jueves, 24 de mayo de 2018


NÚMERO 18 DE LA REVISTA DEL “CENTRO DE ESTUDOS DE ARQUITECTURA MILITAR DE ALMEIDA” 
Moisés Cayetano Rosado

Maquetado, ilustrado y presentado con la habitual pulcritud y calidad de siempre, la Câmara Municipal de Almeida pone en circulación el número 18 de su Revista CEAMA (Centro de Estudos de Arquitectura Militar de Almeida), que a lo largo de 184 páginas nos vuelve a sumergir en el mundo apasionante de las fortificaciones artilladas y abaluartadas, sus realizadores y realizaciones, el patrimonio constituido y heredado, los proyectos de futuro con respecto al mismo y todo el universo de acciones y actuaciones que, fundamentalmente en la Raia/Raya luso-española, transcurre a su alrededor. (Puede consultarse, copiarse, compartirse, imprimirse, etc. el número completo de la Revista, desde el Documento 97 de mi enlace  http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/p/paginaprueba.html)
Se abre la publicación con el saludo editorial de su nuevo Presidente da Câmara Municipal, António José Monteiro Machado, bajo el título de Continuidade de objectivos pelo nosso património, en que muestra el entusiasmo a que nos tenía acostumbrado su antecesor, António Baptista Ribeiro, actualmente Presidente da Assambleia Municipal. Señala los nuevos proyectos en cuanto a la conservación y rehabilitación de diversos elementos de la Praça-forte, entre los que destaca la rehabilitación del Baluarte de São João de Deus, y recuerda el empeño de Almeida en seguir impulsando la Candidatura de las Fortalezas Abaluartadas de la Raia/Raya a Patrimonio Mundial.
El doctor arquitecto y Consultor de Almeida, João Campos -coordinador editorial de la Revista- da cuenta a contuación del Acto simbólico que inaugura novo mandato autárquico-oratório no nicho da porta interior de Santo António, resaltando que “A carga simbólica não deixa de ser evidente, sublinhando-se o aspecto que envolve a celebração do património no primeiro acto público do novo Presidente, transitando do anterior os trabalhos de projecto para o restauro e a reabilitação do complexo construído das Portas” (pág. 5).
Se presenta seguidamente el Programa do 12º Seminário Internacional de Almeida, que se celebrará los días 24 y 25 de agosto de 2018, y que en esta edición presenta la novedad de “recortar” las ponencias a dos conferencias seguidas de debate, que pretende ser amplio y participativo por parte del “painel de senadores” (asiduos ponentes de buen número de los anteriores Seminarios) y aquellos que deseen inscribirse a esta nueva edición. No faltan, claro, las visitas técnicas y patrimoniales por la zona… ni la degustación gastronómica, que conforma buena parte del tesoro antropológico de Almeida.
A continuación, João Campos pormenoriza el significado del cartel que ilustra el Seminario (Sobre a imagem do logótipo da edição do Seminário Internacional deste ano: “Carte des opérations militaires dans la région située entre Alcantara et Almeida, autour de Ciudad Rodrigo”), muy ilustrativa de la cuestión de las fronteras, en el parecer del Dr. Campos, enriquecida con una abundante y variada cartografía complementaria.
Um retrato do estrangeirado D. Luís da Cunha (1667-1742), es la siguiente aportación de João Campos, que resalta la figura de este "expoente máximo da Diplomacia portuguesa de todos os tempos" (pág. 27), de decisiva relevancia en las negociaciones con España tras la Guerra de Sucesión a la corona española.
De Nicolas Faucherre, Directeur du Laboratoire d’archéologie médiévale et moderne en Méditerranée, se publica tras lo anterior una Recensão bibliográfica sobre o livro do Castelo Medieval de Almeida, libro monumental del que nos hemos ocupado en ocasiones anteriores y en el que el doctor arquqitecto J. Campos documenta con precisión su génesis, avatares, ruina y proyecto de revalorización.
Aníbal Costa, professor catedrático da Universidade de Aveiro, relata extensamente la Jornada Académica da Universidade de Aveiro no C.E.A.M.A., en el ámbito del protocolo existente entre la Câmara Municipal de Almeida y el Departamento de Engenharia Civil de dicha Universidad, con asistencia de alumnos y docentes del Curso de Rehabilitação do Património. Crucial iniciativa de formación de aquellos que en un próximo futuro tendrán en sus manos la rehabilitación patrimonial y que han de guiarse en su intervención por los principios de respeto a la autenticidad e integridad, patentes en los numerosos acuerdos de la UNESCO y del ICOMOS.
En torno al arquitecto, ingeniero militar y teniente general, oriundo de Ciudad Rodrigo, Juan Martín Zermeño (1700-1773) discurren los cuatro trabajos publicados a continuación.
El primero: Comemorações Juan Martín Zermeño, con motivo de las IV Jornadas de Fortificaciones de la Asociación de Amigos del Castillo de Monjuic: “Juan Martín Zermeño. Las Fortificaciones Abaluartadas del siglo XVIII”, celebradas en Ciudad Rodrigo los días 19 y 20 de octubre pasados, relatando las mismas y la contribución en ellas de Almeida, subrayando la importancia en la época de esta Praça-forte y la actuación del Ingeniero Mayor del Reino de Portugal, Manuel de Acevedo Fortes.
