LOS FUERTES
ABALUARTADOS LUSOS Y ESPAÑOLES OCCIDENTALES, Y SU DESTINO ACTUAL
Moisés Cayetano
Rosado
Los fuertes abaluartados son una de las
construcciones más genuinas de la Edad Moderna, uniendo a su necesidad
utilitaria defensiva un despliegue de técnicas constructivas, de belleza
artística y de prestancia geoestratégica extraordinarias.
Forte de S. Filipe (1582),Setúbal. |
LECTURAS DE
LOS FUERTES.
Fuerte de San Cristóbal (1641) de Badajoz. |
Sobre ellos podemos hacer variadas lecturas,
que por lo que se refiere al espacio occidental luso-español, tan pródigo en
estas construcciones por su exposición marítima y las guerras de frontera, las
resumiría en:
Acueduto de Água de Prata (1537) y Forte de Santo António (1650) de Évora |
-
Lectura militar. Suelen ser las
primeras construcciones defensivas que se levantan para proteger costas o
ciudades, ante el avance poderoso de la artillería. Pongamos como ejemplo el
costero Forte de S. Filipe, de Setúbal,
empezado a construir en 1582, que protege la entrada al gran estuario del río
Sado; el Fuerte de San Cristóbal, de
Badajoz, comenzado en 1641, con motivo del comienzo de las Guerras de
Restauração, confrontado con las poblaciones de Campo Maior y Elvas, donde encontramos -en esta última-
el Forte de Santa Luzia, de 1641 en
sus inicios, o -algo en retaguardia- el más espacioso Forte de Santo António, de Évora, de 1650.
Forte de Santa Luzia (1641) de Elvas. |
Surgen de la necesidad de defender sus
respectivas poblaciones de los ataques enemigos y representan un ejemplo de
maquinaria defensiva que recoge los avances de ingeniería militar que se habían
efectuado en Italia y extendido hacia Holanda, de donde vienen los ingenieros
principales.
-
Lectura histórica. Los fuertes son un “libro abierto”
de Historia de la Edad Moderna y Contemporánea, pues en ellos podemos
contemplar no solo los sucesivos avances de la ingeniería militar defensiva
conforme aumenta el alcance y eficacia de la artillería atacante, sino también
la complejidad de sus elementos, como respuesta a la ofensiva y el sitio, así
como los distintos usos que han ido teniendo especialmente cuando las
hostilidades remitían o los avances de la artillería y sobre todo la aviación
los hacía poco eficaces.
Maqueta del Forte de São Brás, en Ponta Delgada |
Forte de Santiago, de Sesimbra |
Forte de Cacela Velha |
Ahí tenemos
el Forte de São Brás, en Ponta Delgada,
en uso militar incluso durante la II Guerra Mundial, al bunkerizarse gran parte
de sus dependencias, y hoy aún con funciones militares, además de museo. O el
de Santiago de Sesimbra, que continúa
utilizándose por la Guardia Nacional Republicana, además de abrirse al público
para visitas y actos culturales. O el de
Cacela Velha, que alberga instalaciones de la Guardia Fiscal.
- Lectura geográfica. La ocupación de lugares
estratégicos, con amplia visión panorámica, nos ofrecen la posibilidad de
contemplar, estudiar y disfrutar de un paisaje, que fue objeto en su día de
avistamiento del enemigo. Los fuertes ocupan oteros, padrastros del terreno que
son fatales para la defensa de la población si se ocupan por el enemigo, por lo
que la función de los fuertes es vital para las mismas.
