viernes, 27 de febrero de 2015

LA SECULAR POBREZA EXTREMEÑO-ALENTEJANA


Moisés Cayetano Rosado

Leemos en la emblemática obra del escritor extremeño Felipe Trigo -publicada por primera vez en 1914- “Jarrapellejos”: se estaba tan mal aquí, “tan rematadamente daos al mesmísimo demóngano que nada se perdiese por cambiá, manque hubiá de sel en el infierno”. Se refería a esta tierra de hambre y miseria que era Extremadura para una mayoría, para el inmenso “ejército” de jornaleros y trabajadores de la tierra, que soñaban con cambiar radicalmente su fortuna marchando a Suramérica.
Aquí y en miles de pueblos, ocurría la habitual y pequeña cosa de que los braceros, como por la langosta en la primavera anterior, como por la excesiva lluvia en el pasado otoño, volvían a pedir limosna. Ahora por la sequía, escribe más adelante, reafirmando que en cualquier circunstancia el destino era el mismo dentro de la región para los desposeídos.
Algo parecido les ocurría a nuestros vecinos alentejanos, afectados por el mismo mal del reparto desigual, magistralmente retratados por el escritor de  Albernoa (Beja), Manuel Ribeiro, en su obra de 1927 “Planície Heróica”. Y nos presenta con firmeza su “otro hambre”: A todos ruía uma ambição: -ter. Ter Terra, uma morada de casas, carro o parelha de bestas. Mas, por desgraça, a terra estava ainda em regime latifundiário. Alguns lordes dominicais, que ninguém conhecia, que nunca ninguém vira, senhoreavam as maiores herdades da redondeza, todas grandes como condados, e estendia o temeor da sua soberania absoluta por tudo quanto a vista abarcava, léguas e léguas quadradas de montado e lavra.
Sí, el “hambre de tierras” de los más, en tanto “los menos”, absentistas, lejanos, detentaban inmensas propiedades mal explotadas o abandonadas, servidas por braceros que trabajaban “de sol a sol” apenas por algo más que la comida.
De ahí que a lo largo del siglo XX las luchas campesinas hayan tenido como objetivo la Reforma Agraria, que fugazmente se realizaría durante la II República y la Guerra Civil españolas, así como en el período de intensificación de la Revolución portuguesa, tras el Golpe dos Capitães, conocido como Revolução dos Cravos. Ambas de escasa duración, aunque por motivos diferentes: traumático el primero y de “reconducción” el segundo.
Al margen de la lucha organizada, los campesinos trataron de buscarse el pan, en sus largos periodos de inactividad laboral por falta de trabajo, con métodos de subsistencia, como la rebusca de aceitunas, uvas, grano de cereales, tras la cosecha de los propietarios, la caza y pesca furtiva, el contrabando en la frontera… Actividades perseguidas, castigadas muchas veces con dureza a un lado y otro, como señala también en otra obra testimonial el escritor José Saramago, en “Levantado do Chão” (1980), localizada en Alentejo y que es una historia novelada de la región especialmente de los setenta y cinco primeros años del siglo veinte:
Até uma criança sabe que a guarda está aquí para guardar o latifúndio, Guardá-lo de quê, se ele não fuge, Dos perigos de roubo, saque e perversidades várias, que esta gente de que venimos falando é de má casta, imagine, uns miseráveis que toda a vida deles e dos pais e dos avós e dos pais dos avós tiveram fome. Sí, la “guarda”: GNR en Portugal y Guardia Civil en España,, cuyo papel de control y represión hasta la Revolução dos Cravos en Portugal y la implantación de la democracia en España fue de gran dureza.
Esta situación denunciada a principios de siglo XX (F. Trigo), tras iniciarse el segundo cuarto del siglo (M. Ribeiro) y en los “años de la esperanza” (J. Saramago), condujo al mayor éxodo que hemos tenido en nuestra historia: emigración hacia las zonas industriales de nuestros respectivos países y a Centroeuropa de casi el 50% de nuestra población entre 1955 y 1975; años de “la gran estampida migratoria”, que nos dejó sin el capital humano de la gente más joven, en edad de producir y reproducirse.

