domingo, 30 de septiembre de 2012


LEGITIMIDAD DEMOCRÁTICA
Por MOISÉS CAYETANO ROSADO
La legitimidad democrática de gobierno se obtiene por medio de la consulta electoral, en una democracia representativa como la nuestra. Y a la consulta se va con un programa político, con la exposición de proyectos a llevar a efecto si se logra el refrendo del pueblo.
Pero un gobierno que, tras ganar las elecciones, pone en marcha unas medidas contrarias a las prometidas, a las presentadas en la campaña electoral, está cometiendo un fraude que les quita legitimidad, pues rompe las reglas del juego.
A veces, como ocurre con el gobierno actual de España, o con el gobierno de Portugal, justifican su actuación diciendo que no pensaban que la situación económica del país era tan extrema, cuando se presentaron a la confrontación electoral con su programa ahora pisoteado en las narices del pueblo.
Y remarcan: actuamos en contra de lo proyectado por responsabilidad, por “salvar al país”. En fin, salvadores, como salvadores se han creído siempre todos los dictadores que en el mundo han sido. Pero es que el ciudadano vota bajo unas promesas, bajo unas intenciones, bajo unas gestiones a realizar, y en las que confía.
¿Qué debe hacer, entonces, el político responsable si entiende no poder llevar a cabo su promesa electoral? ¿Seguir adelante, contra viento y marea, malversando la confianza que se les dio? ¿Hacer oídos sordos a los que exigen que rectifiquen y sean consecuentes con lo que dijeron en el fragor electoral?
El político responsable, el dirigente democrático y decente, tiene que explicar a los ciudadanos la situación real que ha encontrado en el país, exponer las medidas que a su juicio ha de tomar y… convocar la consulta electoral correspondiente para que estos ciudadanos se manifiesten ante el cariz “novedoso” de los acontecimientos, exponiendo en su programa las nuevas medidas. Y si obtiene el apoyo popular, llevarlas a efecto con toda la firmeza que el apoyo logrado le permite.
En otro caso, vivimos en una democracia defraudada, que es lo más parecido a una democracia burlada y secuestrada.

jueves, 27 de septiembre de 2012


UNA “ESCUELA VIVA” EN EL RECUERDO

Por MOISÉS CAYETANO ROSADO

Este verano moría Paco Fernández Cortés, creador de “Escuela Viva”, un movimiento pedagógico práctico que tuvo su desarrollo en el pueblecito extremeño de Orellana la Vieja y que obtuvo una gran repercusión nacional e internacional, gracias a la difusión de sus publicaciones en la mítica editorial madrileña ZERO-ZYX, a principios de los años setenta, en los estertores de la dictadura franquista.

Ahora, con el comienzo problemático del curso escolar, donde nuevamente el fantasma de las estreches más extremas atenazan a muchos de nuestros jóvenes estudiantes, como ocurriera hace un siglo en las escuelas que retrata el periodista Luis Bello en su “Viaje a las escuelas de España” (y también de Portugal), cobrar relevancia esta figura íntegra que supo conjugar la instrucción académica con la educación ciudadana y la concienciación por la liberación de los seres humanos personal y socialmente, enfrentándose a la problemática cotidiana.

Inspirado en las ideas de la Escuela Nueva de principios de siglo XX y en la pedagogía liberadora Latinoamericana de mediados de siglo, Paco Fernández creó su peculiar, sereno, reflexivo, democrático, participativo, asambleario sistema de enseñanza, donde los principios de creatividad, investigación y crítica tenían prevalencia sobre el memorismo y alineación imperante.

Muy cercano a la Escuela de Barbiana, el movimiento pionero italiano liberador y autogestionario; pariente de la educación concienciadora del vienés Iván Illich, de la pedagogía del oprimido del brasileño Paulo Freire, con raíces hundidas en la Escuela por el Trabajo, del francés Cèlestin Freinet y del ruso Antón Makarenko, nuestro maestro de Orellana la Vieja creó su propia forma de educar, con tolerancia, inquietud científica y compromiso humano mediante el conocimiento, la permanente dialéctica y la explicación de las circunstancias del entorno (del cercano e inmediato, al más lejano), sin bajar la guardia ante la crítica y la autocrítica. Sus “asambleas en la escuela” eran un foro de saber, de confrontar, de escrudiñar -mediante el arma de la palabra- el sentido de todos los problemas de nuestras vidas cotidianas, llegando a la concienciación más firme y comprometida con la sociedad, tras el conocimiento de los hechos, basados en la investigación profunda, contrastada, comprometida y sistematizada.

 Era un gusto ver a sus alumnos preadolescentes analizar la realidad y ofrecer alternativas ante los problemas de la vida diaria, ante la losa opresiva de un pueblo condenado a la emigración y la penuria como era aquel en el que se desenvolvían.