Forte de Nossa Senhora da Queimada y F. de Sto. Alberto de Pessegueiro |
Forte de S. Roque, Castelo de Vide |
Castillo de San Marcos, Sanlúcar de Guadiana |
Fuerte de Goián, en Tomiño |
Son
dignos de visitar instalaciones con tan gran dominio del entorno como el Forte de Nossa Senhora da Queimada en la
costa de Pessegueiro, desde donde se avista el mar y la pequeña isla
frontal, con también otro pequeño fuerte: de Santo Alberto. O el Forte de S. Roque, de Castelo de Vide,
que domina el enorme valle rayano que conduce a Valencia de Alcántara. O el
magnífico Castillo de San Marcos, en
lo alto de Sanlúcar de Guadiana,
controlando el río y la vecina Alcoutim. O el
Goian, en Tomiño, dominando el Miño y en la otra orilla vigilando a Vila
Nova de Cerveira.
- Lectura artística. Por otra parte, los fuertes son un
legado artístico de incalculable valor, donde se conjunta el ingenio de la
ingeniería militar, del cálculo matemático, de la precisión geométrica, con la
belleza de unas construcciones que concentran los modelos artísticos del
renacimiento, manierismo, barroco… pasando después al rococó e incluso el
neoclásico.
Iglesia-castillo de Paimogo |
Interior del Forte da Graça, de Elvas |
Así,
desde la austeridad renacentista de la
Iglesia-castillo de Santa María Magdalena, de Paimogo (Huelva), al barroco,
con interiores rococó, del Forte da Graça
de Elvas. Un auténtico alarde artístico, que ha de admirarse por su gran
belleza.
TRANSFORMACIONES Y USOS.
Hoy
día, fuera del uso militar la mayoría de los fuertes, han ido alcanzando
destinos variados, desoladores unos, esperanzados otros y algunos bien
llevados. Así, podríamos dar una clasificación en:
Fortaleza de Guincho |
- Aberración. Por el transformismo a que algunos
han sido sometidos, maltratándolos en su configuración, adulterándolo,
cargándose su integridad y autenticidad, con desprecio a su sentido, lectura
histórica y artística. Caso paradigmático en ello es la Fortaleza de Guincho, travestido en hotel sin respeto alguno.
Forte do Rato, Tavira |
- Abandono. Dejados en el olvido, destruyéndose
por efecto del tiempo y la falta de cuidados. ¡Tantos de ellos, como el Forte do Rato, en Tavira, cuando a su
alrededor hay ejemplos interesantes de rehabilitación y restauración de
monumentos e instalaciones de grandes inmuebles para una bien entendida
utilización hotelera o museística!
Fortaleza de Juromenha |
- Dejadez. Con actuaciones esporádicas, no
sistematizadas otros, que al final quedan también en dejadez y ruina, como
vemos en el caso del Forte de Juromenha,
sobre el que ha habido actuaciones sin culminar y proyectos de reutilización
que no cuajan.
Castillo de Santa Catalina. Cádiz |
- Musealización. Otros han tenido mejor y justa
suerte al ser convertidos en zonas museísticas, como lugares de interpretación
de su propio valor o/y utilización para actividades artísticas, culturales,
educativas… Así, el caso del Castillo de
Santa Catalina, de Cádiz, de uso polivalente en el sentido anteriormente
indicado.
Interesante
sería una coordinación y promoción en cadena de estas fortificaciones, así como
la revisión de su estado, rehabilitación respetuosa, revitalización y oferta
socio-cultural abierta a los estudiosos y amantes de la historia, el arte y el
buen gusto turístico.
LA RECIENTE ACTUACIÓN EN EL FUERTE DE
SAN CRISTÓBAL DE BADAJOZ.
Cartel Fuerte de San Cristóbal, 2014 |
La
reciente rehabilitación del Fuerte de
San Cristóbal en Badajoz es digna de alabanza en cuanto al tratamiento de
su estructura del siglo XVII. Pero el interior ha sufrido un maltrato manifiesto contra su integridad y
autenticidad, al destruir los elementos construidos en el siglo XIX y XX,
así como “inventar” unas terrazas absolutamente descontextualizadas, para
conseguir un mejor uso hotelero, lo que rompe
la lectura militar, histórica y artística del conjunto, dejándonos a
expensas de la lectura geográfica,
aún interrumpida por eucaliptos en el cerro que deberían desaparecer.
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