jueves, 24 de diciembre de 2015

PENDIENTES DE LOS NACIONALISTAS
Moisés Cayetano Rosado
Por vez primera en la democracia española posfranquista se produce una situación como la generada tras las elecciones del 20 de diciembre: la presencia de dos bloques claramente clasificados en la derecha y en la izquierda respectivamente, con similar número de diputados y sin que ninguno de los dos consiga la mayoría absoluta, establecida en 176 representantes.
Y una vez más, como ya ocurriera en otras ocasiones (si bien entonces con un partido claramente ganador), los nacionalistas tienen la “llave” de esa mayoría que permite la gobernabilidad sin obstrucciones en el encargo de gobierno y la acción del mismo en la legislatura… a cambio de concesiones a medida.
Esta vez, los conservadores logran 163 escaños: 123 del Partido Popular (PP) y 40 de Ciudadanos (C’s); los progresistas (por utilizar denominaciones “a bulto”, para entendernos, pero que necesitarían de matizaciones en una reflexión más extensa) 161: 90 el PSOE, 69 Podemos y sus distintas alianzas regionales, e Izquierda Unida-Unidad Popular 2. Lejos ambos de los 176 necesarios para gobernar sin más apoyos, suponiendo que dichos bloques estén dispuestos a firmar acuerdos para hacerlo.
Necesitarían cualquiera de ellos la participación por activa o pasiva (con voto positivo o abstención) de al menos dos fuerzas nacionalistas catalanas y/o vascas, con lo que la gobernabilidad se hace complicada.
Otra posibilidad es que uno de los dos grupos “históricos” (PP, PSOE) se abstuviera en la propuesta gubernamental del otro, lo que es difícilmente digerible. Y otra solución, la que desean en las instancias comunitarias europeas, la Banca, el gran capital, la gran patronal y similares (“a la alemana”), sería un acuerdo PP-PSOE, que sí tendría una mayoría más que absoluta.
Como estas dos últimas alternativas resultan al parecer imposibles -dado que el PSOE ha manifestado su rechazo-, queda el acuerdo de bloques junto a la negoción nacionalista. Dicho acuerdo es complicado, porque el novedoso C’s es consciente de lo que eso le supone de pérdida de credibilidad, por sus ataques al gobierno del PP, y el PSOE ha sido duramente criticado por el emergente Podemos y la histórica IU.
En cuanto al “auxilio” nacionalista, no es menos dificultoso, sobre todo por el “enquistado” problema catalán: los partidos autóctonos son abiertamente segregacionistas. Y si en anteriores legislaturas se resolvía el acuerdo con los conciertos económicos, ahora tenemos una cuestión más peliaguda: la decisión sobre la independencia catalana, previo referéndum, al que podría unirse una exigencia similar vasca, que no admiten ni el PP ni el PSOE.
El futuro podría pasar por nuevas elecciones, que a pocos interesa. Al PP porque teme seguir cayendo en el vacío, tras haber perdido más de sesenta diputados; al PSOE, porque se debate en una tesitura similar, tras una pérdida de 20 representantes; a Ciudadanos, porque en los días previos a la cita electoral iba perdiendo dramáticamente apoyos en las estimaciones de las encuestas. Izquierda Unida y los nacionalistas, posiblemente, no piensan que puedan superar lo conseguido ahora. Solamente Podemos podría estar interesado, ya que tras un bache en los últimos meses, volvió a remontar en los últimos días preelectorales con creciente fuerza.
Así, posiblemente los esfuerzos de la mayoría en estos tres próximos meses (máximo plazo para formar gobierno) se centren en encontrar una solución para esta situación inédita hasta ahora en España; el ejemplo reciente de Portugal tal vez pueda valer. En el país vecino, las fuerzas de la izquierda han conseguido sacar adelante una opción de gobierno que da ahora sus primeros pasos, pese a que la derecha obtuvo una representación mayor en la Asamblea de la República.