Un segundo: Juan Martín Zermeño Ingeniero del Rey. Las Fortificaciones Abaluartadas del s. XVIII, de Óscar Mansergas Sellens -Arquitecto, Master en Restauración y Rehabilitación Arquitectónica por la Universitat Politècnica de Catalunya-, que puso de manifiesto la “voluntad de la Asociación de Amigos del Castillo de Montjuïc de clausurar los actos culturales para la Bienal Zermeño 2017-2018 con la programación de un Congreso Internacional de Patrimonio Fortificado con ICOFORT-España, en reconocimiento al legado del ilustre ingeniero militar, en el sitio que probablemente represente su obra más importante y uno de los mejores ejemplos abaluartados de Europa y del mundo: la fortaleza de San Fernando de Figueras” (pág. 73).
Un tercero, Os Engenheiros Comandantes da Fronteira Moderna de Portugal, de João Campos, haciendo un repaso biográfico de Zermeño, un estudio de la defensa nacional portuguesa bajo la Dinastía de Bragança y unas reflexiones comparativas de otros grandes comandante extranjeros, como Friedrich Hermann von Schönberg; Friedrich Wilhelm Ernst, conde de Lippe, y Guillaume Valleré (ligados los dos últimos a la construcción del Forte da Graça de Elvas).
El cuarto: Comemorar o património com Zermeño e as gerações mais novas, da cuenta de la participación en Almeida del Instituto Politécnico de Guarda en la exposición sobre Zermeño con motivo de la celebración del “Día Internacional dos Monumentos e Sítios”, del pasado 18 de abril.
El sistema defensivo de la Raya Seca de Galicia durante la Guerra da Restauração de Portugal: la labor de los Ingenieros Militares, es el siguiente trabajo, estudio de Ramón García Gómez, profesor de la Universidad de Salamanca, habitual colaborador de la Revista y de los Encuentros y Seminarios de Fortificaciones que venimos celebrando por toda la Raia/Raya.  El profesor García Gómez pormenoriza las fortificaciones realizadas en los subsistemas de este espacio: Monterrei-Chaves y Limia-Minho, especificando las innovaciones y proyectos durante la Guerra, con gran aporte documental y cartográfico de su evolución en el periodo bélico, deteniéndose especialmente en los sucesivos recintos fortificados de Monterrei más sus obras exteriores y el abaluartamiento castellano del Castelo de Lindoso.
Vienen a continuación dos trabajos muy ligados a la “I Jornada sobre Fortificaciones Abaluartadas y el papel de Olivenza en el sistema luso-español”, celebrada en Olivenza el pasado día 17 de marzo.
El primero, Uma questão supra Luso-Espanhola: questão de Património da Humanidade, de João Campos, donde muestra su satisfacción por estar en Olivenza, reconocer sus valores patrimoniales medievales y modernos, y apuesta por su inclusión en la Candidatura a Patrimonio de la Humanidad de la Raia/Raya Abaluartada, potenciadora de las relaciones más profundas entre España y Portugal.
A gestão dos bens patrimoniais na candidatura em rede da Raia Abaluartada entre Portugal e Espanha, es el título del sugestivo trabajo presentado por el arquitecto Rui Ramos Loza. En el mismo presenta una interesante propuesta en cuanto al papel de Olivenza en la candidatura de la Raia/Raya, entre otras razones porque “Olivença pode ser eleita como símbolo de uma paz que coloca acima das linhas de demarcação fronteiriça a linha de salvaguarda para toda a humanidade de um bem patrimonial de excelência fruto da dualidade da fronteira, ora como terra de confrontos ora como território de união” (pág. 129). Y concretiza la propuesta con un borrador de reglamento en que propone que “ Os dois países comprometem-se a criar, manter e defender um órgão de Gestão conjunto, com sede em Olivença, com o propósito de garantir a salvaguarda do bem dentro dos princípios e cartas internacionais validadas pela UNESCO” (pág. 136).
Un último estudio, también de la autoría de João Campos, se centra en el Baluarte de São João de Deus - A reabilitação do terrapleno e das escarpas das muralhas. Detalladísimo trabajo, minuciosamente documentado sobre tan importante elemento de la fortificación de Almeida, con propuesta técnica para su rehabilitación y puesta en valor.
Se da cuenta a continuación, del Prémio Nacional de Arquitectura em Centros Históricos da A.P.M.C.H. (Associação Portuguesa dos Municípios com Centro Histórico) atribuído a  este inquieto y riguroso arquitecto Consultor de Almeida, entregado en Tavira a mediados del pasado mes de noviemebre.
Finaliza esta “apretada” entrega de la Revista con una recensión de mi autoría Sobre o nosso último número, donde doy cuenta del número 17 de la Revista CEAMA y la crucial intervención del Presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, en la clausura del “XIº Seminário Internacional de Arquitectura Militar”, apostando con entusiasmo por la Candidatura a Patrimonio de la Humanidad de la Raia/Raya Abaluartada, resaltando sus valores universales.
Se apunta brevemente, en un suelto final, el 10º Aniversário da revista, reproduciéndose las portadas de sus 17 números anteriores y del actual, recordando que en el site de la Câmara Municipal (http://www.cm-almeida.pt) se encuentran disponibles todos los ejemplares.
Y ejemplar es toda esta labor, todas estas publicaciones, todas estas acciones de un municipio, de una Câmara Municipal digna de imitar por todos en la Raia/Raya, por su rigor, perseverancia, trabajo sistemático en pro del patrimonio monumental, rehabilitación, estudio, divulgación y continua promoción.