Hoy en día, con una población a duras penas renovada, envejecida, parece que también la historia se repite: nuevo éxodo forzado por falta de perspectivas laborales. Secular pobreza y secular emigración que nos desertifica.

miércoles, 18 de febrero de 2015

BADAJOZ, PUNTA DE LANZA EN LOS CONFLICTOS PENINSULARES
(Publicación revista en la Revista de Carnavales del Ayuntamiento de Badajoz, con pequeña introducción alusiva a la fecha festiva)

MOISÉS CAYETANO ROSADO
Si la Alcazaba es la herencia patrimonial de un Medievo en que lo islámico nos marcó, coronando el Cerro de la Muela, primer asentamiento de lo que luego sería Badajoz, el recinto abaluartado iría conformándose sobre la cerca antigua, de la Baja Edad Media y principios de la Moderna, recortada en los tramos expuestos peligrosamente a las baterías artilleras del enemigo a partir de los conflictos del siglo XVII.
No obstante, las primeras defensas artilleras van a levantarse fuera de la Cerca medieval, al otro lado del río, en la orilla derecha, lugar directo de acceso desde las poblaciones portuguesas vecinas: Elvas y Campo Maior. Y así, a poco de comenzar la Guerra de Restauração Portuguesa (1640-1668), se interpondrán los “escudos” del Fuerte de San Cristóbal y el hornabeque de la Cabeza del Puente de Palmas, unidos ambos por camino cubierto del fuego enemigo. Éste último ha desaparecido, devorado por la expansión urbanística, pero las otras dos construcciones monumentales se mantienen íntegramente en todos sus elementos exteriores de murallas, fosos, parapetos y glacis, de extraordinaria factura técnica y belleza artística.
También se reforzaron algunas murallas medievales entonces, con pequeños baluartes y medias lunas, así como un reducto en forma de corona en lo que luego, en el siglo XVIII, sería el Fuerte de Pardaleras, posteriormente desaparecido y hoy convertido ese espacio en Museo de Arte Contemporáneo.
En el siglo XVIII se va conformando todo el caparazón abaluartado de la ciudad, con sus baluartes, fosos, revellines, medias lunas, glacis… y fuertes de la Picuriña y de San Roque. Algo que terminará de perfeccionarse a comienzos del siglo XIX, si bien a lo largo del siglo XX se perderán algunos valiosos componentes, devorados por el crecimiento de la ciudad y la poca valoración de sus elementos patrimoniales históricos, que a mediados de los años treinta y de los años sesenta tuvo los dos momentos de mayor actuación destructiva.
Aun así, hoy podemos recorrer buena parte no solo de la Alcazaba musulmana (bien restaurada en la actualidad) sino de la fortificación abaluartada, a pesar de esa obsesión urbanística por “ocupar huecos”, habiéndose colmatado espacios muy significativos tanto del interior de los baluartes como de los glacis exteriores e incluso fosos, revellines, caminos cubiertos, etc.
Y es que Badajoz -como ya he dicho- ha sido siempre una importante punta de lanza en los conflictos, especialmente los peninsulares de la Edad Moderna, que han conformado su fisonomía urbana, por mucho que algunos hayan intentado borrar esta seña extraordinaria de identidad.
Si enfrente tuvimos eficaces y sucesivos “escudos” portugueses dificultando la penetración, del lado español apenas si se contaba con los refuerzos de Alburquerque en el norte y la desaparecida villa de Telena al sur en la línea directa de invasión Madrid-Lisboa, lo que le otorgaba un papel crucial y preponderante.
Del “otro lado” podemos contabilizar tres eficaces barreras sucesivas: una primera de vanguardia formada por Campo Maior, Elvas y Olivença (entonces portuguesa), de norte a sur; una inmediata retaguardia conformada por Arronches, Ouguela y Juromenha, amparando a las anteriores, y otra segunda retaguardia artillada que integraban Vila Viçosa, Estremoz y Évora, siempre dispuestas eficazmente al auxilio.