Pero está esa diferencia -¡menuda diferencia!-, que supone un escollo especial, dadas las reivindicaciones independentistas de Cataluña: la decisiva presencia de los nacionalistas, que nuestros vecinos no han tenido que afrontar. ¡Tiempo apasionante nos espera!

jueves, 17 de diciembre de 2015

RUFINO FÉLIX MORILLÓN EN EL AULA DÍEZ-CANEDO DE BADAJOZ
Para este jueves, 17 de diciembre, a las 20’00 horas, el Aula “Enrique Díez-Canedo”, dirigida por Enrique García Fuentes y José Manuel Sánchez-Paulete, ha organizado un recital en Badajoz (previa presentación en la mañana ante alumnos de Secundaria) del poeta emeritense Rufino Félix Morillón.
El acto tendrá lugar en el MEIAC (Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo), y los organizadores han tenido la deferencia de invitarme a que sea yo el que haga la presentación del poeta.
Rufino para mí es un escritor admirable y un amigo entrañable. Compañero en el Consejo de Redacción de la Revista de Estudios Extremeños, tengo así la suerte de compartir con él momentos agradables que me desvelan, detrás de su poesía, una personalidad abierta, vitalista y divertida. Y digo esto porque leyendo su poesía, especialmente los últimos libros, uno puede tener la sensación de estar ante una persona atormentada por el paso del tiempo y sus estragos.
La reflexión que hace Rufino de la vida y del tiempo que pasa, volcada en unos versos llenos de elegancia, de armonía, de extraordinaria belleza, puede resultar desoladora. Lo reconoce él mismo en el último poema que me llega:

NO
A veces he pensado romper los versos tristes
que últimamente escribo,
para que mis palabras no se unan a otros labios
propagando el dolor del hombre a la deriva
que sólo aguarda ya las sombras de la noche;
hombre que el azogue del tiempo en desbandada
que difumina, oscuro, la pujanza en su sangre.
A qué escribir mis versos pesarosos
si a todos cuantos tengan
la luz ya decreciendo en la mirada
los sumirá, aún más, en el abatimiento. 
Pero mi corazón no se resigna,
y no desea que su doliente voz
se sume al desengaño coral;
y la hará amanecida, canción esperanzada,
claro aliento.
Será la dejación de la andadura
vivida felizmente de espaldas al crepúsculo. 
No he de romper mis versos.

Pero ahí está, lo vemos, la rebelión final, esa llamada a la esperanza, a la alegría, “de espaldas” al tiempo que pasa y nos arrolla.
Poeta premiado con galardones tan importantes como el “Ciudad de Salamanca” y el “Ciudad de Badajoz”, forofo del mar y la amistad, sensual y lumínico, nos traerá su voz reposada y su sonrisa, envolviendo unos versos de admirable calidad en esta noche presurosa de celebraciones pre-navideñas como un regalo mágico de “Papá Rufino”, más entrañable, sin duda, que el del importado “Papá Noel”, que se nos ha incorporado como un vestido impuesto.

Moisés Cayetano Rosado

martes, 15 de diciembre de 2015

CANTAR DE EMIGRACIÓN/EMIGRAÇÃO
Moisés Cayetano Rosado
Hay muchos cantantes y grupos que han puesto su voz a los versos de un fragmento memorable de la V parte del poema “¡Para a Habana!”, de Rosalía de Castro. Todas me conmueven, individuales o corales, pero especialmente me emociona la de Adriano Correia de Oliveira (https://www.youtube.com/watch?v=nK7dUfG5Rq4), cantante fallecido desgraciadamente a los 40 años, en 1982, cuando tanto tenía aún que aportar, fundamentalmente en el fado de Coimbra, en los cantos de intervenção y en la música popular portuguesa.
Esta es la versión portuguesa, cantada, del poema:
Este parte, aquele parte
e todos, todos se vão.
Galiza, ficas sem homens
que possam cortar teu pão.
Tens em troca orfãos e orfãs
e campos de solidão
e mães que não têm filhos
filhos que não têm pais.
Corações que tens e sofrem
longas horas mortais
viúvas de vivos-mortos
que ninguém consolará.
Los poemas siempre pierden mucho al traducirse. El ritmo se quiebra; algunas palabras pierden su fuerza original; los giros, metáforas, símbolos, a veces no encuentran su lugar. Este es el original gallego del poema:
Este vaise y aquél vaise,
e todos, todos se van;
Galícia, sin homes quedas
que te poidan traballar.