          Hoy, muerto aquel pionero de la educación esencial, integral y profunda, con la que tantas veces se nos llena la boca que no nos deja ni masticar nuestras ideas para digerirlas como debiéramos; ante estas circunstancias terribles de penuria en que nos está colocando la crisis ocasionada por los manejos de los “grandes del mundo”… es bueno volver sobre su obra, su labor docente. Algo que en sus publicaciones sigue vivo, y en sus alumnos -ya personas en la madurez- cobra testimonio de lo que debe ser la educación para la vida, que no mera instrucción para colocarse en la orilla de los que se aprovechan de su saber para medrar, caiga quien caiga en el camino, sino liberación para una existencia más justa, feliz y solidaria para todos. 

lunes, 24 de septiembre de 2012

INTERNET: ESA PODEROSA HERRAMIENTA

          Estoy buscando literatura escrita en portugués y castellano, así como documentación sobre arquitectura e ingeniería militar de fortificaciones abaluartadas. El acceso en librerías y bibliotecas es limitado (menos en literatura, pero no hay mucha en portugués si estás en países hispanos y en castellano si estás en países de habla  portuguesa); ahora, en "la red" de internet resulta extraordinario. Son múltiples los portales de páginas web, blogs, facebook... en donde encontrar materiales. De estas materias y de cualquiera.

          En cuanto a literatura en portugués,dejo esta dirección en la que encontrar y "bajar gratis" miles de libros, que aumentan cada día: http://groups.google.com/group/viciados_em_livros/topics

          En literatura escrita en castellano, para "bajar" unos gratis y otros de pago: http://elaleph.com

          Si nos referimos a documentación sobre fortificaciones (y sobre cualquier materia), hay -entre otros muchos- dos portales extraordinarios, para "bajar gratis":

          Un Repositorio Institucional de la Universidad Politécnica de Valencia, con más de 12.000 trabajos de lo más variado y en permanente aumento: http://www.riunet.upv.es

          Otro Repositorio patrocinado por la Generalitat de Catalunya, con participación de diversas universidades españolas y la colaboración de otras de todo el mundo, con casi 13.000 tesis doctorales presentadas en España y otras 35.000 consultables de todo el mundo, que no dejan de incrementarse: http://www.tdx.cat

          Añadamos otra más con múltiples revistas que se pueden descargar igualmente gratis, y entre las que destaco la densa y siempre bien documentada "Revista de Historia Militar" (anual e ininterrumpida desde 1957): http://www.portalcultura.mde.es/publicaciones/revistas/

          Esto no es más que una muestra de lo mucho que puede encontrarse en "la red", y que -como tela de araña- nos conduce de una fuente a otra, hasta... ¡el infinito!


viernes, 21 de septiembre de 2012


EDUCACIÓN PARA LA VIDA
Por MOISÉS CAYETANO ROSADO
A los educadores siempre se nos ha llenado la boca diciendo: hay que educar para la vida. Y el Partido Popular, en el Gobierno de España, está dispuesto a ponerlo en práctica al pie de la letra, con la reforma que acaba de aprobar: competitividad, exámenes, memorismo, disciplina, rigidez, esfuerzo individual, provecho intransferible, metas singulares de cada uno en la lucha por la vida…
Con la LOGSE pretendió el PSOE en los años ochenta una utopía: educación cooperativa, apoyo mutuo, solidaridad entre iguales, esfuerzo colectivo, raciocinio, espíritu crítico-investigador-creativo, sociabilidad, flexibilidad. O sea, educación para una vida en que a cada uno se le pide según sus posibilidades y se le da según sus necesidades (¿les suena?).
El PP lo tiene más claro: esto no es un camino en el que quepa la solidaridad, cada uno está solo en la lucha por la vida, que decía Baltasar Gracián. O sea, quieren educar para la vida, sabiendo que cada uno tiene que arreglárselas como pueda, ya que a la hora de la verdad, cuando hay dos plazas de bomberos, o de policías, o de médicos, o de profesores, o de vendedores de frigoríficos, el tribunal calificador o el empleador elegirá al que destaque, al que conteste mejor los test, cuestionarios, temarios, etc. Al que más haya “empollado” los planes de exigencias.
En algunos países socialistas habían intentado una alternativa diferente. Así lo vi y me explicaron en Cuba: se educa para conseguir de cada uno lo mejor de sí, con el orgullo personal de la autosuperación en medio de la cooperación, el trabajo intelectual y el manual, concienciando en la dignidad de todas las ocupaciones. Y luego, lograda la competencia profesional, se asigna una ocupación por la que se cobra parecido, sea de tecnología punta o limpieza de escaparates y de suelos.
Pero luego, eran muchos los que -lograda una buena especialidad- querían irse a Miami para ganar más pasta. O sea, cada uno no según sus necesidades sino sus posibilidades en el crudo mundo de la oferta y la demanda.
¿Cuál es la educación para la vida en un mundo donde cada uno aspira, como señalaba Paul Freire en “Pedagogía del oprimido”, no a la liberación personal y social sino a “explotar” a los demás, situándose lo más alto posible en la pirámide del dominio? La sociedad capitalista en que nos desenvolvemos da de sí para eso: el sálvese quien pueda de la individualidad, “y el que venga detrás que arre”, que decían en mi pueblo. “¡Qué horror de mundo!”, escribió Ernesto Sábato en su libro de memorias “Antes del fin”.