Bueno será anotarlo para “perderse” en este legado envidiable, Patrimonio de la Humanidad, aunque por ahora únicamente Elvas ostente el preciado galardón de la UNESCO.

viernes, 13 de febrero de 2015

CINCUENTA AÑOS DEL ASESINATO DEL GENERAL HUMBERTO DELGADO
Moisés Cayetano Rosado
Doctor en Geografía e Historia

El 13 de febrero de 1965 eran asesinados cerca de Olivenza el general portugués Humberto Delgado y su secretaria, la ciudadana brasileña Arajaryr Campos. Sus cuerpos serían hallados dos meses después en los alrededores de Villanueva del Fresno, a donde habían sido llevados por sus asesinos y enterrados entre tierra, piedras y cal viva, pero que por la acción de alimañas, perros y la inconsistencia de la tierra removida, quedaron en buena parte al descubierto.
El general y su secretaria se habían alojado pocos días antes en el ya desaparecido Hotel Simancas de Badajoz, a donde fueron atraídos por agentes de la PIDE -la terrible policía secreta portuguesa-, bajo el señuelo de ser opositores al régimen salazarista, dentro de las actividades que el militar portugués venía manteniendo para derriba la dictadura del Estado Novo.
Este brillante militar, nacido en 1906, llegaría a ser el general más joven de la Fuerza Aérea Portuguesa, con 47 años. Había hecho su carrera dentro de la ortodoxia político-militar, claramente posicionada a favor del régimen personalista, dictatorial, implantado por Oliveira Salazar, que moldeó la política y destino de Portugal a su criterio, controlando el país sin admitir oposición. Incluso se permitía elevar a Presidente de la República y hacer caer a quien en gana le venía, desde su puesto de Primer Ministro todopoderoso.
Sin embargo, el general Humberto Delgado experimentará una importante transformación, con progresiva concienciación democrática, a partir de sus destinos militares internacionales, liderando la oposición al régimen, lo que le llevó a presentar su candidatura a Presidente de la República en las elecciones de 1958. Algo insólito en la política nacional, que removería las estructuras del régimen. Llegó a declarar en rueda de prensa el 10 de mayo -en el café Chave de Ouro- que, caso de salir elegido Presidente, dimitiría de su cargo a Salazar (Obviamente, demito-o, fue su frase lapidaria). Esto, que unió con entusiasmo bajo su nombre a gran parte de la oposición, sería un paso decisivo en su condena.
Las elecciones fueron amañadas y el candidato oficial -almirante Américo Thomás- sería proclamado vencedor, lo que significó “de facto” el exilio del general Delgado, el “General Sin Miedo”, como se le conocería. A partir de su inmediato exilio en Brasil, inició una importante oposición exterior, que llevaría a la preparación de diversas tentativas de golpes de estado, como fue el fallido de la ciudad alentejana de Beja, de 1962.
Su presencia en Badajoz, en 1965, iba a ser la última tentativa de este militar, digno predecesor de los que el 25 de abril de 1974 sí tendrían éxito en su levantamiento, que conocemos como Revolução dos Cravos, definitiva contra el régimen dictatorial.
Ahora, con motivo del 50 aniversario de aquel crimen de estado, investigado en Badajoz por el juez especial del caso, José María Crespo Márquez (un compendio del sumario lo publicó el Gabinete de Iniciativas Transfronterizas de la Junta de Extremadura en 2001, en edición del profesor Juan Carlos Jiménez Redondo), se programan diversos actos de homenaje. Hay que destacar el que se realizará el 13 de febrero en Lisboa, donde será presentado el libro de su hija Iva Delgado “Meu pai, o General Sem Medo” y se proyectará el film “Operação Outono”, basada en la biografía escrita por el nieto del general, Frederico Delgado Rosa.
En Badajoz, bajo el patrocinio de la Diputación de Badajoz, la organización científica -entre otras- de la Universidade de Lisboa y colaboración de diversas instituciones, se proyectan para finales de marzo unas Jornadas con motivo de este cincuentenario. Especialistas procedentes de Portugal, España e Italia (donde también se abrió proceso por el caso) nos volverán a situar en el “centro histórico” de un acontecimiento que ciertamente significó el principio del fin de una larga, cruel y anacrónica dictadura, derribada nueve años después del magnicidio.

