domingo, 26 de abril de 2020


83 AÑOS DEL BOMBARDEO DE GUERNICA
Mucho agradezco a mi caro amigo João Silveirinha el envío hoy de unos conmovedores textos, fotos y documentos sonoros sobre el “Bombardeo de Guernica”, obtenidos del “muro de facebook” de su confrade de formação no Instituto dos Pupilos do Exército, Rui Manuel Coutinho.
Rui Manuel Coutinho le ha indicado su agrado por que sean compartidos. Este es el enlace: https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=2839875012793949&id=100003144357585?sfnsn=mo
El bombardeo de Guernica (Operación Rügen) fue un ataque aéreo realizado sobre población civil de esta población vasca el 26 de abril de 1937, hace hoy 83 años. Fue realizado en el transcurso de la Guerra Civil española, por parte de la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana, que combatían en favor del bando sublevado contra el gobierno de la Segunda República Española, en tanto las democracias occidentales (bajo el empeño de “no intervención” de Francia, Reino Unido y EE.UU.), abandonaban a su suerte al Gobierno Republicano, aunque asistido por la URSS y las Brigadas Internacionales.
He realizado, inspirado en todo ello, una composición que ahora ofrezco. Se trata de uno de los poemas más conmovedores de Antonio Machado, que ahonda en el dolor por la pérdida de vidas inocentes, en la impotencia y el amor. Con una fuerte carga narrativa, secuenciada, donde el delirio, la fiebre que devora, el siniestro ambiente y el frío de la serena muerte provocada por la furia indiscriminada, quedan resaltados bajo la imagen metafórica de la flor: flor de fuego, flor de sangre…
La magia de Picasso (envolvente en azul expectante, y aterradora en el grito constatando la muerte) viene muy a tono con el poema de Machado. (Moisés Cayetano Rosado)

sábado, 25 de abril de 2020


SALGUEIRO MAIA Y LA REVOLUÇÃO DOS CRAVOS
Moisés Cayetano Rosado
Doctor en Geografía e Historia

