NUESTRA EMIGRACIÓN HOY
Cuando los días 21 y 22 de diciembre
pasados se celebró en Mérida el “I Congreso Mundial de la Ciudadanía Extremeña en el Exterior”, organizado por la Junta de Extremadura, diversos representantes de
asociaciones de emigrantes extremeños quedaron decepcionadas por la escasa
atención prestada a la problemática de la emigración extremeña del pasado y el
presente, así como a las organizaciones de emigrantes.
Desde la inauguración por un
astronauta con ascendientes extremeños a un premiado presentador de televisión
americana (de nacencia emeritense) encantadísimo de haberse conocido, que se
marcó un show en que únicamente hizo falta que se pusiera a claquear al estilo
hollywoodiense, pareciera que queremos ser otra vez aquellos que “triunfaron en
América”, ignorando que esa minoría es
anecdótica en medio del dolor y los problemas de la emigración forzosa y
forzada.
Por ello, con la finalidad de realizar una
reflexión sosegada, independiente de los poderes institucionales, pero con vocación
de hacerles llegar los debates y conclusiones para una actuación institucional
efectiva, hablamos allí mismo algunos de los ponentes y dirigentes asociativos
de la emigración de la posibilidad de celebrar un Encuentro de Asociaciones de Emigrantes Extremeños. Pasados ahora
cuarenta años del “I Congreso de Emigrantes Extremeños”, celebrado en Cáceres
bajo el impulso de las propias asociaciones, nos pareció oportuno hacerlo bajo
el título genérico de “Asociaciones
Extremeñas en la Emigración, labor del pasado, situación actual y perspectivas
de futuro”, en el que el propio movimiento asociativo presentaría las
ponencias respectivas a su labor, proyectos y perspectivas, a las que seguirían
debates y aportaciones directas.
La Fundación
Caja Badajoz -entidad de reconocida solvencia en el campo de la acción
social, cultural, asociativa, de amplia proyección pública- aceptó su
patrocinio, reservando 50 plazas en su
Residencia Universitaria para alojar a los participantes: alojamiento y
manutención completos desde la noche del viernes 23 de agosto hasta la mañana
del domingo, día 25.
Durante
seis meses -de finales de diciembre a finales de junio- hemos estado en
contacto asociaciones y federaciones en España y el exterior, para conformar el
programa, ponentes y asistentes. Y después de muchos intercambios y… silencios,
finalmente no ha habido forma de darle “forma” a lo que parecía un anhelo de
muchos, quedando en una aspiración de muy pocos.
¿Por
qué? Acaso…
- Porque
el tiempo no perdona, y muchos de los dirigentes asociativos ya no tienen el
impulso que hace cuarenta años nos llevó a organizar el “I Congreso de
Emigrantes Extremeños” en Cáceres, sin medios propios, pero haciendo de la
necesidad virtud hasta conseguir suficientes subvenciones y las instalaciones
de la Universidad Laboral de Cáceres.
- Porque
la renovación asociativa no tiene la fuerza de que se dotó en aquellos tiempos
y da para ir moviendo actividades lúdicas y a veces culturales en su entorno,
pero sin alcance global.
- Porque
tras muchas luchas y derrotas hay una “descreencia” en las posibilidades de la
unión y la reivindicación.
- Porque
este Encuentro puede ser tomado por las “autoridades” como un enfrentamiento y
entonces peligran las más que pírricas ayudas que institucionalmente se les da.
-
Porque hemos perdido el tren, otro tren más, de los proyectos al margen de la
oficialidad.
-
Porque nos “calentamos” de momento ante lo que creemos injusto, innecesario,
“escaparatista”, superficial… pero luego las aguas se remansan.
-
Por desencuentro interiores.
-
Por desconfianzas exteriores.
En
fin, el proyecto se chafó. Pero ahí
queda la intención y la constancia de lo que pudo ser y no fuimos capaces de
llevar hacia adelante.
Moisés Cayetano Rosado
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