lunes, 21 de mayo de 2018


DE LA TRAGEDIA A LA ESPERANZA (1918/36-1974/75). GUERRA, REVOLUCIÓN Y HAMBRE DE TIERRAS EN LA RAYA EXTREMEÑO-ALENTEJANA
Presentación de la conferencia por el Presidente de la Fundación Caja Badajoz, Emilio Vázquez
Moisés Cayetano Rosado
 (Puede consultarse, bajarse, copiarse, etc. el power point proyectado en la conferencia en el Documento 96 de mi enlace http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/p/paginaprueba.html )


El 9 de abril de 1918 se dio la Batalla de la Lys, en la frontera franco-belga, constituyendo de los mayores desastres militares portugueses (que participaba con los aliados en la 1ª Guerra Mundial) después de la Batalla de Alcácer-Quibir de 1578, con centenares de muertos y 6.000 prisioneros.
Las víctimas reclutadas pertenecían al grupo social “mais desprotegido” pues los pertenecientes a familias pudientes “en troca de pagamento de uma quantia em dinheiro, livravam-se do cumprimento de servir a Pátria”, según denunciaba el capitão de Elvas António Braz, prisionero en el enfrentamiento.
O sea, lo mismo que ocurrió en las intervenciones españolas de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, que condujeron al “Desastre del 98”, siendo crucial la declaración de guerra de EE.UU. tras el hundimiento de su acorazado Maine en la Bahía de La Habana el 25 de abril de 1898.
Luego pasaría en la “Guerra del Rif” (1911-1927), tan emotivamente retratada por el escritor de Badajoz Arturo Barea en “La ruta”, de la trilogía “La forja de un rebelde”, y en la que el Desastre de Annual se llevó la vida de más de 10.000 españoles el 22 de julio de 1921, comparable a la tragedia de la Batalla de las Linhas de Elvas, de 14 de enero de 1659.
Al tiempo, en nuestras “tierras del Sur”, “a todos ruína uma ambição: ter terra”, que escribía el alentejano Manuel Ribeiro en 1927. Tierra en manos  absentistas, que nos llevó a la “huída”, la emigración: “se estaba aquí tan rematadamente daos al mesmísimo demóngano que na se perdiese por cambiá, manque hubiá de sel en el infierno”, que escribió el extremeño Felipe Trigo (novela “Jarrapellejos”) en 1914.
Tras estos reveses vendrían los años oscuros, las dictaduras, la represión, el hambre, el miedo… y en España la esperanza de una II República con su Reforma Agraria, llevando a las míticas ocupaciones de tierras en Extremadura del 25 de marzo de 1936, a colectivizaciones… truncadas por la inmediata Guerra Civil (con medio millón de muertos y otros tantos exiliados).
Nuevamente, la feroz represión, cuya sombra alargada se extendió junto al hambre, el paro obrero, hasta llevar a una auténtica “estampida migratoria” que desde mediados de los años cincuenta a mediados de los setenta expulsó de Extremadura a más del 40% de su población. No menos oscuro sería el transcurrir alentejano, con un porcentaje similar de emigración: siempre los jóvenes, siempre la fuerza productiva y reproductiva, quedando en los pueblos de origen una población envejecida.
Y así se llegaría a… la nueva esperanza: Revolução dos Cravos en Portugal, de 25 de abril de 1974, que puso fin a la dictadura y las traumáticas guerras coloniales, que desde 1961 a 1974 supusieron una de las mayores tragedias de Portugal y los territorios sojuzgados. Aparejado a ella se vivió un ilusionado proceso -¡tan efímero!- de Reforma Agraria en Alentejo y Ribatejo, con ocupación de más de 1.100.000 hectáreas de latifundios por campesinos sin tierra. Una Contrarreforma –con lacerantes luchas- volvió a dejar las cosas como estaban…
Y en España a las reivindicaciones democráticas a partir de 1975, muerto Franco, con la implantación de las autonomías regionales, débil asidero para Extremadura, cuyo Estatuto de Autonomía se aprobó el 25 de febrero de 1983.
Después, un periodo convulso… y una “reconducción” en los años ochenta, que ya constituyen otro capítulo de nuestra historia, de la que en otro momento deberemos hablar. Pero al menos decir que en el tránsito del siglo XX al XXI asistimos en la península Ibérica a la llegada masiva de inmigrantes (medio millón en Portugal y seis millones en España, con tímida repercusión en la Raia/Raya) procedentes de Europa del Este, Iberoamérica y norte africano, que la Crisis mundial de 2008 retrajo, al tiempo que iniciábamos una nueva emigración de nuestros jóvenes, como en los tiempos pasados del desarrollismo europeo (1961-75), con tendencia demográfica de nuevo a la baja.