miércoles, 19 de septiembre de 2012


REVESTIR DE AUTORIDAD A UN MISERABLE

Por MOISÉS CAYETANO ROSADO
Hice el servicio militar obligatorio en Las Palmas de Gran Canaria, y tenía entonces veintiún años. Bastantes comparado con los cabos de segunda, voluntarios, que nos “puteaban” cuanto podían en la Escuadrilla del Cuartel de Aviación; con sus 18 años, se creían muchos de ellos generales de la Gestapo, cuando sabíamos que se hicieron militares voluntarios porque así se libraban de hacer la “mili a sorteo”, con el peligro de que les tocase la Península, algo que les aterrorizaba.
Algunos llegaban incluso a cabos de primera y entonces parecían Mariscales de Campo, pavoneándose por los dormitorios, buscando a quien castigar. En la calle, de paisano, eran lo que llamábamos “unos mierdas”, pero te la guardaban para el cuartel a poco que pudieran.
Este fenómeno de tiranía, al revestir de autoridad a un miserable, se daba frecuentemente con los judíos encargados de los barracones de otros desgraciados apresados por los nazis. Peor incluso que los policías de las SS, según testimoniaron algunos supervivientes.
De pequeño, en la escuela, viví algo similar: los alumnos encargados “del orden” por el profesor cuando se ausentaban eran extremadamente crueles. Unos perros fieles a los maestros más déspotas, que repartían mamporros sin compasión ni justificación alguna, librándose los “pelotas”.
Y lo he comprobado igualmente en muchos campos: profesionales y políticos, principalmente. Así, algunos compañeros míos aupados a la autoridad de jefecillos pasaban a ser unos auténticos estúpidos, intransigentes, cancerberos; pero a la vez serviles con los que estaban por encima, babosos, ceremoniosos, almibarados hasta la repugnancia, para mantenerse en el mandillo.
No digamos en política: aquel que incluso fuera compañero de peligros y fatigas, al ser nombrado para un puesto de figuroneo ya dejaba de estar disponible, siempre reunido -según su secretaria- si lo llamabas por teléfono o intentabas consultarle. ¡Y no digamos si lo tenías de superior jerárquico! Envarado, todo tieso, dispuesto a pisar al más fraternal de los antiguos compañeros, con tal de mostrar su miserable autoridad.
¡Ah! ¿Pero y al perder el pedestal? Otra vez quieren volver a la sencillez y a la campechanía, al buen rollo de viejos compañeros, camaradas, amigos de toda la vida. El cabo de segunda, el vigilante de hombres o de alumnos, el director o jefe de este o de aquel negociado, el político ilustrísimo sin lustre y sin ilustración…
¿Qué hacer con semejantes individuos? Muchas veces, los que éramos soldados bajo el mando de semejantes desgraciados, pensábamos en vengarnos dándole dos sopapos cuando se acabara nuestro período militar (valga para los otros al ser desposeídos de sus plumas de pavo real). Pero eran ganas de mancharse las manos de mocos y lágrimas de lloros. Mejor es condenarlos al desprecio; que mascullen aislados su miseria para toda la vida.

lunes, 17 de septiembre de 2012


¿FAMILIA REAL?
 (“Comentario de arte y de política”)
Por MOISÉS CAYETANO ROSADO
¿Qué veo en esta foto? A una familia feliz. Sonriente la pareja adulta, que se mira con languidez y entrega. Una niña soñolienta y confiada apoya su cabeza en el regazo de la madre, y la otra -de angelical sonrisa- mira hacia la cámara, doblando las piernas hacia fuera, como también hace su hermana. Son los príncipes herederos españoles. Aquí el poder representativo supremo se hereda todavía.
El encuadre se ciñe a un triángulo que tiene los vértices de la base en los pies desnudos de las niñas y pasa por las rodillas de los papás. Los lados hacia la cúspide del triángulo van por los cuerpos de las niñas, sus cabezas y las cabezas paternas, para encontrarse más arriba, en los verdores esperanzados del paisaje. Predomina el blanco de almohadones mullidos y ropajes, junto a unas notas mínimas de color en la niña de la derecha y algunos azules pálidos, que se prologan en el verde sombreado, apacible, acogedor del jardín. El sillón de mimbre también tiene respaldo triangular. En la horizontalidad de la instantánea, esta triangulación nos ofrece un mensaje subliminar de asistencia de la divinidad, católica, trinitaria, amparadora.
Pero, ¿corresponde tanta mansedumbre y tierna seguridad a la imagen que unos personajes regios, herederos de una monarquía en dos generaciones sucesivas, deben dar en estos momentos y de este país que representan?
Cuando millones de parados, cientos de miles de familias sin ningún ingreso se multiplican cada día…; cuando los que sí tienen empleo ven reducidos sus salarios hasta límites de estrechez…; cuando suben todo tipo de impuestos, de tasas, de precios al consumo…; cuando los jóvenes no ven otra salida que aquella de otros tiempos: marchar, marchar a donde sea, “aun cuando fuere al mismo infierno”, que escribía el novelista Felipe Trigo hace un siglo…; cuando se multiplican por miles los desahucios…; cuando el Gobierno de la nación decreta lo contrario a lo que prometió, vaciando los bolsillos y las esperanzas de los ciudadanos… ¿no tendrán que repetir lo que no hace mucho dijo el padre ahora reinante a propósito de una de sus “excursiones cinegéticas”: “Lo siento, me he equivocado; no volverá a ocurrir”?