jueves, 12 de febrero de 2015

LAS NUEVAS UVAS DE LA IRA

Moisés Cayetano Rosado
Acabo de ver nuevamente Las uvas de la ira, película dirigida por John Ford en 1940, basada en la novela de ese nombre, publicada por John Steinberk en 1939 -que he vuelto a releer-, en que se recrean con maestría las consecuencias de la tremenda crisis económica de 1929.
Parece un tópico aquello de “la historia se repite” y “el hombre  es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”, pero es que con esta doble obra maestra (novela y película) comprobamos la cruda realidad de ambas sentencias.
Una primera parte es la historia de un desahucio masivo: casas y tierras arrendadas a campesinos que se arruinan tras varios años de malas cosechas, vendidas a grandes corporaciones que arrasan con todo para implantar su nuevo sistema productivo, enriquecedor de los mismos.
La segunda parte es la historia de la errancia, del éxodo, de la emigración desesperada en busca de un lugar, un trabajo para vivir, para sobrevivir, llamados por los cantos de sirena de las ofertas laborales que aprovechan el río revuelto de la desesperación para estrujar el “limón humano” de los que todo lo perdieron.
En ambas ocasiones, los poderosos se sirven de fuerzas organizadas, armadas, para hacer su voluntad, tras amañar leyes y normativas, o incluso por las bravas, a base de extorsiones.
¿Pero es que acaso no lo estamos viviendo otra vez más? ¿No es eso lo que ocurre ahora con los desahucios de viviendas, incluso de propiedad pública, vendidas a “fondos buitres” cuya finalidad es ganar dinero a costa de lo que sea y de quien sea, dejando en la calle a los más desasistidos? ¿Y no estamos volviendo a una búsqueda de empleo donde la garantía de una estabilidad o un sueldo digno suenan ya a pasadas utopías?

Las crisis de 1929 -la mayor del siglo XX- y la actual -comenzada alrededor de 2008- tienen raíces parecidas: especulación bursátil, voracidad bancaria, expansión inmobiliaria incontrolada, movilidad masiva de capitales volátiles y de mano de obra… La anterior desembocó en la II Guerra Mundial. Al menos hay que esperar que esa lección sí la hayamos aprendido todos y sepamos encauzar las soluciones sin escarbar en el proceso crudo, desesperado, cruel de los años treinta, que llevó a la catástrofe de los cuarenta.

lunes, 9 de febrero de 2015

PRESENTANDO EN BADAJOZ “O PELOURINHO” Nº 18 
Presentación de "O Pelourinho" (Foto José Antonio Pérez)
Según estaba programado, se presentó en la noche del 9 de febrero el número 18 de la Revista “O Pelourinho”, donde se publican las ponencias presentadas en las “III Jornadas de Valorización de las Fortificaciones Abaluartadas de la Raya”, celebradas en el pasado mes de septiembre en Castro Marim.
Intervino en primer lugar Manuel Cienfuegos, como administrador del Grupo de Facebook “Fortificaciones Abaluartas de la Raya a Patrimonio Mundial”, que hizo un recorrido por las publicaciones de “O Pelourinho”, desde su creación en 1994 hasta la actualidad y presentó a los dos siguientes intervinientes.
A continuación tomó la palabra Moisés Cayetano Rosado, como director de la Revista, para comentar el contenido concreto de este número y lanzar el reto de las “IV Jornadas”, manifestando su deseo de que tengan lugar en el norte de la Raya, y a ser posible en Chaves, población de magníficas fortificaciones medievales y abaluartadas, situada en el centro geográfico de la Raya norteña.
Finalmente intervino Julián García Blanco, que expuso con su soltura, rigor y amenidad acostumbrada, su propia ponencia publicada en este número, referida a las fortificaciones del suroeste de la provincia de Badajoz durante el siglo XVII.
Finalizó el acto con un breve coloquio en el que participaron diversos asistentes, que vienen siguiendo esta publicación con entusiasmo. Publicación que la Imprenta de la Diputación realiza con un esmero y calidad que dignifica un contenido siempre riguroso y esclarecedor de la importancia histórica y artística de nuestro patrimonio fortificado rayano.
Se recuerda que el contenido completo puede consultar, bajarse, imprimirse, compartirse en el enlace: http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/p/paginaprueba.html
(Documento número 56)