jueves, 17 de mayo de 2018


EXÍLIO, EMIGRAÇÃO E REPRESSÃO NA RAIA LUSO-ESPAÑOLA/ EXILIO, EMIGRACIÓN Y REPRESIÓN EN LA RAYA LUSO/ESPAÑOLA
 
Hemos preparado un nuevo número, el 22, de la Revista Transfronteriza O PELOURINHO, para el año 2018, girando en torno al “eje temático”: Exílio, Emigração e Repressão na Raia luso-española/Exilio, Emigración y Represión en la Raya luso-española.
Los seis números anteriores estuvieron dedicados a las seis Jornadas de Valorización/Valorização de las Fortificaciones/Fortificações Abaluartadas de la Raia/Raya. Tres más atrás a temáticas relacionadas con ese mismo patrimonio, con la historia de los conflictos rayanos de la Edad Moderna y siglo XIX, y otros aspectos patrimoniales fortificados medievales y modernos.
Tras este bloque en gran parte dedicado a valorar un patrimonio que opta a la clasificación de la UNESCO como Patrimonio Mundial, retomamos algo que nos ha sido especialmente recurrente en números anteriores, si bien no de manera monográfica, sino en trabajos sueltos, dentro de ofertas complejas en nuestras publicaciones.
Se trata de repasar lo que han supuesto para las regiones transfronteerizas, las largas dictaduras salazarista y franquista. También sus precedentes, que a veces se remontan a principios del siglo XX, y consecuentes, que extienden sus sombras hasta entrado el siglo XXI.
Examinar el largo, duro, penoso exilio en ocasiones de grandes “masas humanas”, capital perdido para sus zonas de origen, como perdido ha sido el de los emigrantes (en especial de los años sesenta y setenta, con una despoblación en muchos casos de la mitad de los habitantes de grandes zonas). Lo que ha supuesto la represión física, psicológica, sociológica de los totalitarismos ibéricos, incluso posteriores. Todo ese sufrimiento, esa injusticia, ese sacrificio. Y lo que, en consecuencia, significa ahora para nosotros, para nuestras tierras fronterizas, expuestas a todo  peligro en una Raia/Raya siempre dolorida.
Investigadoras portuguesas como Dulce Simões, antropóloga de la Faculdade de Ciências Sociais e Humanas da Universidade Nova de Lisboa que desarrolla estudios en la frontera luso-española del Bajo Alentejo, Cristina Clímaco -investigadora de la Universidad de París 8, sólida historiadora especializada en exilio, emigración y oposición al Estado Novo-, Teresa Fonseca -magnífica historiadora que ha estudiado como pocos el papel de las mujeres en la represión salazarista, que fuera becaria pos-doctoral de la Fundação para a Ciência e a Tecnologia la Ciencia y la Tecnología-, Helena Pato, militante antifascista desde 1956, fundadora y dirigente del Sindicato dos Professores (SPGL), fundadora do MDM (Movimento Democrático de Mulheres) y dirigente del Movimento Não Apaguem a Memória, creadora y e coordinadora, en facebook, de la página “Antifascistas da Resistência” e o grupo “Fascismo Nunca Mais”, que conoció en carne propia la feroz represión salazarista; el histórico dirigente campesino António Gervasio -del que tratamos ampliamente y en especial Helena Pato y Teresa Fonseca-, preso político y crucial dirigente en el proceso de la Reforma Agraria portuguesa; la joven historiadora extremeña, máster universitario en la especialidad de “España Contemporánea en el Contexto Internacional”, Laura Rodríguez Fraile; Presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura, abogado José Manuel Corbacho; el profesor de la Universidad de Extremadura y geógrafo Antonio Pérez Díaz, de los mejores conocedores de nuestros procesos migratorios… figuran entre los colaboradores.
Con este número, pretendemos iniciar una serie donde vayamos desgranando tan amplio proyecto de conocimiento de esta temática crucial del siglo XX, que tanto nos condiciona el XXI.
Y… ¿qué tal ir pensando en los Museos de la Memoria/Museus da Memória, de los que no me resisto a exponer unas reflexiones introductorias a lo que podría ser un trabajo colectivo de próximo futuro? 
MUSEOS DE LA MEMORIA, LA RESISTENCIA Y LA REPRESIÓN.
Museu de Peniche
Del convulso siglo XX nos queda, lamentablemente, una memoria dolorosa, dolorida y de vivos recuerdos en cuanto a guerras, resistencias populares al reiterado abuso de los poderosos, e imágenes desgarradoras de la terrible represión, ejecutada como venganza y advertencia de futuro.
Emociona recorrer los escenarios y estudiar los hechos luctuosos en los espacios habilitados para alzar un homenaje a aquellos que sufrieron el terror y la tragedia. Lo he visto en Francia, Alemania, Polonia, la República Checa…, donde la historia de la II Guerra Mundial y sus efectos devastadores en territorios y personas se palpan en lo que fueron campos de batalla y campos de exterminio, serena y crudamente musealizados, para conocimiento y reflexión.
Y resulta llamativo que en España queramos extender el manto de la amnesia, como mala conciencia, por lo que fuera territorio de dolor, pasando de puntillas o invitando al olvido, que en ninguna otra parte se practica, porque el olvido es ocultar la cabeza como avestruz, cuando hay que afrontar nuestro pasado, para reconocerlo y aprender humanamente de sus efectos y de sus consecuencias.
Una vez más debemos aprender del resto de Europa y en especial -hago hincapié- de Portugal, que tantas lecciones nos da en tantas cosas, como atención a su Patrimonio Histórico-Monumental y respeto a la Memoria.
He ido muchas veces al Fuerte de Peniche, siniestra prisión salazarista, entre 1934 y 1974, convertido en 1984 en Museu Municipal de la Resistencia Antifascista, además de contener interesantes colecciones de Arqueología, Etnografía e Historia local. Quisieron habilitarlo hace unos años para concesión hotelera, pero el contundente rechazo y movilización popular impidieron la “explotación privada” de tan importante Monumento y Museo de la Memoria, la Resistencia y la Represión, que va a ser reacondicionado aún más.
Museu GNR
Hace cuatro años, también fue abierto en Lisboa el Museu de la Guardia Nacional Republicana (GNR), en el Quartel do Carmo, el famoso edificio donde se refugió el Presidente de Gobierno Marcelo Caetano en la noche del Golpe Militar del 25 de Abril de 1974, y donde el Capitão Salguero Maia lo cercó y prendió. Allí no solo recorremos la historia de los 107 años de la GNR, sino sustancialmente el emocionante proceso inicial de la Revolução dos Cravos, que acabó con la dictadura e implantó en Portugal la democracia y libertad. 
Y un año después, se conformaría el Museu Municipal do Aljube-Resistência e Libertade (ubicado al lado de la Sé-catedral, donde estuvo un centro de tortura de la PIDE), dedicado à memória do combate à ditadura e da resistência em prol da liberdade e da democracia, con Servicio Educativo, Centro de Documentación, Exposiciones permanentes (fascismo, antifascismo y clandestinidad; resistencia y represión; colonialismo, lucha anticolonial y 25 de Abril), así como temporales, y Tienda de Venta, con intensa actividad de visitas guiadas, conferencias, coloquios, encuentros, exposiciones, etc.
¿Nos servirán de lección? ¿Sabremos reconsiderar el tratamiento respetuoso de la Memoria, que hasta ahora tanto se ha ignorado?
Penoso es recordar cómo un lugar tan emblemático como la antigua Plaza de Toros de Badajoz -internacionalmente conocido por la masacre perpetrada allí a mediados de agosto de 1936-, idóneo para hacer un Museo de la Memoria, fue arrasado y convertido en Palacio de Congresos (donde no hay prácticamente más actividad que un concierto mensual de la Orquesta de Extremadura), descontextualizado incluso de la realidad urbanística de la ciudad, porque su ubicación en pleno borde interior del Casco Histórico es el menos aconsejable para un destino necesitado de amplias vías y espacios abiertos. 
Y así en otros espacios de la geografía nacional, del que éste de Badajoz es un triste “abanderado”, como otros más de la provincia, tal como el siniestro Campo de Concentración de Castuera, o las Colonias Penitenciarias de Montijo, igualmente a resultas de la Guerra Civil. Pero aún se está a tiempo de revisar los errores y olvidos, y plantear serenamente unas actuaciones que nos equiparen a lo que siempre “suspiramos” en lograr: parecernos a Europa. ¡Y no digamos a Portugal!
Siéntanse, los que algo tengan que decir, convocados por este medio a colaborar en el ilusionante proyecto colectivo.