Este año las conmemoraciones de la Revolução dos Cravos no podrán contar en Portugal con la habitual alegría desbordante en las calles de pueblos y ciudades, desde que en aquella madrugada del 25 de abril de 1974 el Movimento das Forças Armadas (MFA) derrumbara la larga dictadura de casi medio siglo y acabara con las sangrientas guerras coloniales de 13 años de duración.
Pero eso no es inconveniente para que podamos recordarla con admiración un año más, reflexionar sobre ella y apuntar algún detalle dentro de lo mucho que ya, pasados 46 años, se ha ido divulgando.
Así, quisiera llamar la atención sobre uno de los protagonistas fundamentales de aquel día de triunfo para las aspiraciones de paz y libertad para el pueblo portugués: el Capitão Fernando Salgueiro Maia, que junto a otros nombres como Otelo Saraiva de Carvalho o António de Spínola será uno de los protagonistas triunfales de lo que en ese día no era en principio más que un “Golpe militar”, que evolucionó a Revolución en los días y meses siguientes.
Si el mayor (comandante) Otelo fue el “cerebro” del Plan de Operaciones que llevarían a cabo las principales unidades  militares, y coordinador hasta el total triunfo en la tarde del día 25, y si el general Spínola obtuvo la “transmisión de poderes” del Presidente del Gobierno, Marcelo Caetano, pasando seguidamente a  presidir la “Junta de Salvación Nacional” y luego la Presidencia de la República, el capitán de caballería Salgueiro Maia iría a ser el protagonista de los sucesos más decisivos en la Operação Viragem Histórica, como se llamó al conjunto de operaciones que en menos de un día cambió radicalmente el sistema político de Portugal.
Salgueiro Maia, alentejano, nacido en Castelo de Vide a mediados de 1944, había participado en las terribles guerras coloniales, combatiendo en Mozambique y en Guinea entre 1968 y 1973 -primero como alférez, después teniente y luego capitán, cuando tenía entre 23 y 28 años-, pasando a continuación a la Escuela Práctica de Caballería de Santarém.
En la madrugada del 25 de abril de 1974 dirige desde allí la columna que marcha hacia Lisboa para llegar al Terreiro do Paço (Praça do Comercio, a orillas del Tajo), donde tenía encomendado prender al Ministro del Ejército, que en la confusión logra huir por una zona trasera del Ministerio. Salguero Maia se juega la vida enfrentándose a los tanques gubernamentales que aparecen para neutralizar su acción, especialmente cuando el brigadeiro (general de brigada) Junqueira dos Reis ordena fuego artillero contra él, al acercase solo, a pecho descubierto, con una granada en el bolsillo como última alternativa para una muerte junto a sus oponentes. Lo libran de ello la negativa del alférez Fernando Sottomayor  y el cabo apuntador José Alves Costa, que estaban a los mandos del carro de combate. El brigadeiro se retira; tropas y armamento quedan bajo las órdenes de Salgueiro Maia.
Terminada su misión con éxito en este lugar, se le es ordenado subir al Largo do Carmo, sede de la GNR (Guardia Nacional Republicana) para prende al Presidente del Gobierno, que se había refugiado allí, al constituir la GNR la fuerza militar más confiables para el régimen.
Su larga, tensa, arriesgada negociación, llena de templanza ante la urgencia de acabar con la situación de enorme peligro, que aconsejaba disparos de artillería mayor y que él supo contener, fue decisiva para que no hubiera víctimas, para que el levantamiento militar no se convirtiera en una más que posible masacre: el espacio circundante estaba lleno de personas que asistían en directo a la caída del Régimen dictatorial, subidos a los árboles, a las ventanas y balcones de los edificios circundantes, a los tejados e incluso a las piezas de artillería que cercaban el cuartel, en una “comunión” pueblo-fuerzas militares sin precedentes.
Una vez llegado Spínola a hacerse cargo del poder, escolta a Marcelo Caetano en su salida del cuartel, consiguiendo que el triunfo discurra sin derramamiento de sangre.
Salgueiro Maia supone imponerse a las circunstancias más adversas de la guerra colonial y acometer en pocas horas las acciones más arriesgadas con templanza y dignidad, desde una juventud muy experimentada en las contrariedades. Después, hasta su muerte por cáncer en 1992, vendrían tiempos oscuros, desconsiderados para con una figura de su talla humana y militar que no es momento ahora de rememorar, pero que espero detallar en una publicación en que estoy trabajando para su publicación por la Fundación Caja Badajoz.
El proceso posrevolucionario tuvo sus sombras sobre las que hay que proyectar luz para entenderlo en su conjunto por completo. Pero el 25 de abril de 1974 quedará para siempre como una fecha sin igual en la resolución de los máximos conflictos, con la intervención de jóvenes militares dispuestos a colaborar incondicionalmente con el pueblo en la conquista de la libertad.


jueves, 23 de abril de 2020


MEMORIAL DE MI PASO POR LA PUPILERÍA
Memorial de mi paso por la Pupilería es una obra que mezcla los recuerdos profesionales de un trabajador de la enseñanza, que ejerce su profesión en una zona marginal de ciudad escasamente dotada de recursos (como el propio centro educativo), junto a reflexiones sobre la sociedad en la que se desenvuelven los jóvenes (pupilos), sus familiares, etc.
Escrita en un estilo que recuerda la literatura picaresca del siglo XVII, así como las obras de los Cronistas de Indias de la misma época, mezcla el humor ácido con la denuncia de una cruda realidad de dificultades en el desenvolvimiento cotidiano. Crudo desenvolvimiento de esa sociedad marginal, a veces desesperada, a veces desesperanzada y a veces violenta, rebelde con su propia situación, que los propios educadores esforzados en “resolver entuertos” sienten que les supera, y de la que también son víctimas.
Hilvanada en muchas ocasiones desde el absurdo y en otras desde la denuncia social, Moisés Cayetano Rosado escribió el primer borrador del relato hace más de treinta años. Una revisión del mismo la realizaría hace no menos de diez años. Los últimos y mínimos retoques son actuales, como actuales siguen siendo las problemáticas que presenta.
El PDF completo del libro puede leerse, descargarse, compartirse, etc. en:
o

