buena como lo es el propio Adelino, que dejó su impronta en su labor autárquica en Seixal y deja ahora su testimonio escrito, de tan buena prosa, de tanta sensibilidad humana, nostálgica, cálida y de calidad.