NOTA: Puede verse, leerse, descargarse, divulgarse... libremente el número completo de este O PELOURINO desde el documento 95 de nuestro enlace: http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/p/paginaprueba.html
Moisés Cayetano Rosado
Director de O PELOURINHO

miércoles, 16 de mayo de 2018


MOISÉS CAYETANO: “EL PATRIMONIO FORTIFICADO QUE TENEMOS EN EXTREMADURA Y ALENTEJO ES INCOMPARABLEMENTE MÁS RICO QUE EL DEL RESTO DE LA RAYA
Emilio Vázquez, Presidente de la Fundación Caja Badajoz presentado al
conferenciante.
Publicado por Esmeralda Torres | 15 May 2018 | CULTURAHISTORIAPORTUGAL |  

EL DOCTOR EN GEOGRAFÍA E HISTORIA OFRECE UNA CONFERENCIA SOBRE LA RAYA EXTREMEÑO-ALENTEJANA EN LA RESIDENCIA UNIVERSITARIA CAJA BADAJOZ
Doctor en Geografía e Historia, su currículum lo presenta como profesor, escritor y político. Pero si algo hay que subrayar con fluorescente en la carrera profesional de Moisés Cayetano Rosado son sus investigaciones sobre La Raya hispano-lusa. En esta línea, y bajo el epígrafe ‘De la tragedia a la esperanza. Guerra, revolución y hambre de tierras’, ofrece esta tarde una conferencia en la Residencia Universitaria Caja Badajoz (RUCAB) en la que analizará los últimos tiempos en la frontera extremeño-alentejana. Con lupa, detenimiento y precisión. 