Tés, en cambio, orfos e orfas
e campos de soledad,
e pais que non teñen fillos
e fillos que non ten pais.

E tés corazóns que sufren
longas ausencias mortás,
viudas de vivos e mortos
que ninguén consolará.
 
En cualquier caso, el mensaje es claro. El tremendo desgarro de la emigración que Galicia, y Portugal, y gran parte de España, han sufrido a lo largo de la historia contemporánea. Referida en el poema a la emigración transoceánica, que nos flageló especialmente durante la segunda mitad del siglo XIX y primer tercio del siglo XX (hasta que en América dejó de haber suficiente demanda de mano de obra), y luego derivó a Centroeuropa y las zonas industrializadas de los respectivos países emisores, sobre todo en los años cincuenta, sesenta y parte de los setenta del siglo XX, rebrotando ahora de nuevo hacia Europa y Norteamérica.
Quedar en origen sin capital humano. Dejar a los suyos, cuando en la antigua emigración suponía tantas veces un viaje sin retorno, con las amarras familiares cortadas por completo. Ese sufrimiento de la ausencia. Ese campo de soledad físico y emocional: físico de las tierras abandonadas, los eriales…; emocional de la ruptura interna con lo que se quiere y forma parte de nuestro propio ser…
En el espejismo del cambio de siglo fuimos, al contrario, receptores masivos de emigración: parecía que Europa del Este y Latinoamérica (también las antiguas posesiones africanas, en el caso portugués), trasvasaban su población a nuestras tierras con la misma convulsión con que nosotros lo habíamos hecho anteriormente a parte de las suyas.
El vaivén de la historia paralizó el proceso con la crisis que se generalizó. Y de nuevo, los “ejércitos laborales” están a la expectativa, y las “avanzadillas” inician la incursión buscando nuevos horizontes. ¿Otra vez la canción de Rosalía de Castro se volverá de actualidad, aunque se cambien los matices?

Oigo de fondo la voz de Adriano Correia en este preludio del invierno como una premonición de distancia y de frío. “Este parte, aquele parte/
e todos, todos se vão”... Sería tremendo que se cumplieran esos versos,  y también estos otros de la misma Rosalía de Castro, de su libro “En las orillas de Sar”: “¡Cuánto en ti pueden padecer, oh patria,/ si ya tus hijos sin dolor te dejan!”.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

