lunes, 9 de noviembre de 2020

 LAS FORTIFICACIONES ABALUARTADAS EXTREMEÑO-ALENTEJANAS ANTE LA CANDIDATURA A PATRIMONIO MUNDIAL

La Raia/Raya extremeño-alentejana desempeñó un papel crucial en los enfrentamientos peninsulares de los siglos XVII, XVIII y XIX, que llevó a la formación y moderna adaptación de una densa red de fortificaciones, de la que conservamos importantes muestras. Las de Alcántara, Valencia de Alcántara, Alburquerque, Badajoz y Olivenza, en la parte española; las de Castelo de Vide, Marvão, Arronches, Ouguela, Campo Maior, Elvas, Vila Viçosa, Estremoz, Évora, Juromenha, Monsaraz y Mourão en la portuguesa, son hitos esenciales, sin olvidar los de Brozas o Alconchel en Extremadura y Portalegre, Crato, Barbacena o Moura en Alentejo.

La inclusión en la Lista Indicativa de Portugal de un grupo de fortificaciones de la Raia desde 2016 (en serie, transfronteriza y por etapas “por ser un ejemplo sobresaliente de conjunto arquitectónico que ilustra unas etapas significativas de la historia de la humanidad”: criterio IV de la Lista de Patrimonio Mundial Cultural de la UNESCO), a las que se unirán las fortificaciones fronterizas españolas, hace obvia la necesidad de cumplir los requisitos de “autenticidad” e “integridad”. Urge evaluar los usos y actuaciones que han tenido tras declinar su destino original, estado de conservación y proyectos sobre este patrimonio de cara a su valorización, para preparar con éxito la candidatura.

Gestión positiva, como Marvão, Ouguela, Elvas, Monsaraz; malas prácticas o abandono agudo en otras, como Badajoz o Juromenha, y necesidad de mayor atención en la inmensa mayoría, si bien la toma de conciencia en algunas -como Campo Maior o Vila Viçosa- es esperanzadora, se prestan a la reflexión.


En el “II Encuentro de Fortificaciones Abaluartadas de la Raya”, celebrado en Puebla de Guzmán el 7 de noviembre de 2020, presenté la ponencia cuyo resumen antecede estas líneas. Puede consultarse, imprimirse, compartirse, etc. libremente, por completo, bajándola desde el Documento 119 de http://moisescayetanorosado.blogspot.com/p/paginaprueba.html o desde https://www.academia.edu/44460680/LAS_FORTIFICACIONES_ABALUARTADAS_EXTREME%C3%91O_ALENTEJANAS_ANTE_LA_CANDIDATURA_A_PATRIMONIO_MUNDIAL.

Moisés Cayetano Rosado

domingo, 8 de noviembre de 2020

 EL RECUERDO DEL FUERTE DE PUEBLA DE GUZMÁN Y EL OLVIDO DEL DE TELENA

Moisés Cayetano Rosado

Asisto como ponente, junto al doctor arquitecto Guillermo Duclos Baustista, al “II
Encuentro de Fortificaciones de la Raya”, celebrado el 7 de noviembre en Puebla de Guzmán
.

Al entrar en la población, veo en una rotonda destacada una maqueta de lo que fue su fuerte abaluartado, construido entre 1645 y 1666, durante la Guerra de Restauração portuguesa, y del que apenas queda algún testimonio material. Como bien ha estudiado Guillermo Duclos, presentaba una planta irregular con cinco baluartes distribuidos a lo largo del perímetro, que rodea a la Iglesia de la Santa Cruz, edificio previo a la fortificación, al cual se le adosa el polvorín.

El Ayuntamiento de Puebla de Guzmán preserva así -con buen criterio- su memoria, y al tiempo que valoriza los testimonios materiales persistentes, recrea lo que fue la construcción defensiva en que tanto se empeñó el duque de Medinaceli pese a la oposición de la Junta de Guerra, que le restaba valor estratégico. Y no lo abandona en el olvido histórico, como demuestran estos Encuentros, de los que se han celebrado dos ediciones, y el propio alcalde se comprometió en proseguirlos.

Me correspondió hablar en esta ocasión de Las fortificaciones abaluartadas extremeño-alentejanas ante la candidatura a Patrimonio Mundial, y entre los logros, deficiencias, necesidades y olvidos presenté al “inexistente” Fuerte de Telena,

El Fuerte de Telena, aledaño a Badajoz, a 14 kilómetros en el camino a Olivenza, fue construido durante la Guerra de Restauração y hecho desaparecer durante la Guerra de Sucesión española. Tenía dos baluartes en un extremo y dos semibaluartes en el otro, ambos con revellines en sus respectivas cortinas intermedias, así como otro más en uno de sus lados rectangulares, delante de la puerta de entrada, dotándose también de foso perimetral; iglesia central, que alojaría a los soldados y almacenes, cuartel del gobernador y otro más para la tropa. Aún quedan restos del mismo “in situ”, así como el aterrazamiento exterior.

Su silueta es clara en fotos aéreas. El lugar cae en ruta de ciclistas y caminantes, y -como tantos otros sitios de la memoria histórica y patrimonial- debería tener carteles explicativos de su construcción y desenvolvimiento, planos, etc., así como limpieza interior y del entorno, de suave pendiente. Y se hace también necesario para su preservación el acotamiento de la zona (al lado mismo del camino público).

