LA CAMPAÑA ELECTORAL DE
RICARDO CABEZAS
Entre el sonido
atronador de las campañas electorales, tan llenas de zafiedad y de bajezas,
tan vacías de reflexión, de contenidos, a veces sobresale una voz que puede
reconciliarnos con lo que son las ilusiones, con lo que son las esperanzas, con
lo que debe ser la sensatez, la seriedad.
Se lo dije en la precampaña de la cita que
ahora parece embarullarnos a Ricardo
Cabezas, candidato por el PSOE a la Alcaldía de Badajoz, en un acto en la
ciudad que pretende regir, y en el que hablaron los más altos dirigentes
socialistas de España y Portugal, del Norte Alentejano y de Extremadura, además
de él, que abrió los parlamentos: “Para mí, has sido el que mejor discurso has
hecho, en forma y fondo, en tratamiento y contenido: con propuestas claras,
precisas, estudiadas desde el rigor y expresadas desde la sencillez, sin
imposturas, ni gritos, sin concesiones a la ordinariez, a la demagogia, a la
palabrería, a las facilonas provocaciones del aplauso encendido, irreflexivo”.
Esto es de
lo poco que a estas alturas de la película que llevo vivida en la política me
merece la pena. Ver a alguien con su vida profesional resuelta que salta a
la arena enfangada de la política y le aporta aire fresco, coherencia,
sensatez, desde una posición firme de progreso y de solidaridad, desde un
compromiso que le viene de lejos, de él mismo y de su familia, ejemplar
siempre, luchadora de base, sistemática en su aportación al progreso de la
gente más necesitada.
Conozco
a Ricardo desde hace tantos años que me pierdo en el recuerdo. Y a su familia,
a sus padres, que son todo un ejemplo para todos. ¡Con
cuánta serenidad y temple ha ido llevando los escoyos que se le han puesto en
el camino! ¡Con qué elegancia está llevando el vértigo de estos días, para el
que ha estado preparándose durante mucho tiempo, escuchando, aprendiendo,
razonando, transmitiendo!
Ahora que tantos desconfían, ahora que tantos
vamos desconfiando tanto, creo que en personas como Ricardo Cabezas tenemos un referente joven, preparado, capaz, serio y
honrado, que puede devolvernos la ilusión y, de lograr el objetivo de
alcanzar el puesto a que aspiran, significará un beneficio para todos,
excepción hecha de los que se aprovechan del río revuelto para llevarse a su
cesta los peces de todos los demás.
Moisés Cayetano Rosado
Casta
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