FESTAS DO POVO DE CAMPO MAIOR, EL ARTE DE PAPEL
Moisés Cayetano Rosado
Si a principios de agosto, cada dos años, gozamos del espectáculo de las
“Ruas Floridas de Redondo” -en que una cuarentena de calles es decorada con
flores de papel y figuras representando oficios, costumbres, tradiciones, cuentos,
leyendas, etc., tanto cercanas como de cualquier parte del mundo-, a principios
de septiembre, sin periodicidad fija
sino cuando el pueblo así lo decide, hemos sido sorprendidos una y otra vez por
el espectáculo de las “Festas do Povo de Campo Maior”. Ahora, para esquivar las inclemencias imprevistas del tiempo, que
en ese mes se suelen dar a causa de imprevisibles tormentas, le ha tocado a los días finales de agosto ser
la fecha de este festejo singular.
Así, del 22 al 30 de agosto se
celebra el espectáculo florido y milagroso de estas “Festas do Povo”, donde la magia de unas manos, acostumbradas por
la tradición de casi siglo y medio, transforman el papel de seda, cartulinas,
cartones y otros elementos auxiliares, en una explosión multicolor, recreando
todas las flores que podamos imaginar, en guirnaldas, ramilletes, cadenas,
ramajes exuberantes, que trepan verticales a los lados de las calles y cubren
el espacio superior formando arquitrabes y arcos espectaculares.
Alrededor de un
centenar son las calles -fundamentalmente del Casco Histórico- que se engalanan, siendo un empeño colectivo de los propios vecinos, que emplean varios
meses en una labor mantenida en secreto dentro de sus casas, patios, corrales,
corralones, para ofrecer la sorpresa la noche anterior a su inauguración. La
noche que llaman de “enramação”.
Esta labor grupal, por calles, y colectiva, de todo un pueblo, se ha visto compensada por la admiración de
un número cada vez mayor de visitantes. En la anterior edición se cifró en
un millón de personas, que es lo que se espera para este 2015. Proceden la
mayoría de la región de Alentejo y de la Extremadura española, aunque la presencia de otros portugueses y
españoles cada vez es más frecuente, lo que supone además un impulso
económico importante para la localidad y las del entorno, en cuanto a ocupación
hotelera, restaurantes, negocios en tiendas de artesanía, productos
agro-ganaderos de la zona, etc., y una
oportunidad para dar a conocer la oferta patrimonial, artística, monumental,
ecológica y gastronómica de la zona.
Guirnaldas, con la Igreja de S.João al fondo |
Así, las “Festas do Povo”, que van a
ser candidatas, merecidamente, a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, se
convierten no solo en una muestra del arte popular de calidad, de la inventiva
de un pueblo creativo e inspirado, sino en una palanca de promoción de una
tierra llena de potencialidades que bien merece ser conocida, reconocida,
valorada, visitada y marcada como punto turístico y cultural de primera línea
en el entorno rayano luso-español.
Tesoro de la
Raya que entre esta explosión de formas y colores, filigranas, entrelazados
floridos, nos invita a la visita reposada para
gozar de su otro Patrimonio Material, que ha de serlo también de la Humanidad:
fortificaciones, iglesias, conventos, palacios, caserío inalterado, urbanismo
medieval bien preservado en su zona central y expansiones abiertas, ajardinadas
con buen gusto, en sus alrededores.
¡Enhorabuena por el post! La verdad es que estas fiestas son fantásticas. Aquí os dejamos nuestra experiencia. Un saludo! http://hambredeviaje.blogspot.com.es/2016/02/campo-maior-vida-y-color-en-las-festas.html
ResponderEliminarMuchas gracias. ¡Buen disfrute!
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