domingo, 16 de septiembre de 2012


CUARTELES MILITARES EN LAS FORTIFICACIONES ABALUARTADAS DE LA RAYA
Quartel das Esquadras. Almeida.
Por MOISÉS CAYETANO ROSADO
Las fortificaciones abaluartadas son todo un alarde de ingeniería militar. Sus cortinas, baluartes, caballeros, tenazas, fosos, caminos cubiertos, revellines, lunetas, medias lunas, hornabeques, coronas, glacis, fuertes, fortines… son maquinarias de guerra portentosas y al mismo tiempo obras de arte extraordinarias.
Pero una fortificación abaluartada suele ser mucho más, pues lo anterior viene a constituir el revestimiento, la sólida y meritoria carcasa, que contiene toda una serie de elementos, aunque desgraciadamente muchas de ellas los han ido perdiendo, sustrayéndonos así de una lectura histórica y artística de gran valor. Me refiero a edificaciones interiores como: cuarteles, cuerpos de guardia, hospitales, polvorines, grandes casernas, edificios de gobernación, de intendencia, almacenes de artillería y acopios de caballería, depósitos y conducciones de agua, etc. que hacen un conjunto armonioso y explicativo del desenvolvimiento histórico de la plaza, cuando se conservan.
El problema es que muchos de estos elementos constructivos han desaparecido, devorados por las transformaciones urbanísticas que no han sabido readaptarlos y reutilizarlos, preservando construcciones en muchos casos de gran valor.
Quería, ahora, detenerme brevemente en una de las anteriores modalidades, los cuarteles, que conformaron una parte esencial a partir de comienzos del siglo XVIII y llegan a bien entrado el siglo XX, que es cuando se sistematiza su destrucción.
LOS CUARTELES.
Hasta finales del siglo XVII el alojamiento de la tropa lo efectuaban las poblaciones en conflicto básicamente en casas particulares, asignando obligatoriamente cupo de soldados, suboficiales, oficiales y jefes a las familias de la población, con el consiguiente problema de ubicación, acomodo, convivencia y derramas económicas, que amargaban la vida de los afectados, perturbando muchas veces con gravedad el discurrir cotidiano. De ahí la reivindicación ciudadana de alojamientos colectivos para los militares, incluso corriendo con los gastos de construcción de las edificaciones.
El marqués de Vauban (1633-1707) sería en esto, como en tantos aspectos innovadores de las construcciones abaluartadas, uno de los primeros tratadistas, diseñando el modelo de cuartel rectangular que tanto se prodigaría en la Raya hispano-portuguesa. El ingeniero francés nacido en Cataluña Bernad Forest de Bélidor (1698-1761) abogaría por cuarteles de planta cuadrada, con patio central, más higiénicos, despejados, aireados, que los anteriores.
En España sería el flamenco Jorge Próspero de Verboom (1667-1744) el que -siguiendo el tipo de cuartel de Vauban-, al servicio de Felipe V, implantara el modelo más frecuente, de amplias líneas rectas, todo un alarde geométrico, de horizontalidad extraordinaria, sólida construcción arquitrabada, generalmente de dos pisos, con bóvedas de cañón y/o de aristas, pasillos centrales y dependencias a ambos lados. A lo largo del siglo XVIII, y más en el XIX, con la desamortización de bienes eclesiásticos,  se habilitan múltiples conventos para cuarteles, combinándose las dos “escuelas”, al tiempo que se multiplicaron de forma extraordinaria, dado lo nutrido de las guarniciones estables en la frontera.
¿Qué se conserva hoy de ellos? No gran cosa en algunas de las poblaciones que los tuvieron, con lo que hemos perdido un patrimonio histórico, artístico-monumental magnífico, elemento esencial de una época convulsa, si bien lo que se preservó en otras nos da idea de su excepcionalidad, respetándose además en muchos casos la autenticidad. Así, por ejemplo, tenemos:
CUARTELES EN LA RAYA.
Cuartel de La Bomba. Badajoz.
Lugar donde estaba el Cuartel de La Bomba. Badajoz.
En Badajoz -una de las plazas fundamentales de la Raya en toda la Edad Moderna y el siglo XIX- no podemos disfrutar ni de uno solo de los diez cuarteles que llegó a tener, siendo especialmente significativa la pérdida del Cuartel de la Bomba, en la gola del Baluarte de San Juan, que fue destruido con dicho baluarte en 1965, en contra de la propia legalidad vigente y de los informes de la Dirección Provincial y General de Bellas Artes, que intervinieron con decisión para evitar más destrucciones: el urbanismo depredador de la época hubiera acabado con toda la fortificación. Es el “contraejemplo” de lo que debe hacerse. ¡Y puede que se efectúe en el Fuerte de San Cristóbal, que se proyecta “rehabilitar” destruyendo sus construcciones militares interiores! Parece como si las malas prácticas del desarrollismo de los años sesenta no desaparecieran.
Cuarteles conservados en Olivenza.
Cuartel de Caballería de Olivenza.
En su vecina Olivenza, en cambio, quedan cuatro de los cinco que tuvo, muy dignamente reconvertidos, pues el impresionante Cuartel de Caballería -de más de 100 metros de longitud por 15 de anchura, con escalera monumental, central doble, exterior- se utiliza en su planta baja como Centro de Salud y en la alta como Universidad Popular. Su Cuartel de San Carlos se destina a Centro de Tercera Edad; el Cuartel de Infantería del Pozo a Biblioteca Municipal, albergue juvenil y oficina de turismo, y el Cuartel del Asiento a dependencias del Museo Etnográfico.
Quartel de Infantería de Elvas.
Quartel de Infantería de Elvas: actual Museu Militar.
En la también cercana Elvas -recién declarada Patrimonio de la Humanidad por sus fortificaciones-, el conjunto de edificaciones interiores es fabuloso, con muy buena conservación general. Podemos destacar el Quartel de Infantería (también tuvo usos de otras armas militares), un gran complejo militar de alas longitudinales, con patio central que hoy se destina a Museu Militar, en continua ampliación, dados los enormes locales y explanadas que contiene, tanto edificados como libres, acaparando casi un tercio del recinto abaluartado de la ciudad.
Quartel das Esquadras de Almeida en las actualidad.
Más arriba, también en Portugal, es digno de resaltar el caso de Almeida, cuyo Quartel das Esquadras, al lado de las Portas de S. Francisco, es uno de los mejores ejemplos que se conservan de cuartel rectangular, con casi ciento cincuenta metros de longitud, de dos pisos, monumentales escaleras laterales y modelo constructivo similar al de Caballería de Olivenza. Pendiente de uso definitivo, se utiliza ocasionalmente en celebraciones y en actividades artesanales. Vecinos al mismo son el Corpo da Guardia Principal (actual Câmara Municipal) y la Casa dos Governadores (hoy, Palacio de Justicia).
Antigua Casa dos Gobernadores, de Almeida.
Antiguo Corpor da Guardia Principal. Almeida.



