martes, 4 de febrero de 2020

VISITA A VILA VIÇOSA Y ESTREMOZ
 
VILA VIÇOSA.
Vila Viçosa es la villa, la ciudad “viciosa”, o sea, exuberante, llena de verdor. Conocida y visitada principalmente por su Palacio Ducal, grandiosa construcción levantada entre los siglos XVI y XVIII, que domina una enorme plaza en cuyo centro se alza la estatua de D. Juan IV, el primer Bragança que llegó al trono de Portugal. Monumento de 110 metros de longitud, de mármol blanco y gris, de 50 salas visitables.
Únase a ello la Pousada D. João IV, en un lateral, de exquisito gusto, digna de recorrer en sus galerías llenas de tesoros en muebles excelentes, más tapices y cuadros, claustro agradabilísimo. Cerca está la curiosa Porta dos Nós y un rosario de iglesias, palacetes y rincones agradables de ver..
Las murallas del Casco Antiguo, mandadas levantar en el siglo XIII por el rey don Dinis, fueron reforzadas con bastiones en el siglo XVII. Su conservación es ejemplar, y pueden ser recorridas totalmente.
En su interior se encuentra la Igreja de Nostra Señora da Conceição, remodelada en los siglos XVIII y XIX; el cementerio -donde podemos visitar la tumba de la gran poetisa romántica Florbela Espanca, natural de Vila Viçosa- primorosamente cuidado, y el castillo artillado renacentista, rodeado de profundos fosos, en cuyas salas y corredores se encuentra un Museo Arqueológico, así como el Museo de la Caza, con armas y piezas cobradas por los duques de Bragança en todo el mundo.
En una de las rampas de salida de este recinto fortificado veremos el Pelourinho, gótico-manuelino, del siglo XVI, de fuste cuadrangular pizarroso de 8 metros de altura, base de mármol, como la esfera calada, de hojas de acanto, superior. En otra salida, mirando hacia la expansión urbana de la ciudad: dos cañones del siglo XVII, utilizados en la Guerra de Restauración, que les llevó a independizarse de España en 1668.
ESTREMOZ.
Estremoz es una de las poblaciones más vistosas del Alentejo. La torre del homenaje de su castillo medieval (hoy Pousada: Parador español) tiene 27 metros de altura y está construida en mármol de las canteras que cubren la comarca. En el segundo piso hay una sala octogonal de ventanas trilobuladas, y coronan la construcción pequeños merlones piramidales. A su alrededor, el legado histórico-artístico es importantísimo: Sala de Audiencias del rey Don Dinís, con bella columnata gótica exterior y bóveda interior estrellada; iglesia de Santa María, del siglo XVI; casas góticas y manuelinas; callejuelas estrechas, y Museo Municipal.
La fortaleza medieval está rodeada por una muralla abaluartada del siglo XVII, con 13 kms. de perímetro. Abajo está el Rossío, inmensa plaza donde los sábados se celebra un concurrido mercado.
Ahí se encuentra la Câmara Municipal (instalada en el antiguo Convento dos Congregados), de imponente fachada barroca, ondulada, en mármol blanco, con azulejería de enorme belleza en sus escaleras, pasamanos y peldaños de mármol y claustro renacentista.
Otro tesoro cercano al Rossio es la Igreja de S. Francisco, de fachada rococó e interior románico tardío, con capillas góticas y renacentistas, que es toda una lección primorosa de historia del arte. En nave lateral se encuentra el túmulo de Vasco Esteves Gatuz, del siglo XIV, que es uno de los ejemplares de arte gótico funerario más relevantes de Portugal,clasificado -como la propia iglesia- Monumento Nacional.
Entre las callejuelas laberínticas tenemos uno de los restaurantes populares más prestigiosos del Alentejo: la Adega do Isaías; en el interior, rodeados de grandes toneles de vino arrimados a la pared, podremos saborear en sus mesas rústicas un delicioso arroz con lebre, una sopa de espargos bravos, una açorda alentejana, un ensopado de borrego o unas migas con carne de cerdo, sin rivales.
Muy cerca, otro restaurante familiar (de entre los muchos que atesora la población) merece nuestra visita: Pixa Negra, que ofrece uno de los menús más económicos y completos que nos sean dados a conocer, de alta calidad. Sus: sopa de grão com agriões y el caldo verde, canja de galhina, bacalhau com patataa e cebolas, feijoada com enchidos de porco, burras assadas... tienen el encanto de lo tradicional, preservado en cocina sencilla, sabia, tradicional.

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