LA EXTREMADURA VACIADA. ENCUENTRO SOBRE EMIGRACIÓN.
Desarrollado
el “Encuentro sobre Emigración: La Extremadura vaciada”, organizado por la
Asociación 25 de Marzo, en el Centro Cultura Alcazaba de Mérida, con cerca de
un centenar de participantes.
Se ha
reflexionado sobre nuestro pasado y presente migratorio; sobre la situación de
Extremadura y expectativas de futuro para aquellos y para nuestra región. Se ha
vuelto a insistir en la necesidad de recuperar "capital humano"
perdido en aquella diáspora y evitar las "salidas forzadas" por
necesidades laborales de la actualidad. Se han
planteado reivindicaciones puntuales de desarrollo regional y local,
desenvolvimiento infraestructural y productivo, así como rechazado la
continuidad en la explotación especulativa de los recursos naturales.
Igualmente, los asistentes se han emplazado para dar continuidad a las
reflexiones y reivindicaciones necesarias para el cambio real en una tierra
maltratada por los poderes económicos, financieros y políticos.
A continuación va la propuesta inicial de
resolución basada en los documentos aportados por los componentes de las Mesas
y de vídeos grabados, presentados a la Asamblea, sobre la se hicieron
aportaciones orales que se incorporarán a la propuesta final.
PROPUESTA INICIAL DE
RESOLUCIÓN.
Este
11 de agosto de 2018 nos reunimos diferentes personas y colectivos de
procedencia variada pero con un objetivo común: debatir, proponer, trabajar
para tapar la herida que tanto duele a nuestra tierra, la pérdida del patrimonio
más valioso que tiene Extremadura, el capital humano.
Así se
llamó precisamente la Memoria del I Congreso de Emigrantes Extremeños[1]
celebrado ahora hace 40 años, “La Emigración: capital humano.” No en vano, su
autor, Moisés Cayetano, afirma en su artículo “Cuantificación de la emigración extremeña desde la posguerra a los
comienzos del siglo XXI (1940- 2005)”[2]
que “en esos 30 años de emigración
[1950-1980] se perderá la mitad de la población extremeña, retrocediendo ésta
al final de la centuria a las cifras absolutas de 80 años atrás, mientras el
conjunto de España duplica sus habitantes.” Según datos oficiales, en el
año 2000, había 704.500 extremeños y extremeñas asentadas en otras regiones
españolas y un número difícil de cuantificar en otros países. Sin lugar a
dudas, en torno a 800.000 personas diseminadas por el mundo.
Una
pérdida de nuestro patrimonio humano que Víctor Chamorro definió como: “un genocidio programado desde despachos
burócratas. Porque es genocidio ir acabando con todo un pueblo utilizando el
arma de la emigración, el arma del expolio; pero sobre todo, utilizando el
borrador que lentamente hace desaparecer el sentimiento de identidad de ser de
algo, de pertenecer a una tierra, a un clima, a una historia compartida, a unas
raíces, que es el derecho primero y más natural de todo hombre”.
En
este sentido es objetivo claro de esta asociación y de este encuentro
profundizar en la identidad y conciencia del pueblo extremeño, tender puentes
entre los extremeños y extremeñas de dentro y en la diáspora, convertir la
denuncia de la emigración en un elemento de transformación de la región.
Hoy ha
quedado claro que transformar la región pasa por repoblarla, por apoderarnos de
lo que es nuestro. Nuestro monte, nuestros campos, nuestros caminos y cañadas.
Se cierran para intereses particulares las vías pecuarias por las que siempre
transitaron las personas y el ganado. Se abandona y se vende la tierra por la
especulación que arruina a nuestra agricultura y vacía nuestros pueblos. Arde
nuestro monte ante la alegría de las grandes multinacionales que han puesto sus
bolsillos en ellos. Se hace urgente, por tanto, una reforma agraria moderna que
consiga la función social que debe tener la tierra en la región de Europa con
una distribución más desigual de la propiedad de la tierra[3].