Ojalá en adelante no se vuelvan a cometer los atropellos patrimoniales que en la fortificación abaluartada de Badajoz se han hecho y se siga el ejemplo para con sus edificaciones militares interiores de Olivenza, Elvas y Almeida, que en general actúan con respeto en su conservación y reutilización, para nuestro disfrute y el de las generaciones del futuro.

lunes, 10 de septiembre de 2012



CAMIONERO
Acabo de ver un “corto” cinematográfico de 25 minutos impactante: Camionero, del realizador cubano Sebastián Miló, Premio a la Mejor Ficción en la reciente Muestra Nacional de Jóvenes Realizadores Cubanos de 2012 (http://cortosgay.blogspot.com.es/search/label/Camionero).
El film aborda el acoso escolar, en una de sus formas más despiadadas y crueles, de un grupo de estudiantes que arremete sin compasión contra un chico, por ser supuestamente gay y tener creencias religiosas, como señala la sinopsis “oficial”. Pero habría que decir también que aborda el abuso de los que, formando grupo que en su gregarismo oculta sus frustraciones individuales, arremeten contra el solitario “distinto”, muy común entre adolescentes: jóvenes mediocres, amparados por la pandilla de matones que encuentran sus víctimas en otros, de presencia apocada, tímidos, introvertidos y generalmente buenos estudiantes.
La capacidad para hacer daño van creciendo -como muy bien señala la película- a medida que el resto de los compañeros evita intervenir y la víctima no es capaz de hacer frente a lo que va convirtiéndose en una tortura sistemática, cada vez más sádica y frecuente, sin que los educadores se den, o quieran darse, cuenta.
La historia se localiza en un campo de estudio y trabajo cubano, pero valdría para cualquier internado educativo e incluso de cualquier otro tipo, como cuartel de soldados, campamentos de verano, y hasta centro escolar abierto, en que las entradas, salidas y recreos son momentos para el abuso de estos delincuentes juveniles; el mismo barrio es “laboratorio” de tortura en muchos casos. La exhibición ante “el otro sexo”, como muestra de “hombría”, contribuye especialmente a ello, lo que pone eficazmente de manifiesto Camionero.
El corto, lineal en el relato, centrado en las dependencias del internado (lavabos y dormitorio sobre todo), creciente en su tensión dramática, con base en primeros planos y planos medios de tintes expresionistas en gestos, miradas, situaciones… que te hacen “meterte” en las escenas como otro protagonista más de las mismas, previsible por lo mucho que vamos conociendo de historias similares, aunque especialmente trágico en su final, merece más que un visionado una profunda meditación.
El sufrimiento de las víctimas del acoso juvenil puede ser infinito, llegando al trauma de secuelas irreversibles y hasta al suicidio. También hasta la rebelión más contundente de aquel que entienda que estas conductas abusivas extremas no pueden consentirse, se ve como posible próxima víctima,  y decide cortarlas de forma radical. Y lo malo es que esa forma radical puede ser la que presenta el desenlace de esta historia, sin concesiones de ningún tipo.