viernes, 6 de febrero de 2015

OTRA NIÑEZ HUNDIDA EN LA TORTURA
Moisés Cayetano Rosado
Hace cuarenta años, la Editorial HOAC, de Madrid, me publicó un libro de ensayo-reportaje titulado Una niñez hundida en la tortura. Denunciaba el desamor, el maltrato y la crueldad que en muchos internados para niños desasistidos, huérfanos, víctimas de familias desestructuradas o en la indigencia, se practicaba más o menos sistemáticamente.
El tema era muy delicado y mis primeros informadores, que habían vivido en sus carnes la tremenda tortura en medio de su inmensa soledad, me conmovieron hasta lo indecible. Por entonces, impartía docencia en un internado de niños tutelados por una institución pública en Badajoz y uní a las reflexiones sobre aquellas vivencias que me fueron confiadas mis propias observaciones, donde si bien no se daban los casos terribles que había oído, sí pude palpar tremendas carencias afectivas y el terrible desamparo de muchos en su recogimiento.
Completé el trabajo expurgando bibliografía específica y visitando centros de este tipo por todo el país, incluyendo en el libro algunos reportajes que publiqué en prensa periódica sobre esta cuestión tan desgarradora.
¡Muchos dolores de cabeza me dio la publicación del libro, que en Extremadura tuve que retirar de las librerías para “tranquilizar” a las conciencias influyentes del periodismo y la política de la época (la Diputación Provincial de Badajoz de entonces estudió querellarse contra mí, aunque el texto iba mucho más allá de lo local o provincial, e incluso lo estatal, pues el fenómeno lamentablemente entraba en lo universal)!
Eso sí, no detecté ni se me denunció, por entonces, ningún caso de pederastia, de abusos sexuales contra los niños acogidos. Sin embargo, ahora están saliendo a la luz múltiples delitos de este tipo cometidos precisamente en internados, y en gran medida de la Iglesia, teniendo como víctimas a chicos de años incluso posteriores a los que yo investigué.
Nos constan en los lugares más diversos, y me insisten en la existencia de semejantes crímenes incluso en esta tierra de la que tuve que retirar mi libro (que, por cierto, pasó a venderse -¡y mucho!- de forma clandestina, para después volver a normalizarse su presencia).
No le importa a mi principal informante que escriba su nombre, y -porque lo conozco- sé de su trauma insuperable. Se trata de un apreciable artista que, a pesar de haber reconducido su vida, no olvida ni un momento los abusos padecidos a manos de alguien hoy precisamente imputado porque en su ejercicio “pastoral” ha seguido presuntamente con las prácticas que en una institución educativa confesional sufrió J.A.P. (no estimo conveniente publicar su nombre y apellidos), junto a otros muchos compañeros, que prefieren pasar página, olvidar, cerrar como quiera que sea la herida supurante.
Me consta que ha pedido audiencia al Papa, tras haber hablado con diversas jerarquías eclesiásticas sobre el caso, sin que se haya pasado de buenas intenciones con sordina. Y me consta, también, que otras autoridades -civiles- le han ayudado para tratar de desenmascarar a lo culpables.

Necesario es que a esta otra niñez hundida en la tortura se le haga la justicia del esclarecimiento de los hechos. Y que no queden sin castigo quienes tanto dolor les han causado, para que sirva de barrera a los que puedan venir y de bálsamo a los que necesitan que esta página oscura se cierre poniendo en su sitio a cada uno.

martes, 3 de febrero de 2015

VERSIÓN ELECTRÓNICA DE LA REVISTA O PELOURINHO 
La Revista O PELOURINHO nº 18 (cuya versión en papel presentaremos en Badajoz el lunes 9 de febrero, a las 20'00 horas, en la Diputación de Badajoz) ya puede consultarse, descargarse, intercambiarse, imprimirse, desde versión electrónica. Está en el Documento nº 56 de mi blog; este es el enlace (puede tardar algo en descargarse, pues el documento tiene18.620 KB):
En ella se encuentran las ponencias presentadas en las III Jornadas sobre Valorización de las Fortificaciones Abaluartadas de la Raya/Raia, celebradas en Castro Marim los días 26 y 27 de septiembre de 2014.
El volumen tiene 350 páginas, con 315 fotos, planos, documentos…, correspondientes a las 10 ponencias presentadas.