AL POETA DESPÍDANLO
Aunque cada vez escribo menos “poéticamente”, me siento cada vez más
poeta al “estilo Heberto Padilla”, cuando escribía:
¡Al poeta despídanlo!
Ése no tiene aquí nada que hacer.
No entra en el juego.
No se entusiasma.
No pone en claro su mensaje.
No repara siquiera los milagros.
Se pasa el día entero cavilando.
Encuentra
siempre algo que objetar.
Y lo digo a propósito de las evocaciones cada año por abril
de la Revolução dos Cravos de
Portugal. Sí, se le pone mucho entusiasmo, se alaba su proceso y las grandes
conquistas de democracia, libertad, descolonización… ¡Y es una gran verdad! ¡Y
fue maravillosa la conjunción del pueblo con sus Fuerzas Armadas (Povo/MFA)!
Pero ya mi primer libro sobre el proceso lo titulaba Abril 25: el sueño domesticado (Revolución
portuguesa de los Claveles y su realidad actual), publicado en 1999 por la
Fundación de Investigaciones Marxistas. Después, en 2021 publicaría Salgueiro Maia: de las Guerras en África a la Revolução dos Cravos, y
su evolución posterior, publicado por la Fundación Caja Badajoz, y
traducido y publicado en portugués por la Editorial Colibri. En mi libro de
poemas Siempre Abril Sempre (O
Pelouirnho, 2000 y Colibri , 2023) corroboraba de nuevo los versos de Padilla.
Y es que al entusiasmo le ponía, le pongo un “pero”, que se
agranda y nubla el triunfalismo que olvida la reflexión: los sueños utópicos
fueron tajantemente cortados por el Golpe
Militar do 25 de Novembro, que recondujo el proceso revolucionario al
modelo occidental, del mercado capitalista, donde no cabían ni las
nacionalizaciones de bienes de producción y servicios, ni la Reforma Agraria,
por mucho que la Constituição do 2 de
Abril de 1976 lo garantizaran, con el apoyo de la abrumadora mayoría de la Assambleia da República.
Ese texto constitucional, en los apartados correspondientes a
la apropiación colectiva de los recursos productivos y servicios nunca fue
respetado. Muy al contrario, año tras año fue violentado, como reconoció y
escribió el mismo Presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, cuando
era profesor catedrático de Derecho, o el que fuera Gobernador Militar de la
Región Sur en 1975, general Pezarat Correia.
¡Y no digamos el trato dispensado a los militares más
implicados en el Golpe Militar do 25 de
Abril de 1974, relegados en sus carreras, maltratados, como reconoció y denunció
en sus meemorias el mismo Fernando Salgueiro Maia, gran héroe de la Revolução. Como escriben y denuncian
otros militares sobresalientes en la actualidad; así, los coroneles Manuel Duran
Clemente (que tuvo que exiliarse en 1975) o João Andrade da Silva, tan activo
en la Reforma/Revolución Agraria, que le costó grandes represalias y
compulsivos traslados.
Sí, como escribía Heberto Padilla, me paso el día entero cavilando, no me entusiasmo, encuentro siempre algo que objetar.
MOISÉS CAYETANO ROSADO