– Esta tarde tenemos una cita en la agenda. A las 20:00 horas en la RUCAB. ¿Qué vamos a escuchar?Fundamentalmente el desenvolvimiento que tuvo la sociedad y la economía en España y Portugal en sus momentos más importantes, y en concreto en Extremadura y Alentejo. Partiré de finales del siglo XIX y llegaré hasta el inicio de la democracia; es decir, casi cien años de historia, de sociedad, de economía, de vivencias, etc.
Un momento de la intervención
– ¿Por qué partir de los últimos cien años, por no extenderla más o porque los últimos cien años fueron más importantes?
– Es simplemente dar un repaso a todo lo que son las últimas causas de la situación actual. También hablaré un poquito del siglo XIX, sobre todo de lo que fue la desamortización y el reparto de tierras. Un poco de cómo se distribuye la propiedad en el campo extremeño-alentejano, y de cómo intervienen España y Portugal. También, por supuesto de nuestras tierras en las últimas colonizaciones, por nuestra parte en Cuba y Filipinas, y por la parte portuguesa la implantación en Angola, Mozambique y Guinea. Lo que supuso eso de sacrificio, de soldados, de esfuerzos…
De ahí partíamos...
– ¿Hasta qué punto la frontera o el país vecino ha marcado acontecimientos en el otro? Por ejemplo, ¿cómo pudo influir España en la Revolución de los Claveles?
– La influencia es bastante pequeña en ese caso, en el de la Revolución de los Claveles o en el caso de la Guerra Civil Española, que son dos momentos trágicos en la frontera y que supuso un movimiento en La Raya bastante importante. Durante la Guerra Civil española, Portugal supuso para los españoles, y para los extremeños en concreto, un lugar de refugio, aunque luego hubiese muchos problemas. En cuanto a la Revolución de los Claveles, nosotros aquí estábamos terminando una etapa de Dictadura Franquista. Quedaba prácticamente un año y poco y fue un acontecimiento como visto desde lejos a pesar de estar más cerca, porque fue no tuvo repercusiones en nuestra tierra. Lo que sí es muy interesante es comparar el desenvolvimiento que tuvimos con la democracia en un lado y en otro.
La ilusión y la esperanza...
– Prácticamente ambos países vivieron al mismo tiempo los inicios de la democracia.
– Sí, todo lo que es, por ejemplo, el desenvolvimiento político, la constitución, las distintas leyes… Fueron paralelas, solo que allí partían de una revolución que tuvo como consecuencia, en Alentejo fundamentalmente, una reforma agraria bastante extensa, muy parecida a la que intentó Extremadura en la Segunda República, en 1936. Esa reforma agraria fue bastante problemática en Portugal. Dio lugar a una ocupación de tierra que posteriormente desembocó en unas devoluciones muy traumáticas, un proceso que duró más de 12 años. Aquí, en cambio, no hubo nada de eso. Fueron más sosegados, más calmados que en Portugal.
– ¿En qué sectores se notó más la frontera?
– En los pueblos transfronterizos no. Especialmente para nosotros, durante la Guerra Civil, no la hubo, porque fueron lugares de acogida. Es decir, las zonas cercanas a la frontera tienen unas relaciones de tipo personal, de amistad y familiar bastante arraigadas, y además muy mezcladas con todo lo que es la vida de subsistencia, el propio contrabando. Son pueblos que subsisten en gran medida por el intercambio comercial no regulado, algo que crea unos lazos de amistad, de familiaridad que en algunos lugares son extraordinariamente ricos. Está bastante estudiado, sobre todo en los refugiados extremeños con respecto a Portugal, especialmente los del sur de la provincia de Badajoz. Esa especie de confrontación en La Raya dio lugar después a muchos lazos familiares que aún se conservan, aunque no tan profundos como nos gustarían porque a veces hay poca confrontación, sobre todo en los tiempos contemporáneos.
Aquella dureza...
– ¿La apertura de la frontera no supuso también una parte importante en la historia rayana?
– Sí, para los pueblos rayanos de subsistencia acabó con aquel sistema. Por otro lado, la apertura hacia Europa significaría la llegada de fondos estructurales y sociales que supusieron una aporte económico importante. Muchos de los fondos, además, son fondos transfronterizos que necesitaban de proyectos comunes entre unos pueblos y otros, y eso dio lugar a muchas acciones de tipo oficial, económico y empresarial en las que un pueblo y otro participaban y obtenían beneficios comunes que se siguen manteniendo en la actualidad.
– ¿Existen muchas diferencias entre La Raya extremeño-alentejana y el resto de fronteras?
– Nuestra frontera es una de las fronteras más permeables. Es bastante extensa y abierta, geográficamente es muy fácil de traspasar. Si nos situamos un poquito más al norte, hacia la zona de Castilla y Beirã, digamos que es una frontera con menos población situada en La Raya, con menos relaciones. En el norte, en Galicia, sí hay unas relaciones intensas, pero desde el punto de vista geográfico son más difíciles, más complicadas, no son tan diáfanas como las nuestras. No obstante, cada uno tiene sus peculiaridades, aunque siempre hemos tenido unas relaciones muy especiales, incluso desde el punto de vista histórico anterior. Por ejemplo, el patrimonio fortificado que tenemos en Extremadura y Alentejo es incomparablemente más rico que el del resto de La Raya porque era una frontera mucho más transitada.