No estaría demás, al mismo tiempo. proceder como en el caso de Puebla de Guzmán: levantar una maqueta del mismo que bien podría colocarse en una de las rotondas de la vía de comunicación entre Badajoz y Olivenza, como testimonio histórico y monumental, como legado de lo que fueron unos tiempos convulsos, pero al mismo tiempo decisivos en el discurrir de nuestros pueblos, dándole un carácter de tierra de fronteras, que ilustra una etapa significativa de nuestra historia (Criterio IV para la calificación de Patrimonio de la Humanidad a que el conjunto de las fortificaciones abaluartadas de la Raaya/Raia luso-española aspira, y que desde 2016 figura en la Lista Indicativa de Portugal ante la UNESCO).

martes, 3 de noviembre de 2020

 ESTRAGOS DE LA GUERRA EN LA REVISTA O PELOURINHO

https://www.youtube.com/watch?v=tBHvZ6q9Oa8

Director Revista O PELOURINHO:
Moisés Cayetano Rosado.

Edita: Diputación de Badajoz. 2020. 285 páginas. 

Tras haber dedicado seis de sus números de periodicidad anual al estudio del Patrimonio Fortificado de la Raya luso-española y sus potencialidades y valores para ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la Revista O PELOURINHO, que edita la Diputación de Badajoz y dirige Moisés Cayetano Rosado desde hace 26 años, ha desarrollado en sus dos últimos números anteriores al actual la problemática socio-política y económica derivada de las dictadu4ras ibéricas del siglo XX.

En el número 22 -en 2018- sería el estudio del Exilio, Emigração e Repressão na Raia Luso-Espanhola/Exilio, Emigración y Represión en la Raya Luso-Española, presentando 13 trabajos que ocuparon 226 páginas, en que se analizó el discurrir de los dos estados peninsulares a lo largo de las distintas dictaduras del siglo.

Al año siguiente, 2019, el número 23 se centra en Lutas, Vítimas e Lugares da Repressão nas Ditaduras Ibéricas/Luchas, Víctimas y Lugares de la Represión en las Dictaduras Ibéricas, con 10 aportaciones de autores españoles y portugueses, en 298 páginas de análisis, sobre los largos años de las diversas dictaduras ibéricas.

La trilogía se completa ahora -en este número 24- con estudios donde se reflexiona sobre el sufrimiento humano ocasionado por la Guerra Civil española (1936-1939) y su larga posguerra, la represión, miedo, miseria y dolor, hambre y huidas a la desesperada a través de la frontera de Portugal, de norte a sur, pero especialmente en Extremadura-Alentejo. Estragos da Guerra. Refugiados espanhóis em Portugal durante a Guerra Civil Espanhola e pós-guerra imediato. Solidaridade e vida na Raia/Estragos de la Guerra. Refugiados españoles en Portugal durante la Guerra Civil Española e inmediata postguerra. Solidaridad y vida en la Raya, es su título genérico.


En esta ocasión son 14 colaboraciones centradas fundamentalmente en los sucesos acaecidos en la Raia/Raya, “tabla de salvación” presentida por los huidos. Pero la dictadura salazarista les preparaba, en la mayoría de los casos una entrega inmediata a los sublevados, terminando en las cárceles siniestras y los fusilamientos, aunque siempre les quedaba la esperanza de un cambio de suerte en la contienda, o la posibilidad de ser deportados, camino de la zona republicana u otro lugar del extranjero.

Este monográfico, cuenta el director que fue posible primero gracias a un primer intercambio de opiniones con Jacinto César -profesor de Elvas-, paseando por Campo Maior, que comentó el papel de los pueblos campomaiorense y elvense en la acogida de refugiados de Badajoz y alrededores. Su hijo Eduardo César, precisamente, colabora con un trabajo de ficción basada en hechos reales, sobre la huida y acogida.

La antropóloga Dulce Simões ayudaría eficazmente a buscar colaboradores de alta valía, a la vez que entrega un texto de su autoría, ampliamente avalado por sus investigaciones sobre la acogida en la localidad portuguesa de Barrancos, procedentes del norte de Huelva y sur de Badajoz.

Ella aportaría los nombres de Fábio Alexandre Faria, Luís Cunha, Moisés Alexandre Antunes Lopes, Ángel Rodríguez Gallardo, Carolina Henriques Pereira y Paula Godinho (que sugiere el nombre de Maria Fernanda Sande Candeias). Ellos examinan el proceso dramático de los refugiados en toda la frontera en general, y los puntos esenciales de entrada y acogida.

De la Universidad de Extremadura, sugiere el coordinador de la Revista, Faustino Hermoso Ruiz, el nombre de la profesora Clara Sanz Hernando, aporta la visión de la “Matanza de Badajoz” desde la prensa portuguesa.

Otros autores contactados por el director serían el profesor de la Universidad de Coimbra Manuel Loff (para una visión introductoria), así como el historiador campomaiorense Rui Rosado Vieira, que ya había escrito sobre esta temática en otras publicaciones de O PELOURINHO.

Moisés Cayetano Rosado cierra el número con una reflexión global sobre esta “huida a la desesperada” en la Raia/Raya, acogimiento social, y circunstancias posbélicas del desenvolvimiento comunitario en este espacio tan duro para los más desfavorecidos.

O PELOURINHO, única publicación transfronteriza de estudio e investigación “rayana-raiana” luso-española en la actualidad, culmina con este número -impecablemente impreso en los talleres de la Imprenta Provincial de la Diputación de Badajoz- los estudios sobre las dictaduras ibéricas del siglo XX, sus actuaciones, consecuencias y repercusiones en la sociedad actual, así como la solidaridad de los pueblos rayanos.

Faustino Hermoso Ruiz