miércoles, 15 de abril de 2020


YO HABLÉ CON LOS REYES MAGOS

Retrato de por aquellas fechas
Sigo llamándola Mariquita, como ella a mí me llama Moiselito todavía, cincuenta, sesenta, más años después.
Mariquita tenía en la entrada de su casa todo un mundo de ensueño y fantasía, desde donde un día yo pude hablar con los Reyes Magos una tarde de frío y de ilusión.
Ella le dijo a mi madre: “Trae al niño, que los Reyes lo están esperando”. Yo estaba allí, en mi casa, en la casa de al lado de la Centralita de teléfonos, y di un salto hacia la pequeña cabina donde agarré con las dos manos el auricular, enorme y negro, pesado como el mundo.
Al oído me llegaba la voz serena y pura de uno de los tres Reyes, que me interrogaba con dulzura: “¿Has sido bueno?”. ¡Claro que había sido bueno!, y se lo dije todo temeroso de que no me creyera.
“¿Obedeces siempre a tu madre y a tu padre?”. “¡Siempre!”, le respondí, todo encogido.
“¿Y a tu tía?”. ¡Por supuesto que también a mi tía!
“¿Y en la escuela? ¿Eres obediente y aplicado?”. Lo primero era muy fácil de contestar con toda la seguridad del universo: ¡cualquiera se resbalaba ante la vara del maestro! Lo segundo había que asumirlo, para que los señores Magos no se contuvieran en su largueza.
Salí de allí maravillado de la voz tan parecida a la de Mariquita de los Reyes de Oriente, pero todo convencido de que iban a ser generosos a la hora de pasar por mi ventana.
¡Y tanto que lo fueron! Allí, al lado de mi cama, estaban las tiendas de los indios, su amenazante presencia de plumajes, arcos, flechas y machetes; allá también los pistoleros de caballos al galope, con rifles y sombreros, pistolas al cinto y arrogancia.
¡Qué fácil pasar los días, las tardes de tedio y de radionovelas, montando fabulosas batallas decisivas, en tanto los mayores lacrimeaban con los seriales radiofónicos y las fotonovelas que traían Leandra y su hija Laudina.
¡Ay, aquellos irrompibles muñecos de fabuloso plástico verdoso! Con ese magnífico tesoro pasé muchos días de confinamiento infantil en mi pueblo. Un pueblo que empezaba a despoblarse de vecinos, camino de otras tierras como unos nuevos reyes: en vacaciones venían con regalos ya más sofisticados, pero nunca tan mágicos como los que espléndidamente me llevaron los Reyes telefónicos invocados por mi vecina Mariquita.
Moisés Cayetano Rosado

