ESTABA ARDIENDO EL MUNDO
En el 6º Festival Internacional de Poesía y Arte (ver: http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/2016/03/grito-demujer-asisto-al-6festival.html)
presenté un poema recién escrito basado en los tremendos acontecimientos que
nos están tocando vivir de guerra y exilio, con las horribles consecuencias de
dolor e insolidaridad para con los que buscan un refugio, habiendo perdido su
acomodo, familiares, amigos, casa y tierra, ¡todo!
Y me acordé -puesto que dedicábamos el Festival al Grito de Mujer- de
aquel tremendo cuadro de Picasso, el Guernica, donde una mujer sostiene en
brazos a un niño muerto, mientras levantan su cabeza, dislocado el rostro en un
grito de dolor. Y me acordé también del extraordinario soneto de Antonio
Machado, dedicado a la muerte del niño herido, que velaba su madre en una noche
de brutales bombardeos; el chico deliraba, devorado por la fiebre (“¡Oh!, flor
de fuego”, exclama, grita, la madre, preguntándose a la vez: “¿Quién ha de
helarte, flor de sangre, dime?”), acabando muerto, mientras “el cristal del
balcón repiquetea” (http://www.camino-latino.com/spip.php?article164).
Luego, sí, el exilio de aquella Guerra Civil, tan incivil. Las penalidades
de un éxodo mal recibido entonces, como el de estos momentos. El sufrimiento de
tantos afectados, entre los que la mujer habría de padecer aún más -en sus
carnes, en su integridad, en su dignidad- la cruel vampirización de los que
dijeron ser -¡como ahora otra vez!- los “salvadores”.
Vayan, por ello, los versos que ahora siguen.
Me
he levantado esta mañana
y
estaba ardiendo el mundo.
El
fuego consumía las casas y las calles;
arrasaba
los campos.
Era
como una ola gigantesca;
era
como un tsunami
que
todo lo devora.
Un
tsunami de llamas,
de calor espantoso,
de
lenguas retorcidas, brillantes,
crines
enloquecidas que gritaban
como
si fueran bocas en su último aliento.
Estaba
ardiendo el mundo
y
la gran muchedumbre, débil y desvalida,
hacía
por apagarlo
con
sus tristes escobas de tamujo,
que
se ponían a arder también
al
mínimo contacto.
El
monstruo gigantesco bailaba
retorcía
su figura, crepitando,
y
unos cuantos vampiros resoplaban
para
avivar las llamas,
ganando
la partida.
MOISÉS
CAYETANO ROSADO
Saludos desde La Habana Cuba. Estaba buscando información acerca de la canción Bella ciao, que me recuerda mi infancia y ahora he decidido escribir algo sobre ella. Visité para ello un blog donde reproducen escrito suyo, luego encuentro este blog que me ha parecido excelente. Por eso lo comento. Soy periodista, trabajo para una emisora local de La Habana (la COCO "El Periódico del Aire" y para su sitio web donde ejerzo la función de corrector, editor, realizador de imágenes e infografías, etc.
ResponderEliminarMi nombre es Gilberto González y mi correo gilgongar@rcoco.icrt.cu. Gracias por el blog.
Muchas gracias. En los Documentos 16 y 34 de este enlace de mi blog: http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/p/paginaprueba.html hay un texto y un conjunto de poemas (respectivamente) míos sobre La Habana, ciudad que siempre me cautiva.
EliminarUn cordial saludo.
Moisés.