jueves, 7 de enero de 2021

LA DIGNIDAD DE UN PUEBLO, DE UN PARTIDO, DE UNOS DIRIGENTES

Lo he declarado públicamente y lo reitero. En este caso traumatizante de la huelga de hambre de un funcionario público del Ayuntamiento de Alburquerque, policía municipal, me siento personalmente implicado. Porque en su día -al principio de su primer mandato- confraternicé con el alcalde de la localidad, Ángel Vadillo, acompañándolo por el pueblo, por el propio Ayuntamiento; porque estuve con él en fiestas locales y, siendo concejal en el Ayuntamiento de Badajoz, le presté algún asesoramiento para iniciar su Festival Medieval; porque asistí después a sus mítines de renovación del cargo, y porque incluso participé como orador en alguno de ellos.

Ahora, siendo él asesor de la alcaldesa, y ésta además Diputada Provincial, ante la desatención de este caso sangrante que se prolonga en medio de sus silencios, quiero manifestar lo siguiente:

- Es preciso que se involucre en el asunto el Sr. Fernández Vara. No como Presidente de la Junta (ya ha dicho él que no tiene competencias como tal para ello), sino como Secretario Regional del PSOE, bajo cuyas siglas se gobierna en Alburquerque. Porque es deber de un Secretario General velar por el buen nombre de su partido, y porque tiene la obligación de que los cargos dependientes del mismo actúen con la coherencia de justicia y solidaridad que se pregona.

- Es también necesario que se implique el Presidente de la Diputación de Badajoz. Porque la Alcaldesa es Diputada Provincial, y Delegada de Bienestar Social por su nombramiento. Ha de pedirle explicaciones sobre la situación, por el buen nombre de la Diputación, de la que ambos son representantes, y ella lo es por ser edil precisamente.

- Urge igualmente que el Secretario Provincial del PSOE tenga intervención en los hechos, porque es su competencia que los representantes locales del partido actúen con limpieza y pulcritud social y democrática.

- No puede la alcaldesa hacer oídos sordos a una reivindicación tan absolutamente lógica: que al funcionario, a los funcionarios, a los trabajadores y trabajadoras municipales, se les pague su salario y no que se le deban dos, tres, cuatro, más meses del mismo.

Así que los tres primeros deben urgirle a la última a que dé explicaciones. Y ésta deberá darlas públicamente. Es más, pienso que debe ir ante el funcionario en huelga y rogarle que cese en su actitud, bajo la promesa de que con toda la urgencia posible va a solucionar el problema que le afecta, que les afecta.

Cada minuto que pasa de esta huelga de hambre es un borrón en el currículum de cada uno de ellos, y lo que es peor: un borrón oscuro en la carta de presentación de un Partido que se llama Socialista y Obrero, en una España que pregona la justicia y la honestidad.

Moisés Cayetano Rosado

3 comentarios:

  1. Se nota que esta causa le ha tocado la fibra sensible a un hombre de izquierdas de verdad, que defiende la justicia social, la solidaridad, los derechos de los trabajadores, y denuncia a quien los traiciona o pisotea, sea del color político que sea.

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    1. Cualquiera con un poco de sensibilidad tiene que sentirse afectado

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  2. Lo comparto totalmente.
    Es incomprensible esa situación.

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