jueves, 9 de abril de 2020


COMBOIO DE SAL E AÇUCAR, UNA PELÍCULA MARCANTE.
Buscando filmaciones con referencia a las antiguas colonias portuguesas en África, me encuentro con una película de extraordinario valor artístico y documental. Se trata de Comboio de sal e açúcar (https://www.youtube.com/watch?v=645fSM33b9A) del director brasileño/mozambicano Licinio Azecevo, que durante 93 minutos nos coloca ante la terrible situación de guerra en Mozambique, que se extendió por el proceso descolonizador desde 1964 hasta el final de la guerra civil subsiguiente, en 1992.
El film desarrolla la acción a finales de los años 80 y nos muestra el largo, simbólico y metafórico viaje de ciudadanos civiles en un tren que llega hasta la vecina Malawi, donde algunos de los pasajeros van para ganarse la vida intercambiando sal por azúcar, otros van a encontrarse con sus familias o por motivos de salud, etc., desafiando los peligros del sabotaje, los encuentros con la guerrilla, los asaltos y tiroteos, las minas y las bombas. Les acompañan grupo de soldados bien armados, como protección… que a veces se convierte en un problema más por sus abusos de toda clase para con la indefensa población civil.
El tempo lento de la filmación, la sabia combinación de planos largos, mostrando los paisajes mozambicanos con planos cortos de los personajes -tan bien retratados psicológicamente-, así como la acción trepidante en las confrontaciones con la guerrilla, mantienen siempre alerta la atención del espectador. El argumento general del viaje interminable, lleno de percances, junto a la problemática particularizada de los principales intervinientes, van tejiendo un universo de vivencias que nos sitúan firmemente ante el problema de la guerra, ante las diferentes actitudes humanas para afrontarla, ante la generosidad y la vileza de unos y de otros.
Los diálogos (vencida la dificultad de la versión en portugués con el acento del país africano), son de una extraordinaria carga emotiva, y contienen frases de una sabiduría y sensatez brillante. Ante una conversación entre dos de las viajeras, una intercambiadora de sal por azúcar y una joven enfermera que va a reunirse con su familiar y está llena de temores, la primera dice: pensar demais dá dor de cabeça e não enche a barriga: la lucha por la subsistencia no “permite” esas “exquisiteces”, sino tirar hacia adelante como sea, sin reparar en consecuencias, por otra parte inevitables.
O esto otro: quem espera que tudo seja perfeito, acaba perdendo oportunidades: el aprendizaje de que las ensoñaciones sin base pueden evaporar las pequeñas consecuciones de la realidad del día a día.
La enfermera se va enamorando a lo largo del trayecto de un joven oficial, muy alejado de la falta de sensibilidad reinante en sus compañeros, y le dice:
- Eu pensei que todos os militares gostam de guerra.
A lo que el joven le contesta:
- Isso é o mesmo que dizer que todos os enfermeiros gostam da doença.
O sea, aquello de “Igitur qui desiderat pacem, praeparet bellum”
Vean esta coproducción de Mozambique, Portugal, Brasil, África del Sur y Francia, que se estrenaba en 2017, ha cosechado diversos y merecidos premios, y en 2018 fue nominada a los Óscar. Sientan el dolor de un pueblo largamente herido, de grandes riquezas naturales y humanas, que merece lo mejor, y que aún arrastra la amenaza de dos millones de “minas terrestres”, sobre todo en las zonas rurales del país.
Moisés Cayetano Rosado

domingo, 5 de abril de 2020


POEMA Y DIBUJO DE LUIS EDUARDO AUTE

En 1968, teniendo yo 17 años, conocí a través de un paisano mío, al poeta granadino Juan de Loxa, con el que tuve una larga relación epistolar y de publicaciones.
En un libro que publicará próximamente la Fundación Caja Badajoz homenajeando al poeta extremeño-universal Manuel Pacheco, con motivo del centenario de su nacimiento, aludo a una revista que Juan de Loxa creó en 1968, bajo el mismo nombre que un programa radiofónico que dirigía en Radio Popular de Granada: “Poesía 70”. Una revista poética vanguardista, atrevida, universal.
En su número 1, publicaba el músicocantautordirector de cineactorescultorescritorpintor y poeta Luis Eduardo Aute (de 26 años entonces) un poema y dibujo que me impactaron sobremanera. Con líneas mínimas, precisas, presentaba a una mujer desnuda, alrededor de la cual, de forma manuscrita, presentaba unos versos conmovedores, de reflexión sobre la vida y la muerte, interrogada desde la mirada de un niño. Este “desafuero” llevaría poco tiempo después al cierre de la revista, que en un siguiente número se “atrevió” a presentar una antología de la reciente poesía revolucionaria cubana.
Desde entonces, he seguido al artista polifacético, culto, políglota, humilde y grande que ha sido Luis Eduardo Aute. ¡Cómo no recordar su canción de 1975 “Al Alba” (https://www.youtube.com/watch?v=ozem_v65n9k), concebida como una canción de amor, vinculada después -al cantarla Rosa León- a los fusilamientos de 27 de septiembre de 1975 (últimas ejecuciones del franquismo), y tenida como emblema contra la pena de muerte!
Ahora, el 4 de abril de 2020, muere este “cantautor”, símbolo de una época de ilusiones, luchas, reivindicaciones y dignidad humana. Su recuerdo nos acompañará siempre.
Moisés Cayetano Rosado