DE JEREZ A BURGUILLOS PASANDO POR EL DOLMEN DE TORIÑUELO
Vista de la Alcazaba de Jerez desde la carretera de circunvalación
Moisés Cayetano Rosado
Cuando vamos de Badajoz a Huelva y dejamos atrás los extraordinarios valles de inmensos encinares en que se cría el cerdo ibérico, nos aparece Jerez de los Caballeros, destacando sobre el caserío las esbeltas torres de sus iglesias.
Si entramos a la población por la circunvalación que conduce a su Alcazaba -de origen musulmán-, allí se nos despliega un mundo esplendoroso, dispuesto a una lección de arte que va desde este recinto defensivo, conformado después por los templarios, hasta la sucesión de estilos que representan sus iglesias, donde las torres constituyen lo más atractivo del lugar.
Jerez fue conquistada a los musulmanes en 1230 por Alfonso IX de León, con la ayuda templaria, a cuya Orden hace el rey donación de la villa. El Temple repuebla la comarca, si bien con su forzada disolución en 1312 pasa de nuevo a la Corona, que en 1370 se la cede a la Orden de Santiago, quien continuará su engrandecimiento.
Las guerras con Portugal de los siglos XVII y XVIII la afectarán negativamente, pero el legado monumental, especialmente religioso (iglesias, ermitas y conventos), llegará en aceptable estado a nuestros días.
De ese legado hemos de destacar especialmente sus iglesias de portentosas torres, como quedó apuntado.
Parroquia de Sta. María desde la Alcazaba
Así, la Parroquia de Santa María de la Encarnación -lindante con la Alcazaba-, uno de los templos católicos más antiguos de España (consagrado en 556), reconstruido en el siglo XVI, con recia torre concluida a principios del siglo XIX.
La Parroquia de San Miguel -en el centro de la ciudad-, santiaguista, construida en el siglo XIV y ampliada hasta mediados del siglo XVIII, en que se remata su torre (1756), de traza barroca, con gran riqueza decorativa.
Torres de San Miguel y de San Bartolomé, a los extremos del caserío
La Parroquia de San Bartolomé, más al norte -también intramuros de la antigua cerca medieval hoy conservada parcialmente-, del siglo XV, pero remodelada en el XVI, XVII y XVIII  (en que se levanta la torre campanario junto a la fachada principal, de clara influencia sevillana, con enorme riqueza ornamental en yeso policromado, barro vidriado y cerámica).
Parroquia de Santa Catalina
La última Iglesia Parroquial -ésta extramuros-, es la de Santa Catalina, una vez más de monumental torre, aunque más sobria que las dos anteriores, pero espectacular en su interior, donde destaca el inmenso retablo barroco del altar mayor, en madera policromada, dotado de bellísimas esculturas.
Palacios, casas solariegas, cuidadas plazas, puertas  del recinto amurallado (de Burgos -s. XIII- y de la Villa -s. XV-) completan un conjunto admirable, que en la Semana Santa redobla su atractivo, por la fama de sus Pasos: declarada de Interés Turístico Regional, está a poco de alcanzar la calificación de Nacional, que bien merece.
De ahí, si nos encaminamos hacia Zafra (que precisaría de otra “anotada visita” por sus valores monumentales y urbanos, aparte de su envidiable gastronomía, como también le ocurre a Jerez, sin duda), al salir de la población nos encontramos a la izquierda el Dolmen de Toriñuelo. Desde la misma carretera se ve el túmulo que lo conforma.
Entrada al dolmen de Toriñuelo
Este monumento funerario pertenece al Calcolítico, y bajo el pequeño “cerro” que exteriormente contemplamos contiene una cámara ovalada de 3’80 por 3’50 metros, con trece ortostatos (se conservan doce de estas grandes losas verticales) y cubierta en falsa cúpula. Destaca el largo corredor de acceso, de 25 metros, con altura máxima -a la entrada- de 1’42 metros.
Ya puestos en carretera, merece acercarse a Burguillos del Cerro, para subir a su portentoso castillo templario, levantado sobre construcción musulmana como en el caso de Jerez -con quien también tiene semejanza en su Iglesia Parroquial, especialmente en su sobresaliente campanario-, destacando la Torre del Homenaje, desde la que las vistas al entorno son inolvidables.
Vista parcial de Burguillos desde el castillo
 Interior del Centro de Interpretación de la arquitectura popular
Al subir habremos quedado atrás -en la falda del monte- a la Iglesia de Santa María de la Encina, edificación  del siglo XIV, convertida en cementerio en el siglo XIX, luego abandonada, y desde 2003 reconvertida en Centro de Interpretación de la arquitectura popular en Extremadura, con paneles, maquetas, audiovisuales, etc. que ilustran el modo de vida, la identidad cultural de los pueblos agro-ganaderos.
Burguillos, que ha sabido recuperar este monumento gótico tardío y darle un uso más que digno admirable, también ha logrado lo que -en la larga “batalla” de gestiones y captación de recursos económicos- pareció un sueño: transformar las ruinas lamentables de lo que fue su Parroquia de San Juan Bautista (igualmente del siglo XIV, luego cementerio y después destrozo y desolación) en Centro de Investigación, Turismo y Cultura, dedicado especialmente a la Orden del Temple.

Culminó el proceso en 2011, lo que se explica -con sus resultados- pormenorizadamente en un cuidado volumen publicado en 2015 por el Ayuntamiento de la localidad, mostrándonos el modelo que tantas localidades de nuestro entorno deberían seguir para recuperar, poniendo en valor y uso, su patrimonio monumental, sus “tesoros” heredados, que no podemos ni debemos condenar a la ruina, el olvido y abandono, como en tantos casos ocurre, por desgracia.