domingo, 9 de septiembre de 2012


LA EDUCACIÓN PROHIBIDA

Por MOISÉS CAYETANO ROSADO
Cuando aún no hace un mes que se lanzó por internet y en salas “alternativas” la película La educación prohibida, ya se ha convertido en un fenómeno mundial de masas, con cientos de miles de descargas, millones de reproducciones en web, cientos de exhibiciones en todo el mundo y decenas de miles de seguidores en facebook y en twitter. Cualquier persona -insisten sus creadores- tiene derecho a copiar la obra, a modificarla y a difundirla cómo quiera, siempre que sea sin fines comerciales.
Lo más curioso es que La educación prohibida toca un tema poco comercial: cuestiona los cimientos de la educación occidental, sus métodos, su sistema competitivo basado en calificaciones. Esta película documental ha hecho “más de 90 entrevistas a educadores, académicos, profesionales, autores, madres y padres; un recorrido por 8 países de Iberoamérica (Argentina, Uruguay, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, México, Guatemala y España), pasando por 45 experiencias educativas no convencionales”, como señalan en su web, mostrando prototipos educativos  alternativos a la educación alienante, basados en la comprensión, el amor, la libertad, creatividad y solidaridad.
Y es que, como afirmaba Gilliard, uno de los teóricos de la desescolarización, “la escuela es un taller de esterilización. Se le dan niños normales y ella se esfuerza en convertirlos en hombres retrasados”. O como se quejaba el escritor George Bernard Shaw: “Desde muy niño tuve que interrumpir mi educación para ir a la escuela”, pues esa ha sido tantas veces la función de las instituciones educativas: cortar la educación, el espíritu creativo, crítico, investigador, innato en cada uno de nosotros, para dotarnos de la suficiente dosis de conformismo y docilidad, egoísmo y unidireccionalidad, haciendo de nosotros maquinaria instruida, capacitada para arrollar en medio de la adoración por el competitivismo individualista, insolidario y ciego.
Comienza esta película revulsiva de casi dos horas y media por unas escenas de animación gráfica en que nos presenta el recurrente mito de la caverna de Platón, intercalando escenas escolares de suplantación de la realidad por exposición académica tomista y manipuladora. Pasa después a enriquecedores testimonios de todo tipo de agentes educativos que nos van situando dinámica y suavemente ante la realidad educativa occidental, tan adecuada al tiburonesco mundo del mercado, dejando patente su marcado caínismo, su guerra sin cuartel donde “cada uno es un lobo para el otro -como decía Baltasar Gracián-, si ya no es peor el ser hombre”, al tiempo que plantean alternativas liberadoras, humanistas y llenas de respeto por la dignidad y particularidad de cada uno.
La educación prohibida plantea, así, una alternativa en la línea de la Escuela Nueva, movimiento pedagógico europeo de hace un siglo, que tuvo su continuación en la Educación liberadora, de los pedagogos progresistas latinoamericanos de mediados de siglo, y en los movimientos de tintes socialistas y anarquistas, que dieron algunos resultados ejemplarizantes, como la Escuela de Summerhill, de Alexander Neill o la Escuela de Barbiana, de Lorenzo Milani, para llegar a la Desescolarización obligatoria, iniciada por Iván Illich y Paul Goodman, con base en las teorías roussonianas.
Los propios creadores de este film dinámico, dialéctico, argumental y fluido, lleno de personajes que encaran su participación con mirada limpia y argumentos comprensibles para todos, se preguntan: “¿Por qué Occidente (y medio mundo imitándole) todavía base sus sistema educativo en un modelo nacido en la Prusia militar del siglo XIX? ¿Por qué la educación se basa en un sistema competitivo que no incentiva el trabajo en equipo y la creatividad?”. Quisieran, claro, un sistema educativo que erradique la unilateralidad, la rigidez bisoña, la disciplina alienante, y se abra a la solidaridad, el espíritu cooperativo, la ayuda mutua…
Pero la respuesta a sus preguntas están en el propio sistema socio-político que nos toca vivir: basado en el éxito personal e intransferible, en la absoluta individualidad, en la competitividad y la lucha por llegar “el primero”… porque esa es la esencia deportiva de la vida, donde, volviendo a Baltasar Gracián, “cada hombre es un lobo para el hombre, o aún peor”. Ya lo había dicho Plauto hace 2.200 años y popularó Hobbes en el siglo XVIII, una centuria después de que Gracián lo hiciera en “El Criticón”, que la pedagoga Ángeles Galindo reinterpreta, exponiendo: “Cada hombre está solo en la lucha del mundo, pues no se trata de una lucha de clases en la que cabe la solidaridad. Es algo más profundo: el hombre está solo en la lucha por la vida”.
¿Es ese nuestro destino? ¿El destino cruel de los pueblos condenados a la miseria por los detentadores de los poderes económicos del mundo? ¿El de los jóvenes y menos jóvenes, familias, sin empleo, sin recursos y sin expectativas de lograrlo, sino solo los que “llegan primero a la parada del bus donde únicamente cabe uno” (léase oposiciones laborales y/o funcionariales)?
La educación prohibida -con un lenguaje cinematográfico sencillo y directo- pretende darnos un mensaje alternativo, esperanzador, tras criticar con dureza al sistema imperante. ¡Ojalá que la luz que señalan sea la salida del túnel que parece que no se acaba nunca!
https://www.facebook.com/ (Moisés Cayetano Rosado)

jueves, 6 de septiembre de 2012


¿HASTA CUÁNDO LA CRISIS?