sábado, 4 de abril de 2020


ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL CAPITÃO DE ABRIL SALGUEIRO MAIA

Hace hoy 28 años, moría en Santarém el Capitão de Abril Fernando Salgueiro Maia, a los 47 años de edad, víctima de un cáncer. Se realizaría su entierro en la población altoaletejana de Castelo de Vide, donde nació el 1 de julio de 1944.
Sobreviviente de las terribles guerras coloniales de Portugal, combatiente en Mozambique y en Guinea entre 1968 y 1973 -primero como alférez, teniente y luego como capitán, cuando tenía entre 23 y 28 años-, tuvo un papel decisorio en la Revolução dos Cravos.
En la madrugada del 25 de abril de 1974 dirige la columna que marcha hacia Lisboa para llegar al Terreiro do Paço, donde ha de prender al Ministro del Ejército, que en la confusión logra huir por una zona trasera del Ministerio, en tanto Salguero Maia se juega la vida enfrentándose a los tanques gubernamentales que aparecen para neutralizar su acción. El brigadeiro Junqueira dos Reis ordena fuego contra él, cuando el capitán se acerca solo, a pecho descubierto (con una granada en el bolsillo como última alternativa para una muerte junto a sus oponentes); lo libran de la muerte la negativa del alférez y el cabo artillero que estaban a los mandos del carro de combate.
Terminada su misión con éxito en este lugar -que nosotros conocemos como Praça do Comercio-, se le es ordenado subir al Largo do Carmo, sede de la GNR (Guardia Nacional Republicana) para prende al Presidente del Consejo de Gobierno, profesor Marcelo Caetano, allí refugiado.
Su larga, tensa, arriesgada negociación, llena de templanza ante la urgencia de acabar con la situación de enorme peligro, que aconsejaba disparos de artillería mayor y que él supo contener, fue decisiva para que no hubiera derramamiento de sangre, para que el levantamiento militar no se convirtiera en una más que posible masacre militar y civil: el espacio circundante estaba lleno de personas que asistían en directo a la caída del Régimen dictatorial.
Los documentos sonoros que quedan de aquella hazaña son esclarecedores para obtener una idea de la altura militar y humana de este personaje que en aquellos momentos decisivos solo tenía 29 años de edad (https://www.youtube.com/watch?v=qLbBcm46QQY ).
Después vino toda la etapa convulsa y asustadora del 28 de septiembre de 1974, con la dimisión de Spínola y la confrontación entre tendencias militares contrapuestas; el más inquietante Golpe de 11 de marzo de 1975, dirigido por el propio general Spínola; el PREC (Processo Revolucionário em Curso) de marzo de 1975 a noviembre del mismo año, que termina con el Golpe reconductor del 25 de noviembre de 1975, bajo la dirección del teniente coroenl Ramalho Eanes… teniendo en todo ello una intervención templada (aunque ahora en segunda línea) de Salgueiro Maia.
Luego… vendría el olvido, o peor, la discriminación, la inexplicable represalia oficial para con los principales protagonistas del Movimento das Forças Armadas, que vieron notablemente perjudicas sus carreras militares y sus destinos oficiales. Destacan en ello las actitudes para con este joven capitán, que es apartado de los mandos operativos, y al que nunca se le perdonaron sus heroicidades y servicios a la Patria… que tras su muerte se le han tenido que reconocer.

