viernes, 11 de mayo de 2018


DE LIENZOS Y SAETERAS
El castillo de Alburquerque visto desde el risco de San Blas, donde hay unas
interesantes pinturas esquemáticas de la Edad del Bronce
Estoy haciendo unas fotos a los redientes artillados construidos por los portugueses a principios del siglo XVII (ocupación durante la Guerra de Sucesión), en la fortaleza de Alburquerque: esos que han desgraciado, atropellando la legalidad vigente, para hacer una Hospedería, uno de esos “castillos en el aire” de cuando el dinero estaba ahí para eso, para dilapidarlo, dejando el desaguisado a su aire y a su ruina, sin más destino que el olvido para unos, la vergüenza para otros y la indignación para los demás, con su presencia de mutilaciones y falsificaciones.
Redientes y lienzo de muralla del castillo de Alburquerque. Y puerta falsa,
pero falsa de verdad...
Esperan a la guía oficial tres turistas. Llega aquella, y una le pregunta:
- ¿Dónde están los lienzos esos que hay en el castillo, que he leído por ahí?
La guía, muy pacientemente le explica que los lienzos son los muros del castillo; el espacio entre torre y torre.
--- ¡Ah!, bueno. Yo creí que eran unas pinturas que estarían expuestas en el castillo. ¡Ahora ya me entero!
Y vuelve a la carga con un interés digno de encomio:
--- ¿Y eso de las saetas, cómo es que es eso de que hay saetas?
No estamos en Semana Santa, pero creería, por lo que se apreciaba, que alguien se "arrancaría" cantando a voz en grito.
--- No -dice la guía, muy en su papel-. Se referirá a "saeteras", es decir, los huecos en el muro o en las torres por donde disparaban las flechas, las saetas, los defensores de la fortaleza.
--- ¡Ah, pues claro! -razona la interesada-. Saeteras, eso, saeteras, para disparar, es cierto.
Falsa saetera en rediente, para ventana de habitación, y vista al interior.
Y entraron a ver el magnífico Castillo  de Luna, enorme cirio levantado en la roca gigantesca a partir del siglo XIV, dejándome en mi triste soledad de eremita contemplativo de estos ingeniosos y poderosos añadidos necesario para la defensa artillera de la población, mancillados por la prepotencia, la ignorancia o ambas cosas a la vez, o a saber dios qué…
En fin, que tenemos que insistir en la formación básica en técnicas militares, poliorcética y... visitas guiadas, que nos sitúen un poco en el contexto de este mundo de las fortificaciones, al parecer tan enigmático, aunque a algunos nos parezca tan sencillo. ¡Ah!, y que en el futuro, sabiendo lo que son lienzos, saetas y saeteras, redientes y fortificaciones artilleras, los identifiquemos con facilidad y no atentemos contra ellos como si fuéramos una manada de ñus en estampida.
Moisés Cayetano Rosado

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