El grupo decisorio es un manojo solo de grandes potentados, que podrían ser barridos con un soplo, de no ser por la red clientelar de la que siempre saben rodearse. Señores y mesnadas forman un buen equipo, que todo lo manejan.
Ahora toca otra crisis nuevamente, para poner las cosas en su sitio.  Ha sido así de siempre, rasgando los velos de la historia. Y entre las más recientes, recordemos la de 1929, que venía a dar al traste con los “felices años veinte”, en los que parecía que había llegado para siempre la prosperidad y que terminaría universalizando el bienestar. O más cercanamente, la de 1973, que rebotó con más fuerza todavía en 1979. ¡Ya está bien -dirían los forajidos encumbrados- de tanto boom desarrollista! Que aunque era desigual y movilizó a tanta población camino del éxodo migratorio, llevó la esperanza a gran número de hogares.
Tras unos años de escarmiento, retornaría la bonanza, con nuevos avances decisivos… pero siempre estaba ahí la tremenda guadaña de los fuertes, sin miramientos, sin escrúpulos. Y ahora, con el final de siglo parecía que el estado social y de derecho se asentaba (en la franja de lo que llamamos “Mundo desarrollado”), lo cual les resultó a la postre más que peligroso: educación generalizada y gratuita; cultura accesible para todos; universalización de los servicios sanitarios en la vanguardia de occidente; vivienda al alcance de cada vez más manos; seguridad de subsidio en la vejez; popularización de los viajes de placer y del turismo; suavización de las jornadas laborales, acortadas, al tiempo que se extendían las vacaciones; empleo razonablemente estable; sueldos tendiendo a suficientes; fortaleza de formaciones políticas y sindicales que apostaban –moderadamente- por la dignidad de los trabajadores, de las personas todas… Demasiadas “conquista” que había que laminar.
Y llega así la nueva crisis, a poco de comenzar el siglo XXI, renovando escarmientos y volviendo a colocar las cosas en su sitio: reforma laboral, conformando otra vez el necesario ejército de parados; medidas económicas, para meter mano en los bolsillos de las masas ya desprevenidas; recortes sanitarios, educativos, culturales, sociales, ciudadanos… colocando a millones de personas en la miseria de la que se “atrevieron” a salir, pidiendo derechos humanos, dignidad, tal como afirman los acuerdos mundiales, hechos para leer, que no para cumplirlos.
Sí, como en cada crisis, lección para dejar sentado que quien manda son ellos: los sin escrúpulos, los sin conciencia, los jugadores de vidas y haciendas de los otros, con su especulación bursátil, sus inversiones fraudulentas, sus acuerdos ficticios, sus gigantescos movimientos virtuales de capital, sus bancos usureros conniventes con políticos de grandes tragaderas, sus “primas de riesgo”, su manipulación, su heladora crueldad, ese sadismo que solo se tranquiliza ante el sometimiento.
¿Hasta cuándo la crisis? Pues hasta cuando ese grupo malvado -que desde sus despachos sin patria maneja las finanzas y el discurrir del mundo- se quede convencido de que han llenado el campo de batalla de sangre, de sudor y de lágrimas, y toque otra vez levantarse pacientemente -humilde, resignadamente, para su gusto- desde el yermo de la desolación y las cenizas. Luego, cuando la mayoría vaya tomando “carrerilla”, de nuevo abrirán un socavón en el que hinquemos la cabeza: otra vez, el ciclo de la historia volverá a repetirse a su placer.
MOISÉS CAYETANO ROSADO