“Quando for enterrado, como alguns mandatarios serão forçados a ir ao funeral, eu quero que seja cantado “Grândola, Vila Morena”; então pelo menos, se eles não cantarem, não tenrão escolha senão ouvi-lo”, le dijo a su compañero, el también Capitão de Abril Vasco Lourenço, uno de los militares más decisivos de la Revolução, según él declaró posteriormente.
La Fundación Caja Badajoz me ha encargado recientemente (impactados sus directivos por la vida de este héroe, a raíz de una visita que hicimos a su tumba en Castelo de Vide) que escriba una especie de biografía de Salgueiro Maia. Estoy en ello. Pienso que, si no hay contratiempos, el próximo año podemos ofrecer unas semblanzas de este hombre excepcional, del que todos debemos aprender. En tanto, vaya aquí este breve homenaje a quien tanto debemos por su acción y su ejemplaridad.
Moisés Cayetano Rosado

viernes, 3 de abril de 2020


EL EJEMPLO PECUNIARIO DE RAMALHO EANES
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Cuando el teniente coronel António Ramalho Eanes encabezó las operaciones militares que pusieron fin, el 25 de noviembre de 1975, al Processo Revolucionário em Curso, el militar portugués tenía 40 años.
No voy ahora a hablar de aquellas circunstancias -que ya he hecho en otras ocasiones (http://moisescayetanorosado.blogspot.com/2019/08/la-transicion-politica-enespana-y.html)-  sino de destacar el comportamiento de Ramalho Eanes en cuanto a sus decisiones con respecto a su remuneración económica en la nueva situación personal.
Inmediatamente fue nombrado Jefe de Estado Mayor del Ejército y ascendido a general. Y también inmediatamente renunció a los emolumentos que le correspondían por su nueva graduación y cargo, limitándose a percibir el sueldo de teniente coronel, destinando el resto a los gastos oficiales de su representación.
Un año después, ganaría las elecciones a la Presidencia de la República (cargo que ostentó en dos legislaturas: 10 años), negándose siempre a un aumento de honorarios (https://observador.pt/especiais/eanes-o-presidente-do-25-de-novembro/).
¿Acaso alguien puede extraer alguna lección de este comportamiento?
Muchas veces se dice que el político debe estar “bien pagado” para que accedan a esta situación los mejores. ¡Los mejores dentro de los ambiciosos del dinero!
El expresidente de Uruguay, José Mújica, lo viene repitiendo de continuo: si alguien trabaja por el interés de “la platita”, que se dedique a las finanzas, a los negocios, a la empresa privada; pero si lo hace en el servicio público, “que no se sirva de él para enriquecerse”.
El humanista de los Países Bajos Rodolphus Agricola, precursor de Erasmo, lo había indicado en el siglo XV con respecto a los que se dedicaran a la enseñanza: ni tan cuantiosamente remunerados que accedan a la profesión los más ambiciosos, ni tan míseramente que únicamente ejerzan los más incompetentes.
Al menos en buena parte del siglo pasado, muchos catedráticos de universidades portuguesas estaban satisfechos de cobrar menos que los profesores de enseñanza media: el honor de la cátedra universitaria no era para ellos “medible” en dinero.
El honor de representar al pueblo tampoco lo debe ser. No es que trabajen los políticos sin percibir honorarios para desenvolver una vida cómoda, pero tampoco que tripliquen, cuadripliquen, multipliquen aún más lo que ya obtenían en su vida anónima.
¿Que se consideran de muy gran valía “económica”? ¡Pues que sigan el ejemplo que indica José Múgica!
¿Qué son conscientes de su servicio a los demás? ¡Pues que hagan caso a los consejos de Rodolphus Agrícola y de los catedráticos universitarios que digo!
Y, sobre todo, que sigan el ejemplo pecuniario de Ramalho Eanes. Tal vez, entonces, se les respete más.
Moisés Cayetano Rosado