lunes, 22 de junio de 2015

EL ATLAS DE LORENZO POSSI Y BADAJOZ
Nuevamente, en las Ferias y Fiestas de San Juan, es tiempo para buscar un rato entre el jolgorio y reposar contemplando la trama de la ciudad en un paseo reparador. Y asimismo, retroceder en el tiempo “adivinando” su evolución, desde la población ceñida a sus murallas a la expansión que la ha ido conformando. Para ello, nuestro paseo deberá auxiliarse de los mapas antiguos de la villa, tan abundantes ya y a nuestra mano, gracias a la continua aportación de nuestros investigadores. En ese sentido va este comentario que ahora sigue.
TESORO DOCUMENTAL Y CARTOGRÁFICO.
El equipo formado por el documentalista Carlos Sánchez Rubio y las historiadoras Rocío Sánchez Rubio e Isabel Testón Núñez ha publicado un nuevo tesoro documental y cartográfico de la Raya, donde la presencia de Badajoz es destacada por medio de dos magníficas representaciones.
Anteriormente han dado a la luz obras como Planos, Guerra y Frontera. La Raya Luso-Extremeña en el Archivo Militar de Estocolmo, de finales de la década de 1660, y Corograhía y descripción del territorio de la plaza de Badajox y fronteras del reyno de Portugal confinantes a ella, ambas del 2003. Imágenes de un Imperio perdido. El Atlas del marqués de Heliche, de 2004. Cartografía de un espacio en Guerra. Extremadura 1808-1812, de 2008.
Ahora nos ofrecen esta obra monumental editada por “4 Gatos” y patrocinada por la Fundación Caja Badajoz en gran formato, con 280 páginas: El Atlas Medici de Lorenzo Possi, 1687. “Piante d’Estremadura, e di Catalogna”, que profundiza en la vida y obra de un ingeniero militar italiano al servicio de la Monarquía Hispánica en los tiempos difíciles de las sublevaciones de Portugal y Cataluña en la segunda mitad del siglo XVII.
El volumen se divide en diez capítulos -tras presentación y prólogo-, dedicados seis de ellos a la justificación e investigación de los autores del trabajo, uno a la descripción del Atlas, y los restantes a la transcripción de las leyendas de los mapas y planos, bibliografía e índice onomástico. Entre los seis primeros y los cuatro restantes, nos ofrecen copia fiel del propio Atlas de Lorenzo Possi.
Este magnífico Atlas se compone de un mapa general de Extremadura y la zona portuguesa limítrofe, otro de Cataluña, uno más del Rosellón y otro de la frontera catalano-pirenaica; ocho planos de fortificaciones extremeñas (Badajoz en planta y vista, más Olivenza, entonces portuguesa), trece portuguesas (la mayoría alentejanas, con Évora y Vila Viçosa en planta y vista), dieciséis catalanas (seis de ellas con versión de planta y vista), dos del Rosellón, una de Cartagena, otra de Orán y otra de Melilla. Lugares todos ellos donde intervendría el ingeniero.
BADAJOZ, PLANTA Y ALZADO.
La planta de Badajoz corresponde al año 1667, o sea, una vez que ha sufrido los asedios de 1657 y el más grande de 1658. A pesar de estos ataques, las defensas que contemplamos en el plano son muy deficientes, pues solamente el Fuerte de San Cristóbal y el Hornabeque de la cabeza exterior del Puente Viejo (unidos ambos por camino cubierto) presentan fortificación moderna; en la plaza principal se mantiene la Cerca Vieja, reforzada en diversos puntos por pequeños baluartes y una “obra coronada” (Forte de Santa María, le llama Possi) en lo que iba a ser el Fuerte de Pardaleras.
La vista de la población (que reproducen los autores del libro en la cubierta) es una impresionante contemplación desde la orilla derecha del río Guadiana, aguas abajo del Puente Viejo. Es un estudio meticuloso del caserío, detallando con precisión la Alcazaba, las torres principales de la ciudad (destacando la de Santa María, San Salvador, la Catedral y la del Convento de San Onofre), la Cerca Vieja, los ríos Guadiana y Gévora, el Puente Viejo, el Hornabeque de su cabeza exterior (“Testa del Ponte”, escribe Possi), la comunicación al Fuerte y éste mismo Fuerte de San Cristóbal. A la derecha, por fuera de los fosos de la muralla de la Plaza, observamos una empalizada que llega al río.
OTRAS CONSIDERACIONES.
Previamente, a lo largo de los seis capítulos iniciales desgranan la vida y obra de Lorenzo Possi, aclarándonos los pormenores de sus métodos de trabajo, las incidencias de su agitada vida, la relación con otros ingenieros militares (en especial Ventura de Tarragona, Marco Alessandro del Borro, Jerónimo Rinaldi, Juan Bautista Ruggero, Ambrosio Borsano y Esteban Matteini), su colaboración e intercomunicación, así como el servicio que todos ellos prestaron a la Corona Hispánica.
Buscando en diversos archivos, principalmente de Alemania, Austria, España y Portugal, establecen comparaciones con otros documentos, mapas y atlas, despejando dudas sobre autorías de planos dudosamente datados y atribuidos hasta la fecha, sirviéndose de métodos rigurosos y algunos novedosos, como el de las “filigranas papeleras”, que nos explican con soltura didáctica.
La obra es una joya de alto valor bibliográfico y documental. Un hito en el conocimiento del trabajo de los ingenieros militares de la segunda mitad del siglo XVII. Un descubrimiento con respecto a un autor hasta ahora prácticamente ignorado. Y, por lo que a Badajoz se refiere, una presencia destacada de una de las fortificaciones más importantes de la Raya en las confrontaciones de la Guerra de Restauração.                                        

MOISÉS CAYETANO ROSADO

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