FORTIFICACIONES
PORTUGUESAS EN MARRUECOS (y II)
Siguiendo hacia el sur de la costa oeste marroquí, tras haber
pasado por esos “hitos” de visitantes y turistas que constituyen esencialmente
Tánger y Arzila -sin dejar de visitar Ceuta- nos enfrentamos con otro conjunto
de fortalezas edificadas o reestructuradas por “manos” portuguesas, y que
nuevamente la recurrencia a la sabiduría de Frederico Mendes Paula nos facilita
su comprensión. Vamos a ir ahora de abajo hacia arriba, de Essaouira a Mazagão,
como antes lo haríamos de arriba hacia abajo, desde Ceuta a Arzila, pasando por
Tánger.
En 1506, D. Manuel ordenó a Diogo de Azambuja la construcción
de un fuerte de estilo Manuelino llamado Castillo Real de Mogador en el local
de la actual ciudad de Essaouira. Esta población -igualmente costera, mucho más
al sur, a la altura de Marraquech- es de una especial belleza. Patrimonio de la
Humanidad, conserva la traza amurallada portuguesa con bastante integridad y
autenticidad, siendo sus vistas hacia el mar inolvidables, y esperándonos en su
interior, al borde de las murallas sus magníficos puestos de pescado, y hacia
dentro su entrañable medina, apacible, llena de recovecos y agradables
sorpresas.
Essauira. De fortaleza portuguesa. Patrimonio de la Humanidad. |
En Safim -yendo de Essaouira hacia el norte- el sultán de Fez
estableció una factoría, siendo un importante centro comercial en el siglo XV.
Pero en 1508 Diogo de Azambuja aprovecha el clima de desunión existente y la
transforma en fortaleza, tomando al asalto la ciudad cuando un grupo de
habitantes le pide protección. Durante la ocupación portuguesa de Safim, se
construye una cintura de tres kilómetros de murallas, proyectada por los
hermanos Diogo y Francisco de Arruda.
En 1514 los hermanos Diogo y Francisco de Arruda son llamados
a una intervención en las murallas de la ciudad de Azamor, que desde 1486 convirtieran sus habitantes en
vasallo del rey de Portugal D. João II.
Mazagão (El Jadida) |
En ese mismo año es fundada Mazagão, en el lugar donde D.
Jaime, Duque de Braganza, había desembarcado para conquistar a Azamor. Fue el
propio D. Jaime quien convenció a D. Manuel para construir allí una fortaleza.
Después del abandono de las plazas de Safim y Azamor, las defensas de Mazagão
son completamente remodeladas, para garantizar un punto de apoyo seguro para
las flotas que hacían la Ruta del Cabo.
Así, desde la toma de Ceuta en 1415 hasta la fundación de
Mazagão en 1514, Portugal crea una red de plazas fuertes en la costa marroquí, ya
sea a través de la conquista de ciudades existentes, o de la construcción de
ciudadelas o fuertes en lugares de importancia estratégica, que hoy son un
patrimonio de visita indispensable para los amantes de la historia de las
fortificaciones, del arte en general y de las construcciones defensivas en
particular.
Para un conocimiento detallado de toda esta red de
construcciones portuguesas en la costa marroquí, que sirva de guía más que
provechosa a cualquier visitante reposado, nada mejor que entrar en el blog de
Frederico Mendes Paula https://historiasdeportugalemarrocos.com/author/fredericomendespaula/, de una
precisión, rigor y amenidad verdaderamente encomiables.
Moisés Cayetano Rosado
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