miércoles, 5 de septiembre de 2012


Morreu o "Capitão de Abril" Augusto Monteiro Valente

Por Moisés Cayetano Rosado
Siempre me llama la atención Almeida, por la cuidadosa atención para con su patrimonio artístico monumental, uno de los mejores y más cuidados de la Península ibérica. Y por su eficaz actividad cultural, en la que no escatiman tampoco sacrificios.
Esta vez, al ir a participar en su Seminario Internacional y Conmemoraciones del Cerco de las Guerras Napoleónicas, me llevé la sorpresa de la instalación, reciente, del “Memorial 25 de Abril”. Una obra recia, escalonada en granito de firmes barras horizontales que ascienden apoyándose entre sí, concebida con fortuna por el arquitecto João Campos -inquieto director del Seminario- y esculpida por João Antero, colocada delante de las Portas de S. Francisco, que dan acceso al interior de la fortificación abaluartada.
Memorial do 25 de Abril. Almeida.
Manifesté a mis acompañantes mi admiración por la Revolução dos Cravos y por los Capitães de Abril y uno de mis compañeros de Seminario -y ya amigo- José Luis Lima García, me dijo: “Pues nos acompaña uno de esos Capitães: el general en la reserva Augusto Monteiro Valente”. Para mí fue una agradable sorpresa saber que había estado cambiando impresiones históricas y artísticas con uno de aquellos militares, con uno de los jóvenes capitanes que se rebelaron contra la dictadura exponiendo no solo su brillante porvenir profesional, sino su libertad, su vida, que entonces no pasaba de los treinta años.
Monteiro Valente consiguió alzar la  guarnición de Guarda y ocupar la frontera en Vilar Formoso, arriesgándolo todo, como tantos de aquellos jóvenes militares que supieron priorizar la democracia, la justicia y la libertad por encima de la obediencia ciega y el acomodo a una situación en la que ellos, los jóvenes oficiales del ejército portugués, tenían asegurado el mando, la autoridad, los privilegios.
Era, como tantos de estos, además de un hombre de acción, un humanista, una persona culta, un inquieto estudioso, investigador, titulado universitario en su materia militar y en historia, que hasta el final de su vida supo cultivar, aumentando saberes y compartiendo conocimientos en intervenciones eruditas en foros y revistas.
Era, digo, porque a pocos días de volver de Almeida, recibo la noticia de su muerte. José Luis García me lo comunica y lo leo, incrédulo, en los periódicos.
Aquel militar moderado en los tiempos convulsos del “verão quente del 75”, progresista, conciliador y a la vez inconformista con el neoliberalismo insolidario que nos está envolviendo, ha fallecido en su domicilio de Coimbra, donde era tan querido. Y nos deja a todos nostálgicos, dolidos, heridos por una noticia que nadie se esperaba.
Joven aún -joven siempre, pues a los 30 años asumió la responsabilidad histórica de la Revolução-, con 68 años, nos deja un poco más huérfanos como en cada ocasión que muere un hombre de bien, notable, decisivo.
Visita al Castelo de Sabugal.
Me quedo, ahora, con esa imagen suya en la visita a Sabugal -con sombrero y gafas de sol, siguiendo sereno las explicaciones eruditas del guía-, el 24 de agosto, en una de las sesiones del Seminario de Almeida en que lo conocí, y donde pensaba verlo el año 2013 para hablar con él de los entresijos de esa Revolução que tanto me apasiona, de la que tanto he escrito y de la que pensaba ahora escribir algo nuevo contando con su ayuda. Ayuda que no será posible porque el destino nos lo arrebató. ¡Gloria a su nombre de revolucionario, joven eternamente y en la memoria para siempre!


lunes, 3 de septiembre de 2012


LA NUEVA TEMPORADA DE CINE

A punto de comenzar la nueva temporada de cine, me vienen tres imágenes a la memoria: el anuncio de “Cinema Paradiso”, esa película de la infancia, el tiempo que se va y no volverá nunca en su inocencia dulce e infinita; las salas de las Ramblas de Barcelona, donde hace cuatro décadas veía sesiones dobles de películas “de miedo” entre la noche y madrugada, y esas otras salas tan cutres y abarrotadas como las anteriores de los barrios periféricos de Las Palmas de Gran Canaria, donde combatía el tedio de los fines de semana cuando hacía el servicio militar obligatorio, tragándome también sesiones dobles de vaqueros y paquetes de pipas de girasol.
Luego, tras otros años más de películas de cine-club, que no siempre entendía, pero a las que iba toda la “progresía” de Badajoz, pasé muchos años sin volver al cine: tenía niños pequeños y eso era una barrera de obligaciones casi infranqueable. Después, por esto o por aquello, apenas si alguna vez visitaba alguna sala de proyecciones, alternada con las sesiones en televisión y luego los vídeos “Beta”, a los que siguieron los VHS, para pasar a los CDs, pero ya alternados con la vuelta a las salas específicas, que es donde me gusta ver el cine. Pero eso sí, sin compañeros de viaje comiendo palomitas, sorbiendo coca-cola y comentando las escenas, que es lugar común en el llamado “cine comercial”.
Ahora, tras los paréntesis de verano, vuelvo cada temporada a mi cita con las películas del Cine-Club y de la Filmoteca. A sus reposiciones de cine de los grandes maestros, los ciclos temáticos, de autores y actores que siempre nos han acompañado, y la radiante actualidad del nuevo cine, entre el que siempre prefiero el de próximo y medio oriente: de tonos tan serenos y profundos; hermosos en la fotografía; sublimes en las puestas en escena, de largos paisajes empolvados; desolados en sus temáticas dolientes, y tan dignos… O el cine japonés, de una elegancia incomparable, llena de gestos y miradas expresivas en los primeros planos que nada necesitan para complementarlos. Sin despreciar el cine lationoamericano, donde a veces se encuentran perlas impagables, alineadas en lo social y de denuncia.
Sí, estamos a punto de comenzar la nueva temporada. Y al volver, me irán acompañando las tres imágenes citadas. No volverán, no obstante, los cines de las Ramblas o los de Gran Canaria, que han ido siendo devorados por las nuevas industrias de la comida rápida en su gran mayoría; pero me quedará el “Cinema Paradiso” para acompañarme en las nuevas sesiones, como un talismán, compendio del tiempo que pasó y de todo el que queda por venir.