UNA ESCAPADA POR ALMERÍA (I)
Entrada a la Alcazaba musulmana de Almería |
Moisés
Cayetano Rosado
Del Casco Antiguo a la Alcazaba.
Llegamos a Almería al caer la tarde y es momento de deambular
por el Casco Antiguo, curioseando en sus quebradas
callejuelas; en sus hermosas iglesias donde predicadores como los de antes
nos hablan de la sencillez de la Virgen, su condescendencia ante la petición de
Dios para ser la Madre del Hombre, y la maldad del pecado y el aborto. La catedral también está abierta, con su
obispo al frente; es un recio edificio
tardo-gótico con planta de salón, tres naves de altura poco elevada,
cubierta plana, poca amplitud de sus escasos vanos, y lo que resulta más
curioso: elementos defensivos típicos de
una fortaleza, donde no faltan adarves, troneras, aspilleras, atalayas..., un auténtico castillo artillado renacentista de
espléndida factura, muy preparado para la defensa, y al tiempo de una recia
hermosura en su sencillez.
Vista exterior de la Catedral |
Pasamos por la Plaza de la Constitución (conocida también como Plaza Vieja). Zoco durante la época musulmana, posee un corredor porticado, con arcadas y pilares que rodean un
amplio espacio central, cuadrado, en cuyo medio
una extraordinaria columna sobre gran
peana conmemora el "Pronunciamiento de Almería o de los Coloraos" (por
sus camisas rojas) en agosto de 1824 contra el absolutismo de Fernando VII y a favor de la Constitución de 1812. El original se construyó
entre 1868 y 1900 y estaba situado en
la cercana Puerta de Purchena. Derribado por orden del
ayuntamiento franquista en 1943, fue reconstruido en 1988, y resalta este espacio agradable, apacible,
sosegado, que invita al paseo… y a la fotografía del visitante.
Por la mañana, hay que pasar
por el Mercado Central (un buen ejemplar de arquitectura del hierro de finales
del siglo XIX), tan lleno de puestos variados en su planta de acceso, y de
aún más variado pescado en la planta baja. En uno de sus extremos exteriores, podemos
saborear un chocolate con churros,
mientras miramos en su cercanía una heladería
gallega, “sin colorantes ni conservantes”, que nos rematará en el mediodía
la deliciosa fritura de pescado fresco
del Golfo de Almería, que no tiene rival, y sí muchos restaurantes y bares de
tapas donde saborearla.
Interior artillado de la Alcazaba. Etapa cristiana. |
Luego hay que subir a la Alcazaba,
mandada construir en el año 955 por el primer califa
de Al-Ándalus, Abd al-Rahman III,
sobre los restos de una fortaleza anterior. El recinto cuenta con tres partes diferenciadas: dos de origen y estilo
árabe y una posterior, cristiana. El primer recinto es un amplio lugar que
habría sido fue campamento militar y refugio para la población de la ciudad en
caso de asedio. El segundo recinto era la residencia para gobernantes, guardia y
servidores; en realidad era una ciudad palaciega con mezquita, casa, baños,
aljibes, tiendas, etc. El tercer recinto se trata de la parte más moderna de
todo el conjunto; tras la toma de Almería el 26 de diciembre de 1489, los Reyes Católicos mandaron
construir un castillo en la parte más occidental y elevada, de gruesos
torreones, adaptado a las nuevas necesidades militares y a la artillería.
La exposición “Alcazaba, patrimonio de cine” se sitúa en el
interior de la Torre del Homenaje y ofrece al visitante materiales originales
de películas como Patton, Conan el bárbaro, El viento y el león, Los cuatro mosqueteros,
Marchar o morir, Indiana Jones
y la Última Cruzada, Juego de tronos-sexta temporada y Resucitado. También incluye paneles
con fotografías de rodaje, planos de archivos, explicaciones y variadas anécdotas.
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