DE LA
TRAGEDIA A LA ESPERANZA (1918/36-1974/75). GUERRA, REVOLUCIÓN Y HAMBRE DE
TIERRAS EN LA RAYA EXTREMEÑO-ALENTEJANA
Presentación de la conferencia por el Presidente de la Fundación Caja Badajoz, Emilio Vázquez |
Moisés Cayetano Rosado
El 9 de abril de 1918 se dio la Batalla de la Lys, en la frontera franco-belga, constituyendo de los
mayores desastres militares portugueses (que participaba con los aliados en la
1ª Guerra Mundial) después de la Batalla de Alcácer-Quibir de 1578, con
centenares de muertos y 6.000 prisioneros.
Las víctimas reclutadas
pertenecían al grupo social “mais desprotegido” pues los pertenecientes a familias pudientes “en troca de pagamento de uma
quantia em dinheiro, livravam-se do cumprimento de servir a Pátria”, según denunciaba el capitão de Elvas António Braz,
prisionero en el enfrentamiento.
O sea, lo mismo que
ocurrió en las intervenciones españolas de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, que
condujeron al “Desastre del 98”,
siendo crucial la declaración de guerra de EE.UU. tras el hundimiento de su
acorazado Maine en la Bahía de La Habana el 25 de abril de
1898.
Luego pasaría en la “Guerra del Rif” (1911-1927), tan
emotivamente retratada por el escritor
de Badajoz Arturo Barea en “La ruta”, de la trilogía “La forja de un
rebelde”, y en la que el Desastre de
Annual se llevó la vida de más de 10.000 españoles el 22 de julio de 1921,
comparable a la tragedia de la Batalla de las Linhas de Elvas, de 14 de enero
de 1659.
Al tiempo, en nuestras “tierras del Sur”, “a todos
ruína uma ambição: ter terra”, que escribía el alentejano Manuel Ribeiro en
1927. Tierra en manos absentistas, que
nos llevó a la “huída”, la emigración:
“se estaba aquí tan rematadamente daos al mesmísimo demóngano que na se
perdiese por cambiá, manque hubiá de sel en el infierno”, que escribió el extremeño Felipe Trigo (novela
“Jarrapellejos”) en 1914.
Tras estos reveses vendrían los años oscuros, las
dictaduras, la represión, el hambre, el miedo… y en España la esperanza de una II República con su Reforma Agraria,
llevando a las míticas ocupaciones de
tierras en Extremadura del 25 de marzo de 1936, a colectivizaciones… truncadas por la
inmediata Guerra Civil (con medio
millón de muertos y otros tantos exiliados).
Nuevamente, la
feroz represión, cuya sombra alargada se extendió junto al hambre, el paro
obrero, hasta llevar a una auténtica “estampida migratoria” que desde mediados de los años cincuenta a
mediados de los setenta expulsó de Extremadura a más del 40% de su población.
No menos oscuro sería el transcurrir
alentejano, con un porcentaje similar de emigración: siempre los jóvenes,
siempre la fuerza productiva y reproductiva, quedando en los pueblos de origen
una población envejecida.
Y así se llegaría
a… la nueva esperanza: Revolução dos
Cravos en Portugal, de 25 de abril de 1974, que puso fin a la dictadura y las traumáticas
guerras coloniales, que desde 1961 a 1974 supusieron una de las mayores
tragedias de Portugal y los territorios sojuzgados. Aparejado a ella se vivió
un ilusionado proceso -¡tan efímero!- de Reforma
Agraria en Alentejo y Ribatejo, con ocupación de más de 1.100.000 hectáreas
de latifundios por campesinos sin tierra. Una Contrarreforma –con lacerantes luchas- volvió a dejar las cosas como estaban…
Y en España a las reivindicaciones democráticas a partir de
1975, muerto Franco, con la implantación
de las autonomías regionales, débil asidero para Extremadura, cuyo Estatuto de
Autonomía se aprobó el 25
de febrero de 1983.
Después, un periodo
convulso… y una “reconducción” en los
años ochenta, que ya constituyen otro capítulo de nuestra historia, de la
que en otro momento deberemos hablar. Pero al menos decir que en el tránsito del siglo XX al XXI
asistimos en la península Ibérica a la llegada masiva de inmigrantes (medio
millón en Portugal y seis millones en España, con tímida repercusión en la
Raia/Raya) procedentes de Europa del Este, Iberoamérica y norte africano, que la Crisis mundial de 2008 retrajo, al
tiempo que iniciábamos una nueva emigración de nuestros jóvenes, como en
los tiempos pasados del desarrollismo europeo (1961-75), con tendencia
demográfica de nuevo a la baja.
Moisés, me alegro mucho de haber asistido a esta conferencia. Y, además ahora con toda la información en tu blog, es estupendo.... Gracias.
ResponderEliminarGrqcias, Gloria. Tú ya me has oido bastantes veces todo este historial...
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