lunes, 27 de enero de 2014

Alonso de Monroy, maestre de Alcántara y señor de la guerra


El joven investigador Carlos Jesús Rodríguez Casillas (1982), ha realizado una interesante labor de estudio en base a la crónica de Alonso de Maldonado “Vida e historia del maestre de Alcántara don Alonso de Monroy”, bajo la dirección del profesor Francisco García Fitz (que la prologa), editada en su Colección Historia por el Departamento de Publicaciones de la Diputación de Badajoz.
El autor recurre a diversas crónicas y memoriales del siglo XVI y posteriores, fuentes literarias, didácticas, documentación publicada y documentación original de la Real Academia de la Historia, Archivo General de Simancas y Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, además de abundante bibliografía, para desentrañar la vida y obra de este apasionante maestre de Alcántara, que disputó título y posesiones con otros rivales antes y después de su propio nombramiento por los Reyes Católicos. El maestre mantuvo hasta el final de su vida un grupo de mercenarios a su servicio, lo que lo hicieron un auténtico “guerrero de fortuna”, al estilo de los condotieros italianos de la época, o como nuestro “rayano” Geraldo Sem Pavor del siglo XII, que también guerreó por la frontera luso-extremeña a favor de su rey (Afonso Henriques) o en su contra.
D. Alonso de Monroy (1436-1511) -como nos detalla Carlos Jesús Rodríguez Casillas-, clavero de Alcántara, guerreó contra su antecesor, D. Gomes de Solís y -aunque nombrado maestre tras la muerte de éste en 1473- tuvo que seguir combatiendo contra sus rivales en el reconocimiento del maestrazgo, especialmente Juan de Stúñiga, al que nombran los Reyes Católicos en 1476, a cambio de la reconciliación de la familia Stúñiga con los monarcas castellanos.
Esto último hizo que D. Alonso de Monroy tomara partido en la guerra de los Reyes Católicos contra Juana la Beltraneja y su marido Alfonso V de Portugal por estos últimos, y aunque tras ser vencidos logra el perdón en 1479, las desavenencias con los reyes castellanos continuarán hasta su muerte, materializadas en sus razias, saqueos, pillajes desde su fortaleza de Azagala.
La presente investigación, tras el prólogo y una introducción general, se estructura en cuatro apartados, además de otro breve de conclusiones, más fuentes y bibliografía.
Ya en la introducción quedan definidos los “señores de guerra”, indicando que “más allá de sus cambiantes lealtades políticas, convirtieron la participación en los conflictos armados, la violencia, la destrucción, el pillaje y la extorsión en un auténtico modo de vida”, siendo Alonso de Monroy “un paradigma de este modelo social”.
El siguiente apartado trata de la crónica de D. Alonso de Monroy y su autor, en la que da cuenta del cronista y obra, destacando su carácter propagandista y justificatoria de las andanzas del maestre.
A continuación: Vida e historia de D. Alonso de Monroy, en que detalla el linaje del mismo, así como las etapas de su vida, que divide en “infancia y juventud (1436-1457)”, “Plena madurez: la lucha por el maestrazgo de Alcántara (1457-1480)”, “El declive (1480-1511)”, terminando con su descendencia y un balance final. Narra, así, la apasionante vida guerrera de este hombre cambiante y ambicioso, gran estratega, rodeado de fieles mercenarios, cuyos desmanes ampara, asegurándose una incondicional  mesnada, garantía de su control territorial, fuerza política y social.
Los otros dos capítulos se detendrán precisamente en la representación de la guerra, siguiendo la crónica que da pie al estudio. En el primero de ellos, explica la composición y organización de las tropas (base de operaciones, componentes, organización y actuación en campaña). En el segundo, desentraña las operaciones militares y el impacto de la guerra en las estructuras socio-económicas, así como el papel de sus soldados en tiempos de paz (no menos duros para la población que los sufre).
En las conclusiones, vuelve a recalcar el papel de “hombre de la guerra” de D. Alonso de Monroy; su apuesta por los Reyes Católicos primero (tras antes haberlo hecho por Enrique IV) y luego por Alfonso V de Portugal; su capacidad estratégica y táctica “dentro de un universo militar lleno de herencias y transformaciones”, más la conformación de “sus huestes, muchos de ellos malhechores… que tenían como fin el saqueo del territorio”.
En definitiva, estamos ante una monografía de indudable interés, extrapolable en cuanto a las actitudes del personaje estudiado y su “pequeña unidad militar” a tantos “señores de la guerra” que la Edad Media propició en nuestra región y la Raya hispano-lusa.

MOISÉS CAYETANO ROSADO

2 comentarios:

  1. -NUNCA FIES EN GUANTE DE CIEGO, FIDEPUTA Y CASTELLANO-
    comentaban los portugueses tras la conquista de Alegrete por D. Alonso de Monroy

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