– Creo que Portugal y su frontera se lleva el peso de sus investigaciones.
– En los trabajos que yo he hecho, sí. Desde el punto de vista académico he trabajado fundamentalmente en cuestiones migratorias y demográficas de Extremadura y movimientos de población. Pero, sin embargo, luego fui estudiando todo lo que se refiere a los conflictos en La Raya y el patrimonio que esos conflictos han ido dejando, y me fui especializando en fortificaciones en las fronteras, desde el siglo XVII al XIX. Después he ido retomando los temas demográficos, he ido comparando y viendo las similitudes, diferencias y causas porque me llamó muchísimo la atención que entre 1960 y 1975 perdiésemos casi el 45% de la población, prácticamente igual que en el Alentejo. Estuve investigando a donde había ido esa gente, por qué habían salido y fui comparando los grandes parecidos entre unas tierras y otras.
Otro momento de la intervención.
– ¿A qué conclusiones le llevó esas investigaciones?
– Me llevó a la conclusión de que las causas de pobreza del Alentejo y de Extremadura eran muy parecidas. Eran tierras de grandes extensiones latifundistas donde había unos sectores que detentaban el poder, muy poderosos, y unos grandes sectores de población bastante desposeídos, de jornaleros, de gente sin tierras que venían arrastrando ese modelo desde la Reconquista y que se acentuó con la venta de tierras comunales del siglo XIX. Esa especie de hambre de tierras, de necesidad de un lugar de sacar para comer, se vivió en ambos sitios, y en ambos sitios se tenía como un sueño poder hacer una reforma agraria. Eso de la reforma se materializó en Extremadura, en la Segunda República, y fracasó por razones bélicas. Los portugueses lo siguieron manteniendo en una especie de utopía que se materializó también en la Revolución de los Claveles, y también de otra manera no tan traumática pero sí bastante triste, fracasó. Ambos pueblos tuvieron que emigrar en masa por falta de trabajo y ambos pueblos, extremadura y alentejo, tienen una despoblación brutal. Ellos tienen unos 600.000 habitantes, nosotros tenemos un millón. Estamos hablando de dos grandes regiones muy despobladas y muy envejecidas, con una posibilidad de desarrollo futuro bastante poco prometedora y una nueva emigración de gente joven.
Autores y libros extremeño/alentejano, esenciales para
comprender nuestra historia contemporánea.
– ¿Por qué estudiar la frontera? ¿Por la localización, quizá?
– No lo sé exactamente. Quizá se mezcla mucho que cuando empecé a relacionar cosas de Portugal era concejal en el Ayuntamiento de Badajoz y me ofrecieron llevar relaciones con Portugal. Me relacioné mucho con los municipios del entorno, con gente muy acogedora y muy amable que me invitaba a dar conferencias, a participar en actos propios. Y eso un poco me fue enganchando, me fue gustando, y fue haciendo que ampliara mi campo de estudios, que no solamente lo limito a la parte histórica sino también a la patrimonial, o a lo social, a la económica. Y son estas cosas que se empiezan y cada vez encuentras más lugares que investigar.
– ¿Cree que tenemos suerte por vivir en La Raya?
– Este lugar donde nosotros vivimos es un lugar bastante interesante y privilegiado. Yo estoy equidistante de Campomaior, Elvas y Badajoz; me desplazo en un cuarto de hora a cualquiera de ellas, hablando distinto idioma, teniendo distinta gastronomía, viendo distintas riquezas patrimoniales, etc., y en cuanto uno se desplaza un poquito más, a 40 o 50 kilómetros, va descubriendo mundo mucho más variado de rico. Encima tenemos la suerte de tener cerca toda esa zona costera, de llegar muy pronto a una ciudad tan preciosa como es Lisboa o a esas playas envidiables que son las playas alentejanas. Esto hace que Extremadura, y sobre todo los que viven mas a La Raya, tengamos una cantidad grande de territorio de gran belleza física alrededor y un gran tesoro patrimonial a nuestro alcance. 
– Le doy la razón, pero no entiendo por qué entonces seguimos mirando a Portugal con desprestigio, sin valorar lo que allí hay. Son muchos los que van a Elvas a comer y no saben que tiene, por ejemplo, una fortificación modélica para su tiempo. ¿Por qué pasa esto?
– Es una cosa curiosa que cada vez sucede menos. Recuerdo cuando era joven, que de Elvas lo único que conocíamos es que era un lugar donde comprar toallas. Ese sentimiento ignorante en la realidad está bastante extendido, pero ya menos. Ya hablas con la gente y te dice que qué fuerte más magnífico hay en Elvas, por ejemplo. Cada vez se es menos ignorante. Se desprecia lo que se ignora pero si alguien profundiza en el conocimiento de Portugal lo tiene que admirar. Aunque por otra parte también hay que tener en cuenta que en La Raya, sobre todo a lo largo del siglo XX, la gente normal lo pasaba muy mal, era muy pobre, y había mucha emigración de jornaleros, de trabajadores temporales, que venían a buscar trabajo en la siega o en la recolección y eran muy pobres. A lo mejor los identifican con esa pobreza terrible. De hecho, hasta  entre los mismos portugueses existía ese sentimiento de desprecio. Existe como una especie de crueldad en el pueblo de despreciar al que es más pobre que uno mismo.


