miércoles, 6 de mayo de 2015

LA HISTORIA DE LA GENTE SENCILLA
Hace ya muchos años que conozco a Adelino da Silva Tavares. Desde aquel tiempo en que ambos éramos autarcas. Él, vereador da Câmara Municipal de Seixal; yo, concejal del Ayuntamiento de Badajoz. Y como tales intercambiamos actividades, gestiones y visitas. Enseguida nos hicimos amigos y participamos en actos de convivio que me dejan la saudade de unos tiempos de ilusión, regados con buen vino, buen jantar, alguna vez un fado y versos en muchas ocasiones.
Ahora, como una continuación de aquellos tiempos, me llega su libro Andatoque. Ciento treinta páginas deliciosas en que muestra su sensibilidad, su buen gusto, la calidad de lo sencillo, narrando la vida cotidiana de una vecindad bien avenida, que se desenvuelve en medio de aspiraciones sublimes, como la música y la lectura, a pesar de las dificultades de la vida y de la oscuridad de los tiempos de nuestras dictaduras.
Andatoque es el sobrenombre de uno de los habitantes carismáticos del barrio que describe, al que da vida en los veinticinco pequeños capítulos del libro, a los que preceden unas notas explicativas del autor y un hermoso prefacio de Humberto Bandeira. Termina con una relación de piezas musicales referidas a lo largo de la narración, en la que será precisamente la música el hilo conductor de las sencillas historias que cuenta, pues la música, su audición y ejecución, son la afición preferida de los personajes de Adelino.
Por encima de cualquier otra consideración, hay que destacar del libro su “naturalidad narrativa”, la soltura con que van apareciendo e interviniendo los personajes, esa vecindad de barrio que comparte inquietudes y amistad, que hacen proyectos comunitarios donde resaltan actividades culturales centradas en la música.
Es el palpitar del pueblo, pueblo sencillo, común, lo que transpiran las páginas del libro. Participativo, amigable, bien humorado, alegre, capaz de superar las dificultades del día a día con su esfuerzo colectivo. Un desfile de personajes que han ido quedando en la memoria del autor, y que el lector puede identificar como personajes conocidos de uno mismo, porque eso es lo que son: seres comunes, como cualquiera de nosotros, asistidos por el ansia de la participación, de la convivencia, de la alegría de vivir.
Adelino da Silva Tavares ha escrito el libro que cualquiera puede soñar; ¡lo difícil es plasmarlo en el papel! El libro de la vida, de la experiencia, de la memoria y el sentir sensible de quien le saca el jugo a la amistad y a lo sublime de nuestras inquietudes, pasadas por el filtro del arte -en este caso musical-, que nos engrandece, elevando nuestra humana estatura.

MOISÉS CAYETANO ROSADO

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