domingo, 8 de noviembre de 2020

 EL RECUERDO DEL FUERTE DE PUEBLA DE GUZMÁN Y EL OLVIDO DEL DE TELENA

Moisés Cayetano Rosado

Asisto como ponente, junto al doctor arquitecto Guillermo Duclos Baustista, al “II
Encuentro de Fortificaciones de la Raya”, celebrado el 7 de noviembre en Puebla de Guzmán
.

Al entrar en la población, veo en una rotonda destacada una maqueta de lo que fue su fuerte abaluartado, construido entre 1645 y 1666, durante la Guerra de Restauração portuguesa, y del que apenas queda algún testimonio material. Como bien ha estudiado Guillermo Duclos, presentaba una planta irregular con cinco baluartes distribuidos a lo largo del perímetro, que rodea a la Iglesia de la Santa Cruz, edificio previo a la fortificación, al cual se le adosa el polvorín.

El Ayuntamiento de Puebla de Guzmán preserva así -con buen criterio- su memoria, y al tiempo que valoriza los testimonios materiales persistentes, recrea lo que fue la construcción defensiva en que tanto se empeñó el duque de Medinaceli pese a la oposición de la Junta de Guerra, que le restaba valor estratégico. Y no lo abandona en el olvido histórico, como demuestran estos Encuentros, de los que se han celebrado dos ediciones, y el propio alcalde se comprometió en proseguirlos.

Me correspondió hablar en esta ocasión de Las fortificaciones abaluartadas extremeño-alentejanas ante la candidatura a Patrimonio Mundial, y entre los logros, deficiencias, necesidades y olvidos presenté al “inexistente” Fuerte de Telena,

El Fuerte de Telena, aledaño a Badajoz, a 14 kilómetros en el camino a Olivenza, fue construido durante la Guerra de Restauração y hecho desaparecer durante la Guerra de Sucesión española. Tenía dos baluartes en un extremo y dos semibaluartes en el otro, ambos con revellines en sus respectivas cortinas intermedias, así como otro más en uno de sus lados rectangulares, delante de la puerta de entrada, dotándose también de foso perimetral; iglesia central, que alojaría a los soldados y almacenes, cuartel del gobernador y otro más para la tropa. Aún quedan restos del mismo “in situ”, así como el aterrazamiento exterior.

Su silueta es clara en fotos aéreas. El lugar cae en ruta de ciclistas y caminantes, y -como tantos otros sitios de la memoria histórica y patrimonial- debería tener carteles explicativos de su construcción y desenvolvimiento, planos, etc., así como limpieza interior y del entorno, de suave pendiente. Y se hace también necesario para su preservación el acotamiento de la zona (al lado mismo del camino público).

No estaría demás, al mismo tiempo. proceder como en el caso de Puebla de Guzmán: levantar una maqueta del mismo que bien podría colocarse en una de las rotondas de la vía de comunicación entre Badajoz y Olivenza, como testimonio histórico y monumental, como legado de lo que fueron unos tiempos convulsos, pero al mismo tiempo decisivos en el discurrir de nuestros pueblos, dándole un carácter de tierra de fronteras, que ilustra una etapa significativa de nuestra historia (Criterio IV para la calificación de Patrimonio de la Humanidad a que el conjunto de las fortificaciones abaluartadas de la Raaya/Raia luso-española aspira, y que desde 2016 figura en la Lista Indicativa de Portugal ante la UNESCO).

2 comentarios:

  1. Muy interesante , lamento no haber asistido.Como gran parte del patrimonio de Badajoz Telena esta oculto por el abandono, al igual que la cocosa , esta romana y a la que se llega solo en bicicleta,por casualidad y sin indicaciones.
    Enhorabuena por su trabajo.Un saludo
    Miguel Angel Ruiz Sanz

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