viernes, 11 de mayo de 2018


DE LIENZOS Y SAETERAS
El castillo de Alburquerque visto desde el risco de San Blas, donde hay unas
interesantes pinturas esquemáticas de la Edad del Bronce
Estoy haciendo unas fotos a los redientes artillados construidos por los portugueses a principios del siglo XVII (ocupación durante la Guerra de Sucesión), en la fortaleza de Alburquerque: esos que han desgraciado, atropellando la legalidad vigente, para hacer una Hospedería, uno de esos “castillos en el aire” de cuando el dinero estaba ahí para eso, para dilapidarlo, dejando el desaguisado a su aire y a su ruina, sin más destino que el olvido para unos, la vergüenza para otros y la indignación para los demás, con su presencia de mutilaciones y falsificaciones.
Redientes y lienzo de muralla del castillo de Alburquerque. Y puerta falsa,
pero falsa de verdad...
Esperan a la guía oficial tres turistas. Llega aquella, y una le pregunta:
- ¿Dónde están los lienzos esos que hay en el castillo, que he leído por ahí?
La guía, muy pacientemente le explica que los lienzos son los muros del castillo; el espacio entre torre y torre.
--- ¡Ah!, bueno. Yo creí que eran unas pinturas que estarían expuestas en el castillo. ¡Ahora ya me entero!
Y vuelve a la carga con un interés digno de encomio:
--- ¿Y eso de las saetas, cómo es que es eso de que hay saetas?
No estamos en Semana Santa, pero creería, por lo que se apreciaba, que alguien se "arrancaría" cantando a voz en grito.
--- No -dice la guía, muy en su papel-. Se referirá a "saeteras", es decir, los huecos en el muro o en las torres por donde disparaban las flechas, las saetas, los defensores de la fortaleza.
--- ¡Ah, pues claro! -razona la interesada-. Saeteras, eso, saeteras, para disparar, es cierto.
Falsa saetera en rediente, para ventana de habitación, y vista al interior.
Y entraron a ver el magnífico Castillo  de Luna, enorme cirio levantado en la roca gigantesca a partir del siglo XIV, dejándome en mi triste soledad de eremita contemplativo de estos ingeniosos y poderosos añadidos necesario para la defensa artillera de la población, mancillados por la prepotencia, la ignorancia o ambas cosas a la vez, o a saber dios qué…
En fin, que tenemos que insistir en la formación básica en técnicas militares, poliorcética y... visitas guiadas, que nos sitúen un poco en el contexto de este mundo de las fortificaciones, al parecer tan enigmático, aunque a algunos nos parezca tan sencillo. ¡Ah!, y que en el futuro, sabiendo lo que son lienzos, saetas y saeteras, redientes y fortificaciones artilleras, los identifiquemos con facilidad y no atentemos contra ellos como si fuéramos una manada de ñus en estampida.
Moisés Cayetano Rosado