TRES MUESTRAS
DE ATENTADOS ACTUALES CONTRA EL PATRIMONIO CULTURAL DE BADAJOZ
Moisés Cayetano
Rosado
Las
muestras de maltrato contra el Patrimonio Cultural de Badajoz son infinitas.
Tal vez no haya muchos casos tan extremos de saña contra el Patrimonio Artístico-Histórico-Monumental
como el caso de Badajoz a lo largo de todo el siglo XX. La destrucción de parte
importante de su muralla abaluartada, fuertes exteriores, revellines,
colmatación de glacis y fosos, eliminación de cuarteles militares, etc. que explican
nuestra historia de confrontaciones en la Edad Moderna y el siglo XIX, ha sido
brutal.
Son
muy conocidas y lamentables las agresiones contra su recinto amurallado durante
la II República (pese a las Cartas de Atenas de
1931 y 1933, asumidas por la comunidad internacional civilizada, para proteger,
conservar y restaurar el Patrimonio) y
los años del “desarrollismo” y expansión urbanística (años sesenta, pese a
la contundente Carta de Venecia de 1964, que marca las pautas de todas las
declaraciones, convenciones, acuerdos, etc. internacionales en materia de
protección, preservación y tratamiento respetuoso de monumentos, sitios, bienes
materiales e inmateriales).
Pero los atentados han proseguido en el tiempo,
y cuando creíamos que ya habíamos alcanzado la cima del despropósito, el siglo XXI sigue en Badajoz el camino
marcado por las actuaciones del precedente.
Entre los múltiples ejemplos que se pueden
poner y condenar, elijo tres por su
significación y trascendencia.
El primero: la construcción de la Facultad de Biblioteconomía y Documentación
en el interior de la Alcazaba musulmana
-nada más empezar el siglo, contraviniendo todas las recomendaciones de las
cartas internacionales que se han ido sucediendo en los últimos ochenta y
tantos años, y vulnerando las Normas
Urbanísticas del Plan Especial de Protección del Casco Histórico de la ciudad,
que estableció Protección Integral para este Bien de Interés Cultural, y por
tanto prohibía cualquier adición, alteración e imposición, que es lo que a la
postre se hizo. Recurrido el atentado por la Asociación de Amigos de Badajoz, sucesivas sentencias del Tribunal Superior
de Extremadura y el Tribunal Supremo han fallado a favor del derribo parcial
de la obra, que se ejecuta en el verano de 2016… sin que los responsables del
allanamiento (técnicos y políticos) asuman responsabilidades personales,
profesionales ni económicas.
El segundo: la actuación “rehabilitadora” durante estos últimos años, en el Fuerte de
San Cristóbal, obra abaluartada del siglo XVII, con posteriores
modificaciones de adaptación a las necesidades de defensa en los siglos XVIII y
XIX, y construcciones interiores consistentes en Casa del Gobernador, casas de
oficiales y de suboficiales, con uso militar activo y de prisión hasta bien
entrado el siglo XX. Si bien se ha respetado en esencia la obra abaluartada, el interior ha sido completamente arrasado,
para levantar en él edificaciones hormigonadas y acristaladas con terrazas
planas que rompen no solo con la lectura histórica del monumento, su integridad
y autenticidad, sino que crea unos espacios con destinos hoteleros o similares
absolutamente inadecuados. Y ahí está: con defectos de construcción, que han
llevado a derrumbes, y con indefinición de uso y cierre a las visitas para
vergüenza de los gestores políticos, que no parecen darse por aludidos.
El tercero: la transformación (en actual ejecución) del interior del Baluarte de la
Trinidad, también del siglo XVII, en
una especie de dique de contención, de barrera de pantano “sin agua”, a base de
hormigón y escalinata “palaciega” lateral, que dan al traste con lo que el
interior de un baluarte es: lugar de defensa artillera, con rampas, tierra
apelmazada y recubrimiento pétreo. Otra vez tirada por la borda la integridad,
la autenticidad y la lectura histórica, para convertirlo en una especie de
“muro de las lamentaciones” con terrazas para “paseos cortesanos”.
Habría que colocarles a perpetuidad a los
responsable una camiseta –para llevar siempre a la vista- con el apartado sexto
de la Carta de Cracovia del año 2000
sobre “Principios para la Conservación y Restauración del Patrimonio
Construido”, que “actuando en el
espíritu de la Carta de Venecia de 1964” (como reza en su Preámbulo), dice:
La intención de la conservación de edificios históricos y monumentos, estén
estos en contextos rurales o urbanos, es mantener su autenticidad e integridad,
incluyendo los espacios internos, mobiliario y decoración de acuerdo con su
conformación original. Semejante conservación requiere un apropiado “proyecto
de restauración” que defina los métodos y los objetivos. En muchos casos, esto
además requiere un uso apropiado, compatible con el espacio y significado
existente. Las obras en edificios históricos deben prestar una atención total a
todos los periodos históricos presentes.
A ver si a partir de ahora -con este cartelito a la
pechera, o al cuello como en la “escuela antigua” cuando te colocaban por torpe
el cartel de “soy un burro”-, se piensan un poco más estas actuaciones “vanguardistas” que tienen de vanguardia lo que la primera
línea de una estampida de elefantes. ¡Ah!, y que asumieran las
responsabilidades personales, profesionales, políticas y económicas de los
desaguisados.
Bueno, lo menos malo de estas intervenciones salvajes es que todo ello se puede tirar, aunque queden solares en su lugar
ResponderEliminarHabremos tirado el bien patrimonial, el dinero de la intervención salvaje y el de la ejecución del arrasamiento... dejando solares para una probable especulación urbanística. No sería el primer caso... ni el último.
EliminarCompañero de barricada, los gestores de esta ciudad, que tanto nos duele,se permiten arrasar el patrimonio que otros pacenses construyeron y transmitieron a las generaciones futuras: ni monumentos, ni conjunto histórico, ni patrimonio mundial... Y, no contentos con ello, trataron de bloquear la declaración de Elvas a P. M. en pleno desarrollo compartido del proyecto "Baluartes" ¿Burros, dices...?
ResponderEliminar¡Cuánta razón tienes, querido Maestro! Burros y otra cosa más que si la pusiéramos seguramente nos "penalizaban" y bloqueaban los responsables de las redes sociales.
EliminarRuego encarecidamente que alguna persona me explique las causas por las que a tiro de piedra de Badajoz, pasada la Raya, las rehabilitaciones constituyen actuaciones ejemplares, con cuidadoso respeto a lo realmente rehabilitado.
ResponderEliminarEso, querido Fernando, va a tener que ser objeto de unas Jornadas de Estudio que vamos a tener que organizar...
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