GERALDO SEM PAVOR, UN PERSONAJE DE LA
FRONTERA
En: REVISTA DE ESTUDIOS EXTREMEÑOS. Número II, 2013. Pg. 933-950. (Homenaje a Julio Fernández Nieva.)
Geraldo era un caballero portugués que
nació alrededor de 1132 y estuvo al servicio de D. Afonso Henriques, primer rey
de Portugal, con el que tuvo unas iniciales desavenencias que se esforzó en
limar conquistando para D. Afonso importantes territorios -aunque algunos
efímeramente o incluso de forma simbólica- como: Serpa, Moura, Monsaraz, Évora
y Juromenha en Portugal, y Trujillo, Santa Cruz de la Sierra, Cáceres,
Montánchez, Lobón y Badajoz, en España.
La “Chrónica
Gothorum” se refiere a sus tropas como bando
de ladrões, que fazia a guerra por conta própia y Giraldo cognominato sine pauore, et latronibus sociis eius. La
“Crónica de la Monarquía Lusitana”, de Frei António Brandão, en el siglo XVI,
por contra, lo tilda de hum Cavaleiro muy
esforçado”, si bien reconoce que “ganhava o necessario a ponta da lança.
Los más importantes historiadores portugueses del siglo XIX: Alexandre
Herculano y Oliveira Martins, lo tachan de
indiferente à luta do predomínio
das duas raças, e atento só a saciar a própria crueldade e cobiça nas suas
correrias e assaltos sem objecto político y jefe de companhias de bandidos que batalhavam por conta propia, sem
noção de pátria a que pertencessem. Otros
historiadores lusitanos posteriores, como David Lopes o José Pires, en base a
fuentes cristianas y musulmanas, lo comparan con El Cid Campeador, defendiendo
su figura como noble, valerosa y desprendida.
Uno de los más conocidos historiadores
portugueses de finales del siglo XX y principios del XXI, José Hermano Saraiva,
recoge ambas versiones, sin arriesgarse a emitir un juicio propio, si bien
reconoce que su actuación en terreno extremeño -de competencia del rey leonés
Fernando II- era un servicio importante que prestaba al monarca luso numa região em que os compromissos políticos
do monarca o impediam de fazer a guerra
.
En España, los historiadores no han
abordado suficientemente esta figura, que José Luis Martín y María Dolores
García, en el tomo II de la “Historia de Extremadura”, tocan de pasada,
precisando que es un noble portugués que
en 1165 conquistó Trujillo, Évora y Cáceres, y un año después Montánchez,
Serpa, Juromenha y hasta planeaba la conquista de Badajoz. Algo más
explícitos son los responsables de los capítulos de “Historia Medieval” (Julián
Clemente, José Luis de la Montaña y Ángel Bernal) en “Extremadura: la
historia”, reconociendo que llega a dominar la ciudad de Badajoz, aunque no
consigue conquistar la Alcazaba, enfrentado a los almohades que tienen el apoyo
en ello del rey leonés Fernando II. La
conquista de la capital pacense -dicen-
suponía prácticamente el control de la Extremadura musulmana. Estos
historiadores se deciden por acusar a Geraldo de “aventurero”, al tiempo que lo
llaman “el Cid luso”.
Ver trabajo completo en el
Documento 2 de:
No hay comentarios:
Publicar un comentario