LA REVISTA “AZAGALA” NOS REFRESCA EL VERANO
Abro el buzón de
cartas de mi casa en Badajoz y recojo, como una brisa de aire fresco en medio
del tórrido verano, la revista AZAGALA, de julio de 2024.
Confieso que, como en
las entregas anteriores, busco de inmediato la sección “Cartas a Manolín”, de
nuestro compañero director y “Combatiente” Francis Negrete. Emociona hasta las
lágrimas su enorme torrente de fraternidad, de esa fraternidad herida por la
muerte temprana de su hermano, de sus hermanos. Por la pérdida irreparable de
las más puras raíces que conforman la vida profunda y entrañable trenzada en la
niñez.
Francis vierte su
humanidad en una prosa hermosa, hermosísima, tierna y desgarrada, que es un
homenaje a esos seres tan queridos que han dejado su presencia física para
siempre, pero que están presentes en el espíritu del que queda y lo cuenta en
una valiente confesión, en una elegía de imponente valor humano y alta calidad
literaria, que le sirve de bálsamo, que poco a poco cicatrizará una herida tan
profunda.
Y la revista es esto -que
ya de por sí la encumbra en lo más alto de la comunicación entre personas- y
tantas cosas más que la hacen singular, ejemplar como pocas:
- Sus noticias locales
con sabor universal, por el sabio tratamiento de lo cercano, que sirve de
ejemplo comparativo para cualquiera.
- Su reivindicación de
sucesos históricos ejemplares.
- Su capacidad para
sacar del olvido hechos antropológicos, etnográficos, sociales, culturales… de
alto interés.
- Su valentía en
encarar los hechos políticos con energía.
- La incorporación de
colaboraciones de amigos de “otras geografías”, entre los que me encuentro, y entre
los que destaco un “nuevo fichaje de alto voltaje”: el compañero de aventuras,
viajes y asociación “Combatiente” Antonio Maqueda Flores, que nos regala en
esta ocasión con un emotivo homenaje de “recordatorios” a Francis.
Porque estoy
enfrascado por estos días en un libro sobre luchas campesinas, “hambre de
tierras” y reformas agrarias, me interesa de manera especial una entrega de
José Narciso Robles Orantos sobre los baldíos de Alburquerque. Hay que seguir
escribiendo sobre este tema tan crucial para la población, para la historia
social de Extremadura, para la historia del movimiento obrero. Hace bien el
maquetador del artículo en ilustrar el trabajo con una pintura de Adelardo
Covarsí sobre la entrega de los baldíos hecha efectiva en 1432 por don Enrique
de Aragón, y con un recorte de prensa en el que se da cuenta de que “la
recuperación de los Baldíos se aprobó con Emilio Martín”, alcalde de
Alburquerque cuando la Junta de Extremadura realizó la ocupación legal,
iniciada por decreto expropiatorio 119/1992 de 3 de
noviembre.
Alguna vez
habrá que volver a ello y reivindicar las figuras del equipo municipal que
inició el proceso a mediados de los años ochenta
del siglo pasado, formado por el Partido Comunista.
Mucho he hablado del tema con el que entonces era primer teniente de alcalde,
el compañero Esteban Santos Sancho, y el que entonces representaba a dicho
partido en la población, el también compañero Gabriel Montesinos Gómez, de
nuestro entrañable y dinámico grupo de “Combatientes”.
Refresquémonos,
por tanto, con esta revista local, comarcal, ¡general! de alta calidad. Y
compartamos el dolor y el amor que a manos llenas hay en ella.
Moisés
Cayetano Rosado
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