sábado, 7 de enero de 2012

PLANOS FRANCESES DE ELVAS Y ÉVORA

     Nuestro buen amigo Manuel Martins, del Museo Militar de Elvas, me ha enviado dos extraordinarios planos franceses de las ciudades abaluartadas de Elvas y Évora.
     En el de Elvas aún no está el Forte da Graça, construido a finales del siglo XVIII, aunque sí el Forte de Santa Lucía y diversos fortines, más otros elementos defensivos levantados en el siglo XVII, a raíz de las Guerras de Restauración de la Corona portuguesa (1640-1668) contra la Corona española, y que serían perfeccionados en las Guerras de Sucesión a la Corona de España (1701-1714), tras la falta de descendencia directa de los Austrias hispánicos, con resultado triunfante para los Borbones franceses. Elvas está "pegando" a la frontera entre ambas naciones y ha sido -y es- paso directo entre las dos capitales: Madrid, Lisboa, con lo que se comprende su importancia estratégica, bélica y su "acorazamiento" en defensas del recinto de la ciudad y sus alrededores, complicados de salvaguardar, dados los múltiples cerros y promontorios que lo rodean. Eso explica la complejidad de la maquinaria constructiva-defensiva y el que, ante los ataques sufridos por el noreste, de elevados montículos, se abordara la construcción del inmenso Forte da Graça, que tanto juego daría en las Guerras napoleónicas (1801-1814).
     En el de Évora -ciudad Patrimonio de la Humanidad, entre otras cosas por sus magníficas murallas medievales y las abaluartadas- se nos presenta igualmente una construcción defensiva muy completa, con fuertes exteriores (destacando el inmenso de Santo António, hoy en manos privadas -de la iglesia católica-, pero accesible para la visita, y que cuando se circula cerca a pie o en automóvil nos pasa desapercibido, ya que estamos ante un terreno llano) y recias garitas de piedra bien labrada. Évora está situada en una segunda línea de batalla, pero también constituyó una pieza estratégica de alto valor, dada su situación, a poco más de 100 kilómetros de Lisboa.
     Estas dos "joyas" del diseño militar, siguen -con más de una docena de plazas de la raya luso/española- trabajando por conseguir la calificación de Patrimonio de la Humanidad que, a nuestro juicio, tienen sobradamente merecida por su originalidad, significado histórico, autenticidad, ejemplaridad para otros lugares del mundo, belleza, armonía y más que aceptable buena conservación del conjunto.

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