Una redistribución de la tierra que ponga este recurso a disposición de quienes
ven cómo sus proyectos de vida se vienen abajo ante la dificultad en el acceso
a este bien tan preciado.
Pero
hoy hemos comprobado con nuestros propios ojos cómo las soluciones surgen desde
la propia Extremadura, de los extremeños y extremeñas dentro y fuera.
Colectivos que están peleando por una Extremadura digna en la que poder vivir y
trabajar. Álvaro, desde los Alpes suizos, Caminos Públicos Libres o la
Plataforma Salvemos la Montaña de Cáceres tienen propuestas encima de la mesa
para nuestro mundo rural que deben ser escuchadas por nuestros gobernantes.
Urge
solventar el déficit histórico en conexiones ferroviarias a través de un tren
digno en el que se puedan desplazar las familias humildes de Extremadura, que
realmente una nuestros pueblos y que traiga de vuelta a nuestros seres queridos
que nunca debieron emigrar. Un tren además en el que puedan trabajar nuestras
ingenieras, como Patricia (Stuttgart), diseminadas por el mundo.
Las
diferentes administraciones públicas están obligadas a llevar a cabo una
reforma integral del sistema de trabajo que garantice empleo a todos los
extremeños y extremeñas a través, entre otras, de la reducción de la jornada
laboral. Un reparto de la carga de trabajo entre nuestros paisanos y paisanas
para que no tengan que emigrar y vuelvan las que se fueron.
La
emigración atraviesa el imaginario extremeño y ha partido Extremadura durante
el siglo XX. El gobierno central tiene la obligación de satisfacer la deuda
histórica que supone esta sangría migratoria que ha constituido a nuestra
tierra en una suerte de colonia suministradora de mano de obra barata y materia
prima. La oligarquía económica y política local y foránea, las familias nobles
en alianza con los grandes propietarios de la tierra son las que han perpetuado
la estructura socioeconómica que ha hecho que Extremadura sea vaciada. El
caciquismo y el clientelismo como forma de gobierno, de compra de voluntades y
frontera frente al progreso.
Sirva
este humilde encuentro para tender puentes frente a los que levantan muros,
para crear redes de apoyo, como decían Miriam y su madre, Manoli, entre los
extremeñas y extremeñas se encuentren donde se encuentren.
“Extremadura no es tierra de
conquistadores, es tierra de emigrantes” nos decía hoy Nerea desde Dublín. Sirva el día de hoy como
homenaje y reconocimiento a los extremeños y extremeñas en la diáspora y como
primer paso para que más temprano que tarde Álvaro, Patricia, Miriam y Nerea
puedan acompañarnos en actividades futuras, para que las 800.000 personas en el
exterior puedan volver y para que Extremadura sea tierra en la que construir un
proyecto de vida digna. Para que si viajamos no sea por obligación, sino por
placer.
Mérida, 11 agosto 2018.
[1] La
Emigración: Capital Humano. Memoria del I Congreso de Emigrantes Extremeños.
Introducción de Julián Rocha. Moisés Cayetano Rosado.
[2]
Cuantificación de la emigración extremeña desde la posguerra a los comienzos
del siglo XXI (1940-2005). Moisés Cayetano Rosado. Revista de Estudios
Extremeños.
[3] Estudio
Estructura de la propiedad de tierras en España. Concentración y acaparamiento.
Carles Soler y Fernando Fernández.
Calletano , fue un honor escucharte, recibir una clase tan intensa en tan poco tiempo . Gracias por compartir tu experiencia y saber , sobre ésta tierra , me gustaría estar informada sobre futuros pasos a dar . Vivo fuera pero vengo a menudo a mi casa , que por cierto te invito a visitar cuando quieras , gracias por tu empeño . Un cordial saludo profesor Paqui Fernandez .
ResponderEliminarMuchas gracias. Espero que podamos compartir más veces estas reflexiones... y encontrar soluciones.
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